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miércoles, agosto 23, 2006

LAS REFORMAS QUE HACEN FALTA, YA LAS PLANTEÓ EL PEJE.

La lección de Chiapas.

josé gil olmos
México, D.F., 23 de agosto (apro).-


La pasada elección a gobernador en Chiapas podría ser tomada en cuenta como el ejemplo claro de la descomposición de la política nacional y el cambio que urge realizar para que los partidos y los funcionarios de gobierno sean verdaderos representantes ciudadanos. Hasta este momento, Juan Sabines Guerrero, hijo del exgobernador con el mismo nombre y sobrino del poeta Jaime Sabines, se perfilaba como el ganador de la contienda realizada el pasado domingo 20.

Pero en realidad en Chiapas nadie ganó, todos de alguna manera perdieron.

Ninguno de los partidos que postularon candidatos puede sentirse triunfador de un proceso electoral manchado por una serie de irregularidades muy similares a las que se denunciaron el 2 de julio y otras peores.Francisco Rojas, al ceder su candidatura del PAN al aspirante del PRI, José Antonio Aguilar Bodegas, perdió toda credibilidad, pues capituló los principios del blanquiazul de jamás aliarse con el partido al que históricamente han considerado su enemigo, por la corrupción que ha procreado desde su origen.

El PRI, por su parte, perdió doblemente. Primero al hacer alianza con el partido de la derecha, con el que dijeron nunca harían una coalición porque se trataba de su enemigo ideológico natural. Y segundo, perdieron al dejar libre a Juan Sabines, valorado como el personaje más identificado con los chiapanecos, y elegir al senador Aguilar Bodegas, quien recibió la candidatura como un favor por el apoyo que dio a la “ley Televisa” en el Senado.

El exconsejero electoral Emilio Zebadúa es también uno de los grandes perdedores. Su ambición por alcanzar la candidatura le ganó y no le importó cambiar el prestigio que había ganado en el Instituto Federal Electoral (IFE) y en su breve carrera en el PRD, al aceptar ser el abanderado del Panal, el partido creado y organizado por otra chiapaneca, Elba Esther Gordillo, uno de los símbolos del viejo sistema político tricolor.

Por su parte Sabines también pierde aunque gane la elección. Pierde porque no presenta una coherencia política e ideológica, al pasarse de un día para otro del PRI al PRD, en una decisión pragmática por conseguir la candidatura a gobernador a como diera lugar. Un gobernador sin esos asideros navega siempre en la indefinición, y eso se refleja de inmediato a la hora de tomar decisiones como mandatario.

La descomposición política que hemos visto a nivel federal en los últimos años, en Chiapas se ha concentrado de manera preocupante. Si el 2 de julio pasado vimos que las fuerzas más arcaicas del sistema –la maestra Gordillo, los 17 gobernadores del PRI, la derecha reaccionaria, los empresarios más conservadores y los principales dueños de los medios-- se unieron para vencer al candidato de la izquierda, en esta entidad sureña las alianzas dejaron atrás todo viso ideológico y de principios, en aras de alcanzar sus objetivos.

Pragmatismo descarado.
La elección de Chiapas nos muestra que la crisis de los partidos y de las instituciones está tocando fondo. Si a los partidos no les importó faltarle el respeto a su propia militancia para seguir con sus estrategias electorales, al gobierno de la entidad, como lo fue Vicente Fox con Felipe Calderón, tampoco le importó poner al servicio de su candidato el aparato oficial con tal de protegerse hacia el futuro.Las acusaciones de PAN y PRI en contra del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía, de controlar al Instituto y al Tribunal Electoral Estatal, de usar recursos públicos en la campaña de su candidato Sabines, eran muy similares a las que a nivel federal hizo el PRD a Vicente Fox por favorecer a Calderón.

A pesar de las pruebas que en ambos casos se presentaron, las autoridades electorales no actuaron conforme le demanda la propia ley, y la máxima autoridad estatal, el gobernador, y nacional, el presidente de la República, salieron manchados en sus respectivos procesos electorales.

Como en el 94, Chiapas nos deja nuevamente una lección importante: el sistema político nacional integrado por partidos, instituciones, leyes, funcionarios públicos y representantes gubernamentales está en franca decadencia y urge una renovación.

Los cambios irían por la ruta pacifica a través de profundas reformas a las leyes y a las propias instituciones, para lo cual se necesitaría de la voluntad de los principales actores políticos. O por la vía violenta, mediante movilizaciones civiles y hasta armadas, a través de las guerrillas, que empujen las transformaciones a la cuales se oponen precisamente partidos y gobernantes.

Lamentablemente por lo que se observa hasta el momento, todo parece indicar que la segunda opción es la que se está imponiendo, con el grave riesgo de que los focos rojos encendidos en Oaxaca y el Distrito Federal, se enciendan en otros lugares y se genere un clima de inestabilidad o de ingobernabilidad para el próximo sexenio.

Comento: Esto último que señala el columnista se puede evitar si el tribunal electoral hace bien su chamba.

REVOLUCION EST.

Síntomas de Revolución.



Escrito por Fausto Fernández Ponte
23-08-2006
Asimetrías
I
A nuestro ver, no huelga reiterar que la misión axial del periodismo es la de educar, explicando la naturaleza de los fenómenos sociales diversos de nuestro acaecer.
Esos fenómenos sociales --los de la sociedad, pues-- tienen manifestaciones de carácter político o económico o de otra naturaleza. Son expresiones de nuestra cultura.
Esa es la tesis que este escribidor plantea a sus alumnos de periodismo y a quienes, en su mayoría estudiantes, suelen acudir a las conferencias que imparte aquí, allá y acullá
De esa misión fundamental se desprenden varias vertientes. Una de éstas es la de interpretar tales fenómenos a la luz de ciertas disciplinas de las ciencias políticas y sociales.
Otra vertiente de la misión central del periodismo es la de orientar bajo premisas éticas que rigen --por lo menos en el papel-- esta actividad tan dinámica de la comunicación.
Hechas esas consideraciones, entremos en materia: el caro leyente José Luis Quesada Arroyo, quien nos lee en Los Fresnos, California, nos espeta respetuosamente:
"Andrés Manuel López Obrador está haciendo ingobernable a México. El pueblo de México vivía sin sobresaltos mayores hasta que ese señor decidió iniciar una revolución".
Señala el leyente Quesada: "El pueblo de México ha vivido pacíficamente a lo largo de su historia, salvo excepciones como el juarismo y la Revolución Mexicana".

II
Hasta allí nuestro corresponsal epistolar, quien refleja el sentir de no pocos mexicanos acerca de nuestra historia: el pueblo de México siempre ha estado en lucha. Siempre.
Dicho de otro estilo, el pueblo de México ha estado en movilización y en resistencia civil desde la Independencia y, aun antes, a la luz de hechos históricos documentados.
Esos hechos históricos son las miles --sí, miles-- de rebeliones indias registradas desde 1521 hasta el día en que Hidalgo dio el grito, y posteriormente, mucho después.
En ese intervalo --después de 1810-- las luchas de un pueblo en conformación étnica y cultural se sucedieron por centenas, hasta recientemente: 1988, 1994, 2000, 2006.
Paralelamente a las rebeliones indias, el pueblo mexicano propiamente --definido así por un mestizaje evolutivo-- estaba en lucha constante. Y todavía lo está.
Ello nutre de componentes objetivos y subjetivos otra constante en la historia de México: la ingobernabilidad, en mayor o menor grado cualitativo o cuantitativo.
En el ocaso del Porfiriato, el país era ingobernable. Y un siglo antes, durante las décadas de conflicto social hasta la consumación de la Independencia, había ingobernabilidad.
El contexto, hágase la salvedad, en esos tiempos de nuestra historia era otro, muy distinto al actual, excepto en una peculiaridad: los móviles de la ingobernabilidad

