¡AQUÍ NO ES ATENCO, CABRÓN!.

Crónica
"¡Aquí no es Atenco cabrón!"
RACIEL MARTÍNEZ.

Aire denso. La entrada de los elementos de la Policía Federal Preventiva desató la furia, la ira, la irritación, el arrebato, la indignación. Todo mezclado originó una granizada de piedras sobre el convoy de la PFP que cruzó debajo del puente de Valerio Trujano.

Minutos antes, bombas "molotov" hicieron blanco entre la tropa e incendiaron los uniforme de tres elementos que como teas humanas corrieron entre sus compañeros quienes ayudaron a sofocarlos.La respuesta: un par de granadas lacrimógenas que hicieron replegar a los autores.

19:10 horas.
29 de octubre, cientos de jóvenes unieron su coraje y armados con piedras arremetieron contra las camionetas de la PFP que sobre la Rivera del Río Atoyac buscaban ingresar al zócalo por la vía de la Central de Abasto.El puente Valerio Trujano sirvió de trinchera donde se originó otra batalla campal. Decenas de petardos con gases lacrimógenos estallaros y dispersaron al gentío, aunque dos pares de ellos fueron regresados sobre la humanidad de la tropa.Y cuando una tercera lluvia de piedras cayó sobre las unidades una de ellas perdió el control y se impactó contra otra y uno elemento de la PFP se desplomó del vehículo, sus compañeros fueron en su auxilio.Sin embargo, la turba victoriosa fue tras los elementos de la PFP y apresó a uno de ellos, quien de inmediato recibió el linchamiento.
"¡Perro desgraciado!"
"Aquí no es Atenco cabrón".
"Ya entraron, pero no van a salir".
--¡Vamos a quemarlo! -
Se gritó entre el hervidero humano.
--Nooo compas, debemos amarrarlo para que sufra.No faltaron las opiniones implorando piedad y respeto por su vida.Caos total.
Torre de Babel donde todos gritaban y nadie entendía.Poco a poco los ánimos fueron serenándose y se propuso entregarlo a la dirección de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

Más de 300 personas resistían y con la irritación de ojos y picazón de la garganta no cejaban de gritar:
"Ya cayó/ ya cayó/ Ulises ya cayó".
"Oaxaca no es cuartel/ fuera Ejército de el".
Aquí nadie controló el disgusto. Con la sombra de la noche y una tenue luz de la luna de octubre, se colocaron nuevas barricadas y ardieron muchas llantas. Oaxaca fue encendido.

13:00 horas.
Por la avenida de Símbolos Patrios en las inmediaciones de la colonia Alemán arrancó el retiro de las barricadas. Seis trascabos fueron abriendo paso y atrás las tropas golpeando sus escudos y toletes a paso marcial. Un ensordecedor: "¡Pac! ¡Pac! ¡Pac". En un acto osado, un señor trepó sobre la 'cuchara' del trascabo para intentar frenar su actividad, el movimiento del pesado hidráulico lo hizo caer al suelo."¡Somos pueblo!-¡Somos pueblo!-¡Somos pueblo!" -Clamó una mujer, quien casi se hincó al paso de los elementos de la PFP.

Otras voces: "¡No a la violencia-no a la violencia!"Plegarias e insultos buscando frenar el ingreso policiaco.Más atrás, una docena de autobuses de las empresas Tusug, Sertexa y Urbanos de Oaxaca transportando en su interior a la tropa, quienes después enfilaron sobre Periférico.

14:00 horas.
Crucero de Símbolos Patrios y Bustamante. El avance de la PFP se detuvo para reorganizar su "operativo peine", tiempo suficiente para que un centenar de personas se armara con piedras y destruyera autobuses.Y los gritos retadores: "Mejor regrésense compas, de otra forma se van a acordar de Oaxaca". Increpaban así a los elementos policíacos, quienes mudos y estoicos observaban a hombres y mujeres sin gruñir.Uno de los activistas de la APPO solicitó a la masa: "No caigamos en la provocación compañeros, vamos abrir el paso; hagamos una valla y dejemos que vayan al zócalo, que entren al gallinero y ahí los recibiremos".

16:10 horas.
Tercera calle de Bustamante. La tropa avanzó y los trascabos continuaron quitando obstáculos. Sin embargo, más tardó en apartar barricadas en Símbolos Patrios cuando una docena de autobuses fueron incendiados. Un hombre con una manta tricolor y una imagen de la Virgen de Guadalupe imploró paz y por ello recibió la indiferencia de los elementos federales.En algunas azoteas, varios ciudadanos aplaudieron el ingreso y otros, ondearon banderas y playeras blancas.A esa hora, el grueso de la tropa arribó a la calle del ex Palacio de Gobierno y su primer recibimiento fueron pedradas y un par de bombas "molotov". La reacción fue el lanzamiento de un par de petardos de gases pimienta lo cual generó la huida de manifestantes.La zozobra invadió. Un par de minutos después arribó parte de la marcha convocada por la APPO.

Un mitin convocando a no caer en provocaciones y anunciando que la PFP no ingresaría la Zócalo, "ese es el acuerdo con Gobernación", acotó Gervasio García Martínez. Pero la plaza de Oaxaca, a esa hora, tenía otro destino: dominaba la PFP.

Cuadras abajo, en el Parque del Amor se reunía el repudió popular. Con el corre de la voz, se difundió la dificultad del paso de la PFP a la altura del puente del Instituto Tecnológico con el saldo trágico de un muerto.

18:30 horas.
El Puente de Valerio Trujano sirvió de barricada para fustigar ferozmente a las tropas de la PFP, y un centenar de vehículos recibieron como "bendición" cientos de pedradas.Ante la dificultad del avance, varios sobrevuelos --a baja altura-- de un par de helicópteros. La llegada de la noche se convirtió en aliado de los vecinos y jóvenes quienes no cejaron de arrojar cohetones y cuanto objeto pudieron contra los milicianos.Por unos minutos la PFP quedó "atrapada" y los "vencedores" convocaron a perseguirlos. Fue entonces cuando se dio la refriega en la cual se capturó al elemento de la PFP, quien frente a la golpiza no pudo articular palabra para dar su nombre.

Cientos de voces a todo furor: "Oaxaca no es cuartel/ fuera Ejército de el" y luego: "¡Ulises, no te la vas acabar!"Y el día se guardó en la atmósfera pesada. Aquí nadie puede decir que no ha pasado nada.Ayer, fueron las horas del amanecer, del atardecer o de la tragedia de Oaxaca.En el transcurso de la noche, el sonar de los cohetones y el vuelo de helicópteros anunciaron la tensa calma de Oaxaca.

Un policía federal preventivo se mantenía bajo poder de la APPO hasta el cierre de esta edición. Cientos de personas lo tenían en resguardo y controlaban las voces que pedían lincharlo.