ALGUNAS COLUMNAS

LES GUSTO LA FARAMLLA DE FECAL:

Nota original:

AHORA RESULTA que la austeridad es el último grito de la moda.

PRIMERO FUE el gobernador tamaulipeco Eugenio Hernández quien se redujo el salario con el argumento de que no podía ganar más que el presidente de la República.

Y YA TAMBIÉN hicieron lo propio el coahuilense Humberto Moreira, el mexiquense Enrique Peña y el queretano Francisco Garrido.

LO BUENO para Peña y Garrido es que no resentirán mucho el apretón gracias al aguinaldo que se dieron de más de medio millón de pesos.

Y AL QUE, de plano, le salió el espíritu regio fue a Natividad González Parás que dijo que sí se bajaría el sueldo... sólo si gana más que el Presidente. Y que si no, pues no.

Rafael Segovia
Entre la soledad y la cárcel

nota original:

Los silencios empiezan ahora. De la mediocridad del gobierno no se puede esperar más. Los paliativos no pueden ayudar a dar una imagen convincente: disminuir los sueldos de los secretarios de Estado y de los directores generales suena a broma: ya encontrarán ellos cómo compensar esas terribles pérdidas del patrimonio de sus sacrificadas familias. En cuanto a los millones ahorrados por un lado se irán por otro y, si se pronuncia un discurso plagado de buenas intenciones se le puede recordar al presidente Calderón aquello de obras son amores y no buenas razones. Esperan, pues, los miles de empleos prometidos y los ahorros. Y las inversiones que vengan de fuera, junto con los sustos y otras malas noticias, como esos inquietantes avances de una izquierda considerada no se sabe por qué populista en toda la América Latina.

Fuera del cursi de Colombia no queda sino el aislado Paraguay y el inexplicable Perú. México está más solo que nunca, tan solo como su Presidente, siempre en espera de ayuda procedente de países poco deseosos de ayudar, pues deben empezar por ayudarse a sí mismos. El hombre que hace un año se consideraba todopoderoso no sólo pierde las elecciones legislativas sino que ve a dos de sus aliados incondicionales, de sus ministros decisivos -aunque no tengan el título de ministros- obligados a abandonar sus cargos en el Ejército y en la diplomacia. Cuando veas las barbas de tu vecino rapar, pon las tuyas a remojar.

El mundo cambia y, las víctimas del cambio ni entienden ni quieren entender el cambio. Les basta con señalar a unos cuantos engendros vomitados por el infierno sobre un mundo en principio armónico, tranquilo y comprensivo que, de pronto, se pone a protestar por la mala distribución de los bienes de esta Tierra y, si se descuida la Iglesia, también de los del otro mundo. Esa rebelión que cuando se da en México se combate con el silencio en una primera fase, que vuelve ciegas a las cámaras de televisión y a zonas enteras del auditorio nacional, que callan lo obvio, que animan a quienes creyeron en algún momento que iban a perder sus casas y sus coches. También de pronto aparecerán las encuestas encomiásticas de los trabajos de Los Pinos, de los aciertos gubernamentales y de las tasas de aprobación siempre superiores al 60 por ciento.

Pero por lo pronto los revoltosos de Oaxaca a la cárcel, para que el secretario de Gobernación muestre la firmeza de su pulso y el convencimiento de la voluntad popular, deseosa más que nunca, de la mano dura. Esto ha sido siempre un deseo del pueblo, partidario incluso de la pena de muerte. Pero no se puede considerar el encarcelamiento de cuatro personas el anuncio de una política, pongamos, de orden público. Puede incluso suponerse una nueva manera de calmar a una opinión pública deseosa de poder caminar por la ciudad, por ésta y por otras muchas de México, con alguna tranquilidad. No será reprimiendo movimientos como el de Oaxaca el modo de eliminar, como está de moda decir, a la delincuencia organizada. Ése es más bien tema de la Secretaría de Hacienda, de los señores que con ayuda de unos bufetes jurídicos y de contadores excepcionales en su campo arreglan unas declaraciones de impuestos de los grandes industriales y comerciantes absolutamente risibles. Y ahí es donde se espera la mano dura del Presidente, aunque las pandillas juveniles también sean temibles.

