Opinión México: Comentario a tiempo.
Derrotados Bush y Fox
Por: Teodoro Rentería Arróyave.
(especial para ARGENPRESS.info)
(Fecha publicación:10/11/2006)
El poder se acaba y más ha de doler cuando por no saberlo ejercer se termina con derrotas, eso exactamente es lo que les ha pasado al término de sus mandatos a los antiguos 'amigos rancheros', obvio que nos referimos a los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush y de México, Vicente Fox Quesada, que se consideraron intocados e intocables y que pensaron que podían en una mancuerna de mutuo interés dominar a sus respectivas naciones, y el primero, inclusive al mundo.
La derrota del guanajuatense, desde la perspectiva internacional, se podría interpretar pequeña, pero para las mexicanas y los mexicanos es verdaderamente trágica.
Termina su gobierno en un verdadero desastre, todos absolutamente todos los asuntos que prometió resolver o los logró a medias o de plano los dejó como los encontró.
Ahí está la pobreza y la marginación; la falta de oportunidades que corresponde como una bofetada del bumerang la creciente cifra de indocumentados que emigra, inclusive a costa de su vida a Estados Unidos y, ahora, ante la afrenta de un muro oprobioso en la frontera, que también se puede interpretar como la burla de un amasiato entre los presidentes que nunca existió, pero que el mexicano se la creyó con aquello de sacar adelante una Ley Migratoria, la famosa 'enchilada completa', que sólo estuvo en su irracional ego.
La 'presidencia imperial', como se le conoció al gobierno de Bush y a su banda que asaltó la Casa Blanca con unas elecciones no sólo contradictorias sino totalmente impugnadas por lo expertos, ha llegado a su fin con una derrota electoral histórica, donde el pueblo de la gran nación del norte, de un solo tajo, le cobró al texano todos los agravios que cometió en su contra.
De qué tamaño es la derrota que el soberbio y vanidoso George, tuvo que aceptar su culpa en la debacle y correr de la titularidad de la Secretaría de la Defensa al 'halcón mayor', Donald Rumsfeld, el instrumentista de la fracasada guerra de invasión a Irak y reemplazarlo rápidamente con el ex director de la Agencia Central de Inteligencia, la CIA, por sus siglas en inglés, Robert Gates.
Ante un panorama de crisis, donde los conflictos sociales como el de Oaxaca se agudizan; la inseguridad pública amenaza la estabilidad de la nación; donde los asesinatos, desapariciones forzadas y demás atentados a periodistas aumentaron en forma escandalosa, y el país se ha convertido en el imperio de la impunidad; donde el conflicto postelectoral persiste, porque desde la propia Presidencia se ensució el proceso, el presidente Fox en los últimos 21 días de su desastrosa administración, de acuerdo a su periplo cursi de despedida, programó dos últimos viajes al extranjero, pues es el caso que el Legislativo le negó, de acuerdo a sus facultades, ausentarse del país.
En la gran potencia del norte, George W. Bush y su partido, el Republicano, pierde el control de ambas cámaras. El pueblo estadounidense se cansó de los engaños de la 'presidencia imperial', ya no quiere saber de más hijos jóvenes muertos en una guerra absurda de ocupación. Hasta la última maniobra del texano le falló, la condena a la horca del derrotado presidente, Sadam Hussein.
Derrotado, exacto, por las fuerzas extranjeras de ocupación. El electorado tampoco le perdonó su regocijo por la pena capital impuesta al antiguo aliado de su padre.
Efectivamente fue la oposición. Unidas las bancadas de los partidos de la Revolución Democrática y Revolucionario Institucional del Senado de la República y de la Cámara de Diputados, prohibieron a Vicente Fox Quesada y por consecuencia a la 'pareja presidencial' salir del país, para dos viajes: uno sin mayor trascendencia, el de Vietnam, y el otro a Australia, que representaba un verdadero abuso y burla al pueblo todo.
La parejita iba a visitar a la hijita del cónyuge, Paulina, recién estrenada como madre.
Allá en Estados Unidos, George W. Bush y su pandilla se pondrán quedar con su rabia y con sus reacomodos que les exige la nueva composición de fuerzas; aquí en México, Vicente Fox Quesada y su vocero, siempre en decadencia, Rubén Aguilar se pueden quedar con sus epítetos y denuestos a los legisladores, toda una letanía, los llamaron: amarillistas, violentos, alarmistas, mezquinos, oportunistas e ignorantes.
Con todo eso se pueden quedar, pero también con sus derrotas, esas derrotas que son suyas, porque ellos se las provocaron.
Las amargas derrotas de la ineptitud, adosadas de soberbia y vanidad.
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viernes, noviembre 10, 2006
LOS DERROTADOS.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:25 p.m.
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