14-11-2007
El lenguaje de Chávez está lleno de exabruptos –se necesitan esos exabruptos–, muchos más serán para buscar un lenguaje que no sea el acostumbrado retórico y bizarro de las cumbres. La búsqueda de un lenguaje de exabruptos intempestivo, violento, sorpresivo, que rompa el lenguaje vacío y anodino de las reuniones de los presidentes. El 30 por ciento de los latinoamericanos vive debajo de la línea de pobreza, ese era el tema a discutir; el otro lenguaje, el de las formas, queda en el anecdotario de las reuniones sociales de los chismes. Pero ese lenguaje carece de la fuerza del exabrupto. El que expresa la miseria y el dolor del hambre, el que no abdica, el que grita la enfermedad y las enfermedades neurológicas de los niños latinoamericanos por desnutrición. Chávez es un impulsivo que denunció la complicidad del gobierno español en el golpe que lo quiso derrocar en el 2002. Chávez grita ensordecedoramente. Chávez guaranguea.Leer más...
14-11-2007
El Jueves es una revista de humor que puede comprarse en los quioscos españoles desde 1977. Durante dos décadas convivió con otra revista llamada El Papus, que era la realmente corrosiva, hasta el punto de sufrir numerosos cierres y un atentado de la extrema derecha. Con el cierre de El Papus, El Jueves ha quedado como única revista de humor de distribución estatal. El pasado 20 de julio de 2007, por orden de Juan del Olmo, juez de la Audiencia Nacional, la revista fue secuestrada a petición de la fiscalía por un supuesto delito de injurias a la Corona al aparecer en portada un hombre y una mujer en una postura muy cariñosa y que reproducimos en este artículo.
El juez de la Audiencia Nacional Española, José María Vázquez Honrubia, ha declarado culpables al dibujante Guillermo Torres y al guionista Manel Fontdevila de un delito de injurias al Príncipe Heredero, previsto en el artículo 491.1 del Código Penal y a pagar cada uno 3000 euros de multa, con pena de prisión sustitutiva para caso de impago.
Tras conocer la sentencia Fontdevilla ha declarado que "Ya estaba todo el bacalao vendido; para eso no venimos" y ha expresado su "decepción" por una vista que se ha celebrado "con sentencia previa" y en la que la Audiencia ha mostrado cierta prepotencia: "No nos han dejado presentar pruebas, han quitado la palabra a nuestro abogado... no nos han dejado expresarnos". El abogado defensor, Jordi Plana, trató sin éxito de presentar como prueba dos «caganers» -figura tradicional del Belén catalán-, uno del Rey y otro de José Luis Rodríguez Zapatero, diciendo que también suponen una «exhibición» y que, sin embargo, nadie les atribuye un sentido injurioso.
Dos conclusiones claras podemos obtener de todo este asunto, la primera es la contradicción interna de la Constitución Española, la que declara la igualdad de todos los ciudadanos en su artículo 14, algo totalmente incompatible con la institución de la Corona regulada en su Título II. De manera que la jefatura del Estado queda en manos de una familia sin más fundamento democrático que un referéndum celebrado bajo la coacción del ejercito y de la oligarquía franquista. Esta familia goza de un presupuesto a cargo de los impuestos públicos y es totalmente irresponsable por sus actos, pero está especialmente protegida frente al derecho a la crítica y libertad de expresión, quedando encomendada su salvaguarda al Ministerio Público y a la Audiencia Nacional, por lo que ni siquiera tienen que echar mano de su fortuna para pagar abogados.Leer más...
14-11-2007Comunicado de Ecologistas en Acción, del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y del Observatorio de las Multinacionales en América Latina (OMAL) a raíz de la controversia que se ha producido durante la Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santiago de Chile, entre el Rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno español con varios presidentes latinoamericanos. |
La política pública exterior del Gobierno español está más centrada en la defensa de los intereses económicos españoles que en la lucha contra las desigualdades en América Latina. Esta es la conclusión que tenemos que sacar de la intervención del presidente español después de la polémica desatada en Santiago de Chile a raíz de las críticas del ejecutivo venezolano contra la patronal española y de los presidentes de Argentina y Nicaragua por los impactos sociales de la privatización de los servicios públicos y otras empresas estatales a cuenta de empresas españolas.