Por lo pronto, especulemos. Todo está abierto a la imaginación, a la del hombre común y corriente, y a la del que funda sus esperanzas en la llamada salvadora, en el ofrecimiento de un puesto, un cargo, en empleo, de cualquier oportunidad que le reintegre al juego político, le saque de la legión abandonada por la suerte. No se puede contar cuántos están dispuestos a sacrificarse por la patria, por México, por encima de los intereses particulares de grupo, de región o de partido. Lo desagradable se presenta al preguntar por cómo sacrificarse, cómo renunciar al egoísmo natural en el hombre -y en la mujer- para ponerlo todo en el altar supremo. Sin ir más allá de los conocidos por razones de la vida diaria, quienes han quedado al margen de la distribución de prebendas no sabemos si van a seguir con unas fidelidades sospechosas o van a emprender una vez más el juego de las sillas musicales.

No se necesita ejercer una memoria exagerada, como suele ser la del político. Recordemos sencillamente a los que formaron el grupo San Ángel y de una u otra manera fueron agraciados por gracia de su devoción por el voto útil. No encontró Fox peores enemigos en toda su historia política, ni críticos más acerbos ni más despectivos. Son los hombres de la profesionalización de la política los que han hecho de ella un modus vivendi, los conocedores de los entresijos del juego. Por el momento -un simple instante- van ganando aunque se piense en bajarles los sueldos y vigilarles las manos. Van con los ojos cerrados pues ni los cinco minutos escasos de la Cámara de Diputados ni las vaguedades del Auditorio Nacional disiparon las dudas de un mundo escéptico y aburrido, donde lo único notorio fueron las tropelías cometidas contra una lengua desconocida por algunos amigos incondicionales de los anglicismos y galicismos.

Como era de esperarse el Presidente, desde el inicio de su campaña electoral, y de sus primerísimos días de gobierno, por razones aún no dadas a conocer, se niega a tratar con el público, con la gente, se reserva para los hombres de negocios, para los visitantes extranjeros -para los pocos que han venido- y para los príncipes. Se va a llevar un susto tremendo el primer día que salga a la calle y vea que quienes por ella deambulan no muerden.

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

CUENTOS DE LA MONTAÑA

nota original:

CEDO EL ESPACIO a Enrique Castillo González, cuyo texto ha llegado a mis manos:

"Había una vez, allá en lo mas alto de La Montaña, un pueblo muy pobre, muy pobre. Pobre de todo. Pobre de comida, de salud, de esperanza. Pobre pues. A una calle pobre la acompañaba algún puñito de casas, una pequeñita y pobre iglesia, un tendajón donde lo que más se vendía era aguardiente y velas. Dentro de las casas algunas mujeres amamantaban a algún crío que, por haber nacido allí, estaba condenado a ser pobre.

"Una tarde, media docena de hombres bebían cerveza, lujo que les fue llevado por el maestrito que, a manera de cohecho, les convidó; el maestro rural sólo estaba en la pobre escuela dos o tres días por semana. ‘Víamos de invitar al gobernador a que venga a ver que pobres somos’, dijo el más viejo del pueblo. ‘Sí’, le respondieron. Y las mismas miradas, ahora de amuzgo a amuzgo, que, en silencio se preguntan: ‘¿En qué nos va a ayudar que ellos aigan venido?’…"

"El día llegó. El pueblo pobre vio llegar a su Gobernador. Mas no llegó solo. Con él venía su comitiva. En la mesa de honor el cura de la parroquia (sólo subía cuando venía a casar o bautizar, pues era cuando había limosnas), el maestrito, y media decena de achichincles del señor gobernador. Los aplausos. El discurso. El tintinar de botellas de cerveza. Las carcajadas y el discurso. Del pueblo nadie alcanzó a comer ni becerro ni gallinas. Eso sí: tres cervezas por cristiano… sonrisas y palmadas puestas en algunas afortunadas espaldas de quien se ponía sobre su camino, las porras salidas de las gargantas con olor a borracho… cuando sólo quedaba el polvo y el olor a gasolina. los habitantes pobres de ese pueblo pobre sólo se vieron unos a otros, todo quedó igual, con la gravedad que ya no habría ni gallinas ni un becerro en ese pueblo.

