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miércoles, agosto 30, 2006

SOBRE LA RAZÓN Y LA LOCURA DE LA RESISTENCIA CIVIL.

Este artículo lo traigo del Bloque de Opinión:


Sobre la razón y la locura de la resistencia civil.

Lucero Fragoso.

Santo Tomás de Aquino, recuperando tesis de Aristóteles, fue el primero en hablar de la desobediencia civil. Este filósofo distinguió entre dos tipos de derechos: los que crean los hombres organizados en sociedad (el derecho positivo) y aquellos inherentes a todos los seres humanos, con los que se nace independientemente del orden legal de la comunidad en que se viva (el derecho natural).

Uno de los derechos que Santo Tomás ubicó en el conjunto de los derechos naturales es, precisamente, el de optar por la desobediencia en determinadas circunstancias. La premisa de esta teoría, sencilla pero contundente, es que ningún hombre está obligado a obedecer una ley injusta. De aquí surge entonces, casi inmediatamente, otra pregunta, ¿cómo sabemos o, si se prefiere, quién define cuándo una ley es justa o no lo es?.

Este cuestionamiento fue resuelto por distintas corrientes del derecho, particularmente, por la rama racionalista, la cual fundaba en la conciencia de los hombres la capacidad para discernir entre lo justo y lo injusto.Es precisamente esta facultad de objeción de conciencia la que indica, a todas luces, que en el proceso electoral que tuvo lugar recientemente en México hubo actos flagrantes de injusticia e inequidad, donde la autoridad competente dejó pasar como si nada una campaña de linchamiento verbal la cual fue responsable, hay que señalarlo con toda claridad, del encono y el odio auspiciado hacia un amplio sector de la población que ahora se ve agredido por consignas de corte clasista y racista, calificativos que, pensábamos, habían sido ya borrados de la mentalidad de gran parte de la sociedad mexicana y que sólo se empleaban para reírnos de nosotros mismos.

No hace falta ser un connotado analista para darse cuenta de que López Obrador, desde años antes de haber lanzado su candidatura a la presidencia, ha sido el blanco de diversas estrategias que han tenido por objeto impedir, a toda costa y pasando por encima de lo que sea, que se convierta en presidente de México.

Tampoco hace falta ser un gran erudito para advertir la campaña rampante e ilegal del Ejecutivo y grupos de poder a favor de un candidato.

Quien no ve esta gran obviedad –que cayó incluso en procedimientos tan burdos como definir a AMLO como “peligro para México” y afirmar, sin ningún sustento lógico ni empírico que endeudaría al país—es porque no vive en México o, simplemente, porque no quiere verlo.

Es esa capacidad de raciocinio y discernimiento de la conciencia la que nos permite diferenciar entre una competencia política democrática y otra donde se incrustó el miedo y el denuesto para remontar en las preferencias aprovechándose de la inocencia y la desinformación de los ciudadanos.

Por eso no es plausible el argumento de que quienes apoyan la resistencia civil siguen a un líder de forma irracional y bajo un estado casi hipnótico; cierto es que para articular los movimientos hace falta un líder, pero más allá de él e, incluso, independientemente de él, las evidentes raíces antidemocráticas y tramposas de este proceso son motivos suficientes para no quedarnos con los brazos cruzados.

A quien define el movimiento lopezobradorista en términos de una masa amorfa que aclama al dirigente tendríamos que preguntar: ¿la campaña orquestada por el candidato de la derecha estaba basada en hacer que la gente se convenciera del programa de gobierno del PAN?, ¿iba esa campaña dirigida individuos que consideraba pensantes y con capacidad de raciocinio? Seamos honestos, la campaña del miedo apuntaba a azuzar los instintos más bajos y oscuros de la condición humana, a un resquicio del inconsciente donde no podía sobrevivir la dignidad ni la claridad de pensamiento. ¿Es eso entonces lo que deberíamos entender como racional?.

Se puede no estar de acuerdo con un proyecto político, con un partido o con un candidato, pero se necesita mucha sangre fría, muy poca creatividad para convencer y ni un ápice de vergüenza para difamar al amparo de una campaña negra.

Nos atrevemos también a hacer uso de la razón y del conocimiento del programa político de la izquierda mexicana para entender que, contrario a las expresiones alarmistas y exageradas de algunos opinadores y a los vaticinios de la derecha, el proyecto de AMLO no es ni remotamente cercano a un socialismo o a un régimen dictatorial.

Se trata simplemente de exigir responsabilidad social a los grandes grupos económicos y a la élite política, de voltear a ver a los sectores menos favorecidos y de demandar una democracia con condiciones para la certeza y la pluralidad. ¿Es mucho pedir? ¿Es tremendamente revolucionario, desquiciado y propio de un loco movilizarse por estos principios, los cuales son características indispensables de una sociedad democrática y propias de las naciones desarrolladas?.

Las retóricas legaloides, que pugnan por el cumplimiento ciego y feroz de una legalidad empleada a conveniencia, apartada de toda razón y sentido común, no pueden conducir más que a un totalitarismo de baja intensidad. Sólo en estos regímenes puede persistir un entramado legal incuestionable, porque ante sus insuficiencias y debilidades nadie debe alzar la voz. Sólo allí puede existir una “institucionalidad” impecable, porque nadie está autorizado a disentir.

Lo normal y lo valioso de la democracia es, precisamente, la transformación constante y dinámica de las instituciones. Estas instituciones, las “que nos ha costado tanto trabajo construir”, son mucho más útiles y funcionales, y menos proclives a la decadencia, cuando dejan de ser entes intocables y quasi sagrados. Es normal y deseable que las instituciones –pese a su nombre petrificador—estén abiertas a su continua renovación.

Lejos del discurso conservador de estos tiempos, la estabilidad pregonada es tan sólo una ficción dentro de una sociedad plural; es, incluso, un principio contrario a la vida. Para cualquier cuerpo, social o humano, aplica la máxima de que la inmovilidad –su estabilidad—lo conduce al anquilosamiento y a su caída a pedazos tarde o temprano.

Por qué nos sorprende y nos escandaliza, entonces, la existencia de un movimiento social que se manifiesta de forma legítima si lo que buscábamos con el “cambio” era, justamente, espacios en el espectro político donde se hiciera sentir la diversidad de voces y de propuestas en pro de la construcción de un mejor país, como si no supiéramos que son estas sacudidas las que hacen y han hecho avanzar a todas las sociedades.

Por qué nos perturba el disenso y el cierre de una avenida como método de protesta y no nos escandaliza la miseria y la ignominiosa brecha en el ingreso.

Por qué no se ve como patología, que lo es, el hecho de considerar a otro ser humano como inferior y, en cambio, se califica de psicópata a quien nos hace ver –muy a pesar nuestro—que un país con 50 millones de pobres nunca podrá entrar al primer mundo ni tener seguridad o paz social.

La historia mexicana está llena de esos “lunáticos” peligrosos a los cuales, paradójicamente, años después se idolatra y se toma como símbolo de patriotismo. Basta un ejemplo: Francisco I. Madero, el ahora héroe y mártir de la democracia, fue tachado de fanático y loco por la élite política mexicana de su tiempo, a la cabeza de la cual se colocó el embajador estadounidense Henry Lane Wilson.

Como bien lo expone una caricatura de Helguera y Hernández en un semanario nacional, desde el punto de vista de la propaganda oficial y conservadora, nuestra historia es ésta: “Hidalgo y Morelos eran unos renegados que buscaban debilitar las instituciones, pero los pacíficos los decapitaron y, de paso, desalojaron al Pípila que estaba bloqueando el acceso a la Alhóndiga de Granaditas”. Qué fortuna que México pueda contar, de vez en cuando, con estos renegados, locos y fanáticos, los que tienen la entereza suficiente para soportar esos calificativos sin desviarse de sus principios.

Es sencillo y cómodo usar los términos de locura y esquizofrenia para enfrentar al otro, es sencillo porque ello no exige dar argumentos y porque generalmente se llega a ello cuando ya no se tienen razones.

Resulta que ahora la izquierda incomoda porque, bien lo sabe el grupo en el poder, no ha cuestionado la legalidad sino la legitimidad y justicia que hay detrás de la aplicación de la norma.

Resulta que sólo la izquierda que no mueve un dedo ante irregularidades electorales, por decir lo menos, es a la que hay que rescatar, la pacífica, a la que se extraña en estos momentos de convulsión.

En su crítica a los excesos del positivismo jurídico, Ronald Dworkin propone tomar “los derechos en serio” y buscar en la interpretación de las leyes el principio de justicia detrás de cada norma. Esta crítica vale para la resolución de los magistrados del TEPJF, quienes apegados a la letra de una ley secundaria, pasaron por alto los preceptos de certeza y transparencia de la Constitución.

Dichos preceptos, no se cansa de decirlo Raúl Carranca y Rivas, tienen que ser tomados en cuenta necesariamente para la solución de una conflicto político como éste. Y cuando los derechos inherentes al ser humano se ignoran, entonces los ciudadanos pueden, de acuerdo a su conciencia, resistirse de forma pacífica a una imposición quizás amparada en tintes legales, pero injusta.

Puede que la instalación de campamentos sobre una avenida principal no nos guste pero, ¿de qué otra forma se puede hacer valer un derecho, un derecho tan básico como la certeza y transparencia?, ¿cómo podemos hacernos ver? Decía Carlos Montemayor que la única presión visible, la única cuya operación se puede vigilar es la de la resistencia civil pacífica en las calles.

Hay otras presiones que se ejercen sobre el Tribunal y que trabajan de forma velada, y la presión de esos grandes grupos económicos no es fiscalizable ni da la cara a la sociedad, pero existe.

Termino con una cita del texto de Henry David Thoreau, “Del deber de la desobediencia civil”, escrito en 1847. Este hombre, se negó a pagar los impuestos como forma de presión para que Estados Unidos no invadiera México. He aquí sus palabras a propósito de las reflexiones anteriores:
¿Acaso no puede existir un gobierno donde la mayoría no decida virtualmente lo que está bien o mal, sino que sea la conciencia quien lo haga?,
¿dónde la mayoría decida sólo en aquellos temas en los cuales sea aplicable la norma de conveniencia?
¿Debe el ciudadano someter su conciencia al legislador por un solo instante, aunque sea en la mínima medida?

Entonces, para qué tiene cada hombre su conciencia? Creo que deberíamos ser hombres primero y ciudadanos después. Lo deseable no es cultivar el respeto por la ley sino por la justicia. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer en cada momento lo que crea justo.

