EBRARD COMIENZA SU LUCHA CONTRA EL NARCOMENUDEO.

Ordena Ebrard el desalojo de “La Fortaleza”, en Tepito.

gloria leticia díaz
México, D.F., 14 de febrero (apro).-.

Como una medida contra el narcomenudeo en la capital, el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila Pérez, anunció la expropiación del predio “La Fortaleza”, enclavado en el barrio de Tepito y considerado guarida de delincuentes.

En conferencia de prensa conjunta con el secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, y el procurador Rodolfo Félix, Ávila Pérez anunció que en los inmuebles expropiados --ubicados en las calles Tenochtitlán 40 y Jesús Carranza 33, con una superficie de 5 mil 823.95 metros cuadrados-- se construirá “una unidad que preste servicios de educación, salud y guardería para los hijos de las madres trabajadoras de la localidad”.

El desalojo de los predios –bajo la coordinación de 556 agentes de la SSP y en presencia de 14 agentes del MP-- se realizó la madrugada de este miércoles, día en que fue publicado el decreto expropiatorio, con fecha 12 de febrero y desde “la residencia del jefe de Gobierno del Distrito Federal”, Marcelo Ebrard Casaubón.

En el documento publicado en la Gaceta Oficial, se argumenta que las vecindades expropiadas, “actualmente presentan un estado de abandono grave, que ha propiciado que en ellas se realicen diversas actividades delictivas, tales como venta de estupefacientes al menudeo, artículos robados, reproducción y venta de material video grabado o de audio, lo que ocasiona un riesgo para la seguridad de la zona”.

Apunta que el GDF consideró necesario “la recuperación y transformación de espacios que actualmente son propicios para el desarrollo de actividades ilícitas”, a fin de construir un espacio que preste servicios de educación, salud y guardería.

Por ello la Secretaría de Gobierno “determinó como causa de utilidad pública la ejecución de acciones de mejoramiento urbano en la colonia Morelos”.

Pago de indemnizaciones.
En el decreto se anuncia el pago de indemnizaciones a los afectados que acrediten su legítimo derecho, “tomando como base el valor que fije el avalúo de la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario de la Oficialía Mayor del Distrito Federal”, dependencia a la que se le acredita la posesión inmediata de los predios.

Aunque en el decreto no se incluye el proyecto, el secretario de Gobierno señaló que se pretende aprovechar la construcción existente.

Ávila Pérez insistió en que la expropiación de “La Fortaleza” es “una acción decidida por parte del gobierno en la lucha contra el narcomenudeo”.

Añadió que en el combate a estas actividades ilícitas se enmarca la expropiación, parte de “un conjunto de 90 acciones (contra el narcomenudeo), entre las cuales están la promoción de medias legislativas que tienen que ver con el aseguramiento de bienes, producto de lo ilícito para atacar de manera frontal al beneficio del delito”.

Para abundar en el significado que tiene la expropiación, el secretario se Seguridad Pública señaló que en un operativo realizado por autoridades federales y locales el 14 de diciembre de 2001, en cuatro viviendas de Tenochtitlán 40, se detuvo a cinco narcotraficantes; se decomisaron motocicletas, dosis de cocaína, armas, cartuchos útiles, 2 mil 66 pastillas psicotrópicas, así como básculas y equipo electrónico.

Dijo que al año pasado --en varios operativos realizados tanto por autoridades federales como locales en “La Fortaleza”-- se incautaron 80 tonelada de discos pirata, más de 350 kilos de mariguana, 3.5 kilos de cocaína y 10 mil pastillas psicotrópicas.

De acuerdo con la estadística criminal de la SSP, destacó Ortega Cuevas, “La Fortaleza” se convirtió en “un reducto de la delincuencia”, de manera que al menos 21 personas detenidas por diversos ilícitos dieron como su dirección la de Tenochtitlán 40 y Jesús Carranza 33.“Como agravante –abundó Ortega—, muchos de los delincuentes detenidos en la zona han reconocido que ingresan a la vecindad para delinquir, intercambiar productos, almacenarlos o ganar ciento espacio de impunidad; no obstante, estos domicilios de Tenochtitlán y Jesús Carranza han sido denunciados en múltiples ocasiones por la ciudadanía a los números telefónicos 066 y 089” .

Ayuda de renta.
El inmueble cuenta con 18 locales comerciales y 144 viviendas, de las que 73 estaban habitadas, según informó Joel Ortega Cuevas, quien añadió que los comerciantes no serán afectados y sus productos podrán ser recuperados una vez comprueben si origen lícito; en tanto, los habitantes serán apoyados por el Instituto de Vivienda del Distrito Federal en el pago de rentas.

Los antecedentes de violencia y criminalidad de “La Fortaleza” son añejos. En noviembre de 1999, los reporteros de Proceso, Miguel Cabildo y Raúl Monge, hicieron una descripción de los ahora predios expropiados, en el reportaje “Las mafias impunes. Tepito: territorio libre, paraíso fiscal”.

Integrados por dos unidades habitacionales construidas para los damnificados de los sismos de 1985, los predios “son verdaderos laberintos de concreto. Las autoridades delegacionales tienen versiones sobre la existencia de túneles por donde sacan droga, armas y mercancía de todo tipo, y más aún, de que los patios de ambas vecindades sirven de campo de tiro para probar las armas que se comercian ilegalmente”, señala el reportaje publicado en el número 1201 de Proceso.

Se explica que “el proceso de degradación de Tepito comenzó con la construcción de los ejes viales 1 y 2 Norte, y se aceleró con el terremoto de 1985”, acontecimientos que “fracturaron el tejido social que había permanecido intacto por décadas”.

De acuerdo con la información recabada por los reporteros de este semanario en noviembre de 1999, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) identificó a 38 bandas delictivas, “las cuales se han repartido el barrio y el mercado de drogas”, en particular en las calles de Tenochtitlán y Jesús Carranza.

El entonces coordinador general del programa “Plan Tepito Fase II” de la PGJDF, José Luis Romero Ángel, realizó un recorrido por las vecindades señaladas y dio cuenta de un sistema sofisticado de intercomunicación entre inquilinos y comerciantes, que “hacen imposible la persecución y detención de cualquier delincuente que se meta ahí”.

A ocho años del trabajo emprendido por el “Plan Tepito”, el gobierno de Marcelo Ebrard echa mano de la expropiación como mecanismo de combate a la delincuencia.