COCAINA

Cocaína

martes, 30 de enero de 2007

Editorial Mas de 6.5 toneladas de cocaína La explicación al ataque con granadas de fragmentación contra la “Base Pescador” de Progreso: En el desembarco de más de seis toneladas y media de cocaína colombiana, registrado frente a las costas de Yucatán en horas de la madrugada del viernes primero o del sábado dos de Diciembre pasado/ Red de complicidades En el desembarco de más de seis toneladas y media de cocaína colombiana, registrado frente a las costas de Yucatán en horas de la madrugada del viernes primero o del sábado dos de Diciembre pasado -fechas coincidentes con el “cambio” de Gobierno-, se encuentra la explicación del ataque con granadas de fragmentación contra la “Base Pescador” de Progreso, al amanecer del día 27 del mes que agoniza. ¿POR QUE? Porque lo que sucedió la madrugada del “cambio” fue algo que debió de haber transcurrido en silencio, con “limpieza”, como tantas otras operaciones del narcotráfico que el Gobierno dice “combatir”, y NO en el escándalo derivado de compromisos cupulares entre “el hermano del macizo” y altos funcionarios de la V Región Naval, con sede en Yucalpetén, Progreso, entonces bajo la responsabilidad del Vicealmirante CG DEM Martín Fernández Zetina, hoy en Lerma, Campeche. Vale decir: un arreglo entre Alejandro “La Vaca” Patrón Laviada, hermano del “Alto Vacío” que ocupa el Palacio de Gobierno de Yucatán, y los responsables de la V Región Naval. Veamos: En las primeras horas del mes pasado, una fragata de la Armada sorprendió entre Progreso y Telchac Puerto a un barco pesquero al servicio de Alejandro “La Vaca” Patrón Laviada cuando suministraba lo que restaba de cinco mil litros de gasolina a la última de las tres “tiburoneras”, tipo “Eduardoño”, de 36 pies (11 metros), cada una de las cuales con capacidad para transportar hasta 2.3 toneladas de cocaína desde Colombia, que ya habían sido desembarcadas. El operador colombiano responsable del trasiego explicó al oficial de la fragata interceptora que esa operación ya había sido “arreglada” con sus superiores y le ofreció claves y nombres para su verificación. El oficial de la Armada comunicó la situación por radio a su superior y recibió la siguiente orden: “¡Ya NO hable, tráigaselo aquí!” Mientras tanto, en Yucalpetén, Progreso, se registraron otras comunicaciones, entre ellas de Alejandro “La Vaca” Patrón Laviada con jefes superiores de la V Región Naval. Así, cuando el operador colombiano fue presentado en Yucalpetén, únicamente demoró el tiempo requerido para una verificación de cantidades de paquetes de cocaína. Y lo devolvieron de inmediato a la tercera y última “tiburonera” tipo “Eduardoño”, para evitar el amanecer. Se había hablado con “el hermano del macizo”. REGUERO DE “POLVORA” ENTRE LOS FEDERALES La noticia de lo acontecido se filtró no sólo en la V Región Naval, sino también entre miembros de la AFI, la PFP y la X Región Militar, “enriquecida” con la fanfarronería y ostentación que caracterizan la conducta irres-ponsable de “La Vaca” Patrón Laviada. El Crimen Organizado tomó la decisión de ejecutar una provocación que alejara la atención de lo acontecido frente a la costa, entre Progreso y Telchac Puerto. La tarea fue encomendada a la cúpula de la Secretaría de “Protección” y Via-lidad, que “funciona” con Javier Medina Torre y su “operador único” con el narcotráfico, Daniel “El Puma” Carrillo Espinosa. EL ATENTADO CONTRA POR ESTO! El Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía señaló en su momento, como responsables del ataque con dos granadas de fragmentación, el Primero de Septiembre del 2006, al Crimen Organizado y al Poder Ejecutivo del Estado de Yucatán, presidido por los “Amigos de Patrón Laviada”. Permanece impune, porque, como también se ha advertido en numerosas ocasiones, el narcotráfico, como la humedad, ha penetrado las estructuras federales y estatales del Estado. Es la Delincuencia Institucional la que, por ahora, maneja los hilos de la administración pública. De ahí que las dos granadas lanzadas contra la “Base Pescador”, de Progreso, formaban parte del lote de 12 granadas adquiridas a fines de Agosto del 2006 por “mecánicos” de la Secretaría de “Protección” y Vialidad, por medio de intermediarios del bajo mundo de Iztapalapa, en el barrio duro de Tepito, en la Ciudad de México, donde también compraron diversas armas de grueso calibre. Esos instrumentos para asesinar fueron trasladados de la capital de la República a Mérida sin ningún problema, porque los “mecánicos” de Daniel “El Puma” Carrillo Espinosa se encontraban amparados con documentos y oficios firmados por Javier Medina Torre, titular de la SPV. POR ESTO! fue escogido por el Crimen Organizado para estrenar las primeras dos granadas. Y “El Puma” Carrillo Espinosa utilizó otras dos contra la “Base Pescador”, valiéndose de los servicios de uno de los jefes del Heroico Cuerpo de Bomberos de Progreso, que es su “compadre”.- (conti-nuará)