Se ha dicho, y con razón, que una sociedad mercantil no tiene conciencia; pero una sociedad formada por hombres con conciencia es una sociedad con conciencia. La ley nunca hizo a los hombres más justos y, debido al respeto que les infunde, aún los bien intencionados se convierten a diario en agentes de la injusticia. (…)

Existen leyes injustas: ¿nos contentaremos con obedecerlas, o intentaremos corregirlas y las obedeceremos hasta conseguirlo? ¿O las trasgrediremos desde ahora mismo? Bajo un gobierno como el nuestro actualmente, muchos creen que deben esperar hasta convencer a la mayoría para cambiarlas. Creen que si opusieran resistencia el remedio sería peor que la enfermedad. Pero eso es culpa del propio gobierno.

¿Por qué no se ocupa de prever y procurar reformas? ¿Por qué no aprecia el valor de esa minoría prudente? ¿Por qué grita y se resiste antes de ser herido? ¿Por qué no anima a sus ciudadanos a estar alerta y señalar los errores para mejorar su acción? ¿Por qué tenemos siempre que crucificar a Cristo y excomulgar a Copérnico y a Lutero y declarar rebeldes a Washington y a Franklin?

LO QUE DIJERON HOY EN LA ASAMBLEA DEL ZÓCALO.

Miércoles 30 de agosto de 2006.

Desde el propio PAN le dicen a Calderón que si tiene dignidad y vergüenza no acepte ser Presidente ilegítimo: Ortega

Palabras del Coordinador General de Campaña, Jesús Ortega, en la Asamblea Permanente, en el Zócalo de la Ciudad de México México, Distrito Federal .

Compañeras y compañeros:
Continuamos con nuestra Asamblea Informativa con este gran acto que realizamos día tras día, en donde se refleja nuestro ánimo de continuar la lucha hasta la victoria y hasta lograr que se respete la voluntad del pueblo y la voluntad ciudadana.

No va a pasar el fraude, compañeras y compañeros. ¡No pasarán! ¡No pasarán!
No pasarán porque se mantiene, en primer término, la dirección del movimiento perfectamente cohesionada y unida. Hay, desde el gobierno, intentos, y desde otras fuerzas conservadoras, intentos por tratar de socavar nuestra fortaleza a partir de intentar socavar nuestra unidad. ¿Pero qué hay que advertirles? La unidad del movimiento es férrea alrededor de Andrés Manuel López Obrador.

Hay algunos malintencionados y perversos que continúan permanentemente con esta intención. Pero hay otros, algunos columnistas, que aparte de perversos son ingenuos. El movimiento se mantiene firme y unido en torno a la defensa del voto ciudadano y del voto popular.

Hoy el compañero Andrés Manuel López Obrador se encuentra en Tabasco, nuestro candidato ganador de las elecciones presidenciales se encuentra en Tabasco porque en el mes próximo de octubre, en esa entidad de la República se van a realizar elecciones para presidentes municipales, para Congreso y también para gobernador del estado.

Igual que en Chiapas, vamos a ganar en Tabasco, compañeras y compañeros. Y es bueno que hagamos un reconocimiento a los compañeros de Chiapas y a los compañeros de Tabasco y a los compañeros, hombres y mujeres, de todo el país, porque no solamente en el Zócalo de la Ciudad estamos presentes.

Estamos presentes en las 32 entidades de la República con el puño en alto y con la moral en lucha. Y nuestro movimiento avanza y nuestro movimiento crece desde el punto de vista orgánico, pero también desde el punto de vista moral y déjenme platicarles, seguramente algunos de ustedes ya lo saben, pero platicarles de un acontecimiento importante.

El día de ayer salió publicado en algunos diarios un desplegado de un abogado regiomontano que tiene una característica, es un ex dirigente del Partido Acción Nacional y éste ex dirigente del PAN, que se llama Javier Livas, le dice a Felipe Calderón, de su propio partido, le dice que si tiene dignidad y tiene vergüenza que no acepte el resolutivo del Tribunal Electoral y no acepte ser Presidente de la República ilegítimo.

Desde las filas de su propio partido, y hay otros que se cubren la cara de vergüenza porque saben que Felipe Calderón está siendo sostenido por las fuerzas más retrogradas y las más corruptas, no sólo de su partido sino del propio Partido Revolucionario Institucional, porque mucha gente se da cuenta que dos de los personajes más nefastos son los que de verdad están sosteniendo a Felipe Calderón y los quiero mencionar: Elba Esther Gordillo y Víctor Flores, uno de los dirigentes más corruptos del sindicalismo.

Y si los dirigentes, los fundadores del Partido Acción Nacional que tuvieron la convicción de luchar contra la corrupción y el autoritarismo hoy se dieran cuenta de que el candidato de Acción Nacional está siendo apoyado por lo más corrupto del PRI, los fundadores de Acción Nacional volverían a morir.

Por eso estas declaraciones, como las de Javier Livas, dan cuenta de que nuestro movimiento crece desde el punto de vista cuantitativo pero se engrandece y se fortalece desde el punto de vista ético y moral, porque tenemos la razón, porque defendemos la justicia, porque luchamos por la democracia y porque luchamos por un México de libertades y un México de justicia social.

Por eso no hay que aflojar el paso en la preparación de la Convención Nacional Democrática, nos tenemos que reunir en este histórico acontecimiento millones de mexicanos, hombres y mujeres de todos los rincones del país, desde el Pacífico al Atlántico, desde el norte hasta el sur, de todos los pueblos, de las colonias, de todos los estados, reunirnos en este gran acontecimiento histórico que será definitorio para restaurar la vida constitucional en el país, para avanzar hasta alcanzar un México democrático y un México para todos, hombres y mujeres mexicanos.

Pero no hay que olvidar un asunto toral y fundamental: Nuestra lucha por ese México democrático y justo no es, bajo ninguna circunstancia, una lucha violenta. Nuestro movimiento es pacífico. Vamos a repudiar la imposición, vamos a lograr que se reconstruya la constitucionalidad de México, vamos a lograr tener una República democrática, pero todo eso lo vamos a hacer con la fuerza de la moral y con la fuerza de la razón pacíficamente.

Vamos pues a preparar la Convención en esta última fase, la Convención Nacional Democrática seguros de que el 16 de septiembre lograremos dar un ejemplo de fortaleza, de lucha, de dignidad y de congruencia en el esfuerzo por conquistar, para nuestros hijos y a las nuevas generaciones, un México nuevo. Compañeras y compañeros:
¡Viva la Convención Nacional Democrática!
¡Viva Andrés Manuel López Obrador!
¡Viva el movimiento democrático!
¡Viva México!
Muchas gracias, compañeras y compañeros.



Miércoles 30 de agosto de 2006.
Nuestra lucha va a terminar hasta que Andrés Manuel López Obrador sea reconocido presidente auténtico y legítimo de la República: Anaya
Palabras del senador e integrante de la dirigencia nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, en la Asamblea Permanente, en el Zócalo de la Ciudad de México México, Distrito Federal

Estamos por cumplir dos meses de estar exigiendo, de estar demandando lo que el pueblo resolvió el 2 de julio: ¡Que se respete la voluntad popular! ¡Que se reconozca como único y legítimo presidente de México a Andrés Manuel López Obrador¡ Equivocadamente los operadores del fraude, la gente que planificó, que ordenó y que ejecutó este fraude contra la voluntad popular, piensa que nos vamos a desanimar, piensa que nos vamos a cansar, piensa que nos vamos todos a ir a nuestras casas, con la infamia de aguantar que se nos robe la elección.

Están equivocados.
Hay voluntad, hay decisión, hay responsabilidad, para hacer respetar el mandato del pueblo, para nosotros, por medio de esta resistencia pacífica, sostener que el presidente legítimo del pueblo de México es Andrés Manuel López Obrador.

Nos preocupa que la gente del dinero y del poder esté llegando a extremos graves en cuanto a ética y concepción de moralidad pública. Todos ellos saben que se están robando la elección, todos ellos saben que se está operando un fraude de estado, planificado desde los más altos niveles y esferas del poder, los empresarios más adinerados, algunos medios de comunicación televisivos y de gran influencia, los consejeros del Instituto Federal Electoral, el presidente Fox y algunos partidos cómplices, y están terminando de cerrar el círculo, para que también los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación extiendan, después del Informe, la constancia ilegítima de mayoría a favor de Felipe Calderón.

Terminaron creyéndose sus mentiras difundidas a través de la guerra sucia, terminaron ellos creyéndose que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México y, por lo tanto, consideran que hacer el fraude es para ellos un fraude patriótico en defensa de México.

Equivocados están.
Es un fraude patriótico en defensa de los mezquinos intereses del poder y del dinero, no les importa que ante los ojos del pueblo de México y de las naciones del mundo lleve esa gran mancha. Lo ha dicho, y con razón, Andrés Manuel López Obrador, que la mancha de un fraude electoral de estas dimensiones, no se lava ni con toda el agua de los océanos.

Queremos decirles que tenemos experiencias históricas, en donde el pueblo mexicano, con organización, con pasión, con patriotismo, pero con inteligencia, ha logrado salir adelante, cuando sobre el país ha habido presidentes ilegítimos y espurios que han usurpado el poder en México.

Juárez durante años mantuvo la dignidad, mantuvo la legalidad a lo largo y a lo ancho del país, cuando la intervención francesa, nos impuso Maximiliano como emperador, usurpando el poder, al margen de toda legalidad. Jamás se rindió, durante seis largos años, de 1861 a 1867, mantuvo en alto la bandera de la lucha y la bandera de la resistencia y la bandera también del pueblo mexicano, por rescatar la dignidad.

Fue hasta 1867, con la derrota del ejército francés, que Maximiliano de Habsburgo y los generales de los conservadores, Miramón y Mejía, fueron fusilados en el Cerro de las Campanas, cuando Juárez, con dignidad, restauró la República, para bien de los mexicanos y en defensa del interés nacional.

Fue un 20 de noviembre cuando Madero, que también el dictador Porfirio Díaz, a través de un fraude le robó la elección y convocó a todos los mexicanos a defender el triunfo, desconociendo a Porfirio Díaz y en el Plan de San Luis se declara presidente de la República, hasta en tanto no hubiera elecciones libres y legales que permitieran que el pueblo mexicano hicieran reinar la legalidad.

Y en 1920, creemos nosotros que posteriormente Madero dejó en claro que Porfirio Díaz no era el presidente legítimo de los mexicanos y después de que fue derrotado Porfirio Díaz, Madero recuperó la legalidad y, con ello, la Presidencia legítima de la República para todos los mexicanos. En la Decena Trágica, Madero fue asesinado por Victoriano Huerta y Victoriano Huerta, el dictador, se autoproclama presidente de la República.

