DE MAMILAS,TRAIDORES Y PERDEDORES.

Salvador García Soto escribe en el Universal.


Felipe está blofeando.

Presionado por la persistente estrategia de su rival Andrés Manuel López Obrador , Felipe Calderón tuvo que elegir entre mantenerse inmóvil y esperar el fallo del Tribunal Electoral o moverse; y en el intento por contrarrestar la habilidad comunicativa del tabasqueño, el panista lanzó un blofeo en el que, asumiéndose ya como Presidente electo y anticipándose a la decisión de los magistrados, comenzó a hablar de una supuesta "transición" y de acuerdos políticos con sus opositores.

La realidad es que hasta que el Tribunal no resuelva las impugnaciones presentadas a la elección presidencial, califique los comicios y declare a un Presidente electo, nadie puede hablar de transición ni se inicia ningún proceso de entrega-recepción de la administración pública. El anuncio de Felipe estaría en ese sentido desafiando a la autoridad de los magistrados, desconociendo la ley y presionando, con una actitud de soberbia, con la que el abanderado panista incurriría en la misma irresponsabilidad de la que acusa a su adversario López Obrador.

Calderón tuvo que elegir, con base en la ley del mal menor , qué le resultaba más costoso: quedarse callado y esperar a que el Tribunal fallara mientras López Obrador está todos los días en los medios y encabeza movilizaciones multitudinarias, o salir a presentarse como virtual Presidente electo y, con todas las críticas que eso le cueste, dar la impresión de que está confiado y listo para tomar el gobierno en cuanto el tribunal valide su triunfo.

En todo caso estamos en una etapa en la que uno y otro candidato van a blofear y a pelear espacios en los medios para presionar a los magistrados del tribunal que ya iniciaron el análisis de las impugnaciones al proceso.
De los dos candidatos, el que puede perder más en este juego de fuerzas es, sin duda, Calderón. Porque Andrés Manuel está claro que irá hasta el final para tratar de revertir el resultado de los comicios y aún si no lograra manchar la legitimidad de quien pueda ser el próximo Presidente. Pero Calderón no puede excederse en la soberbia ni en la prepotencia, porque eso tendría un costo muy alto para él si llegara a gobernar a un país en el que apenas 20% de los electores votó por él.

Notas indiscretas. Golpeado, defenestrado, caído, Roberto Madrazo decidió que antes de entregar el CEN priísta a los grupos que reclaman su salida, su última acción será cobrarse una de las muchas que le hizo Elba Esther Gordillo y ha ordenado a la dirigencia nacional que aún encabeza Mariano Palacios que a más tardar en esta semana complete el proceso estatutario para expulsar a la maestra del PRI. La pregunta es si Madrazo tendrá todavía la fuerza y la autoridad para ordenar esa expulsión después de que hundió al PRI con su obsesión.

Por cierto, una voz del PRD, de las que recibieron el paquete que les entregó un cercano operador de Madrazo , afirma que hay más cintas que contienen conversaciones comprometedoras entre Elba Esther Gordillo y gobernadores priístas y que su difusión se irá "dosificando" para mostrar la forma tan burda en que varios mandatarios priístas le jugaron sucio a su partido por apoyar al abanderado del PAN.

Y ya que hablamos del PRI, en el ajuste de cuentas que vive ese partido, una de las que salen mal paradas es Rosario Green . A la diplomática la habían convocado para ser enlace del PRI con intelectuales, la prensa y organismos internacionales, pero Rosario tuvo un gris y triste desempeño. Lejos de obtener consensos para su partido, la ex canciller pareció caer en la apatía y nunca se puso la camisa de su partido y mucho menos del candidato Madrazo . Eso sí, Rosario aseguró su senaduría y fue tal su ineficacia, que aunque muchos la veían como un puente con el zedillismo, la Green no movió un dedo para evitar la salida de varios de sus ex compañeros de gabinete que abandonaron al PRI y se fueron con Calderón , aún cuando dicen que ella supo con anticipación de la decisión de los zedillistas. En fin que, con todo y sus cartas diplomáticas, la señora no pudo llenar la silla de la secretaría general priísta. Los dados mandan Serpiente. Sigue la mala racha.