EL MILENIO DE HOY

Primera plana del Milenio de hoy:

La nota:

La estabilidad de México está en riesgo, advierte AMLO
Llama a la resistencia civil pacífica

El tabasqueño remarcó en el zócalo capitalino que rescatará a México "como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda".

Pintan de amarillo el corazón del país. Andrés Manuel López Obrador, a su llegada a la Plaza de la Constitución.

Ante decenas de miles de personas que colmaron el zócalo de la Ciudad de México, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, llamó a la resistencia civil pacífica en defensa de la democracia y el voto ciudadano.

Para ello se integrará un comité ciudadano (este lunes se determinará en la casa de campaña quiénes participarán) que acordará las acciones a realizar para aplicarse la próxima semana.

Denunció que se falsificaron los resultados de las actas de escrutinio, que existen “errores aritméticos” en 60 por ciento de casillas y que hay cerca de un millón y medio de votos no sustentados en boletas electorales, por lo que reiteró su exigencia de que se tiene que contar voto por voto porque, advirtió, está en juego la estabilidad política, económica y financiera del país, pero también para alejar a México “de la confrontación irracional” y para “contribuir a la reconciliación y a la unidad de los mexicanos”.

Luego de encabezar la que él mismo calificó como “la movilización más grande, más importante y más numerosa de toda la historia política de México”, López Obrador llamó a Felipe Calderón a actuar de manera responsable y acepte sin pretexto alguno, "por él, por su familia y por su gente más cercana", la revisión de las actas y el recuento voto por voto en todas las casillas del país.

“El que nada debe nada teme”, exclamó el tabasqueño, quien le recordó al panista: “Que piense que la mancha de una elección fraudulenta no se borra ni con todas las aguas de los océanos. Le recuerdo también que México, nuestro gran país y su pueblo, no merecen tener un Presidente de la República espurio, sin autoridad moral ni política”.

En la segunda asamblea nacional informativa que reforzó con una manifestación en la que según la policía capitalina participaron más de un millón 100 mil personas, el ex jefe de Gobierno dio nuevas directrices para mantener el movimiento en defensa del voto ciudadano y la democracia, toda vez que, recalcó, “vamos a triunfar, no vamos a aceptar el retroceso democrático…vamos a rescatar a México como decía Juárez: 'como se pueda, con lo que se pueda y hasta donde se pueda'”.

Convocó a la tercera asamblea nacional informativa para el 30 de julio, fecha en que también se tiene prevista la llegada al DF de las 300 manifestaciones que salieron el pasado miércoles de los 300 distritos electorales, y pidió a los asistentes “que dentro de 15 días el contingente sea el doble de lo que participó este domingo”.

La tercera acción orientada por el tabasqueño (además de la resistencia civil y la tercera asamblea) fue reforzar los campamentos ciudadanos en los 300 consejos distritales donde se encuentran los paquetes electorales para evitar se introduzcan o extraigan boletas de los paquetes de manera ilegal.

Antes, AMLO sostuvo: “además de la actitud facciosa del IFE” durante las campañas, de la manipulación de los sistemas de cómputo, de la falta de equidad en la compra de publicidad, del dinero a raudales de procedencia desconocida, del activismo ilegal de los grupos de intereses creados, de la guerra sucia, etcétera, “se falsificaron los resultados en las actas de escrutinio y cómputo”.

Luego de revisar las actas, remarcó, se encontró que 60 por ciento del total de las 130 mil 788 mantienen “errores aritméticos y hay cerca un millón y medio de votos que no están sustentados en boletas electorales.

La columna de Ciro Gómez Leyva. Esta semana al parecer la veleta giró a la izquierda:

La Historia en Breve
Ciro Gómez Leyva

Calderón, vuelvan a contar

El triunfo de Felipe Calderón el 2 de julio naufraga. Hay millones de mexicanos convencidos de que le robaron la elección a Andrés Manuel López Obrador y, por lo visto, no se quedarán cruzados de brazos si el Tribunal Electoral da cerrojazo con un legalismo al conflicto de moral pública más agudo que ha vivido el país en años.