En el Plan de Guadalupe, Venustiano Carranza convoca a todas las fuerzas revolucionarias a derrocar al usurpador Victoriano Huerta y también en el Plan de Guadalupe lo nombra presidente provisional, en tanto no se rescate de nuevo el orden constitucional y el usurpador pueda ser destituido. Los revolucionarios derrocan a Victoriano Huerta, un Francisco Villa, un Emiliano Zapata, un Alvaro Obregón, un Venustiano Carranza, terminan derrotando al usurpador y de nueva cuenta se convierte, a través de elecciones libres, a Venustiano Carranza como primer presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, después de la Revolución.

Esos ejemplos históricos señalan de que no es la primera vez que en México hay presidentes ilegítimos, no es la primera vez que el pueblo mexicano se alza en armas y después de un tiempo se logra restablecer la legalidad y rescatar la Presidencia de la República para presidentes legítimos.

La Convención Nacional Democrática tiene una gran responsabilidad histórica, ella va a resolver cuál es el rumbo de este movimiento, que no crean la gente del poder y el dinero que el pueblo de México va a quedarse cruzado de brazos ante este fraude.

Recientemente, violentando también la legalidad, el Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados hizo a un lado a los representantes de la Coalición y en vez de dejarnos la Presidencia de la Cámara de Diputados, ellos resolvieron, con la complicidad del PRI, autoasignárselas en contra de la normatividad establecida.

Están ellos en la decisión de robarse la elección, están ellos presionando al máximo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que extienda la constancia de presidente electo a Felipe Calderón, pero queremos decirles desde aquí que no nos vamos a dejar.

Queremos decirles desde aquí que, aunque sabemos que vamos a un movimiento largo de resistencia, tampoco nos vamos a rajar, que nuestra lucha no va a terminar hasta que Andrés Manuel López Obrador se le reconozca como auténtico y legítimo presidente de la República Mexicana.

¡Viva Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México!
¡Viva México!

Reformar al Estado, o perder la República

POR DR. SANTIAGO NIETO

www.aye.com.mx

Era una tarde de otoño, del año 1787. Con el caer de las hojas, un ama de casa se acercó a Benjamín Franklin, quien salía de la convención constituyente norteamericana. “Y bien doctor“ –cuestionó la dama –“¿Qué tenemos: una monarquía o una república?”. Cuentan que Franklin, se detuvo un momento, tocando su barbilla en señal de reflexión, y contestó pausadamente a la mujer: “Una república … si es que pueden conservarla”.

En estos días, los mexicanos debemos reflexionar mucho sobre ésta anécdota: ¿Estamos conservando nuestra República o la estamos perdiendo por nuestra falta de visión? Es claro que estamos ante una coyuntura histórica desastrosa (escribo a unas horas del informe, sin saber a ciencia cierta que puede ocurrir). Centurias hace que el país no estaba tan dividido, tan polarizado, tan encarnizadamente molesto con el que piensa diferente. Podría asegurar que, desde 1988, las instituciones del Estado y la clase política no se encontraban tan cuestionadas como ahora y que, desde hace muchos años, la legitimidad del Presidente, por su propia estulticia, no se encontraba tan erosionada como hoy (se erosionaba por otras cosas, pero no por estulticia).

En ese marco, Fox deberá rendir un informe ante un congreso que, por lo menos en un tercio de sus integrantes, le será francamente hostil. En ese marco, el próximo presidente de la República habrá obtenido su cargo con el voto del 13% de la población de la República; en ese marco también, los partidos habrán dilapidado casi siete mil millones de pesos en sus campañas electorales, sólo de recursos públicos, de los cuales, un 60% habrá ido a parar a los bolsillos de los medios de comunicación electrónica. No se necesita ser un genio para percatarse que algo anda mal, si frente a estos excesos de la clase política, tenemos un país de 60 millones de pobres, de 10 millones de analfabetas, de crecimiento geométrico de la criminalidad.

¿Cómo salir de este callejón sin salida? Hoy, que todo polariza y todo nos divide, creo que la reforma del Estado puede ser un único camino para encontrar la reconciliación nacional. Pero tendrá que ser una reforma del Estado integral, no simulada; una reforma pactada entre todos, y no la imposición de los vencedores a los vencidos, como la que vimos el día de ayer en el reparto de puestos de San Lázaro, entre priistas y panistas.

Quiero soñar con una reforma que transforme nuestro trasnochado sistema presidencial en uno que brinde al país gobernabilidad y democracia. Poco importa si esa estabilidad se consigue por una segunda vuelta o a través de la construcción de un régimen semi parlamentario. Una reforma que dé seguridad a los inversionistas con los temas de reforma fiscal y laboral, pero que combata a fondo las enormes desigualdades sociales mexicanas, no con base en una política de caridad, sino con un programa de justicia social reivindicatorio; que cambie el obsoleto modelo de informe presidencial, pero que obligue al ejecutivo a rendir cuentas de sus actos y de sus omisiones y, a éste en particular, a rendir cuentas de los actos de su esposa y su parentela política; una reforma que sacuda a nuestras instituciones, empezando por las obsoletas; que reconozca que el petróleo es nuestro. Una reforma que se traduzca en una nueva Constitución, que logre que este país, otrora una república orgullosa de si misma, vuelva a verse al espejo sin bajar la mirada.

Tal vez mi punto de vista podrá parecer muy ingenuo, típico de un académico que no ve las condiciones imperantes en la República. Sin embargo, más ingenuo me parece, creer que con base en un discurso de aplicación letrista del Estado de Derecho y con una campaña fuerte en los medios de comunicación, los seguidores de la Coalición por el bien de todos van a claudicar en sus demandas. No lo creo, al contrario, creo que este discurso abona al enfrenamiento social. Lo mismo del otro bando: es ingenuo pensar que las movilizaciones sociales, por si mismas, podrán desencadenar el cambio de las instituciones de México. Dejemos de ser ingenuos, pero soñemos soluciones, para poder responder que supimos conservar la república. De lo contrario, el único escenario posible será el enfrentamiento inmediato y, con el paso de los años, la balcanización.

QUE NO MAME EL VIEJITO ZERMEÑO

El pinche panista viejito de Zermeño, quién quedó como presidente de la mesa directiva en San Lázaro, negociando con el PRI, el Verde y el PANAL, dice que si no hay condiciones el TRAIDOR no asistirá a leer su informe... Así documentado en esta nota de La Jornada:


Si no hay condiciones para que Fox lea su informe, lo entregará: Zermeño

Ciro Pérez y Roberto Garduño

30/08/2006 18:18

México. El presidente de la Cámara de Diputados, el panista Jorge Zermeño, enfatizó que si no hay condiciones para que el presidente Vicente Fox rinda su sexto y último informe de gobierno “se aplicará la Constitución”, que en su artículo 69 establece que el Ejecutivo federal preside la instalación de la sesión de Congreso general y hace entrega al presidente del Congreso de su informe.


Pinche viejo pendejo... Pues si no hay condiciones es porque ustedes no las procuraron, es porque ustedes organizaron un fraude y es porque ustedes hicieron que la raza se encabronara, por eso no hay CONDICIONES.

Aquí una bonita foto pa que identifiquen a este personaje producto de las chaqueterías de todos los PRIANALISTAS VERDES.



Ahí nomás

QUÉ PARTE NO HAN ENTENDIDO?

El peje vuelve a repetir lo que ya ha dicho en reiteradas ocasiones. Aquí la nota de El Universal:

Descarta AMLO en Tabasco aceptar resultados del 2 de julio

Realiza el perredista su segundo día de proselitismo para respaldar a César Raúl Ojeda como candidato a gobernador de la coalición integrada por el PRD, PT y Convergencia

Jorge Ramos y Roberto Barbosa / Enviado y corresponsal
El Universal
Iquinuapa, Tabasco
Miércoles 30 de agosto de 2006

18:14 El candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos sostuvo que sus adversarios quieren que acepte los resultados de la elección del 2 de julio como reza el dicho popular: “lástima Margarito, ya pa’ la otra”, pero advirtió que “no, eso no”.

En su segundo día de proselitismo para respaldar a César Raúl Ojeda Zubieta como candidato a gobernador de la coalición integrada por el PRD, PT y Convergencia, el perredista es presentado como el “presidente legítimo” de México.

Asimismo, insistió en que no permitirá la “imposición” de Felipe Calderón como presidente de México.

“¿Cómo vamos a integrar el gobierno?”, preguntó a sus seguidores, que en reducidos grupos nutren los mítines.

Enseguida les explicó que “un gobierno se integra fundamentalmente por un elemento: el pueblo. El gobierno es el pueblo, no las oficinas, los escritorios y los guaruras. Es el pueblo y la autoridad moral”.

El tabasqueño añadió que como el pueblo está con él y además tiene autoridad moral, por eso está en posibilidad de instaurar un gobierno de la República el próximo 16 de septiembre en la Convención Nacional Democrática a celebrar en el Zócalo de la ciudad de México.

Y punto chingao, así que si se concreta el fraude no se aceptará el resultado y punto. Esta elección no fue limpia por ningún lado, bueno, fue más limpio el partido de futbol entre Argentina e Inglaterra en el mundial de México 86... Para que se den una idea.

Por eso desde aquí les volvemos a decir (por enésima vez) a los magistrados del TRIFE... "LA MANCHA DE UNA ELECCIÓN FRAUDULENTA NO SE LIMPIA NI CON TODAS LAS AGUAS DE LOS OCEANOS", jijos de la chingada.

Ahí nomás.

DOS DE VIZCAINO.

El jaloneo por el poder en el Congreso.



Escrito por Roberto Vizcaíno
30-08-2006
TRAS LA PUERTA DEL PODER.


“¿Por qué tendríamos nosotros (los priístas) que ir a hacerle el trabajo sucio al PAN?... si la presidencia de la Cámara de Diputados le corresponde al PRD, pues que se la den”, dice Beltrones.
“Ustedes no se metan… mañana (hoy) va a haber madrazos”.


El coordinador de los diputados entrantes del PRI, el yucateco Emilio Gamboa envió a algunos de los suyos, a aquellos que tienen amigos dentro de las filas de los diputados electos del PRD, a sondear a los diputados entrantes del Sol Azteca respecto a cual será su actitud durante la sesión de hoy en la instalación de la LX Legislatura en Cámara de Diputados, y qué era lo que ellos esperaban de la bancada tricolor.
La respuesta fue rápida y sin engaños: “va a haber madrazos”.
Ante esta circunstancia los priístas indicaron:
“Nosotros iremos sólo como mirones… allá ellos con lo que hagan”.

Sin embargo los del tricolor no podrán hacerse un lado. Son parte interesada en la contienda. Eso porque, a decir del propio coordinador de los diputados del tricolor, Emilio Gamboa, “nosotros vamos por la presidencia de la Junta de Concertación Política y por la de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados… y les aseguro que cuando menos nos vamos a quedar con una”.

