Opinión.
México.
Calderón sembró vientos y cosecha tempestadesPor: Julio Pomar (especial para ARGENPRESS.info) (Fecha publicación:21/07/2006)
No cabe duda, a la vista de los hechos, que esta campaña electoral ha sido inequitativa y violenta. Inequitativa porque un candidato, Calderón, del PAN, contó -y en el momento poselectoral sigue contando- con el ilegal apoyo masivo del gobierno foxista, empezando por el mismo Fox, y de sus secretarías, así como del gran capital, que convierte a esta campaña de la derecha como la más ilegítima de cuantas hayan podido ocurrir en el México contemporáneo, sólo comparable a la de 1988, cuando Carlos Salinas se entronizó en el poder presidencial a partir de un golpe en la contabilidad final, que le arrebató el triunfo a la izquierda de entonces. Y violenta, porque con hipocresía han usado todos los instrumentos del poder y la propaganda escatológica para vencer a López Obrador y darle una bofetada al pueblo, sobre todo a los pobres.
Hubo, ha habido y hay una “violencia de Estado” contra López Obrador y el pueblo, como lo señaló ayer mismo Porfirio Muñoz Ledo a El Universal On Line. Dijo el polémico pero agudo Muñoz Ledo, quien participó con Fox en su campaña pero ahora colabora estrechamente con López Obrador en sus contactos ciudadanos y con grupos políticos y sociales diversos, que Fox está reinstaurando en México el régimen de la “violencia de Estado”. Agregó que el problema es sumamente grave porque se quiere establecer una dinastía donde el PAN se concibe como el partido “que llegó para quedarse”. Añadió: “A mí (esto) me lo ha dicho gente del PAN, incluso gente de Los Pinos”. Pero lo más importante de su declaración es lo que también dijo, en el sentido de que hay una violencia a cargo del Estado, una violencia moral y verbal. “Ellos son quienes violentaron las instituciones electorales que con tantos sacrificios construimos durante muchos años”.
Sostuvo que el gobierno foxista no concibe el litigio poselectoral como un hecho democrático, sino como una consigna de “no pasarán”, inaugurando en el país toda una “literatura política golpista” para poner a México en virtual “estado de sitio”. La total descalificación del adversario no es democrática, porque lleva a su eliminación. Eso fue el desafuero (en 2005). “No se trataba de desprestigiar a López Obrador, se trataba de inhabilitarlo para competir por la Presidencia de la República”.
Así es como se ha empezado a librar una lucha ideológica, política y de clases, que va más allá del simple cambio de poder, que tiene que ver con la entronización de poderes fácticos y el apuntalamiento de intereses oligopólicos trasnacionales en el país. La violencia verbal, que presidió la campaña del odio y el miedo contra AMLO, se ejerce a través de la descalificación, el vituperio, la condena, la eliminación moral del adversario, como está sucediendo en México, señaló Muñoz Ledo. Y la descalificación en el nivel de la eliminación del contrario es propia de movimientos totalitarios. “Yo hablé de campaña fascistoide, fui criticado, pero creo que la historia me ha dado la razón”, sentenció.Sin duda que a Muñoz Ledo le sigue funcionando bien el seso político. Es lo que en estos Palenques hemos dicho una y otra vez desde que inició la campaña por la sucesión, no sin que haya habido quienes me calificaran como neurótico.
La derecha se ha ido con todo, principalmente contra la incipiente democracia mexicana, con el afán de imponer “su solución” electoral, no la del pueblo de México. A un periodista que antes guardaba equilibrio ante estas cosas, le surgió de lo más hondo el desprecio clasista cuando alguien le pidió su opinión sobre las marchas-asambleas de AMLO: “Son puros pinches mugrosos los que lo apoyan”. Hay polarización, pues, de las conciencias y las actitudes. Pero así como hay ese periodista, hay muchísimos más colegas que ante los abrumadores fraudes oficiales, cada vez más inclinan su postura a favor de López Obrador y, sobre todo, de la limpieza y la transparencia electorales.
Ahora Calderón, con hipocresía inaudita que pretende vestir con perfumada “legalidad”, se llama a insultado por seis jóvenes que lo apostrofaron antier a gritos en la calle, después de un falso apoyo sindical en el centro de la capital, para exigirle “voto a voto, casilla por casilla”, sin recordar que él fue el iniciador, durante meses de espots televisivos y radiales, de la campaña de la suciedad, la calumnia y el odio contra AMLO, con la que no sólo injurió ilegalmente a un candidato, sino que insultó a un amplísimo sector del pueblo, que hoy desfoga su indignación contra el deturpador. Ahora Calderón se viste se damisela decente, pero olvida que quien siembra vientos, cosecha tempestades.
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viernes, julio 21, 2006
LA COSECHA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 9:51 p.m.
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