Sería muy riesgoso que Calderón creyera que podrá remontar tanta incredulidad y rabia con acciones espectaculares, como las de Carlos Salinas de Gortari en sus primeros meses de gobierno (la captura de La Quina, la renegociación de la deuda externa, etcétera). Millones de ciudadanos se liberaron ya de los controles que funcionaban en 1988 y no se darán por vencidos a cambio de una temporada de pirotecnia y miedo.

El 88 trajo de vuelta al país el asesinato político. La crisis moral de ese año desembocó en las sinuosas semanas previas al colapso económico de 1994, sembró encono, hizo florecer más corrupción e impunidad.

Calderón no podrá salir de Los Pinos sin el temor de que se le aparezca el fantasma del 2006 materializado en protestas, deshonras, agresiones. Por conveniencia, él debe ser el primero en pedir, sin equívocos, que se vuelvan a contar los votos.

Es cierto que el lopezobradorismo no ha documentado casos sólidos para pensar que se cometió un fraude como el del 88; es cierto también que impugnó 50 mil casillas y no la totalidad. Pero Calderón necesita legitimidad y en esta circunstancia sólo la obtendrá contando otra vez los votos. Contarlos será más barato que la confrontación. Calderón tiene que taparle la boca a López Obrador. No lo conseguirá con argumentos enunciativos, legaloides, ni con propaganda, sino con un recuento de votos.

El Tribunal no podría fallar en contra de la voluntad de los dos candidatos que persuadieron a 30 millones de mexicanos, a tres de cada cuatro votantes. Si López Obrador lo pide y Calderón lo pide, al Tribunal no le quedará más que aplicar los valores morales de la ley y la justicia. El Tribunal tiene la facultad para ir más allá de las 50 mil casillas.

Este no es un caso de derecho común. Es uno que demanda una solución legal extraordinaria, a la altura de la crisis que enfrentamos. Que se cuenten los votos. Y si vuelve a ganar Calderón, habrá que llamarlo, incontrovertiblemente, Presidente electo de México.

Concuerdo con Ciro en que hay que contar los votos. Pero se equivoca si cree que yo le voy a llamar a fecal "presidente electo de México." JAMÁS. No con todas las porquerías que hizo el PAN en estas elecciones. USURPADOR sería el único mote que se merece fecal.

Seguimos con Federico Arreola que hoy se quiso lucir con latinajos que encontró en internet:

De Ribete
Federico Arreola

Magistrados del Tribunal: Summum ius summa injuria

Ayer, caminando entre más de un millón de personas que exigían el recuento voto a voto, recordé la frase de Cicerón: Summun ius summa injuria (el demasiado rigor legal implica el mayor daño).

Hoy en día se están enfrentando argumentos morales y legales (los de AMLO) contra argumentos legaloides e inmorales (los del PAN). ¿La ley permite el recuento voto a voto? Sí, porque salus populi, suprema lex esto (el bienestar del pueblo debe ser la suprema ley, que es, por cierto, el lema casi sagrado de la International Academy of Trial Lawyers). Ojalá lo recuerden los magistrados del Tribunal Electoral cuando tomen su trascendente decisión, ya que los millones de mexicanos inconformes se tranquilizarán sólo cuando todos los votos se cuenten de nuevo, de tal modo de poder saber, al fin, quién ganó el 2 de julio.

