Sobre la resistencia civil

La guerra sucia de Televisa ya no es sólo contra AMLO sino que ha tomado como blanco el millón y medio, o más, de personas que el domingo pasado estuvimos en el Zócalo. Las televisoras se han estado burlando de la capacidad de razonamiento de su audiencia a lo largo de la guerra sucia, pero el colmo ha sido negar prácticamente que existimos para salir al otro día con el truco estúpido de magnificar la supuesta agresión a Fecal. El siguiente artículo comenta algo al respecto:


Sección: Editoriales / Los Reporteros Opinan
Por el Peje, a boicotear

Por: Erendira Huizar Dominguez
Martes 18 de Julio del 2006


Un boicot a las empresas transnacionales como Coca Cola, Sabritas, Jumex, Bimbo y a otros productos de origen estadounidense, ampliamente difundidos por la televisión, porque se asegura se sumaron a la “guerra sucia” contra López Obrador, fue sugerida por artistas e intelectuales a favor del recuento voto por voto.

En el zócalo, fueron las pancartas que portaban cientos de miles de gentes de todo el país, las que resumían la manera de pensar de cada grupo a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Entre ellas, llamaron la atención particularmente los letreros que se exhibieron en contra de Televisa.

Lo que denota que la televisión mexicana, sufrió un serio daño en su credibilidad, como resultado de su respaldo a la guerra sucia electoral, al subestimar la opinión de millones de mexicanos que en todo el país ahora están a la defensiva.

La gente ahora está comenzando a asimilar la magnitud de su labor en detrimento de la democracia y está volcando su atención hacia otras fuentes de información, más confiables.
Se prevé que esto le hará daño a la economía de las cadenas televisivas, ya podría bajar en las próximas fechas, el apoyo que reciben de las empresas patrocinadoras.
Pero habrá más cambios.

Aunque ha sido difícil, la gente comienza a reconocer y a aceptar que las elecciones en México tienen la tradición de operar en el borde de la legitimidad, por decirlo de la manera más suave posible.

La sola posibilidad de que pueda recontarse voto por voto, casilla por casilla las boletas electorales, pone a temblar a toda la nación y plantea una dificultad que va más allá del tiempo y los recursos que se puedan emplear en esta empresa.

Es importante resaltar que independientemente de que el resultado de las boletas sea el mismo o cambie, el fraude electoral se dio previo a las elecciones.

Cuando las televisoras se prestaron para repetir lo mismo calumnias que mensajes de odio contra la izquierda para defender y hacer valer su punto de vista en las elecciones y el de unos cuantos poderosos empresarios metidos en una red de instituciones y organizaciones no gubernamentales.

Pero lo rescatable de todo, aunque en muchos foros se critica amargamente, es que estas acciones, nos ponen ante la posibilidad de desmantelar y exhibir, a pesar de los costos, el aparato de corrupción que por tradición ha estado instalado en las campañas y en las elecciones de nuestro país y esto representa un avance en nuestra democracia.

El reto ahora es para los medios de comunicación. La presencia de millones de mexicanos en el Distrito Federal, que no fueron reconocidas por los medios oficiales, nos lleva ahora a la necesidad de buscar alternativas para acceder a otros medios de información más veraz.

erendirah@diario.net


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