CINTINUISTAS DESESPERADOS.

Por: Eduardo Ibarra Aguirre. Argenpress

Con una excelente noticia nos fuimos a sufragar: Luis Echeverría Alvarez, presidente de la República de 1970 a 1976, se encuentra bajo arresto domiciliario en virtud de la orden de aprehensión dictada por el titular del Segundo Tribunal Unitario Penal del Distrito Federal, José Angel Mattar Olivar, por ser presunto responsable del delito de genocidio. Los 86 años de edad y el delicado estado de salud del indiciado permitieron que no fuera colocado tras las rejas. Los próximos días se definirá si al genocida -para amplias franjas de la sociedad- de la Plaza de las Tres Culturas, se le sujeta a proceso penal o se le deja en libertad por falta de pruebas.

La otra cara de la misma noticia es que el hecho sin precedente se produjo en la víspera de la madre de todas nuestras citas democráticas, la que tuvimos ayer con las urnas. Y justamente cuando sólo cinco de 19 de las más acreditadas casas encuestadoras favorecían a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa y 14 a Andrés Manuel López Obrador.

Un reclamo legítimo que a lo largo de 37 años han enarbolado millones de mexicanos de varias generaciones es utilizado como recurso desesperado por Vicente Fox Quesada, el verdadero jefe del Ministerio Público, para impactar favorablemente al electorado y venderle la idea de que la postergada justicia es dable al final de su gobierno y en el próximo, siempre y cuando otro jinete cabalgue en el mismo caballo.

Semejante desesperación por la inminente derrota en las urnas, muestra la arbitraria colocación desde el 30 de junio de un carta falsa para iniciar “de inmediato un movimiento permanente de resistencia civil hasta que se reconozca nuestra victoria”, firmada por el macuspense y fechada el 3 de julio, en la página electrónica fuera de servicio, como lo ordena el Instituto Federal Electoral, www.lopezobrador.org.mx y presuntamente hecha por el hacker Víctor Aramburu.

Mucho más allá de la autoría material de la burda maniobra, llama poderosamente la atención el febril activismo político, toscamente encubierto de información, a cargo de Radio Imagen Informativa y Pedro Ferriz de Con -quien negó públicamente el derecho de réplica a Claudia Sheinmbaum-, Oscar Mario Ramón Beteta en Radio Fórmula AM y la agencia Notimex con todo y que ahora es del Estado.Actuaron como trío de la desinformación deliberada durante casi cuatro horas, a pesar del oportuno desmentido del vocero perredista y las versiones diversas y equilibradas de conductores como Martín Espinoza de Radio 98.5, José Gutiérrez Vivó en Monitor y el portal electrónico de El Universal. A ello se suma la torpeza de Virgilio Andrade, consejero ciudadano del IFE, quien dio por buena la carta.Para no ocultar el sello intelectual de la maniobra diversionista, Juan Molinar Horcasitas, académico mutado a golpeador panista, y su correligionario César Nava, abogado económicamente exitoso bajo la sombra de Calderón, dieron rienda suelta a su desesperación electoral, secundados por David Penchyna, el amigo que Roberto Madrazo Pintado no pudo respaldar en el reparto de las candidaturas.

Pese a la prohibición establecida desde la medianoche del miércoles, Acción Nacional emprendió en distintas regiones y por diversos medios, una ofensiva propagandística -de la que todo indica aún no se da por enterado el IFE- que incluyó el reparto masivo de la carta apócrifa en Cuernavaca, Morelos, anuncios llamando a votar por Felipe de Jesús en salas de cine de Ciudad Victoria, Tamaulipas, la distribución indiscriminada de mensajes electrónicos y la torpe arremetida de Fox desde las páginas del parisino Le Figaro.

Además de la retransmisión del programa de Raúl Cremoux con severísimas críticas a AMLO a cargo de Ricardo Alemán y María Elena Pérez-Jaen Zermeño, en Canal 34 del gobierno del estado de México.Son demasiados hechos para ser casuales. Más bien son causales. Y las genera la desesperación de sentirse derrotados con anticipación a lo que ayer, hoy y el miércoles se reconfirmará.

!No al fraude electoral! !Sí al respeto a la democracia!.