Lo que deben ignorar los magistrados es la barbaridad panista de fiat iustitia et pereat mundus (aplicar la ley aunque todo se destruya). Los argumentos del PAN deben desecharse porque nemo auditur propriam turpitudinem allegans (nadie debe ser oído cuando invoca su propia conducta dolosa). No soy jurista ni hablo latín. Las expresiones citadas las hallé en internet. Los magistrados del Tribunal Electoral, personas estudiosas, deben haber meditado sobre las mismas en no pocas ocasiones. Mi esperanza es que, al juzgar la elección, sean precisamente justos. Porque la prueba de que los afanes lagaloides del PAN deben ser rechazados es que legis auxilium frustra invocat qui commitit in legem (en vano invoca el auxilio de la ley quien obra contra ella). Sería una injusticia mayor que la ley protegiera a quienes cometieron el fraude.

¿De dónde digo que hubo fraude? De que inclaris non fit interpretatio (lo que es claro no se interpreta).

Y de la colmna de Carlos Marín (la cual cada vez me convenzo más de que la escribe estando briago, a juzgar por las pendejadas que escribe) lo único que es rescatable es el final:

El reto que tiene ante sí el Tribunal es colosal, ya que de su resolución únicamente pueden derivarse dos tragedias nacionales:

a) Si ratifican la victoria de Calderón, los siete magistrados enriquecerán la nómina de conspiradores y sobrevendrá el caos que han venido anunciando López Obrador y sus seguidores.

b) Y si voltean el resultado, su fallo entrañará la muerte del Instituto Federal Electoral.

El punto B es obvio: el IFE tiene que desaparecer o POR LO MENOS tienen que rodar muchísimas cabezas que OBVIAMENTE se vendieron al PAN.

Seguimos con esta crónica titulada Todos Somos Renegados:

Crónica:
"Todos somos renegados"

Ahí iban, los renegados y los peligrosos por las calles del centro, en su santa lucha pejelagartiana en nombre de la cual se oficiaría una misa-asamblea.

Se leía en una cartulina que portaba una guapa señora de jeans ajustados y blusa blanca:

“Si no cuentan mi voto, yo también soy un peligro para México”.

Y en otra, que izaba una joven clase-mediera con cuerpo de cromo:

“Todos somos renegados: voto x voto”.

Desde las 11 de la mañana cientos de miles de personas (un millón y medio, según los organizadores; 900 mil, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad Pública local) caminaban por avenida Reforma rumbo al zócalo capitalino y levantaban con orgullo sus cartulinas caseras que le daban identidad a su protesta: “Soy renegado, voté por AMLO”. “Soy un peligro… para los rateros de votos”. Y ahí iban, caminando tranquilamente, miles y miles de renegados y peligrosos, coreando su grito de guerra: “¡Voto-por-voto-casilla-por-casilla!”.

Había de todo: gente bien, de la llamada izquierda bonita de clase alta, que llegaba en sus camionetotas; personas de clase media-alta que descendían de coches medianos; ciudadanos de clase media-baja que acudían en vehículos modestos y taxis, y personas de clase baja que arribaban en autobús, microbuses o en el metro. Y claro, aparecían también los contingentes orgánicos que eran acarreados en camiones y conducidos cual rebaño a punta de altavoces. Pero la mayoría, la mayoría eran familias, familias con niños y carreolas, amigos y parejas de la mano, cuatachos que peregrinaban rumbo al santuario de su mesías: el sagrado zócalo amarillo.

Y ahí iban, por la avenida Reforma, sonriendo y coreando sus ocurrencias de batalla: “¡Voto-por-voto-Felipe-no-seas-joto!”. “¡Si-Cantinflas-viviera-con-nosotros-estuviera!”. “¡Voto-por-voto-casilla-por-casilla-El-Peje-a-la-silla!”. Y también marchaban callados, irguiendo sus peligrosas y renegadas cartulinas, como aquella de un niño de seis años: “No sean ojetes, mi papá dice que abran los paquetes”. Y la de una niñita de siete años: “Aunque soy pequeñita, me doy cuenta de su pinche trampita”. Cada quien plasmaba su ingenio con plumón, colectiva catarsis escrita: “No se me apendeje, todos a defender a El Peje”. “Sufragio efectivo, no Calderón”. “AMLO, yo te di mi voto, defiéndelo cabrón”. “Felipe, si tienes las manos limpias, cuenta los votos”. “Trife, corrige al IFE”. “El fraude, un peligro para México”. “Que la porquería de Fecal no invada el tribunal”.