III
Hoy, desde luego, el entorno es muchísimo más complejo y, obvio antojaríase, dificilísimo de resolver. La dialéctica de la realidad actual se nutre de contradicciones agudas.
Y esas contradicciones tienen desenlace fatal --es decir, inexorable-- y, por la complejidad del contexto, se resuelven con consecuencias incontrolables.
Definamos, antes de proseguir, lo que son las contradicciones desde la perspectiva de las ciencias políticas y sociales. Contradicción es lucha interna.
Tiene otro atributo esta lucha interna: la de su constancia. Esa lucha es, pues, constante entre aspectos opuestos de una unidad de que se compone la realidad social.
Y es que todo fenómeno --o relación social-- contiene en su seno contradicciones cuya existencia explica su dinámica. Esta contradicción determina el desarollo del fenómeno.
Esta interpretación deviene en una moraleja insoslayable: los componentes de un todo --una unidad-- no están aisladas entre sí ni son estáticas ni mucho menos son unilaterales.
Así, las manifestaciones de ingobernabilidad de hoy no son, esencialmente, diferentes de las de nuestro pretérito. Lo que la diferencia es la magnitud. Hoy, ésta es colosal.
Esa diferencia colosal fija las condiciones prevalecientes hoy. Y éstas, a su vez, determinan el tipo de lucha que libra el pueblo de México. De allí la ingobernabilidad.

ffernandezp@prodigy.net.mx

Glosario:
Dialéctica: arte de dialogar, argumentar y discutir.
Espeta: decir a alguien de palabra o por escrito algo, causándole sorpresa o molestia.
Inexorable: que no se puede evitar.

FOX Y MARTHA ¿RETIRO SIN SOBRESALTOS?.

Conflictividad creciente.



Escrito por Eduardo Ibarra Aguirre
23-08-2006
Utopía

Después de 141 días de huelga, los obreros de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Las Truchas, reiniciarán labores hoy, tras obtener un aumento salarial de ocho por ciento retroactivo al primero de mayo, 100 por ciento de salarios caídos más prestaciones, un bono único de 7 mil 500 pesos, el retiro de las demandas penales, civiles y fiscales, locales y federales contra cualquier funcionario, dirigente sindical o agremiado.

Obtuvieron también una indemnización “significativa” y una vivienda para las familias de Mario Alberto Castillo Rodríguez y Héctor Álvarez Gómez, los dos metalúrgicos asesinados por los cuerpos policiacos de Michoacán, el 20 de abril pasado, cuando el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel en alianza con el de Vicente Fox Quesada, pretendieron desalojar a los huelguistas.

La clave del éxito de la negociación realizada entre el Grupo Villacero y el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana es que hicieron a un lado a la Secretaría del Trabajo y su titular Francisco Javier Salazar Sáenz, el más eficiente foxista para generar conflictos obrero-patronales, como fue la primera huelga minero-metalúrgica en 62 años, en marzo pasado, con una política intervencionista en los sindicatos para imponer dirigentes al gusto del grupo gobernante y sus aliados patronales mineros.

Salazar rompió, así, con la paz sepulcral de la que tanto presumía Carlos María Abascal Carranza, antes de que se convirtiera en operador político desde la Secretaría de Gobernación de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa y abandonara en el fracaso el señuelo salinista de la nueva cultura laboral.

A renglón seguido del levantamiento de la huelga en Sicartsa, la sección 65 del SNTMMSRM, de Mexicana de Cananea, emplazó a huelga al Grupo México en demanda de incremento salarial de 20 por ciento. Y el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México se dispone a cubrir la primera semana en huelga.

Esta conflictividad social es por supuesto incompleta sin el creciente activismo de la Unión Nacional de Trabajadores en torno al reclamo ciudadano del voto por voto, casilla por casilla. Mucho menos sin el pujante compromiso de la Sección XXII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca –acaba de constituirse la de Michoacán-- con la necesidad de transparentar los resultados del 2 de julio, enturbiados por el presunto árbitro, el Consejo General del Instituto Federal Electoral encabezado Luis Carlos Ugalde Ramírez, ahijado de Calderón Hinojosa y promovido al cargo por Elba Esther Gordillo Morales, enriquecida cacique del SNTE desde 1989.

A diferencia del intervencionismo gubernamental en el ámbito sindical, tanto en Oaxaca como en el profundo disenso poselectoral --que toma cuerpo en las concurridas asambleas diarias en el Zócalo capitalino y los kilómetros de campamentos con una intensa actividad política, cultural y recreativa que ya rebasa las tres semanas--, el grupo gobernante apuesta a que se descompongan los reclamos, a que el cansancio genere la derrota de los dos movimientos ciudadanos más vigorosos.

Fox Quesada puede persistir en el sueño infantil de Foxilandia, estimulado por el Prozac, mientras los signos de ingobernabilidad se reproducen por doquier y acaso como nunca.

A 99 días de que finalmente concluya el gobierno del cambio: El panismo –con sus dos ramas, el foxismo y El Yunque-- persisten en perpetuarse en el poder “por las buenas y por las malas”, como aconsejaba Jorge Castañeda Gutman proceder para impedir que Andrés Manuel López Obrador llegara a Los Pinos, así hayan desatado el movimiento ciudadano más vasto y diverso en la historia política y social del país.

Avanza incontenible la delincuencia organizada y el narcotráfico controla cada vez más zonas del país, a costa de un río interminable de sangre. La vulnerabilidad económica pretende ser maquillada con cifras y discursos que no convencen ni a Rubén Aguilar Valenzuela. La frontera norte se encuentra sometida a vigilancia por 6 mil elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos. La alianza entre el poder público, el gran capital, el duopolio televisivo y el oligopolio radiofónico ya empieza a oler a podredumbre.

Todo lo anterior, combinado, apunta a una desestabilización nacional sin precedente y sin la menor conciencia de ello por parte de la autodenominada pareja presidencial, atareada como está en un retiro sin sobresaltos, tras el escandaloso enriquecimiento de ambos y de sus parentelas.

ABUSO DE PODER: LA ETERNA HISTORIA.

Amenazan campesinos de Campeche tomar gasolinería de la familia Mouriño por adeudo.

Lorenzo Chim, corresponsal
23/08/2006 20:24.


Campeche, Camp. Campesinos del núcleo ejidal de Calkiní, Campeche, amenazaron con tomar las instalaciones de la gasolinería de ese poblado, perteneciente al Grupo Energético del Sureste (GES) de la familia Mouriño, por un adeudo de más de 13 años en el pago de la renta por el terreno que ocupan.

El comisario ejidal de Calkiní, Alfonso Collí Maas, aseguró que el consorcio GES -propiedad de la familia de Juan Camilo Mouriño Terrazo, coordinador del equipo de transición de Felipe Calderón Hinojosa- incumplió el acuerdo signado hace 13 años para pagar una renta mensual de cinco mil pesos por ocupar la superficie donde construyeron la gasolinería.

El papá de Juan Camilo, apoyó a Fox, encabezando en Campeche a los "amigos de Fox", ahora el hijo Juan Camilo, es el coordinador financiero de Fecal.

¿Saben cuando les va a pagar la renta el gachupín a los ejidatarios?. Nunca. A menos que el tribunal electoral sea justo y declare ganador al PEJE, toda vez que está acreditado que ganó. Entonces si ¡A pagar Chato!.

JUAR,JUAR,JUAR.

DEL MONERO JOSEJUAN.
Tomada del senderodefecal.