"La mañana del día de hoy, en el pueblo más pobre de Guerrero, Tlacuachistlahuaca, se recibió la visita del Presidente de la República Mexicana. A Felipe Calderón lo pudimos ver acompañado del Gobernador Torreblanca Galindo. Calderón echó talacha en una casa de una familia amuzga: tendió con pala en mano una cantidad de cemento. Con este simbólico acto, Calderón dejó saber que las casas de ese pueblo pobre tendrían un piso digno, que es un buen principio, así sus camas fabricadas de varas sostenidas de horcones y sus fogones al centro de la vivienda estarían sobre pisos de cemento. Afuera, en el traspatio, los animalitos. Y asunto arreglado. ¡Se dio un gran avance!

"Los políticos y los acompañantes de estos no se comieron sus animalitos. El Presidente caminó de la casa de bajareque tendiendo una cortina de saludos. La misma tolvanera y el mismo hedor a gasolina. Diciembre del 2006. Calderón visitó La Montaña. Esperemos mejora de las condiciones de vida en aquella montaña amuzga de Guerrero.

"Hubo otro gran avance. Hoy no estuvo Xóchitl Gálvez para secuestrar a algún alcalde insurrecto."

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com

RUTA NORTE

Aguas con estos

rutanortelaguna@yahoo.com.mx


Para guerras sucias, dijeron algunos, la de Echeverría en los setenta; aquélla sí fue una verdadera cacería de opositores


El tráfago informativo apenas ha permitido apreciar en su justa dimensión el peligro de la mano dura con la que, desde Oaxaca para todo México, ha comenzado a golpear el nuevo gobierno facho encabezado por FCH.

Si bien ha sido Flavio Sosa el icono más socorrido para ilustrar la nota, ni en su caso ni en el de muchos como él es intrascendente la forma en la que lo apresaron y posteriormente lo metieron a un tambo remoto.

Sosa puede ser un saltimbanqui político, ser tan obeso y desgarbado que algunos articulistas celebrarán el encarcelamiento de ese “cavernícola”, pero el método gubernamental no deja dudas sobre el peligro que tenemos en la jeta:

frente a la polarización y al empobrecimiento causado por ellos mismos, los dueños del país no tienen más respuesta que la brutalidad.

El líder de la APPO es apenas, por ello, la crestita saliente de un proyecto mayor, el mismo que ya mandó presos oaxaqueños a una cárcel nayarita, el mismo que militarizó hasta el coño los alrededores y el interior de San Lázaro para hacer posible la pantomima del primero de diciembre, el mismo que ya inició sus amagos a la prensa incómoda, el mismo que no parece tener, y que seguramente no tendrá, mejor argumento que el garrote bien asido en las manos de Ramírez Acuña.

Recuerdo que hace poco, durante la etapa más efervescente de las elecciones, muchos analistas señalaron que era hiperbólico llamar “guerra sucia” al bombardeo de los puercos espots con los que nuestro docto empresariado sumó candela a favor de FCH.

Para guerras sucias, dijeron algunos, la de Echeverría en los setenta; aquélla sí fue una verdadera cacería de opositores.

Tenían razón, y al mismo tiempo no la tenían.

Los espots no fueron una guerra sucia comparable a la perpetrada durante el echeverriato contra la izquierda más radical, pero sí eran ya un conato, el preludio amenazante de lo que hoy estamos viendo con mayor crudeza.

Militarizar la Cámara, detener a alguien y embuchacarlo a dos mil kilómetros, pactar para el diálogo y luego apresar, insinuar a ciertos periodistas que se callen o les irá mal, eso ya es guerra sucia sin eufemismos, es guerra sucia químicamente pura, de ahí la alarma con la que traduzco los primeros mensajes emitidos por el nuevo gobierno. Así arrancó ayer la Plaza pública de Granados Chapa:

“La destrucción de varios inmuebles (…) que los dirigentes de la Asamblea popular de los pueblos de Oaxaca niegan haber realizado parece haber sido cuidadosamente planeada para asestar el golpe final a esa organización, y con eso consolidar al gobernador Ulises Ruiz”.

