Me pide Federico Arreola que publique la siguiente carta:
Ignoro las razones que llevan a Ciro Gómez Leyva a mentir. Dijo, en su artículo del 19 de octubre, que "Carlos Marín tomó la decisión correcta. Nadie, ni siquiera uno de los fundadores del diario, puede opinar en estas páginas que el periodismo que aquí se produce es miserable, corrupto, sin acompañar sus palabras con pruebas sólidas o con una carta de renuncia. Federico agredió el martes a Milenio a partir de hipótesis y criterios morales pensando que tenía derecho a hacerlo y que la vida debía seguir como si nada hubiera ocurrido. Marín, el director, lo juzgó inaceptable y lo corrió".
Dijo más Ciro: "Federico sabe que Milenio enfrenta la presión recurrente de uno de los hombres más poderosos de México: uno con gran solvencia económica y logística para financiar y administrar sus embestidas. En la disyuntiva MILENIO -Andrés Manuel López Obrador, Federico nunca dudó en ponerse del lado de su líder político, en adjetivar a favor de su líder político. Y se le respetó".
Acepto que estoy del lado de López Obrador, no lo he ocultado, participé en su campaña. Milenio (es decir, Ciro, Marín y los otros) están del lado del gobierno, cualquiera lo sabe, pero han pretendido ocultarlo. La diferencia es que yo apoyo a la oposición y Ciro y Marín al poder. Que no venga Ciro ahora con rollos.
Ciro sabe que Marín no me "corrió" porque ofendí a Milenio. Marín no tiene autoridad para hacer algo así. Los jefes de Marín decidieron cancelar mi columna por mi cercanía con López Obrador y porque Multimedios (la empresa que edita Milenio)está tratando de vender su empresa de televisión por cable a Televisa, y esta operación la Comisión de Competencia no quiere autorizarla.
Si no fuera así, se me hubiera "corrido" con más educación y decencia: al menos me lo habrían informado a una hora normal, no a las doce de la noche.
Mi amigo Ciro miente, él sabrá por qué lo hace.
Una razón más para apoyar al peje en el 2006.
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