Pide grupo del PRD evitar injerencia del clero

México, D. F. a 21 de agosto de 2006

Al Excelentísimo Señor Embajador del
Vaticano en México, Nuncio Apostólico
Monseñor Giussepe Bertello y
dignísimos príncipes de la Iglesia Católica:

Excelentísimo Señor Cardenal Norberto Rivera Carrera
Excelentísimo Señor Cardenal Juan Sandoval Iñiguez
Excelentísimo Señor Cardenal Ernesto Corripio Ahumada
Excelentísimo Señor Cardenal Adolfo Antonio Suárez Rivera
Excelentísimo Señor Cardenal Javier Lozano Barragán

PRESENTE

Asunto: Rechazo a la intervención política de la Iglesia


Aceptando sin conceder que los integrantes del Partido de la Revolución Democrática, FRACCIÓN CATÓLICOS RENOVADOS, hayamos incurrido en “fariseísmo y falta de respeto” a nuestra Santa Madre Iglesia en días pasados al interior de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, según se pronunció el Cardenal Norberto Carrera en esa deplorable ocasión, por el solo hecho de reclamar nuestros derechos y el respeto al artículo 130, inciso e) de nuestra Constitución y de hacerle saber, como corresponde, “que no se metiera en política”.

No obstante lo anterior y en afán de reconciliación, con la finalidad de que no vuelvan a ocurrir tan lamentables acontecimientos, humildemente rogamos a sus Altísimas Dignidades acepten nuestras disculpas, siempre y cuando tengan a bien responder públicamente y a satisfacción, las siguientes preguntas cuyas respuestas le deben al pueblo de México.

¿Como legalizar el lavado de dinero del narcotráfico que hace la Iglesia, confesado por los mismísimos obispos mexicanos?

¿Cómo olvidar las infamias del pederasta Marcial Maciel fundador de los Legionarios de Cristo sin que haya pisado la cárcel ni resarcir daños a las víctimas?

¿Cómo validar ante nuestros hijos que Juan Pablo II indignamente fue encubridor de Marcial Maciel?

¿Cómo justificar ante la ley la autoría intelectual del Vaticano y Girolamo Prigione en el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo?

¿Cómo explicar a 40 millones de mexicanos que se revuelcan en la miseria, mientras que el clero vive disfrutando de una riqueza insultante sin pagar impuestos, conforme a lo que lo obliga la ley vigente en México?

Quedamos en espera de sus sapientísimas respuestas, reiterando a tan Altísimas Dignidades las seguridades de nuestra consideración.


ATENTAMENTE

Partido de la Revolución Democrática
Fracción Católicos Renovados

DIPUTADOS LE PIDEN A FOX QUE SE VAYA A DORMIR A LA TINA DEL BAÑO.


Piden diputados a Fox que ordene a la PGR indagar a los hijos de Sahagún.

jesusa cervantes.

* Presentan sus investigaciones contra los Bribiesca.
* Recomienda a la próxima legislatura presente las denuncias
correspondientes por enriquecimiento ilícito.
Foto: Martha Lucia Micher.
México, D.F., 22 de agosto (apro).-

La comisión legislativa que investiga el presunto tráfico de influencias de los hijos de Marta Sahagún pidió, por segunda ocasión, al presidente Vicente Fox dar aviso a la Procuraduría General de la República (PGR) para que realice las indagaciones por probable enriquecimiento ilícito de los hermanos Manuel y Jorge Bribiesca.Después de casi 8 meses de trabajo, la comisión especial encabezada por el diputado de Convergencia, Jesús González Schmal, entregó a la Junta de Coordinación Política (JCP) el resultado de sus investigaciones.

Pablo Gómez, presidente de la JCP deberá remitir la información a la Presidencia de la República, al igual que lo hizo la anterior comisión especial.

En aquella ocasión, la diputada Martha Lucía Micher Camarena, entonces presidenta de la comisión especial que concluyó sus trabajos el 30 de enero de 2006, recomendó a Vicente Fox que notificara a PGR sobre las irregularidades encontradas para que ésta, a su vez, iniciara las indagaciones en contra de Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún.

Ante la negligencia de Fox, los nuevos integrantes de la comisión interpusieron en mayo pasado ante la PGR una denuncia por enriquecimiento ilícito contra los hijos de Marta Sahagún.

A diferencia del informe entregado el 31 de enero por Micher Camarena a la Presidencia, en esta ocasión González Schmal le estará remitiendo documentos que presuntamente prueban irregularidades en la venta de bienes del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), donde intervino Jorge Alberto Bribiesca Sahagún.

Por esta razón, la comisión que encabeza González Schmal le recomienda de nuevo a Fox, presentar una denuncia ante PGR.Los diputados recomiendan, además, que la nueva legislatura continúe con las indagaciones y presente las denuncias correspondientes.

Además, tanto González Schmal como Micher Camarena adelantaron que demandarán al auditor Superior de la Federación (ASF), Arturo González de Aragón, por haber sido omiso y no denunciar ante el Ministerio Público las irregularidades que encontró en la revisión de la cuenta pública de 2004 relacionadas con la venta de activos del IPAB; y donde fue él quien descubrió los pagos por parte de Jorge Alberto Bribiesca cuando el hijo de Sahagún no forma parte de la empresa que “ganó” la subasta.

El pasado mes de marzo, la ASF detectó dos cheques emitidos por Jorge Alberto Bribiesca a favor del IPAB para cubrir la compra de departamentos de Puebla, propiedad del Instituto. A pesar de ello González de Aragón no denunció el hecho ante el Ministerio Público, como lo exige la propia ley de la auditoría cuando se encuentra alguna irregularidad; mucho menos reportó el hallazgo en el rubro de “observaciones”.

A diferencia de la comisión anterior que sólo tuvo acceso a “denuncias verbales”, la que encabeza González Schmal logró acreditar con documentos diversas irregularidades del IPAB, Fovissste, Infonavit y Sociedad Hipotecaria Federal en favor de los hijos de Martha Sahagún.

LA DECADENTE TELECRACIA.

Ahumada, las contradicciones de Televisa.

jenaro villamil /apro.
México, D.F., 22 de agosto (apro).-


Pocos minutos después que la periodista Carmen Aristegui presentara en su noticiario de la estación WRadio un fragmento de 11 minutos de grabación del empresario Carlos Ahumada, interrogado durante su cautiverio en La Habana, los altos mandos de Televisa, especialmente Bernardo Gómez y Emilio Azcárraga Jean, decidieron que el nuevo documento videográfico “no aporta nada nuevo” al escándalo de los sobornos que realizó Ahumada y que la misma televisora desató en marzo de 2004 durante el programa de “Brozo”.

No sólo eso. Se quejaron por la falta de “lealtad” de Carmen Aristegui, en estos momentos la conductora más importante, influyente y profesional en medios electrónicos. Para quienes están acostumbrados a tener lectores de ‘teleprompter’ y no periodistas bajo sus órdenes, era una afrenta que Aristegui no les hubiera avisado antes de transmitir los videos. Al parecer, el asunto los tomó por sorpresa y descolocados.

Televisa es propietaria del 51% de la XEW, pero el consorcio español Prisa, dueño del periódico El País y de decenas de estaciones radiofónicas, posee 49% de las acciones y es el responsable de la calidad y los contenidos periodísticos de los informativos.

La primera gran contradicción de Televisa fue que, ante una exclusiva periodística en una de sus propias estaciones, haya decidido invisibilizarla o minimizarla. En los noticiarios nocturnos de Canal 2 y Canal 4 no transmitieron completo el video, simplemente hicieron una síntesis de lo que para ellos era importante, por supuesto sin hacer mención de que Santiago Creel probablemente gestionó ante ellos la transmisión de los videos.

Sin embargo, más allá de esta actitud tan propia de la vieja herencia de autocensura en Televisa, el video fue un descontón para el consorcio por las siguientes razones:1. En boca del propio Ahumada –su villano favorito durante una temporada-- Televisa queda perfectamente engarzada en la conjura o el complot que el gobierno de Vicente Fox decidió emprender en 2004 contra el entonces jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.

Por supuesto, no se necesitaba que Ahumada lo declarara para que esto se diera como una verdad en la opinión pública. Lo que sorprende una vez más es que Televisa, en abono a su falta de credibilidad, finja demencia y pretenda hacer creer que los intereses del consorcio no estaban en juego en esta trama.