Ayer mismo en razón de esta negociación se reunión a comer con los coordinadores de las fracciones del PAN y del PRD, Héctor Larios y Javier González Garza, respectivamente.

Durante la noche el coordinador de los perredistas advirtió que la comida fue un fracaso.
“No hubo acuerdo… nos van a querer mayoritear (los panistas y priístas), pero ya veremos entonces como nos va”, agregó.
Lo cierto es que hoy la mesa directiva de la Cámara con la que se instalará hoy la legislatura, estará presidida por el ex gobernador sonorense, el priísta Carlos Armando Biebrich y como vicepresidentes el ex gobernador priísta de Oaxaca, José Murat y la panista María Elena Álvarez viuda de Vicencio. Ellos son los decanos en la legislatura entrante.

En caso de que los coordinadores parlamentarios no logren ponerse de acuerdo durante las últimas horas para integrar la nueva mesa directiva, entonces Biebrich sería quien respondería el sexto y último informe de Fox el próximo viernes.

Versiones extraoficiales indican sin embargo que hoy podría quedar como presidente de la mesa directiva de la Cámara el priísta Samuel Palma César, quien fuera muy cercano a Luis Donaldo Colosio o el actual secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI, Carlos Chauran.

En un tercer nivel se menciona al panista coahuilense Jorge Zermeño Infante. La cuestión es que nadie considera que pudiera quedar algún perredista.

Yo puedo decir que no habrá sorpresas: las presidencias de la Junta de Concertación Política y la de la mesa directiva de la Cámara de Diputados quedará, necesariamente, entre panistas y priístas, simple y sencillamente porque los perredistas están en son de guerra.

En este escenario sin embargo no todos los priístas están de acuerdo. Uno de ellos, el coordinador de los senadores entrantes del tricolor, el ex gobernador sonorense, ex subsecretario de Gobernación y ex presidente de la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones ha expresado en corto no coincidir con su correligionario Emilio Gamboa Padrón.

“¿Por qué tendríamos nosotros (los priístas) que ir a hacerle el trabajo sucio al PAN?... si la presidencia de la Cámara de Diputados le corresponde al PRD, pues que se la den”, dice.

Sabe bien sin embargo Beltrones que los panistas nunca van a permitir que un perredista llegue ahora a la presidencia de la Cámara de Diputados simple y sencillamente porque, quien resulte electo para el cargo, será quien responda el sexto informe de Fox y quien entregue luego, el primero de diciembre, la banda presidencial a Felipe Calderón, y en las condiciones actuales es impensable que un perredista pudiera hacer ambas cosas.
En el Senado de la República la integración de los órganos de poder interno quedaría en la forma siguiente: la Junta de Coordinación Política la presidiría Santiago Creel y la mesa directiva la encabezaría Manlio Fabio Beltrones, o viceversa.

No hay de otra a causa de las circunstancias.

BREVES:
¡Vaya tropa! La mañana de ayer el ex gobernador de Oaxaca Heladio Ramírez -hoy convertido en Presidente de la Confederación Nacional Campesina-, encabezó la clausura del Congreso Nacional de su organización en la Casa del Agrarista. Estuvo acompañado por la prehistoria aún en vida de esas filas: ahí, en el presidium estuvieron codo a codo Beatriz Paredes, Luis Martínez Villicaña, Rafael Rodríguez Barrera, Augusto Gómez Villanueva, Alfredo Ríos Camarena, Celso Humberto Delgado, Hugo Andrés Araujo, Mario Hernández Posadas, Enrique Jackson Ramírez y Mariano Palacios Alcocer.
Los diputados entrantes del tricolor partirán hoy en camionetas desde la sede nacional de su partido, en Buenavista, hacia el palacio Legislativo de San Lázaro en previsión de cualquier bloqueo o confrontación perredista, o de que tengan que salir huyendo.
Ninguno llegará sólo o en su auto.


¿Estrategia, o falta de capacidad de respuesta?.



Escrito por Roberto Vizcaíno
30-08-2006
TRAS LA PUERTA DEL PODER

Las sesiones de instalación de las cámaras de Diputados y Senadores quedaron marcadas como de mero trámite. Se impusieron las mayorías del PAN-PRI-PVEM y PANAL a fin de integrar mesas directivas a modo. Eso al parecer es lo que prevalecerá en los meses y años siguientes en este Congreso.
A los perredistas los venció el recinto.


Y por eso ayer en la Cámara de Diputados finalmente prevaleció el escenario menos esperado: el grupo legislativo del PRD abandonó la rijosidad en defensa de la causa de Andrés Manuel López Obrador, se colocó el traje y la corbata, y le entró al molino del debate civilizado, ríspido, duro, pero respetuoso y fue rebasado por la nueva aplanadora PAN-PRI-PVEM y PANAL.

Imponente, iluminado por el formidable candil de cristal que pende al centro desde lo más alto, simulando un enorme caracol, y con sus enormes banderas nacionales cruzadas tras el podium, con sus muros plagados de nombres de instituciones y personajes vitales para la Nación, cubiertos de historia, el enorme salón de plenos de San Lázaro los vio entrar ayer apurados a las 11:38 horas en pequeños grupos o solos, callados, para urgidos buscar y ocupar su curul.

La sesión de instalación había comenzado sin ellos, justo a las 11:30 para cumplir con los primeros pasos formales. Ahí ya estaban los demás grupos parlamentarios.
En algunos momentos parecía una réplica de la sesión de finales de agosto de 1997, cuando el llamado Bloque Opositor instaló esta misma cámara sin la bancada del PRI. Pero no fue así, al final los perredistas llegaron y se sentaron.

Unos minutos después, desde la tribuna, el priísta Carlos Armando Biebrich tomó posesión como presidente de la mesa de decanos.

A su lado estuvieron la panista María Elena Álvarez viuda de Vicencio y el oaxaqueño José Murat y abajo, como secretarios, los tricolores Héctor Hugo Olivares y Joel Ayala.

Una vez que él mismo asumió su cargo, Biebrich tomó la protesta a los presentes, un total de 480 diputados electos. Ninguno expresó su inconformidad, ni juró bajo protesta. Nadie. Ni los perredistas.

La corta agenda preveía además la elección de la mesa directiva que deberá operar durante el primer año de la naciente legislatura, y la integración de las comisiones que actuarán el próximo viernes primero de septiembre.
La sesión entró sin embargo inmediatamente en su primer receso, para dar oportunidad de reflexionar, dijo Biebrich, las propuestas que presentarían las diversas bancadas para componer la mesa directiva.

El primer receso se fue hasta las 16 horas. Al reinicio se dio a conocer que los coordinadores habían pactado un debate previo a la integración de la mesa.

Así, la primera en ocupar la tribuna ayer para un debate en la naciente LX Legislatura, fue la perredista Ruth Zavaleta, exdelegada de la Venustiano Carranza. Le siguieron Elías Cárdenas Márquez (Convergencia), Jaime Cervantes (PT), Juan N. Guerra (PRD), José Manuel del Río Virgen (Convergencia), Raymundo Cárdenas (PRD), Cuauhtémoc Velasco (Convergencia), Christian Castro Castaño (PAN), Alfonso Izquierdo y José Murat (PRI).

Hablaron y se quejaron de cualquier cantidad de cosas, y Juan Guerra y Murat exigieron que Biebrich pidiera el retiro de la fuerza pública que tiene sitiado a San Lázaro.

Biebrich se concretó a remitir esta exigencia al presidente de la mesa saliente, al panista Álvaro Elías Loredo, quien solicitó y por quien la policía capitalina, la PFP, el Ejército y el Estado Mayor Presidencial impusieron este cerco.

Una vez concluido el debate, sin más trámite se puso a votación la única propuesta de integración de la mesa directiva presentada durante la sesión. Esta fue registrada conjuntamente por las bancadas del PAN, PRI, PVEM y Nueva Alianza que, ¿casualmente?, son las fracciones cuyos diputados suman 338 votos, los suficientes para cubrir el requisito de los 333 legisladores que se requieren para aprobar una iniciativa que requiera de mayoría calificada, o sea las dos terceras partes de los 500 diputados.

Así quedó ayer mismo aprobada la presidencia del panista Jorge Zermeño Infante, quien se encargará de responder el sexto y último informe de Fox y entregar la banda presidencial el primero de diciembre a Felipe Calderón.

Como sus vicepresidentes fueron electos la también blanquiazul María Elena Álvarez viuda de Vicencio, la perredista Ruth Zavaleta y el priísta Arnoldo Ochoa.
Las secretarías las ocuparán Antonio López Adame, Jacinto Gómez Casillas y María Eugenia Jiménez Valenzuela.
Ninguna sorpresa, ya que al menos gran parte de eso había sido informado antenoche, casi oficialmente, por la agencia Notimex.

EN EL SENADO, LA MISMA RECETA.
Casi en forma simultánea, en el Senado de la república se realizó una sesión de instalación cuyo tono fue muy similar al de la Cámara de Diputados.
Abrieron la sesión los decanos. La presidencia la ocupó el cenecista Heladio Ramírez y como vicepresidentes Manlio Fabio Beltrones y Ricardo Monreal, y como secretarios Jesús Murillo Karam y Carlos Jiménez Macías.
Vino luego la votación, y la mesa directiva para el periodo de septiembre de 2006 a 2003 es: como presidente el coordinador de la bancada tricolor, el sonorense Manlio Fabio Beltrones y como vicepresidentes Francisco Arroyo Vieyra y Ricardo Torres Orijel.
Al concluir este procedimiento, y una vez metidos en la integración de las comisiones senatoriales que operarán el primero de septiembre, el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, pidió a Beltrones no incluir a ningún perredista para recibir o actuar al lado de Fox.
Así concluyó este primer encuentro de la LX Legislatura en una o otra cámaras, con bancadas del PRD sin dientes.


Comento: Todo este pinche rollo viene a cuento, porque sin duda este va a ser el ritmo que tomarán las deliberaciones en el Congreso. La aplicación de la aplanadora del mayoriteo prianistanal.

Y es aquí donde cobra vida y fuerza la actuación de la Convención Nacional Democrática. Con la CND marcándoles el paso a los prianalistas, jamás -oígase bien, jamás- los dejaremos que tomen decisiones contrarias al interés de la Nación, v,gr. la privatización energéttica. Nuestros diputados en el Congreso, no están solos. Todo un pueblo está con ellos y en contra de los facciosos.

CON RAZÓN LOS "VIVOS" SE ALINEAN.