Aguas pues con esos compas.

No están jugando.


rutanortelaguna.blogspot.com

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Y DE COMARCA:


Cuota de sangre

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nota original:

La cuota de sangre del narcotráfico durante el foxismo no tiene parangón en la historia del país.

Se calcula que a lo largo del sexenio recién terminado hubo más de 8 mil ejecuciones del narco, y sin embargo no hay un sólo detenido ni en curso investigación alguna sobre estos crímenes.

Lo aberrante del asunto es que en tales circunstancias las autoridades políticas y judiciales no se cansen de hablar de ‘Estado de Derecho’, lo que obviamente es una tomadura de pelo pues quienes están fuera de todo orden y toda normatividad jurídica y constitucional son las propias autoridades.

Miles de muertos y desaparecidos, y sin embargo no hay ni detenidos ni investigación alguna en curso, lo que implica que quienes debieran ser los primeros en combatir al crimen organizado se lavan las manos y le dejan a las mafias el campo libre para hacer lo que les venga en gana, sin temor sus integrantes a ser detenidos ni perseguidos por los mal llamados representantes de la ley.

El tan esperado gabinete de seguridad de Calderón resultó ser un parto de los montes, pues no hay esperanza de que con los mismos personajes del foxismo, como Eduardo Medina Mora, nada menos que el frente de la Procuraduría General de la República, se logren avances medianamente relevantes contra el crimen organizado.

Al comparecer ante las comisiones de Justicia y Estudios Legislativos del Senado, Medina Mora sostuvo que los dos mayores problemas que enfrenta el país son una debilidad de las instituciones encargadas de la seguridad pública y la procuración de justicia y un fortalecimiento de los cárteles de la droga.

Además expresó que dentro de la procuración de justicia no deben caber las cuestiones políticas.

Vaya cosa, pero resulta que el uso que se le ha dado a la Procuración de Justicia en México ha sido -y es- eminentemente político, como lo demuestra la detención de los líderes de la APPO, que fueron detenidos cuando iban a negociar con el nuevo gobierno, lo que no sólo fue una traición sino una regresión política de 40 años.

Y qué decir del uso que se le dio a la PGR con el asunto del desafuero.

Por eso puede decirse con toda propiedad que Fox fue un destructor de instituciones, pues las pervirtió en sus finalidades al obligarlas por razones políticas a actuar fuera de la ley y del propio marco institucional.

Lo hizo con la PGR, pero también con el IFE y con el Trife, con lo que destruyó la confianza y la credibilidad que ambas entidades habían ganado a partir del año 2000.

Por lo demás, habría que preguntarse qué fue lo que hizo Medina Mora en la Secretaría de Seguridad Pública Federal para evitar lo que él mismo critica, es decir el fortalecimiento de los cárteles de la droga y la debilidad de las instituciones.

Nada, pues uso la fuerza de la Scretaría, en particular de la PFP, para reprimir movimientos de disidencia política como en Oaxaca, en SICARTSA y en Atenco, por mencionar solo tres casos.

Es decir, le dio un uso político a una entidad que fue creada -se supone- para combatir la delincuencia, no para reprimir los movimientos de descontento político.

Mientras tanto, el narcotráfico creció de modo exponencial y con él los niveles de violencia e impunidad.

No debe olvidarse que los zetas, sin duda el grupo mafioso más violento que hay actualmente en México, fue obra directa del foxismo pues sus integrantes originales provenían de las filas de los grupos especiales de las fuerzas armadas.

Por eso se hablaba de desavenencias entre Fox y Calderón, porque el primero quería 3 años de impunidad para él y los suyos y el compromiso del nuevo gobierno de no iniciar persecución alguna en su contra.

COMENTAN DE LA VISITA DE NUESTRO PRESIDENTE LEGITIMO A DURANGO:

Ayer, 7 de diciembre, el presidente legítimo de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, visitó la ciudad de Durango. El auditorio del pueblo estaba abarrotado, de ancianos, niños, personas de larga trayectoria partidista tanto en el PRD como en el PT, pero sobre todo público en general, de los de a pie y de los que manejan grandes y lujosos vehículos, de los de abajo y de los de arriba, prácticamente todos los sectores de la sociedad duranguense estaban presentes.