2. El video sí aporta elementos informativos nuevos. La deuda o fraude por 30 millones de dólares que Ahumada revela como causa de su animadversión hacia el gobierno de López Obrador, constituye uno de los datos más reveladores. Junto con ello, se desentraña la transacción para que el gobierno federal –a través del senador panista Diego Fernández de Cevallos, tan proclive a lo que elegantemente se conoce como tráfico de influencias o coyotaje-- le comprara un terreno valuado en 3 millones de dólares junto a un estadio de futbol en León Guanajuato.

Extorsionador de siempre, el propio Ahumada se queja en el video de que nunca le resolvieron sus “peticiones”, a pesar que entregó los videos.

3. El fragmento revela que no fue un acto de justicia ni una denuncia, sino una clara maquinaria de compra-venta de favores políticos lo que se puso en operación en los videoescándalos. Si Televisa se prestó a esta operación tan grotesca y ambiciosa, por lo menos se esperaba de este consorcio una actitud más periodística.

En el contexto de la crisis postelectoral, el nuevo video de Ahumada ya tiene múltiples interpretaciones y especulaciones.
Se dice que es una estrategia del gobierno cubano para influir en la próxima administración, sea quien sea el presidente de la República.
Se menciona el elemento de la venganza contra el gobierno de Vicente Fox, que inmortalizó su animadversión hacia Fidel Castro con la frase “comes y te vas”.
Incluso, se especula que del propio círculo de Felipe Calderón pudo haber surgido el video para deslindarse de Fernández de Cevallos y cerrarle el paso a las ambiciones de Santiago Creel como un posible presidente interino.
Todas estas versiones forman parte de la ‘rumorología’ mexicana. El hecho es que al tratar de minimizar este testimonio de Ahumada, Televisa se coloca en el centro del efecto boomerang que tendrá este video. La ruta de la teleguerra sucia que se inauguró en México en marzo de 2004, no ha concluido y generará nuevas sorpresas.

NUEVAS "FICHITAS" EN LA HORA DEL PUEBLO

De nuevo, nuestro amigo Musarion, del blog La Hora del Pueblo, nos pide que le anunciemos a nuestros lectores que acaba de realizar y publicar dos "fichitas" más de los locutores desinformadores de Telerisa. Esta vez tocó el turno a Carlitos Loret de Mola y Denise Maerker.

No olviden consultar La Hora del Pueblo que con estas dos ya van cuatro perfilitos de estos pendejos que aparecen dentro de la "caja idiota", mejor conocida como Televisión.

Por cierto están bastante buenas. En breve más sorpresas.

Ahí nomás.

ESTO LO PUBLIQUÉ EL 14 DE JULIO.

El artículo de hoy en la Jornada de Luis Linares Zapata me recordó este trabajo que publiqué en el Blog el 14 de Julio pasado, para los que no lo leyeron se los recomiendo:

DEJAR HACER,DEJAR PASAR, PERO SELECTIVO....UUUFFF.

Por: Fernando E. Sánchez.
(especial para ARGENPRESS.info).
(Fecha publicación:14/07/2006).
Importante:-Por favor léanlo, aquí está todo el quid del desmadre que estamos viviendo. Y cópienlo y circúlenlo.

Falsa democracia, mitos y fraudes.

El fraude electoral que se pretende perpetrar en México debe de ser valorado en las implicaciones que tiene para la consolidación de la lucha de los pueblos no sólo en México sino en América Latina. Los recientes arribos a la presidencia en sus respectivos países del peruano Alan García, el colombiano Alvaro Uribe y la presión por consumar el fraude que beneficiaría a Felipe Calderón en México tiene un impacto que no es desdeñable en la configuración de correlaciones de fuerza en la región.

Es evidente que estos resultados son un alivio para Estados Unidos y las derechas nativas que con zozobra atestiguaron el ascenso de gobiernos progresistas y de “centro izquierda” en varios países sudamericanos a la par que el presidente Hugo Chávez se consolidaba en Venezuela y tomaba la iniciativa política en la región promoviendo una nueva integración regional y acciones conjuntas entre gobiernos que dotaran a los pueblos de América Latina de mejores condiciones.

El miedo como (des)articulador social.
Más allá de los indicios de manipulación del voto o fraude que pueden observarse, lo que identifica a las derechas en su forma de encarar los procesos electorales ha sido el recurso del miedo como eje de campañas mediáticas orquestadas para descalificar a los candidatos que se oponen a la situación imperante, a los candidatos progresistas y de izquierda, o sencillamente a quienes perciben como un peligro para los intereses de las clases en el poder.

Desde la invención del “nuevo fenómeno” del populismo hasta las campañas de calumnias y mentiras arteras, en los procesos electorales han buscado condicionar la disposición al cambio de los electores. Aunque el cambio, en rigor, no fuera necesariamente una transformación profunda o estructural que subvierta las estructuras de dominación sino simplemente el reacomodo de las políticas neoliberales y en ocasiones ni eso, la presión se ejerce igualmente.

Gobiernos considerados progresistas no han abandonado las políticas neoliberales y se mantienen en lo fundamental en la lógica impuesta por los promotores del orden internacional (el FMI y el Banco Mundial) de la disciplina macroeconómica que se orienta en exclusivo a la estabilidad de precios y a brindar certidumbre y confianza a los “mercados”, es decir a los inversionistas.

En estas condiciones, en el mejor de los casos, los gobiernos “progres” sólo se atreven a introducir en el esquema básico neoliberal una cierta dosis de políticas sociales, como si no comprendieran que las políticas orientadas a combatir la pobreza han implicado el abandono de las políticas distributivas, denostadas como “populistas”, permitiendo un neo-populismo mucho más eficaz que “asegura una clientela estable, no organizada ni conflictiva sino pasiva y agradecida, a la vez que alimenta una camada de gestores -formales o informales, tanto da- que actúan como intermediarios entre los pobres atomizados y el Estado.[…]

Cuando la desindustrialización vació los sindicatos y los neutralizó como mecanismos de control social, los poderosos implementaron los subsidios manejados por alcaldes y gobernadores y una amplia red de caudillos ('punteros') locales, que actúan de forma vertical y apelando a la violencia, que son una de las claves de la cooptación y división del movimiento social. […]

Concentración de riqueza, arriba; control de los pobres no organizados a través de subsidios, abajo. Las llamadas clases medias, o sea los obreros y los empleados, pagan en buena medida los costos de los subsidios de los más pobres y también el escandaloso aumento de la riqueza de los más ricos. Este es uno de los ejes centrales de la nueva gobernabilidad, pero no el único.

El otro es la relegitimación de los estados gracias a la apropiación de banderas históricas de las izquierdas y los movimientos (derechos humanos, igualdad en abstracto, etc.) y sobre todo un discurso -apenas un discurso- que no ataca los problemas fundamentales pero que consigue dividir a los sectores populares.

"El Estado que está emergiendo de la gobernabilidad progresista parece más estable, legitimado y potente que el de la década neoliberal. Pero puede, por eso, ser más temible para los de abajo.” Así de perniciosos resulta el “posibilismo conservador” para la lucha de los pueblos por su liberación, a pesar de lo cual las derechas hacen lo indecible por impedir su arribo al poder. En la andanada de condicionamientos que el establishment les hace saber que deben observar, consiguen atemperar sus programas una vez que llegan al gobierno.

Un objetivo obvio de las campañas de odio, miedo y mentiras en que han devenido los procesos electorales es descalificar de antemano el ejercicio autónomo e independiente de la política económica, especialmente cuando se trata de candidatos o partidos externos al círculo de los poderes fácticos, aunque posteriormente pudieran ser cooptados, sentando las bases en la opinión pública para la aceptación del continuismo.