22 Periodistas 22



Escrito por Fausto Fernández Ponte
30-08-2006
Asimetrías


I

¿Es usted abogado? ¿O médico? ¿Ingeniero o arquitecto? ¿O contador? ¿O político? ¿O empresario grande, mediano, pequeño o micro? ¿O Maestro universitario? ¿O profesor?
Fuere lo que fuere usted, caro leyente, en México las posibilidades de que lo asesinen en aras de su ocupación son muy reducidas. La ley de probabilidades está de su lado.
Cierto es que la delincuencia organizada no suele distinguir entre profesión, oficio u ocupación y, según las estadísticas, las probabilidades de asalto y robo son altas.
Por supuesto, hay abogados, médicos, ingenieros, contadores, etcétera que han sido muertos, secuestrados y torturados, mas no por su ocupación, sino por otras razones.
Pero hablamos aquí de aquellas personas que, por la especificidad de su ocupación, suelen ser amenazadas o agredidas físicamente e incluso asesinadas.
Ese es el caso de los periodistas, quienes, por su desempeño, conforman uno de los grupos más vulnerables de la sociedad, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
La CNDH identifica como grupos vulnerables a los indígenas, así como a mujeres de ciertos estratos sociales, como las trabajadoras de las maquiladoras en la frontera.

II
El tema es de actualidad suma. La Cámara de Diputados --la LIX Legislatura, que mañana fenece-- difundió el viernes 25 de agosto un informe en el que se consigna lo siguiente:
1) Durante este sexenio --el de Vicente Fox-- han sido asesinados o desaparecidos 22 periodistas, siendo las causas dominantes el desempeño de su ocupación.
2) En ese mismo lapso, fueron agredidos físicamente cientos de periodistas, algunos de los cuales sufrieron heridas en mayor o menor grado.
3) Los autores intelectuales y matreriales de esos asesinatos son personeros del poder público --en sus tres instancias-- y sicarios de los cárteles del narcotráfico.
4) En ese mismo lapso --cinco años nueve mneses-- han sido atacados físicamente, con armas de fuego y granadas inclusive, las instalaciones de varios medios difusores.
El informe acerca de los asesinatos de periodistas fue elaborado por un grupo de trabajo de seguimiento de la Cámara encabezado por la diputada Beatriz Mojica Morga, del PRD.
Ese informe --que fue final-- fue presentado a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, cuya Junta de Coordinación Política es presidida por Pablo Gómez.
El diputado Gómez, también del PRD, dijo que "esos hechos son un fenómeno terrible" y planteó que el Estado mexicano proteja a periodistas no sólo con leyes, sino en los hechos.

III
Otro miembro de ese grupo de trabajo de seguimiento, el diputado Jesús González Schmall, comentó al ser presentado el informe que la ocupación de periodista es de "alto riesgo".
Este legislador dijo: "Desde hace varios años hemos podido constatar que en la práctica ser comunicador sí puede llegar a convertirse en profesión peligrosa".
Quienes ejercemos este oficio de "comunicador" --el vocablo no es el más apropiado, pues existe el más específico de periodista-- coincidimos con esa apreciación.
Empero, discrepamos del diputado González Schmall. Esta ocupación ya es peligrosa, desde hace tiempo, pero acentuadamente en el sexenio del señor Fox. Lo sabemos bien.
En efecto. Quienes vivimos de esta ocupación sabemos de los riesgos que corremos por desempeñarla y, por ende, de su peligrosidad. Vivimos expuestos y, amén, bajo enorme estrés.
El estrés deviene, precisamente, del desempeño y de que hay conciencia de riesgos y peligros que se corren, añadidos a bajos salarios y prestaciones e inseguridad laboral.
Lo alarmante en ese informe de la Cámara es, a nuestro ver, el papel creciente de los personeros del poder público y el crimen organizado en los asesinatos y desapariciones.
A ello añadiríase la impunidad de la que gozan los perpretadores de asesinatos y desapariciones y otros agravios a periodistas. El Estado mexicano es cómplice por comisión.

elgritodh@prodigy.net.mx

Glosario:

Fenece: acabarse, terminarse o tener fin.

DE FRAUDES,CERCOS Y CERCAS.

Instituciones y resistencia



Escrito por Eduardo Ibarra Aguirre
30-08-2006
Utopía


La decisión tomada el lunes 28 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fue interpretada por Andrés Manuel López Obrador como “convalidar el fraude a la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 2 de julio y respaldar a los delincuentes que nos robaron la elección presidencial. Con esta decisión se rompe el orden constitucional y, en los hechos, se abre el camino a un usurpador que pretende ocupar la Presidencia de la República mediante un golpe de Estado”.

Tras 47 días de diligencias, presentación de pruebas y análisis de los comicios más disputados en la historia del país, el candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos sometió en la Plaza de la Constitución al juicio más severo que se conozca sobre la institución electoral que aún no rebasa su primera década de vida.
Dijo AMLO: “Los siete magistrados del supuesto Tribunal Electoral asumieron una actitud cómplice al desechar pruebas contundentes y pretender ignorar lo que es de dominio público. Durante todo el proceso electoral de 2006, desde su preparación hasta su calificación, el presidente Vicente Fox organizó y ejecutó un operativo de Estado para impedir a toda costa la llegada a la Presidencia de la República del candidato de la coalición Por el Bien de Todos”.

Lo que desde hace un mes se percibía como medidas crecientes y decididas de movilización ciudadana -subrayando más la intensidad que la extensión social- alrededor de la resistencia civil pacífica, ahora se entiende mejor que correspondían a una percepción clara de parte de la Comisión Política de la coalición --la dirigencia colectiva ocultada perversamente por la mediocracia-- del rumbo que tomaría el costosísimo TEPJF para afrontar jurídicamente la crisis política y poslectoral más profunda que haya padecido México.

El más destacado actor que generó esta crisis fue, desde muy temprano, la Presidencia de la República y prácticamente todo el andamiaje gubernamental que coordina y que directa e indirectamente trabajó para apuntalar con recursos humanos y del erario a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa.
Le siguió el Consejo General del Instituto Federal Electoral, encabezado por Luis Carlos Ugalde Ramírez, para quien el arbitraje comicial no es incompatible con los compromisos políticos con Elba Esther Gordillo Morales y con los eficientes servicios prestados a Calderón, padrino de su primera esposa.

Y más recientemente, la cantinflesca e interesada automarginación de Mariano Azuela Güitrón, al criticar en la universidad de los Legionarios de Cristo los alcances del 97 constitucional, para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no intervenga en este hondo litigio.

Cuando menos estas instituciones actuaron con espíritu de facción y ahora son acremente señaladas por un tercio del electorado y de antemano están limitadas para intervenir en la búsqueda de soluciones a esta delicadísima y compleja situación en la que el instrumental de la política ha estado ausente, por lo menos desde el 2 de julio, en los gobernantes, los agentes económicos, los liderazgos políticos y los poderes fácticos.
Los signos de ingobernabilidad se multiplican en Oaxaca y otros estados, aunque Fox percibe que “El conflicto se reduce a una sola calle del país, nada más”. Y el narcotráfico y el crimen organizado sustraen de la soberanía nacional a regiones enteras.

Acuse de recibo.
La contadora pública Rocío Sansores comenta sobre Cerco informativo (25-VIII-06): “Los que deberíamos hacer el cerco somos los ciudadanos. No sólo al gobierno y partidos políticos que comen de nuestros impuestos y mal hacen su labor, sino también a los medios de comunicación, analistas, comentaristas, editorialistas y etc., que con soberbia absoluta (salvo muy honrosas excepciones) son insensibles a las voces del sector llamado clase media y no se dignan contestar correos electrónicos escritos en el marco del decoro y educación ( repito, salvo honrosas excepciones); sin los que los escuchamos, leemos y vemos simplemente no llevarían pan a sus casas”...

Catalina García informa: “Margarita Miranda, trabajadora de la Escuela Normal Superior de México y que vive muy cerca de la Cámara de Diputados, me cuenta que los vecinos de su calle tuvieron que ir todos juntos a reclamarle a los -dice ella- prepotentes y majaderos de la PFP y del Estado Mayor Presidencial, que no permitían que los camiones surtidores de gas doméstico pasaran por su calle, en muchas casas ya no había gas y sólo así pudieron tener el servicio”.

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ÓRALE FECALÍN: AHI TE HABLAN.

ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ

¿QUE RENUNCIE CALDERÓN?.

ES CONSIDERADO AMIGO de Vicente Fox. Y ayer, en un desplegado publicado en al menos dos diarios de la capital nacional, le pide a Felipe Calderón que renuncie a su pretensión de tomar posesión como Presidente de México, como una "prueba de lealtad a México".

El abajo firmante de tal desplegado es Javier Livas Cantú, un regiomontano que fue precandidato presidencial del PAN en 1993, hijo de un ex gobernador neoleonés y quien se autodefine como "agente de cambio, activista por la democracia y la libertad".

También ex miembro del Grupo San Ángel, Livas le dice a Calderón que "los resultados electorales preliminares han sido muy apretados, cuestionados y poco convincentes. La duda azota al propio PAN, que se ha negado a apoyar la apertura de los paquetes electorales... Tú mismo has afirmado que el IFE es una institución desgastada".

Antes, Livas dice a Felipe Calderón:
"Una realidad incontrovertible: ningún tribunal podrá restaurar un resultado electoral que nació asfixiado, evidentemente manoseado y turbio."

También le recuerda al aún candidato Calderón que "Clouthier, Conchello, Fox, Barrio, R. Elizondo, Canales y muchos otros panistas recurriendo a la resistencia civil activa violamos deliberadamente leyes y reglamentos durante los 80’s y 90’s en la lucha por ganar el derecho a tener elecciones limpias, transparentes y, por ende, confiables… La resistencia civil activa ya está germinada y arraigada; y contiene un elemento de volatilidad. Muy posiblemente podría descarrilar a un gobierno que sea percibido como ilegítimo y haría casi imposible un diálogo tardío…

Livas Cantú habla asimismo del vacío de poder en el que hoy vivimos los mexicanos "y se percibe un ambiente premonitorio de enfrentamientos violentos… Ya existe la masa crítica para un altercado social en ambos extremos del espectro político…"

Y le subraya a Calderón que todo está dado para que sea declarado Presidente Electo, aunque considera que "caeríamos en una designación formalmente válida, pero percibida como ilegítima", por lo que Livas urge a Felipe Calderón a hacer frente a su primera obligación que sería la de evitar un caos irreversible.

"Ante este predicamento –enfatiza--, considero que por el bien de México deberías considerar renunciar a cualquier designación que haga el Tribunal Electoral. Idéntica propuesta procede frente a Andrés Manuel López Obrador."

Y tras ello, su propuesta para que ambos personajes se reúnan, fuera de toda grilla, y con un grupo de personalidades se aboquen a rediseñar nuevas instituciones para el país.

No dice Livas en su documento, empero, quién deberá conducir la administración pública a partir de que su amigo Vicente Fox deje la Primera Magistratura.

