LOS "DEMÓCRATAS" DEL GOBIERNO ESPURIO.

A imagen y semejanza

jueves, 15 de febrero de 2007

Por Ricardo Andrade Jardí Ahora sabemos de propia voz del ex gerente de la Coca Cola que se ostentó durante seis años como presidente de algunos mexicanos que la elección del 2 de julio se trató de una venganza contra AMLO. Lo que en el fondo sabíamos todos y lo que reafirma lo que millones de mexicanos no se han cansado de decir: que en México gracias a Vicente Fox se sepultó la democracia con el proceso electoral 2006, robando a la voluntad popular e imponiendo a Fecal como presidente ilegítimo del país, usando al IFE, comprando a los magistrados del TRIFE y con la ayuda del dúopolio telecrático, los grande beneficiados por el FOBAPROA y la maestra Elba Esther Gordillo. Ni modo. Así es la presumida “democracia” en México: mucho ruido y pocas nueces. Y, por ello, mientras Fox confiesa sus estúpidas venganzas, la AFI, la PFP y migración le muestran al mundo lo que hoy son las instituciones de la pretendida y defendida, por los intelectuales a modo del sistema, “democracia”, violando sexualmente luego de golpear, humillar, mutilar y someter a medio millar niños, hombres y mujeres emigrantes en su mayoría centroamericanos en tránsito por nuestra bananera República en busca de alcanzar la frontera sur de los Estados Unidos. La nueva política internacional del usurpador consiste en convertir a nuestro país en la “madrina” de imperio, haciendo por Bush el trabajo sucio de cerrar fronteras y perseguir la pobreza latinoamericana como si se tratara del terrorismo de Estado que hoy invade la vieja Babilonia. El disfrazado “caballerito” al servicio de la Casa Blanca, tiene claro que ante la usurpación, la fuerza es la única “razón” que le queda y los emigrantes del hambre del continente ya lo sufren en carne propia. Y no deja de ser curioso ver cómo la intelectualidad mexicana, en el más claro uso de nuestra atrasada condición conservadora, se escuda en la doble moral de nuestra institucionalizada democracia, omitiendo en su supuesta indignación el verdadero grado de terror con el que nuestras autoridades públicas han tratado a los centroamericanos detenidos entre Oaxaca y Chiapas. Una policía militarizada que desde Atenco ha demostrado la perversión pornográfica de su adiestramiento. Lo mismo se ha denunciado en Oaxaca y en la detención de 500 emigrantes: Policías Federales que violan sexualmente a sus detenidos bajo las instrucciones de sus altos mandos, policías que parecen entrenados con la misma lógica que los marines norteamericanos que según Bush le enseñarían al pueblo de Irak “el honor y la decencia de la Armada americana”. La pregunta que tendríamos que hacernos todos es qué entiende Bush por decencia y qué entienden nuestras “democráticas instituciones” por Estado de Derecho. Y en la respuesta a estas preguntas entenderemos también porqué nuestra moral “nos obliga a condenar los excesos” pero olvidando rápidamente la patología con la que se comportan las “fuerzas del orden público” de México a imagen y semejanza de la inmoralidad de los marines gringos.