Los mitos de la falsa democracia.
La manipulación electoral se basa en mitos muy difundidos cuya legitimidad se sustenta en un enorme y oneroso aparato de propaganda del que participan activamente los gobiernos neoliberales, los grupos de poder y sus lobby, engranados por los consorcios mediáticos.

Estos mitos son repetidos hasta el hartazgo por políticos, consultores, asesores, tecnócratas de los sectores privado y público y de los organismos internacionales, académicos, periodistas, intelectuales, analistas y “expertos” en opinión, un vasto cuan basto conglomerado cuyo propósito es la enajenación de la conciencia crítica que lentamente está emergiendo en los pueblos tras el estrepitoso fracaso del neoliberalismo y frente a las dificultades que enfrenta la agenda unilateral e imperial de Estados Unidos, aunada a la parálisis política y económica de la Unión Europea en el marco de la irresistible emergencia de nuevos protagonistas internacionales que cuestionan el orden mundial tal cual está (Brasil, China, India y Rusia) y han logrado cuando menos neutralizar el avance del programa neoliberal al paralizar a la OMC y agudizar la crisis que aqueja a las sesentonas mellizas de Bretton Woods (FMI y BM).

Estos mitos se derivan de uno básico: el mito de la democracia en los países en desarrollo, bajo cuya lógica se tejen otros mitos, tales como: el fortalecimiento de las instituciones, la libertad de prensa, el Estado de derecho, la independencia de poderes y la libertad de elección.

El fortalecimiento de las instituciones democráticas se presenta bajo la envoltura de la “gobernabilidad” o “gobernanza” , un concepto que ha cautivado a las “buenas conciencias” que con tenacidad admirable buscan por doquier el rostro humano del capitalismo, y lo que es aun más notable, creen haberlo encontrado en los programas de combate a la pobreza extrema que promueven el Banco Mundial y en los mecanismos de “cooperación internacional”.

Sustentadores y reformadores del statu quo por igual han adoptado esta nueva religión y acompañan el desgastado discurso de la disciplina monetaria y fiscal con conceptos bastante abstractos como “accountability” y “transparencia”.

Son abstractos toda vez que parecieran no perturbar las conciencias de sus epígonos cuando hacen de la vista gorda ante la corrupción del sector privado, las relaciones espurias entre poderes fácticos y gobiernos, el tráfico de influencias en el que los lobby juegan un papel esencial; vaya, hay quienes imaginan sofisticados modelos de juegos cooperativos entre agentes que tienen en común la usurpación de los recursos públicos para fines privados no siempre confesables.

La legitimación de las llamadas instituciones democráticas resulta imperiosa en un contexto en el que las políticas económicas neoliberales se han evidenciado como la fuente de degradación del bienestar y las condiciones de vida de las mayorías y del enriquecimiento de la elite privilegiada, y en el que el modelo del Consenso de Washington ha encontrado relativamente pronto serios límites para seguir avanzando.A estas instituciones se refieren las reformas de “segunda generación” .

El mito de la consolidación de las instituciones democráticas se deriva de otro mito: vivimos en una democracia. La degradación de la vieja utopía en mito es resultado de la traición liberal a los preceptos democráticos que en el marco de esa corriente de pensamiento se gestaron en el siglo XVIII. Una de las mayores debilidades de esa construcción ideológica es que se inspiraron en la Grecia clásica en la que se combinó una relativa división de poderes con el esclavismo, pero ha resultado muy útil para un proceso que en el capitalismo se ha desarrollado con singular fuerza: la imposición del poder del dinero por encima del poder ciudadano -esencia de la democracia real.

De esta forma es como se ha enseñoreado la democracia de pacotilla, que se sustenta en el poder mediático y en la degradación y distorsión de los principios. Vivimos en formas diversas de plutocracia, no en democracias, toda vez que el régimen político y los fundamentos del orden social son más el resultado de la imposición de los poderes fácticos que de la soberanía popular.Esto es lo que ponen de relieve los triunfos electorales cocinados con base en campañas de miedo, chantaje mediático y propaganda enajenante.

El Estado debilitado y marginado por la aplicación de reformas neoliberales ya ni siquiera es un mediador, ha cedido el paso al control directo del poder económico.La participación de los empresarios en la política, no como ciudadanos sino como grupos de presión es la manifestación más evidente del envilecimiento de las democracias y la imposición de las plutocracias. Nuevas oligarquías surgen y se apoderan de los mecanismos de control social y político usurpando lo que queda del Estado y poniendo a su servicio a los poderes legislativo y judicial.

Los liberales promueven una seudo independencia de las instituciones con el argumento de que el acotamiento de la acción del Estado contribuye a empoderar a los individuos, partiendo de dos falsas premisas: 1. el estado sojuzga per se; 2. en la sociedad civil no hay mecanismos con la capacidad de sojuzgar a los individuos.

El Estado en manos de las clases explotadoras tiene como misión preservar el poder y privilegios de estas clases, para lo cual induce a la aceptación del statu quo al conjunto de la sociedad y reprime a quienes no se avienen. En las sociedades desiguales en las que el acceso al poder está vinculado a la relación con el dinero es un mito pensar que el repliegue de las capacidades regulatorias del Estado libera al individuo de ver sojuzgadas sus libertades, porque lo que ocurrirá es que quedará sometido no a otros individuos, sino al poder del capital sin la mediación del Estado.

La utopía liberal queda expuesta, al menos en este aspecto, a una profunda inconsistencia respecto de lo que declara como su móvil central: la libertad individual.La liberación de la sociedad de toda forma de yugos es, en todo caso, condición para que el ejercicio de la libertad individual quede acotado únicamente por la libertad del otro. Por esa razón los liberales de hoy han excluido de su proyecto societal la igualdad y la fraternidad o solidaridad y han subordinado la libertad al derecho a la propiedad.

El desarrollo de la cibernética ofrece la posibilidad de amañar datos y trastocar resultados electorales sin que la ciudadanía pueda tener evidencias: la implantación de algoritmos capaces de distorsionar en un sentido predeterminado el conteo de votos ha sido permitida por el Instituto Federal Electora (IFE) en la elección mexicana al contratar a un cuñado del candidato oficialista como proveedor de servicios informáticos.

Este procedimiento, sin embargo, requiere de un complemento, la reiteración ad-nausean de que el resultado es legítimo, para lo cual son muy útiles los paneles de “opinólogos”: analistas, expertos, personalidades a quienes el poder mediático seduce y enviste de autoridad a cambio de que se sumen a la perorata legitimadora.

La “opinocracia”, un invento del poder mediático es crucial para atacar las conciencias y razonamientos de ciudadanos suficientemente vapuleados por una cotidianeidad pletórica de falacias, por condiciones de vida precarias y por el estrés como forma de vida, lo que atenta contra su disposición y motivación para ir al fondo de los asuntos que se suscitan en su entorno, facilitando la acción corrosiva de la “opinocracia”, tal es el mecanismo de interacción entre neoliberalismo y propaganda para degradar conciencias.

Este simple hecho, al que se suman otros vinculados a la conducta y moral practicada en los medios de comunicación corporativos y los oficiosos del régimen de turno es suficiente para que la libertad de prensa se haya convertido en otro mito del sistema de dominación del capital.

La apropiación corporativa de la tecnología y los espacios, su concentración oligopólica y la legitimación y legalización de ese antidemocrático estatus a través de leyes ad-hoc a los intereses de los propietarios de los medios, como la ley de radio y televisión obsequiada previo a las elecciones por el Congreso mexicano a Televisa y TV Azteca, ponen en entredicho la existencia de una auténtica libertad de prensa y compromete seriamente la libertad de expresión, íconos incontrovertibles de la democracia liberal y de cualquier orden político que presuma respeto a las libertades individuales.