¿Sería eso también materia a discutir entre Calderón y López Obrador?
¿Tendrían estos dos a algún candidato que satisficiera los requerimientos de ambos?
¿Quién?
Bueno, se trata de una idea manifiesta en un desplegado.
Nada más.
www.indicepolitico.com / paco@indicepolitico.com

¿CANDIDE$?...$$$$$$

Carlos Montemayor.

La calificación y el tribunal.

Antes de la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), durante numerosas décadas los nuevos legisladores se erigían en colegio electoral para calificar las elecciones organizadas por el propio gobierno federal, en las que ellos habían resultado ganadores. Al finalizar el siglo XX la sociedad mexicana se propuso crear dos instituciones que de manera independiente y autónoma se ocuparan, una de ellas, de la organización de los comicios y, la otra, de la calificación de éstos, con el fin de terminar con la inercia de las elecciones de Estado, manipuladas o sometidas al control de los intereses del poder en turno.

Era necesario que los magistrados del tribunal electoral recordaran ese propósito básico de su origen, para que después tomaran en cuenta dos principios más de la historia propia del derecho: el bien común y la ahora cada vez más remota noción de justicia. No olvidemos que antes de la creación del IFE y del TEPJF se afirmaba siempre que las elecciones eran legales. Y en efecto eran legales, pero no legítimas; eran legales, pero no justas; eran legales, pero no equitativas.

Regresar ahora al concepto de lo legal, que haga a un lado el propósito original de las nuevas instituciones electorales, empobrece la visión de la legalidad y oscurece la noción de legitimidad. Apegarse a la ley sin los propósitos que sustentan o deben sustentar en sus fundamentos a la ley misma y a la acción de los jueces mismos no puede consolidar la naturaleza esencial para las que fue creado el tribunal. Es decir, los magistrados tuvieron en sus manos no solamente la posibilidad de legitimar las elecciones presidenciales (no legalizarlas, que no es igual), sino legitimar la acción y sentido del tribunal mismo.

El IFE y el TEPJF debían asegurar que los procesos electorales no gravitaran ya en función del poder político en turno, decíamos. Pero los consejeros actuales del IFE demostraron con creces su parcialidad. Cuadros del viejo sistema político mexicano demostraron, también con creces, su disposición renovada a seguir confundiendo la democracia electoral con el control de los procesos electorales.

Faltaba sólo conocer el desempeño del tribunal como última instancia. El recuento de más de 11 mil casillas planteó al TEPJF dos posibles caminos, ambos legales pero de diferente profundidad y perspectiva. Uno, que al parecer prefirieron asumir los magistrados como único, reducir su valoración al ajuste aritmético del recuento de votos. Desde esta perspectiva, todas las alteraciones posibles, intencionales o no, se reducirían al ajuste aritmético de los errores detectados.

La suma y la resta aritmética como medida de valoración es un camino legal, cierto, pero no el único. Sobre todo cuando el magistrado presidente expresó que "si no se invocan hechos para configurar una hipótesis de la ley, el juzgador no es investigador, no es fiscal que deba estar investigando hechos en la calle o con la gente. Tiene que partir sobre la base de los hechos que invocan las partes, el actor especialmente".

Cierto, no le faltó razón al magistrado presidente. Sobre todo con la explicación que agregó el magistrado José de Jesús Orozco: "los justiciables saben que sus pronunciamientos de carácter político, por legítimos que sean, deben traducirse en términos legales y probatorios para que sean viables. Ese es el sentido de la judicialización de la política: resolver conforme lo dispone el derecho".

De acuerdo. Otra vez de acuerdo. Sin embargo, llama la atención que en la resolución hayan insistido en adjudicar las inconsistencias en las actas al error aritmético y explicar que "el dolo es una conducta activa que lleva implícito el fraude o el engaño. El dolo no se puede presumir, sino acreditar (...) Existe presunción de que la actuación de funcionarios de casilla es de buena fe y conforme a derecho".

Precisamente en ese particular sentido fueron insuficientes las exposiciones doctrinales y procesales del tribunal. Porque, en efecto, la otra opción, también legal, era la valoración del tipo de errores aritméticos detectados que pudieran sugerir o revelar un error sistemático.

La posibilidad de un error sistemático puede comprobarse más efectivamente que la actitud subjetiva del dolo. Un error sistemático es susceptible de asimilarse al dolo, por supuesto, pero también a otros conceptos: fraude, control estadístico, manipulación estadística, programas estadísticos selectivos, mecanismos todos que no tienen que ver con "el dolo" de los funcionarios de casillas, sino con la organización del conteo de los comicios donde los ciudadanos no participan.

Los magistrados, como no son investigadores en la calle ni fiscales, prefirieron reprobar en derecho a los abogados del PRD y argumentar, como los apologistas del IFE, que el cómputo oficial es resultado de la buena fe de los ciudadanos que participaron en las casillas y que por tanto ese cómputo no debía calificarse desde una perspectiva que no fuera aritmética.

La estadística es una herramienta muy importante para que cualquier gobernante tenga acceso a la información detallada de las variables sobre economía, demografía y de cualquier tipo que le permita tomar decisiones en bien de sus gobernados. También es útil para empresarios y científicos. Pero los datos estadísticos pueden ser mal interpretados o utilizarse tendenciosamente para sustentar conclusiones falsas.

En ese sentido, el análisis de una muestra es fundamental para la obtención de resultados válidos, y generalmente el problema se centra en calcular el menor tamaño posible de la muestra para obtener resultados significativos dentro de un intervalo de confianza. En el caso de la muestra de más de 11 mil casillas, hubo más de 60 por ciento de errores de conteo e imprecisiones. Por extrapolación, la gran mayoría de las casillas se encontrarán en las mismas condiciones.

Lo grave de este asunto no son los errores propiamente aritméticos, sino la reiteración sistemática de casillas donde hay más boletas de las que se dispuso para ellas o más votos de los ciudadanos empadronados, o menos sufragios pero sin boletas no usadas. La incidencia de ese tipo de errores no son aritméticos, insisto; son señales de errores en el sistema. No haber tomado en cuenta esos "errores", no valorarlos como errores sistemáticos, es un grave error jurídico del TEPJF. No sólo histórico o político, sino de valoración jurídica.

Debemos aceptar, sin embargo, que ese grave error no podemos aducirlo como prueba del dolo de los magistrados, sino, por decir lo menos, sólo de su candidez. Candidez legal, por supuesto, pero candidez sobre todo. Justo lo que en el pasado electoral de México, a lo largo de numerosas décadas, se pedía a los ciudadanos en cada jornada electoral manipulada: candidez.

FOX Y SU RETIRO INDECOROSO.

Luis Linares Zapata.

Fox: bombardero imparable.

Los enconos que Vicente Fox fue sembrando con su alocada predicación a lo largo del sexenio terminan en un berenjenal político, económico y social. Calles alumbradas con hogueras por vigilantes furtivos en Oaxaca, plantones de opositores en el mero Paseo de la Reforma de la capital, rasposa división clasista de los mexicanos con ribetes de enfrentamiento inevitable y una fábrica nacional exhausta y desmembrada son derivadas directas de sus provocaciones compulsivas. El crecimiento económico más ralo de toda la era neoliberal, la mayor deuda interna de la época posrevolucionaria, la menor tasa de empleo efectivo atada con una cauda, calculada en millones de hombres, mujeres, niños y hasta ancianos expulsados al exterior, todo ello como subproducto colateral de su desgobierno. Sin caer en la exageración: la peor administración del país desde el finiquito de la bola allá por los años veinte del siglo pasado.

Un saldo poco halagador para aquel que se erigió vencedor de los priístas y que inició su periodo dando alegres vueltas por el ancho mundo arropado por el famoso bono democrático. Mismo pergamino que derrochó en menos de un semestre de dislates diplomáticos y promesas de entregar el sector energético a cualquier fenicio interesado. Fox fue y sigue siendo, un real, efectivo, contundente bombardero de sí mismo. Un destructor de la esperanza de muchos millones de mexicanos que lo vieron como emisario de la eficiencia, como un hombre bueno y sin rencores que aliviaría la corrupción y el intenso, grotesco tráfico de influencias del viejo régimen. Un ensayo que, con datos duros a disposición de cualquiera, resultó por demás frustráneo, pero que, al parecer, el electorado no le cargó tan burdos pasivos -tampoco al raquítico balance de los panistas- en las pasadas elecciones del 2 de julio.

Este viernes Fox intentará presentarse ante el Congreso para entregar su último informe. Lo preceden sus alardes que chicotean, casi a diario, a una ciudadanía ya bastante enardecida por la derrota que le infligieron los magistrados del tribunal. Valentía que suena más bien a capricho aderezada con toletes de la fuerza pública. Las bravuconadas de Fox se apoyan en miles de policías y soldados apostados en el vecindario que miran atónitos a los abucheadores como sospechosos enemigos. Están decididos a contener las protestas de una población iracunda, alebrestada por los infatigables cuan ilegales intervenciones sin recato de Fox a favor del candidato de su partido. Sus cotidianas peroratas, revestidas con mustios argumentos legaloides, no pueden ocultar la identidad del odiado personaje esencial en que trasmutó a López Obrador, el anverso de su medalla, el político al que nuca quiso ni entendió, el catalogado como peligro mexicano.

El Palacio Legislativo será, sin duda, el lugar apropiado para que Fox reciba, frente a la mirada de la nación, el reclamo por sus bocanadas sin riendas, el rechazo a sus devaneos por erigirse en flamígero dedo supremo. Dedo que se posó, según los tiempos y las circunstancias, intereses y sentires, primero en su esposa, después en el preferido ex secretario -todo Palacio- hasta asentarlo, a regañadientes, en un correligionario al que había despedido de manera irreverente. La condena por su entreguismo ante los poderosos, sobre todo a los dueños del capital globalizado, se ha ido generalizando en la medida en que se incrementa la desigualdad. El aberrante reparto de la riqueza que se multiplica sin control y donde los poderosos del país encuentran su correlato obligado de pobreza apabullante.

Fox no puede irse canturreando al rancho a disfrutar de un retiro indecoroso, salir indemne con su legado de bravatas, de insultos y provocaciones al por mayor, a pesar de su confianza en la protección del próximo presidente. Los disfraces conceptuales, las maromas legales con las que intenta recubrir sus fobias hacia López Obrador no podrán abandonarlo. Un país agraviado se lo habrá de impedir. En el norte, los vecinos han erigido una muralla para contener el flujo de inmigrantes, fruto de su irresponsabilidad laboral. La zona de desastre en que convirtió a la política exterior de México tardará varios años en ser reparada. Un movimiento social y político, inédito en la reciente memoria de México, toma cuerpo y está a punto de arrancar su peregrinaje por todo el territorio nacional como derivada de su manoseo antidemocrático, su maridaje con los poderes fácticos y el ninguneo clasista para con los de abajo. La pequeña historia de su mandato no escatimará condenas para este desfalleciente sexenio y su personaje estelar.