Ahí iban, los renegados y los peligrosos, en su santa lucha pejelagartiana en nombre da la cual se oficiaría una misa-asamblea minutos más tarde…

***

Se hacía un silencio a partir de las 13:58 horas. El mesías del voto por voto ya estaba ahí y les hablaba a los suyos en el zócalo.

La gente devoraba frase por frase las palabras del más renegado entre los renegados, del más peligroso entre los peligrosos.

Parecía que sus oraciones bajaban del cielo: la gente tenía la vista dirigida hacia las alturas para observar cada gesto de su líder reproducido en una enorme pantalla levantada por una grúa enorme hasta unos treinta metros de altura: lo miraban con devoción, algunos literalmente con la boca abierta. “Obrador, tú eres mi Presidente”, elevaba su cartulina una viejita. “Estamos listos, señor, usted ordene”, izaba la suya un campesino. “Eres mi héroe”, erguía otra más una jovencita trepada en los hombros de un amigo. Estallaba el furor: “¡Pre-si-dente, Pre-si-dente!”. “¡No-estás-solo no-estás-solo!”. “¡Andrés-aguanta-el-pueblo-se-levanta!”. El señor de las almas renegadas y de los espíritus peligrosos orientaba a su pueblo. Cual cura en misa, leería varias frases en calidad de plegarias al final de las cuales la gente siempre repetía en coro: “Voto-por-voto-casilla-por-casiiillaaaaa”. Por ejemplo, decía el sacerdote del voto: “¡Para la estabilidad política, económica y financiera del país... voto por voto y casilla por casilla!”. Y la gente oraba: “¡Votoporvotocasillaporcasiiillaaaa!”. Así, hasta por espacio de unas 12 veces.

Al final, los peligrosos renegados se tomaban de las manos, las levantaban al cielo y entonaban el himno nacional en una gigantesca cadena humana. No pocas personas estallaban en llanto. Pero no, esta vez no se quedarían tristes los renegados peligrosos. La misa se convertiría en fiesta al ritmo de música sabrosona, y los más peligrosos cuerpos curvilíneos de las jóvenes más bellas de la izquierda renegada terminarían en verbena con todo y grito de guerra: “¡Si-no-hay-solución-habrá-revolución!”.

—¿Hasta dónde van a llegar, seño? —le preguntaba a una señora cincuentona de origen humilde mientras caminábamos rumbo al metro Pino Suárez.

—Pus hasta donde llegue esto. Más amolados de lo que estamos, ya no podemos estar. No tenemos ni miedo de nada, ni nada que perder…

Los renegados y peligrosos fieles del mesías del voto por voto…

Sale otra crónica de la marcha:

Perredistas de todo el país acudieron a la magna marcha
La "gran bestia amarilla" llenó el Centro Histórico

El zócalo fue insuficiente para recibir a los miles de manifestantes.

La Marcha Nacional por la Democracia, para exigir que se cuenten uno por uno los votos de la elección presidencial, ha sido una de las más grandes y exitosas movilizaciones del Partido de la Revolución Democrática.

La capacidad de convocatoria de Andrés Manuel López Obrador fue tal que la gente comenzó a marchar mucho antes de la hora establecida y acaparó ambos sentidos de avenida Reforma. Comenzó incluso sin el contingente en el que iría López Obrador.

La movilización había sido programada a las 11 de la mañana, pero desde las nueve había contingentes reunidos en varios puntos de Reforma. Los primeros grupos de esta marcha, que alguien llamó “gran bestia amarilla”, llegaron al Zócalo antes de que AMLO alcanzara siquiera la mitad del recorrido.