Los financiamientos de las campañas electorales por grupos económicos tiende a desvirtuar el sentido de la competencia electoral, al otorgar poder decisorio a los proveedores de fondos en un sistema en el que no acceder a los medios de comunicación pagando las tarifas que estos imponen deja sin oportunidad de comunicar a amplios sectores de votantes, que encuentran en los medios casi la única forma de acceder a la propaganda y mensajes electorales.

Es evidente que una vez otorgado el financiamiento el candidato o partido receptor de los fondos queda sometido a lazos de dependencia y subordinación. En este mecanismo de usurpación del poder político por el poder económico juegan un papel crucial los lobby o grupos de presión que en adelante actuarán constantemente sobre el ejecutivo y el legislativo para lograr un marco jurídico a modo de sus intereses.

En este contexto es absurda la pretendida rendición de cuentas y menos aún la transparencia, especialmente cuando los agentes privados argumentan en su defensa el derecho a la confidencialidad y a la privacidad. Este mecanismo perverso de imbricación de intereses y espacios entre lo público y lo privado cuestiona la independencia de poderes y al propio Estado de derecho cuando el poder judicial cae también bajo las presiones de la plutocracia.

Si a este esquema agregamos la falta de independencia, probidad e idoneidad de las autoridades electorales, cualquier sustento del Estado de derecho habrá quedado pulverizado y se habrán sentado las bases para un ejercicio autoritario de la política.Como se puede apreciar es la combinación de falta de ética en el ejercicio de la administración pública y la codicia del capital la que debilita la democracia convirtiéndola en un mecanismo funcional al ejercicio impune del poder contra la sociedad.

En ese contexto no es difícil que el poder económico pretenda imponer sus intereses en el ámbito electoral, toda vez que en la conformación del gobierno radica en buena medida la posibilidad de mantener la tasa de acumulación. En rigor a eso se refieren con el ubicuo concepto de “gobernabilidad”.Una vez que se legitima la falsa democracia, de manera natural siguen otras distorsiones impuestas con el propósito de crear confusión y obnubilar el entendimiento de la situación política como primer paso para desactivar la crítica radical al sistema de dominación.

Es así como al centro derecha se le denomina centro izquierda, la derecha se convierte en centro, desaparece la extrema derecha o los radicales de cualquier signo son colocados bajo la misma denominación estigmática de terroristas y la izquierda termina siendo una variopinta amalgama en la que no es preciso cuestionar el orden social basado en la explotación para pertenecerle, se impone “lo progre” como visión del mundo que impulsa lo posible y se renuncia a las utopías, que el liberalismo ataca ferozmente a pesar de ser en sí mismo una utopía devenida en mito, y el programa revolucionario es visto con desdén aun en las filas de la “izquierda”.

Estas mutaciones ideológicas que consolidan la dominación y hegemonía del capital se ponen fuera de la vista y la conciencia con otro mito que se ha impuesto en nuestras sociedades: el fin de las ideologías.A decir verdad, no hay nada más ideológico que esta afirmación derivada del malogrado “fin de la historia” ya abandonado por su propio mentor.

Recientemente Francis Fukuyama rompió con el bloque neoconservador estadounidense, el huevo de la serpiente, abandonando una de las tesis centrales que unifica a neoconservadores y neoliberales: la necesaria jibarización del Estado o su equivalente la privatización de la gestión pública como condición para la consolidación de la democracia de mercado.

Ante el empuje del terrorismo -que los correligionarios del Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC por sus siglas en inglés) han contribuido a desarrollar especialmente en sus vertientes mesiánicas y fundamentalistas religiosas- Fukuyama lamenta no contar con un aparato represivo capaz de confrontarlo localmente: “Históricamente, el Estado cumple la función de controlar la violencia dentro de una jurisdicción territorial. Al menos para algunas culturas políticas (que los neoliberales estadounidenses deploran), el Estado también es el encargado de evitar una polarización social extrema.

En su ambición por liberar a la economía de cualquier traba, las políticas triunfantes en los años 90 atrofiaron o anularon las posibilidades del Estado para impedir la violencia, el aumento de la miseria o la explotación irrestricta del trabajo humano. Fukuyama estima que es hora de restaurar la soberanía estatal. En su último libro, La construcción del Estado, escribe: 'En este libro defiendo la construcción del Estado como uno de los asuntos de mayor importancia para la comunidad mundial, dado que los Estados débiles o fracasados causan buena parte de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo: la pobreza, el sida, las drogas o el terrorismo'. Al tratar de fundar el orden mundial en el fortalecimiento de los Estados, Fukuyama se opone al dogma neoliberal del Estado mínimo.

Según el liberalismo clásico, el Estado se inmiscuye demasiado en la vida privada bloqueando las iniciativas individuales. Cuanto más restringido sea su papel, la sociedad que lo sufre como un mal necesario (por seguridad) disfrutará de mayores estímulos para multiplicar la riqueza y garantizar la libertad personal.” .

No cabe duda de que la democracia de pacotilla tiene que ser desnudada ante el movimiento popular no anteponiendo opciones autoritarias ni antidemocráticas sino radicalizándola y sacándola de los estrechos márgenes liberales y de la influencia y control que ejercen los poderes fácticos, incluida la “mediocracia”, lo que sólo sería posible con un movimiento social y ciudadano vigilante, demandante, con propuestas y organizado. la tarea de la izquierda es contribuir a su organización no sustituirla ni someterla bajo estructuras burocráticas.

La sociedad no puede dejar en manos de una clase política al servicio de los poderosos su propio futuro, sus aspiraciones y demandas. Por estas razones el llamado a la calma y el comportamiento responsable no debe confundirse con la inercia, el conformismo, el fatalismo y la desmovilización. Los dirigentes pusilánimes y los oportunistas en estas coyunturas hacen daño por igual al movimiento popular.

Tanto en México como en Perú tras las elecciones los comentaristas que aparecieron en los medios en general se contentaron con destacar el buen desarrollo de la jornada, en el sentido de que no hubo sobresaltos significativos, el buen desempeño de los electores, empezando por su copiosa concurrencia, la eficiencia en la organización de los comicios por parte de la autoridad electoral.

La dinámica viciada de las campañas, la manipulación mediática, el miedo infundido arteramente, las calumnias y mentiras, todo ello quedó convenientemente en el olvido para buena parte de los informadores, expertos y analistas. Se destacó lo obvio, pero se ocultó cuidadosamente el trasfondo.

En México donde el proceso ha quedado bajo sospecha y la credibilidad del árbitro (IFE) está en su punto más bajo, todo el esfuerzo del establishment político, empresarial y mediático se ha centrado en salvar la credibilidad de las autoridades electorales como condición para salvaguardar la legitimidad del proceso y como antesala de la legitimación de la elección de Felipe Calderón.

Las razones de fondo para una elección de Estado en México.
En el caso mexicano hay razones de fondo para que los poderes fácticos intenten imponer a Felipe Calderón en la presidencia. Un poco de entorno histórico quizá ayude a valorar la importancia del desenlace que tenga lugar.

Como lo ha expresado un analista de Financial Times: México “cumple una función vital para la maquinaria industrial de Estados Unidos como fuente de trabajo barato, esencial para mantener su competitividad, especialmente en los sectores de la agricultura”. El 6 de julio de 1988 fue un día en el que se combinaron la gran conquista del pueblo mexicano y una de las mayores ignominias cometidas por la clase en el poder y sus partidos políticos: PRI y PAN. Un masivo fraude electoral colocó en el gobierno a Carlos Salinas de Gortari contraviniendo la voluntad popular manifiesta en las urnas a favor del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.El PRI con el apoyo activo del PAN optó en aquella ocasión por dar carpetazo en el Congreso al debate y quemar las boletas electorales.

La prisa del establishment por mantener al PRI en el poder se derivó de la ansiedad por mantener privilegios y ampliarlos poniendo en marcha la mayor operación de reconfiguración estatal y nacional desde la Revolución Mexicana a través del programa del capital transnacional conocido como Consenso de Washington.

