SOBRE EL ASUNTO DE LA MUERTE QUE COMENTÓ EL PEJE EN LA ENTREVISTA CON CARMEN ARISTEGUI

Me llegaron varios e-mails de lectores que se quejan de los comentarios que hizo Erich M. la entrevista del peje con Carmen Aristegui.

No me voy a poner a debatir punto por punto lo que escribió Erich por que francamente me parece que es responsabilidad de cada colaborador del blog el investigar bien antes de postear, pero sí considero necesario hacer una aclaración respecto a un punto en particular: la declaración que hizo el peje respecto a la muerte de una persona debido a la decepción que le provocó la usurpación del poder de fecal.

En la entrevista con Aristegui ocurre el siguiente intercambio:

AMLO : tú sabes que después del fraude mucha gente no sólo se entristeció, mucha gente que tenía fincadas las esperanzas en este movimiento padecieron infartos, hubo gente que perdió la vida.

CA: ¿A raíz de esto?

AMLO: Sí.

CA: ¿Qué paso?

AMLO: Gente que no aguantó, o sea, que estaba ilusionada, esperanzada de que las cosas iban a cambiar.

CA: ¿Conoces casos?

AMLO: Sí conozco casos, conozco casos. Lee ayer, por ejemplo, La Jornada, una carta que viene ahí de una señora de Morelos que falleció su papá, o sea, ¿cómo crees tú que yo voy a traicionar eso? Nunca, jamás, me tiene sin cuidado, no tengo ningún problema de conciencia que periodistas vendidos o alquilados nos estén cuestionando, siempre he dicho que cuando se sostienen principios, cuando se sostienen ideales, cuando se defiende, se lucha por una causa justa, se es políticamente indestructible. Entonces, me preguntas qué puede pasar si me quedo solo, al final me puedo quedar solo, pero me voy a quedar con mi conciencia tranquila.

CA: Pues estaremos siguiendo de cerca lo que hagas y en este momento que te ha tocado vivir en estos últimos años y meses en particular. Gracias por tu presencia.

La carta a La Jornada a la que se refiere el peje apareció el Lunes 11 de Diciembre y se puede verificar en este link:

http://www.jornada.unam.mx/2006/12/11/index.php?section=correo

Cito textual la carta:

Mi padre y la toma de protesta de Calderón

El día primero de diciembre de 2006, Felipe Calderón Hinojosa tomó protesta como Presidente de México. En la madrugada de ese día también internaba a mi padre en el hospital del ISSSTE de Cuernavaca, ya que presentaba una hemorragia gástrica. En el servicio de emergencias encontré a mi padre, quien me preguntó: "¿Calderón tomó protesta como presidente?"

A pesar de su enfermedad, mi padre no dejó de estar enterado de lo que sucedía en el país y con tristeza me dijo que le dolía "su querido México". Le pesaba su México por las irregularidades en las elecciones de julio de 2006, por la entrada de la PFP a Oaxaca, las aprehensiones y la represión. Estos acontecimientos le hicieron rememorar viejos tiempos, seguramente aquellos de la guerra sucia, cuando familias enteras como la nuestra fueron víctimas de la represión y tortura.

El 2 de diciembre mi padre falleció a consecuencia de un sangrado interno y paro cardiaco. La atención médica que recibió en el hospital revela también otra realidad de nuestro país: el deterioro creciente en los servicios médicos públicos que, en nuestro caso, se experimentó por la carencia de analgésicos, una falta de diagnóstico expedito y una lenta atención hospitalaria.

Julio Manuel Molina, mi padre, fue médico oncólogo del Hospital General y del Hospital 20 de Noviembre de la ciudad de México, en donde trabajó por más de 20 años. Fue presidente de la Sociedad Mexicana de Estudios Oncológicos y en 1990 recibió el Premio Nacional de Oncología. En 1988 mi padre quedó discapacitado por una operación de columna en el Hospital 20 de Noviembre. Mi padre recobró su entusiasmo por la vida a través de cientos de cartas que envió a El Correo Ilustrado de este diario.

Después del fallecimiento de mi padre, me enteró que el nuevo gobierno destinará más recursos a la seguridad nacional, al pago de la deuda y al rescate bancario y no así, a la salud, a la educación y a la ciencia. Este hecho y los lamentables acontecimientos en Oaxaca me hacen recordar la conversación conmovedora con mi padre en sus últimas horas conscientes al decirme: "me duele mi querido México".

Atentamente

América Molina del Villar

Erich afirmó lo siguiente en un mensaje que publicó en este blog:

Al menos yo jamás leí algo, quizá alguien desee profundizar el tema y guste comentarlo.

EVIDENTEMENTE Erich nunca lo leyó. Y ese, mi estimado Erich, es precisamente el problema. Que no lo leiste, pero de todos modos te pusiste a criticar.

Espero que con esto le quede claro a TODOS colaboradores del blog que no se puede hacer este tipo de críticas sin primero investigar. El peje citó su fuente: La Jornada. No se lo sacó de la manga. Pero ahora ya me imagino a los panistas relamiéndose los bigotes por este error de Erich. Evidentemente no es el tipo de errores que podemos tener en este blog.


Una razón más para apoyar al peje en el 2006.