En la glorieta de la Diana Cazadora se reunieron los estudiantes y trabajadores de la UNAM con playeras azul y oro y con la leyenda: “Universitarios contra el fraude”, así como miembros del Instituto Politécnico Nacional.

A la altura del Ángel de la Independencia –en remodelación, escondido bajo los travesaños– los miembros de Arte en Guerra expusieron caricaturas en torno a las elecciones del 2 de julio.

Zócalo rebasado

A la una de la tarde, el candidato ingresó a avenida Juárez para enfilarse al zócalo, pero la calle estaba inundada de simpatizantes. Los manifestantes se desbordaban a las calles aledañas; la Alameda Central se convirtió en una suerte de campamento, mitin alternativo y parada de marchistas para ir a las letrinas que rodeaban el Hemiciclo a Juárez. A esta altura ya era imposible seguir avanzando hacia el zócalo.

Desde un camión, uno de los organizadores pidió a la gente que se replegara para permitir el paso al candidato presidencial, quien marchaba acompañado de Martí Batres, líder del PRD en el Distrito Federal; Jesús Ortega, coordinador de la campaña, y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF electo.

En este contingente también se encontraban la gobernadora de Zacatecas, Amalia García; el dirigente nacional del PRD, Leonel Cota, y Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del DF, entre otros.

A la manifestación asistieron grupos perredistas provenientes de casi todos los estados de la República, así como organizaciones afiliadas y simpatizantes, como el Frente Popular Francisco Villa, los adultos mayores de la Revolución Blanca y otras organizaciones afiliadas al PRD, como Fuerza Unidad Social AC y la Unión de Bases Autogestivas Democratizadoras de Emiliano Zapata, ambas de ciudad Nezahualcóyotl. También estuvo presente el Frente Popular Revolucionario, de corte marxista.

En una silla de ruedas, un miembro de la Asociación de Medallistas Paralímpicos llevaba una pancarta con la leyenda: “Calderón que festeje su festejo, el Peje es mi Presidente”.

Una de las consignas en la movilización fue: “Voto por voto, mejor por la paz”, en la que se aludía a la canción de John Lennon, Dale una oportunidad a la paz. Muchos llevaban carteles que hacían referencia a las recientes declaraciones de Vicente Fox, en torno a que había unos pocos “renegados” que no aceptaban el resultado electoral. Un grupo llevaba una gran manta: “La clase media renegada apoya a AMLO”.

Mucha gente no alcanzó a llegar al zócalo atiborrado. Por ejemplo, un carro alegórico con una enorme vaca amarilla sólo pudo pisar la plancha hasta que se despidió López Obrador. La gente esperó y escuchó a los oradores en la pantalla instalada en el Caballito de Reforma, o en otra sobre Madero, a unas cuadras del zócalo.

- Claves

Cifras

• De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, al menos un millón cien mil personas participaron en la marcha que se llevó a cabo del Museo de Antropología al zócalo.

• Por su parte, los organizadores de la movilización reportaron un millón 500 mil personas, sin que ocurrieran incidentes de consideración, sólo 25 atenciones médicas por caídas, insolación y agotamiento

Una aclaración para Milenio: no fueron a la marcha solamente los perredistas. Fueron todos los que quieren defender el voto aunque no sean perredistas. El que apoyemos al peje no nos hace perredistas automaticamente. Este movimiento ya rebasó y por MUCHO al PRD. Eso es lo que ni los medios ni el PAN quieren entender; no es el PRD, no es el peje; somos TODOS los que resultamos afectados con este fraude electoral.


Desde luego Milenio (y algo me dice que iguanas La Jornada) no perdió la oportunidad para lambisconearle a Monsiváis. Que remedio:

"La derecha, patrocinadora del fraude hormiga"
La gente, indignada: Monsiváis

Al participar en la segunda asamblea nacional informativa convocada por Andrés Manuel López Obrador.