El mensaje de Andrés Manuel fue claro y directo, contra el pelele, contra el traidor y contra los medios comprados y alquilados por el gobierno espurio; pero lo que más hirió a los "periodistas" locales fue que Andrés Manuel dijera que "si Francisco Zarco, Francisco Villa y José Revueltas vivieran, agarrarían a patadas al gobernador" (de Durango, Ismael Hernández).

Y es que aquí en Durango de todos es conocido que Hernández Deras es el más panista de los priístas, que si bien toda su carrera la ha realizado en el tricolor, lo ha utilizado más bien como trampolín. En su campaña a la gobernatura utilizó los colores morado y naranja, relegando los colores tradicionales de "El Partido". De todo mundo es conocido que Hernández Deras es de los gobernadores "preciosos" mencionados por otro infame duranguense, Manuel Espino, al presidente del CDE del PRI en Chiapas como probables financiadores de la campaña de Bodegas contra el traidor Sabines. Además de las conocidas golpizas que propina a su esposa Gabriela López de Hernández, presidenta del DIF estatal, y que no hace mucho presidió el evento conmemorativo del día de la no violencia contra las mujeres llevando en su cuerpo y mente las cicatrices del maltrato por parte de su esposo del cual hasta su sexualidad está en entredicho.

A este pintoresco personaje, cómplice del fraude del 2 de julio, fue a quien Andrés Manuel atacó. Mas temprano que tarde, los periodistas chayoteros de la localidad, entre ellos Héber García, conductor del noticiario de la filial de televisa en Durango, arremetieron contra Andrés Manuel, tachándolo de loco, soberbio entre otros motes. García Cuellar es parte de un grupo conocido de célebres borrachines de la localidad, de nadie es desconocido que su pequeña estatura física empata con su pequeña capacidad periodística. Graduado de una Universidad patito, García Cuéllar se ha caracterizado por el servilismo a las cúpulas de poder, y por tratar de ridiculizar a las fuerzas del pueblo, y en los últimos tiempos a Andrés Manuel López Obrador. Heber García se sintió libre como para insultar a Andrés Manuel, pensó que en una ciudad tan mocha como el Durango de Rodolfo Dorador (el secre de Zermeño, el que el recibió su informe a Fuchs) y de Andrés Galván (el senador gorila de bigote que estaba "protegiendo" la toma de protesta de Fecal) podría insultar a nuestro presidente sin ser criticado. Qué equivocado estaba, Durango recordó que su historia siempre ha sido revolucionaria, decenas de llamadas entraron para reprocharle su servilismo, su imparcialidad, su ineptitud, tantas que se vio obligado a cambiar de tema, a uno más vergonzoso, la siguiente nota trató de cómo se ha apoderado el narcotrafico de la ciudad. A partir de la llegada de Ismael Hernández, se comenzaron a descubrir sembradíos de mariguana dentro de los límites de la capital, se incrementaron los secuestros y comenzó una serie de ejecuciones. Coincidencia??? Y los chayoteros callaron...

NOTA:El pueblo es mucha pieza señores, y los periodistas agachones que lamen botas de gobernadorcillos caciquiles no tienen la calidad moral de criticar a nuestro Presidente Legitimo.


NOS ENVIAN LA INVITACION DE LA VISITA DE NUESTRO PRESIDENTE A MERIDA:

Les agradezco la atencion a la presente.
INVITACION

Por este medio se le invita a la presentación de la estrategia para el Desarrollo y Consolidación de la Presidencia legítima, que hará personalmente Andrés Manuel López Obrador, el próximo viernes quince de diciembre a las 10 horas en el local de la Cámara Nacional de Comercio de Mérida, ubicado en la avenida Itzaes número 273.



ATENTAMENTE



LA COMISIÓN ORGANIZADORA

DE LA VISITA DE AMLO

NOTA:De nuevo a los compañeros que estan enviando las invitaciones, sigan haciendolo señores, a diario serán subidas las que vayan llegando, y no duden en enviarlas cuantas veces sea necesario, debemos colaborar a dar a conocer toda la información disponible de la Presidencia Legítima.