Salvador García Soto escribe en el Universal:
¿Quién engañó a Roger Fox?.
Apenas pisaba tierras estadounidenses, con la matraca y la pancarta listas para celebrar la aprobación de la reforma migratoria, y el presidente Vicente Fox recibió un balde de agua fría desde Washington, donde el Senado de aquel país rechazaba por mayoría la iniciativa de la senadora Diane Feistein y con ella tiraba a la basura la "enchilada completa" que Fox ya saboreaba en Utah.
Porque todo indica que esa gira al vapor que le armaron por Estados Unidos, y que aquí muchos no entendieron, fue planeada por el Presidente a partir de que su canciller, Luis Ernesto Derbez, le dijo tener "información confirmada" de que el Senado de Estados Unidos iba a aprobar en estos días la "enchilada completa" en la reforma migratoria.
A Fox le vendieron que si él estaba en territorio norteamericano cuando se diera la aprobación, no sólo podría festejar y celebrar con los migrantes mexicanos a los que alguna vez, al principio de su sexenio, les prometió conseguiría un acuerdo migratorio con la administración Bush, sino que, además, políticamente su gobierno iba a capitalizar la aprobación de la ley migratoria como un "gran éxito" que hasta beneficiaría al candidato panista Felipe Calderón.
Fue con esa información de la Cancillería que Fox decidió agachar la cabeza y aceptar servilmente el garrotazo de la militarización de la frontera que anunció el presidente Bush la semana pasada. Al mandatario mexicano, su brillante canciller le debió decir que no se peleara con la Casa Blanca, que aguantara el envío de tropas de la Guardia Nacional, porque después de eso vendría la "reforma migratoria" y podría festejarla como logro de su gobierno.
Seguro al canciller le dijeron eso mismo desde Washington y, con la ingenuidad y torpeza que les caracteriza, armaron todo el esquema de la gira presidencial por EU para festejar por la "zanahoria" que les prometieron, si aceptaban sin chistar el garrotazo. Eso explica por qué ayer, a escasas horas de que se conociera la noticia desde Washington sobre la votación con la que la mayoría del Senado desechaba la iniciativa Feinstein, el Presidente decía antes de partir a Utah que confiaba en que la reforma migratoria saldría adelante. "Tenemos aliento y esperanza de que habrá un buen resultado. Los que hoy se ocultan y andan a salto de mata para evitar ser deportados con esta reforma hoy podrán trabajar con dignidad y con pleno respeto a sus derechos. En esto serán beneficiadas entre 8 y 10 millones de personas", decía Fox preparando el festejo.
El Presidente estará tres días más en Estados Unidos. Es muy probable que le toque la aprobación de una iniciativa migratoria en el Senado que quedará entre la propuesta de los senadores Chuck Hagel-Mel Martínez, combinada con la del presidente Bush. Será algo muy lejano a la "enchilada completa", si acaso serán migajas en forma de un mínimo y complicado esquema de regularización de migrantes y planes de empleo temporal. De cualquier manera, el Presidente mexicano y su remedo de canciller festejarán con matracas cuando les den esas migajas, morusas por las que comprometieron y arrastraron la dignidad de todo un país.
No pos sí: Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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miércoles, mayo 24, 2006
UNA TRAS OTRA...
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 1:54 p.m.
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