Una vez instaurado en el poder Salinas de Gortari profundizó las reformas que tímidamente había iniciado su predecesor, Miguel de la Madrid Hurtado. En honor a la verdad habría que decir que el andamiaje de las llamadas reformas estructurales se configuró precisamente a finales de la década de 1980 cuando John Williamson reunió a un selecto grupo de tecnócratas neoliberales que habían venido promoviendo los “mecanismos de mercado” como ejes rectores de la economía para adecuarlas al sistema económico internacional que emergió tras las crisis de la década de 1970 y la crisis de la deuda externa.

Salinas llega al gobierno con ese programa y con el mandato impuesto por una alianza del capital transnacional y el capital monopólico nativo conducida por el gobiernos de Estados Unidos a través de sus brazos operativos: el FMI y el Banco Mundial.El programa neoliberal se ejecutó con tal enjundia que la propaganda diseminada por la tecnoburocracia y la academia adictas al modelo hizo de México uno de sus íconos.

Para que el efecto demostración funcionara y en un vano intento por acallar las críticas que acompañaron al creciente malestar se presentó el TLC y el “retorno” de los flujos de capital como logros del reordenamiento de la economía de acuerdo con las leyes del mercado y de la disciplina fiscal y monetaria, aunque como se sabe la estrategia de los tratados bilaterales o regionales de comercio es la manifestación pública de un proyecto de largo alcance de las transnacionales coordinado por el gobierno de Estados Unidos, para apropiarse de los recursos y los mercados, las reservas estratégicas de los países en desarrollo que con antelación fueron debidamente endeudados.

El propósito fundamental del Consenso de Washington es debilitar al Estado en los países en desarrollo como condición para avanzar en la ejecución de su programa.El otro elemento fundamental de la estrategia consistió en consolidar una nueva oligarquía con base en las privatizaciones y otras reformas para que fungiera de aliada y sustento interno del proyecto transnacional.

A los tecnócratas que idearon el modelo les duró poco el encanto.
Hacia mediados de la década de 1990 el impulso que provocaron las exportaciones se había agotado y los capitales especulativos liberados de toda regulación sustantiva y consistente por las reformas financieras se encargaron de mostrar los rígidos límites del mercado.A la crisis mexicana estallada en diciembre de 1994 siguieron en cadena crisis financieras por el conjunto de los países llamados emergentes y el rostro auténtico del neoliberalismo afloró sin máscaras en la extendida pobreza, las inconsistencias y debilidades de los aparatos productivos nacionales, la incapacidad estructural para generar empleos suficientes y el portentosamente desigual reparto de las ganancias entre países ricos y países pobres y entre propietarios y desposeídos.

El modelo neoliberal entra en cuidados intensivos y el mismo John Williamson acompañado de parte de los cortesanos ideológicos del Consenso de Washington intentan preservar el espíritu de las reformas alegando que hacía falta una segunda generación que enfatizara los mecanismos institucionales . El denodado esfuerzo por “retirar la escalera” se mantenía intacto como la convicción que profesan los fanáticos por sus creencias más allá de toda prueba.

Por lo tanto, lo que ahora está en juego es evitar el abandono de una estrategia que resultó absolutamente contraproducente para generar crecimiento sostenido, bienestar y, menos aun, desactivar las ataduras del orden internacional que mantienen a nuestras economías y nuestros pueblos en el atraso y la pobreza.

No es casual que el 2 de julio de 2006 las clases gobernantes y sus partidos políticos se hayan confabulado nuevamente para impedir la derrota de su candidato y el triunfo de quienes con su voto manifestaron su hartazgo y repudio al neoliberalismo y sus estragos. La magnitud de la derrota electoral de la derecha debe haber sido tan significativa que se cometieron toda clase de chanchullos, atropellos y mezquindades poniendo en riesgo precisamente aquello que dicen hace falta a las reformas de primera generación para conducirnos al paraíso prometido: instituciones adecuadas y buen gobierno.

El fraude ejecutado con suprema torpeza por una derecha arrogante y soberbia se está haciendo de conocimiento generalizado a pesar de que los corporativos mediáticos, especialmente los beneficiarios de la ley ad-hoc de radio y televisión, cuando no ocultan distorsionan la información, toda vez que los medios electrónicos alternativos permiten acceder a la información con el simple requisito de tener curiosidad y aplicar la lógica frente a los hechos que se quisieran ocultar en un mar de confusión.

Los ciudadanos han comparado las actas colocadas en los centros de votación con el conteo que revela el IFE en su sitio de Internet. ¿Cómo es posible que del acta pública redactada en presencia de los observadores y representantes de los partidos políticos a la página Web del IFE y el Programa de Resultados Preliminares (PREP) los números muten? Sencillamente porque hubo dolo desde la captura de la información por parte del IFE, no de los ciudadanos que participaron en el proceso en calidad de coordinadores de mesas electorales (alrededor de medio millón de personas).

El sofisticado mecanismo que pretendía dotar de transparencia y legitimidad a una elección de Estado resultó convertido en la prueba de las intenciones de cometer fraude, fraguado desde el momento en que fracasó la estratagema del “desafuero” de AMLO, operada para retirarle el fuero, seguirle una pantomima de juicio y encarcelarlo y, así, impedir su candidatura.

El gobierno de Vicente Fox articuló la conspiración contra la voluntad del pueblo de México y el Instituto Federal Electoral fue el operador. Elba Esther Gordillo, “líder” “moral” del magisterio, la misma que traicionó a su partido llamando a los gobernadores priistas a venderle a Calderón los votos que son capaces de inducir , recomendó a Luis Carlos Ugalde para presidir la Junta General Ejecutiva del IFE.Nominado en el marco de un oscuro contubernio entre el PRI y el PAN en 2003, Ugalde se ha encargado de desacreditar y deslegitimar la solvencia moral del Instituto ante la opinión pública con su sinuoso cuando no sesgado desempeño al frente del instituto electoral.

La pasiva permisividad practicada hacia la intromisión del jefe de Estado a favor del candidato de su partido, las campañas de infundios y mentiras contra el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, asociándolo maniqueamente con el “autoritarismo” del presidente venezolano, Hugo Chávez, para sentenciar que es un peligro para México, los excesivos gastos de campaña del partido en el poder debidamente denunciados, la intimidación que pretendieron ejercer los gremios empresariales sobre los votantes sumándose a la campaña del miedo a través de los medios de comunicación masiva, incluso cuando los partidos habían cerrado por ley sus campañas, los contratos con la empresa Hildebrando de la cual es accionista el cuñado de Felipe Calderón para la provisión de servicios informáticos al Instituto, entre otras maniobras no han merecido una intervención en tiempo y en forma del árbitro electoral, con lo que solo se descalificó ante la opinión pública.

La derecha que busca mantener la solvencia moral del IFE, acusa a López Obrador de ser quien instiga la descalificación como parte de una estrategia de ataque a las “instituciones democráticas”, lo que sería congruente con su “tendencia al autoritarismo”. Ante la rápida degradación de las calificaciones del IFE en la opinión pública y la evidencia que desde algunas Juntas Distritales está fluyendo información que fortalece la denuncia contra el fraude, la Junta General Ejecutiva del IFE se convocó en sesión extraordinaria urgente en medio de una crisis constitucional para aprobarse un estímulo adicional de 93 millones de pesos que elevarán la cifra total a 468 millones de pesos (43 millones de dólares aproximadamente), en medio de la gritería histérica de la derecha de lo costoso que resultaría contar nuevamente voto por voto para dar transparencia y legitimidad al proceso. A todas luces se trata de un soborno disfrazado que se ofrece a los funcionarios del Instituto para mantener filas cerradas ante los cuestionamientos. La cereza en el pastel la constituye el hecho de que Felipe Calderón, el candidato del PAN, fue padrino de bodas de Luis Carlos Ugalde, el Consejero Presidente de la institución que velaría por la imparcialidad, transparencia, eficiencia y limpieza de las elecciones en las que el padrino llega como candidato del sistema forzado a ganar.La conducta ajena a la ley de los funcionarios del IFE ha quedado expuesta no sólo en la maniobra a través de la cual el Consejero Presidente Ugalde pretendió declarar a Felipe Calderón ganador de las elecciones, cosa que corresponde al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sino en la autorización de abrir un almacén en el que se guardan los paquetes electorales cuando, nuevamente, sólo el TEPJF tiene facultades para ello.