Los escritores Carlos Monsiváis y Sergio Pitol advirtieron ayer que en esta etapa del proceso electoral la gente está indignada, alegre, informada y decidida, e hicieron un llamado a no abandonar “nuestros votos en la fosa común de la resignación o la apatía” y reclamaron: “voto por voto y casilla por casilla”.

Al participar en la segunda asamblea nacional informativa convocada por Andrés Manuel López Obrador en el contexto de las movilizaciones por la defensa de la democracia y el voto ciudadano, los escritores, en voz de Monsiváis dijeron: “Sorprende la andanada poselectoral del sector de Calderón, que no nada más y previsiblemente se obstina en el linchamiento del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, sino que también menosprecia burlonamente a millones de mexicanos y sus exigencias justas.

“Deveras creen que el choteo barato y la difamación disipan las dudas sobre el recuento de votos. No queremos, no le concedemos un sitio a la violencia. En 2005 en el intento patético del desafuero y en el 2006 con la exigencia de rendición de AMLO, la violencia ha partido de la derecha, una violencia ideológica, de mentiras, calumnias, difamaciones y fraudes hormiga”.

Sentenciaron: “ellos (los panistas) se han autorretratado a la perfección en su campaña, desde el odio y a favor del miedo y sus rasgos delatan la ideología ampliada por la mercadotecnia y centrada en el abuso del poder y el conservadurismo.

Apuntaron: “Los patrocinadores del fraude hormiga y que desataron en nombre de la libertad de expresión la campaña “López Obrador un peligro para México” despliegan también su mentalidad clasista porque si un candidato presidencial representa esto, también sus votantes, “hasta ahí llega su poder de calumnia”.

Bueno, pero dejemos a un lado a los trabalenguas de Monsiváis y mejor seamos directos, como Jesusa Rodríguez:

México está encabronado: Jesusa Rodríguez
Mayor participación de intelectuales y artistas

Ofrecieron diversa información a los concurrentes, además de algunos chistes y criticas al gobierno de Vicente Fox y a Felipe Calderón.

En la segunda asamblea nacional informativa convocada por Andrés Manuel López Obrador se dejó sentir una mayor participación de intelectuales y artistas. Previo a la llegada del tabasqueño al zócalo, los actores Héctor Bonilla y Daniel Jiménez Cacho, junto con Jesusa Rodríguez, mantuvieron el ánimo de la gente que llegó desde temprana hora.

La cantante Eugenia León interpretó una parodia de La Paloma adaptada a esta época electoral: “… Si a tu casilla llegan diez votos chuecos cuenta voto por voto que es tu derecho…Todos los mexicanos que sufragaron quieren que quede claro por quien votaron. Luego el IFE votó pero no convenció, otro fraude ya no lo soporta nuestra bella nación…”

Jiménez Cacho hizo un recuento de las posiciones adoptadas por quienes de esa manera han hecho público su respaldo al panista Felipe Calderón, como Gastón Azcarraga, Claudio X. González y José Luis Barraza, ligados a los altos círculos empresariales.

Con su característico humor, Jesusa Rodríguez sostuvo que “México no está polarizado, está encabronado”.

A su vez, el actor Héctor Bonilla hizo notar que se pretende formar una visión de México azul en el norte y amarilla en el sur, cuando no existe tal diferencia y citó casos, incluso de empresarios norteños, que al templete hicieron llegarle aclaraciones en el sentido de que apoyaban a López Obrador.

Entre los tres ofrecieron diversa información a los concurrentes, además de algunos chistes y criticas al gobierno de Vicente Fox y a Felipe Calderón.

Luego de leer decenas de propuestas hechas por la ciudadanía ahí mismo, hacían diferentes recomendaciones como el abstenerse de beber coca cola, jumex o consumir papas sabritas, entre otros productos.

Una razón más para apoyar al peje en el 2006.