PERO ESTÁN COMO CUCHILLITO DE PALO.

Carlos Martínez García.
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De la que nos salvó Juárez.

Frente a lo que sucede en otros países de América Latina, en México debemos aquilatar en todo su valor la lid juarista que sentó las bases para la laicidad del Estado. En varias naciones del continente se encuentran debatiendo sobre los privilegios que todavía tiene la Iglesia católica en el sistema educativo y la protección estatal que, por convenios con el Vaticano, se brinda a esa confesión frente a las demás.

Solamente desde una visión constantiniana se puede seguir hoy criticando la sana separación Estado-iglesias. Tal separación conlleva otras características que debe guardar el aparato estatal, y una de ellas, que me parece central, es la vigencia del Estado laico.

Dada la creciente pluralidad de la sociedad mexicana el carácter laico de las instituciones estatales resulta indispensable y es la única forma de respetar la diversidad de opciones religiosas que elige la ciudadanía.

Además para los integrantes de las distintas comunidades de fe, sus organizaciones y liderazgo, el laicismo los pone en igualdad de derechos y responsabilidades.

El peso en historia y número de seguidores de una determinada confesión tiene que hacerse sentir hacia el interior de su propia feligresía, pero no debe ser elemento para exigir a los gobiernos un trato preferencial con el fin de que coadyuven a lograr los objetivos de una organización eclesiástica.

Pongo un ejemplo para ilustrar mi aserto anterior: la Iglesia católica tiene todo el derecho de adoctrinar a sus feligreses en la ética sexual que considera correcta. Para ello cuenta con recursos financieros, humanos y espacios propios donde sin cortapisas puede enseñar los principios que los católicos deben seguir en el ejercicio de su sexualidad.

Es en esos espacios propios donde debe convencer a la feligresía de que la abstinencia de relaciones sexuales es la conducta válida, y que es en el matrimonio monogámico y heterosexual donde sí puede tener sexo, pero sin hacer uso de métodos artificiales de control de la fertilidad.

Pero el Estado laico debe intervenir cuando la institución religiosa pretende imponer a la población en general su punto de vista sobre el tema, o cuando al amparo de velar por la mayoría de los mexicanos y mexicanas la Iglesia católica quiere impedir que los textos escolares incluyan información que considera nociva para los niños y adolescentes.

En el aspecto educativo el Estado debe garantizar el derecho que tienen los estudiantes para informarse sobre cómo funciona su sexualidad y las formas de posible ejercicio. Ya depende del bagaje ético que cada quien tenga la toma de decisiones en este tópico. Pero la información científica que hay debe proporcionarse por el sistema educativo de un Estado laico.

En países como Colombia, Bolivia, República Dominicana, Perú, Argentina y otros de América Latina, la legislación privilegia en varios terrenos a la Iglesia católica. En esas naciones los evangélicos denuncian favoritismos hacia la religión mayoritaria (más bien a sus representantes eclesiásticos y corporaciones) y buscan cambios en las leyes con el fin de estar en un plano de igualdad.

En nuestro país esa igualdad existe jurídicamente, pero la inercia cultural hace que los funcionarios en la práctica rindan pleitesía a los clérigos católicos. La inercia mencionada tiene repercusiones inclusive en ámbitos críticos a las cúpulas católicas.

Hace unos años, invitado a un simposio académico para analizar la inserción social y política de distintas iglesias, fui testigo del trato diferenciado, preferencial, que el coordinador del mismo, investigador del fenómeno sociorreligioso en México, daba a ciertos conferencistas.

Por un lado se dirigía con mucho respeto y de usted a un obispo de un estado del centro del país, y por otro tuteaba con mucha confianza al presidente de una denominación protestante/evangélica, la Convención Nacional Bautista, a quien acababa de conocer.

Anécdotas aparte, con todo en México, y gracias a la gesta de los liberales encabezados por Benito Juárez y por el apoyo de la "chusma" que dio la espalda a la casta clerical, triunfó el Estado laico, el cual fue consolidándose en otras luchas populares, cuyos ejes distintivos quedaron plasmados en la Constitución de 1917.

El hecho le representó a México una ventaja sobre otros países latinoamericanos que todavía confieren privilegios legales a la Iglesia católica y sus altos funcionarios. Para Juárez fue imprescindible enfrentar el poderío económico y político de la Iglesia católica.

Se equivocan quienes todavía en nuestros días lo tienen por dirigente de un movimiento antirreligioso, cuando en verdad su lucha fue anticlerical porque el clericalismo campeante en sus días era un poder que buscaba mantener a la nación en el colonialismo.

El Estado laico, cuyas bases sentó Juárez, nos puso a tono con las nuevas condiciones que se estaban gestando en una sociedad en vías de diversificación.

Distintos estudios de opinión pública muestran que la actitud laica está bien internalizada en la mayoría de la población. Es un logro consolidado que, como todo lo que se construye socialmente, requiere fortalecerse para permanecer.


LOS QUE VOTAN NO DECIDEN NADA,LOS QUE CUENTAN LOS VOTOS DECIDEN TODO.

Alejandro Nadal.

Voto secreto y represión abierta.

Stalin lo dijo bien: los que votan no deciden nada; los que cuentan los votos lo deciden todo. Y así es. Lo que se necesita (entre muchas otras cosas) es expropiar el poder de los encargados de la contabilidad de votos para regresarlo a los votantes.

¿Cómo lograrlo? Examinemos la naturaleza del problema. Comenzamos con una conocida analogía que compara el voto con el poder de compra. Cuando los ciudadanos votan, se dice que revelan sus preferencias y escogen entre las alternativas que les ofrece el mercado electoral. La analogía es absurda, pero sirve para entender el problema.

El voto supuestamente nos hace iguales a todos. Por un instante fugaz, escondidos tras las cortinillas en la casilla electoral, emitimos un voto que debe contar igual para todos. Las transacciones monetarias, en cambio, son la medida de la desigualdad. El poder que me dan las guineas que tengo en la bolsa depende exclusivamente de la falta de guineas en la bolsa del vecino, sentenció el filósofo John Ruskin en 1862.

La analogía sirve para identificar una diferencia esencial entre transacciones monetarias y el sistema de voto secreto. Esa diferencia estriba en que la primera es una operación abierta y la segunda es oculta. Las personas que intervienen en el intercambio monetario tienen acceso a la misma información y pueden conocer el monto involucrado en la transacción. Es más, las partes no sólo pueden contar, sino que deben hacerlo para verificar que la transacción es entre equivalentes.

En cambio, en el voto secreto cada elector conoce su sentido, pero no conoce el de los demás. La emisión del voto está separada de la contabilidad. Surge entonces el problema: ¿quién va a contar los votos? La respuesta puede adoptar muchas modalidades, desde la injerencia ciudadana hasta las computadoras. Pero el problema subsiste. ¿Cómo asegurar que los votos sean fielmente contados?

La raíz del problema está en el voto secreto. Este sistema fue introducido para eliminar las presiones sobre los votantes. Propuesto por el movimiento reformista inglés conocido como el Cartismo, se usó por primera vez en Australia en 1856. El primer presidente estadunidense electo con este sistema fue Cleveland, en 1892. Pero eso no eliminó la polémica: las últimas dos elecciones presidenciales estuvieron manchadas por la sombra del fraude. Decididamente, el voto secreto no es la solución del problema.

Para restituir la unidad entre emisión y contabilidad hay que eliminar el voto secreto y sustituirlo por el voto abierto. Esto permite una contabilidad directa: en el mismo momento en que se vota, se cuenta. Además, cualquiera puede contar, no sólo los ''funcionarios de casilla'' o los ''representantes de partido''. Cualquier ciudadano podría realizar el escrutinio en tiempo real y cotejarlo con el conteo oficial.

Regresando a la analogía sobre transacciones monetarias, podríamos tener máquinas similares a los cajeros automáticos. Al introducir el voto, se imprimiría un recibo por escrito, con los datos del elector y el sentido de su voto. La huella de papel impediría cambiar el sentido del sufragio. Al final del día, los responsables de casilla desplegarían en público el listado de votos y cada quien podría verificar cómo fue contabilizado su voto.

Esta no es la solución de todos los problemas. Además, habría que enfrentar la cuestión de las amenazas y coacción del voto. De hecho, el voto secreto tampoco resuelve ese problema, como lo demuestra el uso de programas sociales en México en estas elecciones. El voto abierto permitiría expropiar y recuperar el control de la contabilidad, impidiendo que el conteo de votos sea el momento privilegiado del fraude. Más importante, eso acercaría a la democracia electoral a la multitud inteligente, en lugar de ser un asunto de ''especialistas'' en derecho electoral.

Hasta podríamos abolir a los tribunales especiales en materia electoral. Los tribunales especiales son análogos a las cortes de excepción y vulneran la idea de una justicia indivisible. Son una reliquia del sistema de fueros y privilegios de castas. Por eso el artículo 13 de la Constitución establece: ''Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales''. Pero en México, en la ''transición democrática'' se olvidó esto y se llegó al extremo de establecer un tribunal supremo paralelo a la Suprema Corte de Justicia.

Ahora tenemos un sistema cimentado en la desconfianza y sembrado de detalles procesales e intrincados vericuetos legales. La experiencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) muestra lo absurdo del tribunal especial. Los magistrados no velaron por la justicia, y la barroca ley electoral les permitió jugar con los formalismos para rechazar los recursos de inconformidad. Como resultado, el país está ahora metido en una peligrosa crisis.

Ayer los magistrados especiales manifestaron su lealtad a la cúpula del poder. Pero hoy la represión es el peor enemigo de Felipe Calderón. Si Vicente Fox quiere subsanar las deficiencias del tribunal especial con represión abierta, puede ordenarla. Pero salpicaría con sangre la flamante constancia de ''victoria'' electoral. Si lo hace, estará condenando la gestión de Calderón en Los Pinos a un trágico final.

¿LA SEGUNDA FUERZA?. EL PUEBLO DICE QUE ES LA PRIMERA.

Astillero
Julio Hernández López


Tierra arrasada
"Institucionalidad" en San Lázaro .

Nada de rancho: señora MH.
Hijitos en vías de exoneración .

Ni unos días se sostuvo en alto la linda zanahoria con que los beneficiarios del fraude electoral del 2-J pretendían hacer que los inconformes empujaran la carreta de la "institucionalidad". Apenas un día después de la emisión de las hamburguesas judiciales Mc Trife, la derecha se ha declarado (pre)militarmente victoriosa y pretende instalar como política la que los invasores o los tiranos aplican a quienes se les resisten, la de la tierra arrasada.