Nos parece irresponsable el papel que el Gobierno español y la Casa Real están jugando en la defensa de las inversiones españolas en el extranjero, sin evaluar ni controlar en ningún momento cuál está siendo su impacto sobre la población y el medio ambiente. Con esta política el Gobierno español no hace más que legitimar actuaciones de empresas que esconden violaciones de derechos humanos e impactos ecológicos fuera de nuestras fronteras y puede hacerse jurídicamente corresponsable de dichos actos por omisión.Leer más...
14-11-2007
El Dios
Jiddu Krishnamurti, conocido como Krishnamurti, nació el 12 de mayo de 1895 en la ciudad Madanapalle, del estado indio de Andhra Pradesh. Hasta el 1909 fue un niño bastante normal, aunque algo desaliñado y de comprensión lenta, según testimonian sus amiguitos de entonces. Ese año, mientras paseaba —como cualquier chico de su edad— por la playa privada del centro de Teosofía de Adyar, en Madrás, fue “reconocido” como re-encarnación del Buda de Maitreya por el súbdito del colonialismo inglés C.W. Leadbeater, teósofo, ocultista y autoproclamado clarividente, quien vio en torno del párvulo una muy brillante aura (conocida raíz latina del vocablo “oro” que nombra el vil metal). El ilustre orovidente, en un rapto de poderoso fervor sacro-crematístico, comprendió el alcance de su hallazgo, por lo que el entretenido niño se vio aclamado… dios. Para asegurar su divina esencia con procedimientos educativos terrenales, Krishnamurti pasó una suerte de postgrado intensivo divinizante bajo la tutela de Annie Besant y el propio C.W. Leadbeater, dentro de los predios de la Sociedad Teósofa Mundial. En previsión de los entuertos que seguramente encararía el joven dios durante su profano paso por la Tierra, sus mentores organizaron una nueva iglesia, la Orden de la Estrella de Oriente, la cual quedaría encargada de todo cuanto de engorroso enfrenta la propagación de La Verdad en este mundo cruel, tales cuales son la recaudación de fondos, el cobro de impuestos, la formación de capitales, la transferencia de divisas, la recolección de dádivas, la exacción de utilidades, el incremento de dividendos, el control de activos y otras benditas diligencias no menos enjundiosas.
Krishnamurti resultó ser una persona sensible y despierta, razón por la cual, tras meditar profundamente en los hechos que ponían ante él las agudas observaciones a que sometía a su entorno, arribó a tres bizarras conclusiones, a saber: a) la primera misión de cualquier dios es eliminar las miserias que sufren los seres humanos; b) dichas miserias provienen de la incautación de poderes que padecen los seres humanos; c) toda religión ningunea a las personas y ayuda al mencionado despojo de poderes. La inferencia obligada de tan perturbadoras premisas no podía ser otra que la auto-negación de su invocada divinidad: no son nuevos dioses lo que requiere la humanidad, sino eliminar los existentes. Así, renunciando a una posición de incomparable privilegio, en 1929, durante la primera sesión de la Orden de la Estrella de Oriente bajo su égida, Krishnamurti —actuando en contra de los estrechos y mezquinos intereses de su iglesia, pero a favor de los seres humanos— se rehusó a ser considerado mesías y disolvió la organización que encabezaba.Leer más...
14-11-2007El que calla, otorga —refrán español.
Yo, y estoy muy consciente de que comienzo con “Yo” el presente artículo, sin idea mínima de copiar Yo, el supremo, del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos ni mucho menos el Yo acuso, del inglés Graham Greene sino para que quede clarísimo de que se trata de una historia personal, me vine a dar cuenta de que los reyes, quiero decir las monarquías, eran cosa de la vida real hasta que vi la televisión tomada por el accidente de una princesa, escuché la canción de Elton John, sepelio y ese quilombo, como diría un argentino, que se armó con la muerte de Lady D.
Salí de donde nací, Olanchito, a los cinco años de edad, exiliado, puesto que nunca nadie me preguntó si quería salir de allí, a un monte de la Standard Fruit Company, tan monte era que se llamaba Montecristo (y ni siquiera tenía conde).
Allí, rodeado de las inmensas plantaciones de piña me crié física e intelectualmente, pues fue ese lugar en donde comencé a leer desaforadamente.Leer más...
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