Aún sonaban en los oídos proclives las dulces palabras de aliento que desde el poder en vías de continuidad lanzaban los jilgueros intelectuales (¡oh, sí: el PRD debe aprovechar la oportunidad histórica de ser la segunda fuerza legislativa del país!) cuando ya estaba el bulldozer de la Nueva Mayoría Republicana (PRI-AN-ANAL-Verde) en funciones.

¿Segunda fuerza legislativa? ¡Ja, ja, ja! El PAN y el PRI se pusieron de acuerdo para pasar por encima de tal posicionamiento del PRD y conseguir que Emilio XHGamboa (una frecuencia de televisión, más que un diputado) se quede con la estratégica Junta de Coordinación Política de San Lázaro y los panistas con la presidencia de la mesa directiva, la contestación al jaqueado informe presidencial y la imposición de la banda al próximo presidente obviamente impuesto.

(¡No, licenciado Calderón, no aplique a este tecleador las tesis de la Mano Firme: lo único que aquí se ha hecho es conjugar el verbo imponer y al hablar de "la banda" no se incita a pensar en una mafia!) Moraleja lazarilla: acuerdo entre primero y tercero mata segundo.

La banda beneficiaria de la descomposición del país cree prudente apaciguar a las masas que suplican no ser abandonadas por sus benefactores: nada de irse al rancho a montar caballos con el mismo jinete; mejor seguir siendo jinetes del mismo caballo presupuestal e institucional.

Allí está ya la triunfadora de los comicios del 2-J, la señora MH (Me Harta) que cree llegado el momento del retorno triunfal a las pistas del gran poder (bueno, si hasta Santiago Creel está ya reinstalado, ahora como gerente de piso del book senatorial Caliente) y anuncia que ella y su muy querido esposo seguirán trabajando en política y (¡oh, cuánta emoción!) especialmente a favor de los pobres, mediante la mítica y transexenal fundación (Ro)Bamos México.

La beatífica y legionaria notificación anterior fue acompañada de otras buenas nuevas: el santo de las causas perdidas, Eduardo Romero Ramos, secretario de la (dis)función pública, ha hecho saber al reino restaurado de Martolandia que en dos semanas más habrá de dar a conocer los resultados de las previsibles indagaciones exculpatorias hechas sobre el caso de los hijos Bribiesca.

Convertido ahora en el más estricto defensor de la obediencia (ya ni siquiera le habrán de cantar El hijo desobediente), el antedicho Señor Licenciado Calderón (SeLiC) ni ve ni oye las peticiones de radiodifusores tlaxcaltecas que le piden (¡insensatos!) que en cuanto llegue a la Silla revise las reformas a la Ley de Radio y Televisión que estarían beneficiando "a grandes consorcios, con el latente peligro de que la radio en el futuro quede en manos de extranjeros o de personas que se dedican al lavado de dinero". El piadoso Felipe no dijo ni pío.

Tierra arrasada, pues. Al declarar formalmente cerradas las de por sí desvanecidas puertas de la institucionalidad parlamentaria, los Aliados Prianálicos Verdes agregan gérmenes de violencia al muy cultivado caldo del próximo Informe presidencial e instalan formas de manejo del poder legislativo que por excluyentes son impolíticas. En las calles cercanas al plantón del Zócalo y Reforma cada vez es más evidente la presencia policial militarizada. La mayoría de los medios de comunicación afina la palabrería con que se pretende marginar y exterminar la oposición al fraude, pasando además por elucubraciones de siquiatría que pretendiendo adjudicarlas al objeto tabasqueño de sus insanas pasiones les podrían ser adjudicadas históricamente a esos medios. Arrasar, imponer, degradar, manipular: la guerra en sustitución de la política.

Astillas.
El lunes pasado, a la misma hora en que el tribunal electoral federal convalidaba el fraude del 2 de julio, los trabajadores del IFE fueron informados de que Luis Carlos Ugalde les dirigiría por la red interna un mensaje de felicitación. No hubo tal mensaje colectivo, pero sí, a las 5 de la tarde, una reunión del consejero presidente Ugalde con todos los directores ejecutivos, directores de área, subdirectores y jefes de departamento de los dos edificios de las Torres Zafiro (I y II). No es difícil suponer que Uh, Fraude habría dicho a sus colaboradores inmediatos "¡Misión cumplida!"...

Frank Silkens, corresponsal en México de Radio y Televisión Pública de Bélgica (www.vrt.be), fue informado ayer por la oficina de Comunicación Social de la Cámara de Diputados de que "por instrucciones del Estado Mayor Presidencial" ya no podrá extendérsele la acreditación como periodista para que cubra en San Lázaro el informe de Vicente Fox. "No supieron explicarme qué tiene que ver el Poder Ejecutivo con la atención a la prensa por parte del Poder Legislativo", comentó Silkens a esta columna...

Mientras los dirigentes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca y de la sección 22 del magisterio de aquella entidad sesionaban en muy civilizadas mesitas de trabajo en Bucareli con representantes del Yunque-Gobernación, los provocadores de Ulises Ruiz (nuevo aliado del PAN y el gobierno foxista) cometían destrozos en el exterior y el interior de la cámara local de diputados.

Policía bueno, policía malo. Diálogos en el Distrito Federal, montajes vandálicos en la ciudad de Oaxaca...

Bien bonitas lecciones de democracia que a los mexicanos ha lanzado The New York Times aunque, la verdad, mejor sería que las diera ese periódico a los estadunidenses que nomás vieron pasar el fraude electoral que puso a Bush en la Casa Blanca (Bush, un verdadero peligro para el mundo)...

Y, mientras se investiga si el padre de Fox era "americano", como ese progenitor lo estableció en el acta de nacimiento de su primogénito, José, ¡hasta mañana, en esta columna que siempre lee todos los correos electrónicos que le llegan y que mucho agradece a los lectores esos envíos internéticos!

EL REMATE DE LA PATRIA POR FOX AND CO.

México SA
Carlos Fernández-Vega.


Fox tiene 92 días para seguir complaciendo a los barones del dinero
Se le hizo fácil avalar que Telmex entre de lleno al negocio de la televisión por cable



Ha sido la norma a lo largo del sexenio, pero como se le extingue el plazo que la Constitución le impone, el supuesto gobierno del "cambio" está desatado en eso de cumplir las exigencias de los barones del dinero que con su financiamiento posibilitaron su llegada a Los Pinos, de tal suerte que a diestra y siniestra firma permisos, otorga o distorsiona concesiones, promueve leyes, lanza decretos, palomea contratos, privilegia caprichos, atiende excesos y demás gracias, en este gobierno "de, para y por los empresarios" (oligárquicos, desde luego). Total, sólo le quedan 92 días para hacerlo.

Bancos chatarra por aquí, exenciones fiscales por allá, aerolíneas por acullá, leyes a la medida por todas partes, jugosos contratos para empresas creadas ex profeso y tantas otras bendiciones de un régimen "distinto" que trabaja a todo vapor, porque -felizmente- ya se va, aunque los barones sin llenadera se quedan, y por ello también financian la campaña de Felipillo -como en su momento las tricolores-, ya no por el "cambio", sino por la "continuidad". Y continuarán saqueando al país.

En este contexto , si palomeó la ley Televisa sin cambiarle una coma, se le ha hecho fácil modificar un título de concesión que claramente impide lo que el gobierno del "cambio" ha autorizado, o lo que es lo mismo, que Teléfonos de México entre de lleno a la televisión por cable, aunque ello implique la muerte de muchos cableros.
El gobierno federal , por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y (paradojas de la vida) la Comisión Federal de Competencia quieren despedirse bien de Carlos Slim, y como regalo le entregan una invaluable modificación al título de concesión originalmente recibido en tiempos de Carlos Salinas de Gortari para el manejo, control y explotación de Teléfonos de México.

Metido de lleno, como en tantas otras cosas, en la construcción de infraestructura petrolera en el sexenio foxista, mediante una empresa que previo a su inicio de operaciones ya contaba con contratos públicos por más de 8 mil millones de pesos, ahora Carlos Slim incrementará su de por sí abundante caudal, porque el gobierno del "cambio" ya cocinó la modificación del citado título de concesión y ahora prestará el servicio de televisión por cable, porque todo se vale en el "cambio" y en la "continuidad", aunque no para todos.

Como publicó La Jornada , la Comisión Federal de Competencia "no tiene ninguna objeción sobre el Acuerdo de Convergencia propuesto por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ni para que Telmex ofrezca televisión restringida. El presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, aclaró que no corresponde a este organismo decidir por la modificación del título de concesión de Telmex, sino a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes", y ésta dirá que tiene las "manos limpias" y que sólo sigue instrucciones de la primera.

El subsecretario de Comunicaciones, Jorge Alvarez Hoth, anunció que esta misma semana podría publicarse el Acuerdo de Convergencia, luego que prácticamente quedaron superadas las divergencias entre las empresas operadoras, en tanto la CFC y Cofemer "emitieron opiniones favorables sobre el anteproyecto respectivo". A Telmex no se le aplicará ningún plazo perentorio para ofrecer video, como lo exigían las empresas de televisión por cable; "sólo tendrá que solicitar a la Cofetel una opinión de cumplimiento de interconexión, portabilidad e interoperabilidad en las regiones donde pretenda prestar el servicio de televisión de paga".

Qué maravilla es hacer negocios en el "cambio". En vía de mientras, el título de concesión de Telmex es claro y contundente en su cláusula 1.9 (Distribución de Señales de Televisión): "Telmex no podrá explotar, directa o indirectamente ninguna concesión de servicios de televisión al público en el país" (pero ya puede participar).
Por si las dudas, la cláusula 2.2 (Control Mayoritario de Acciones por Mexicanos) precisa: "las personas físicas o morales concesionarias de estaciones de radio y televisión de cualquier modalidad en la República Mexicana, o que en forma directa participen en la radiodifusión, no podrán ser, directa o indirectamente, accionistas con voz y voto de Telmex; en caso de que se adquieran acciones que contravengan lo estipulado en esta condición, estas acciones quedarán sin efecto ni valor alguno para su tenedor, desde el momento de su adquisición" (pero Emilio Azcárraga Jean es miembro del consejo de administración de Teléfonos de México).

Le quedan 92 días y los barones son insaciables.

Las rebanadas del pastel:
Las manos persiguen a Felipillo: "Tendré mano firme, pero también una mano abierta, una mano extendida para conciliar y llegar a acuerdos". Eso dijo Calderón el lunes, en concordancia con lo siguiente: "No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos... Hay que establecer la paz y la tranquilidad pública. Una mano está tendida; los mexicanos dirán si esa mano se queda tendida en el aire..." (cuarto Informe de Gobierno, Gustavo Díaz Ordaz, primero de septiembre de 1968)