La propia derecha panista está mostrando sus inconsistencias y el oportunismo que campea en sus filas cuando por un lado atacan al PRD por deslegitimar al IFE al demandar el recuento de los votos, mientras por otro lado impugnan una serie de casillas con lo que estarían implícitamente reconociendo anomalías en el proceso electoral. Lo que, sin embargo, deja sin piso toda la pantomima leguleyo de la derecha es el intento de Calderón de iniciar la transición (hay un presupuesto en la Secretaría de Hacienda para este fin) sin haber obtenido la constancia de mayoría que entrega el TEPJF una vez que ha llevado a cabo la calificación del proceso electoral, para lo cual es preciso atender primero las impugnaciones y denuncias que se presenten.

¿Quién desconoce, entonces, la autoridad de las instituciones?¿Debería sorprendernos acaso que las instituciones de la “gobernabilidad democrática” hayan participado de una conspiración contra la democracia? En absoluto, porque es una falacia que vivamos en una verdadera democracia. Lo que realmente ocurre es que los poderes fácticos y en particular el poder real, el económico, se sirven impunemente de las instituciones del Estado no para llevar a cabo un proyecto de nación, lo que podría ser legítimo, sino exclusivamente para satisfacer su interminable codicia y poder imponer al pueblo los sacrificios que fueran necesarios para sostener sus privilegios.

Fines aviesos conllevan conductas deplorables con resultados contraproducentes cuando los pueblos se hartan y enfrentan a sus explotadores. “Están promoviendo el odio de clases”, repelen éstos cuando se desnudan sus medios para “alcanzar el éxito”, como si los pobres necesitaran que alguien les mostrara su miseria o no fueran capaces de constatar el gigantesco abismo entre sus condiciones de vida y los insultantes privilegios de los ricos, máxime cuando la televisión se encarga de estrujárselos en el rostro con lujo de insensibilidad y soberbia.

El desempeño de la Junta Ejecutiva del IFE muestra las verdaderas motivaciones de la derecha para dotar de “autonomía” a los órganos de regulación precisamente antes de una elección en la que se temía el triunfo de la oposición. La autonomía entendida en un sentido neoliberal forma parte de la estrategia de debilitamiento del Estado.Paradójicamente el PRD acusado de ser un peligro para la estabilidad, el orden y las instituciones al defender su triunfo por la vía legal y orientar por esa misma vía el masivo apoyo popular (medio millón se congregaron en la Plaza de la Constitución en la primera asamblea informativa) estaría constituyéndose en factor de estabilidad y legitimidad de las instituciones.

El IFE podría salir adelante con la remoción del conglomerado de facciosos que forman su Consejo Ejecutivo, siempre que se transparente y se democratice la elección de su Junta Ejecutiva. El fracaso de la actual Junta se suma a la enorme pila de desatinos, errores y horrores de la tecnoburocracia neoliberal.

Para terminar, un mensaje al socialista que preside el Gobierno español: Sr. Rodríguez Zapatero, usted decidió equiparase a George W. Bush al ceder a la incontinencia y saludar, digamos, precipitadamente el “triunfo” de Felipe Calderón, saltando las formas diplomáticas y el respeto a las “instituciones democráticas” que son tan caras para su partido y para la corriente ideológica internacional a la que pertenece. Es evidente que su premura ha de obedecer a las presiones que las transnacionales españoles ejercen sobre su despacho, baste con ver el triste espectáculo cotidiano que da el periódico El País, para sospecharlo con fundamento. Lo propio ha de ser válido para el gobierno estadounidense que con el suyo comparten la pretensión de metrópolis para América Latina.

A lo mejor cabría recordarle que se le están perdiendo dos siglos de historia, por más que las transnacionales de su país pretendan prefigurar un capitalismo carabelero. ¿Le suenan Repsol en Bolivia, BBVA y Santander en Argentina, Telefónica en Perú, quizá Repsol en México? Lo patético es que usted y su partido, se supone, son diferentes del execrable Partido Popular del Sr. Aznar, al menos en lo que se refiere al derecho a la autodeterminación y la coexistencia pacífica de los pueblos y al rancio hedor a franquismo de esa derecha que algunos ingenuos y otros cínicos consideran democrática y moderna. A lo mejor una democracia de pacotilla se merece unos socialistas de pacotilla.¿Por qué será que las “buenas conciencias” que incendiaron la pradera por el “intervencionismo” de Hugo Chávez no hayan levantado la voz ni la mirada ante el impertinente y desfachatado intervencionismo de los nuevos centros coloniales? Es que el laizzes faire, laizzes passe, después de todo no es universal, es selectivo.

EL BIENESTAR DEL PUEBLO.

Luis Linares Zapata.

Exclusión y retroceso.

Con los golpes a la democracia tramados desde el poder y en apariencia capitaneados por el presidente Fox se han destapado las cortinas de cielo raso que disfrazaban la profunda división clasista de México. Ahora la sociedad se presenta a la intemperie, escindida en dos grandes bloques: izquierda y derecha. La dura polarización ha desfigurado el centro.

Las elecciones pasadas lo muestran con claridad meridiana. De un lado se situó el PAN y su recoleta partida de yunqueros. Del otro, la coalición Por el Bien de Todos. A la derecha panista, cada vez más fundamentalista y retrógrada, se adhirieron ciudadanos acicateados por el temor y el odio hacia el peligro con que se tildó a López Obrador. Pero lo fundamental ha sido lo incomprensible, lo inasible que resulta este personaje para los grupos de presión atrincherados en la cúspide decisoria.

Con ello se dio la pelea el 2 de julio y con esa endeble mezcla de electores Calderón aspira a gobernar. El PRI quedó atrapado en una postura indefinida, nebulosa, que a veces reactiva su crítica al oficialismo pero siempre acarrea los lastres del pasado, a veces de manera suicida. No puede reaccionar con oportunidad en este acomodo que lo condiciona y envuelve. Trata de actuar como bisagra entre los dos grandes bloques ideológicos, pero en este intento se diluye y pulveriza.

La descarnada lucha por el poder ha destapado, repito, la profunda división clasista de la sociedad mexicana. Algunos interesados la atribuyen al belicoso discurso de AMLO: rasposo, bravero, anquilosado. Otros, más rebuscados en su retórica, la acicalan con despectivos gratuitos y citas notables, le achacan a los apoyadores de la coalición el uso de fetiches (el Che, Mao, hasta Stalin) ya superados pero neciamente llamados para engordar sus pretensiones de triunfo.

Insisten, tales críticos y denostadores, en soslayar la realidad previa, labrada con fiereza en el curso de los últimos 25 años de un neoliberalismo rapaz, ineficiente y descarnado. Pero, más que todo ello, se olvidan del despegue, inesperado, veloz, de una rala capa de privilegiados hacia la acumulación de poder y riquezas desmedidas.

Estos sujetos han hecho suyos todos los botones de mando en la República. Se han apoderado del gobierno y lo usan para su propia conveniencia y reproducción. Encontraron una ruta funcional para disfrazar sus privilegios y defender las posiciones ya alcanzadas; recurren, con frecuencia obsesiva, al estado de derecho, es decir, la sujeción a la ley y la preservación de las instituciones como valores supremos de la convivencia.

En los países que, como México, tienen un desarrollo deformado, se descubre, casi por gravedad, el poco respeto, la negativa rotunda, el ninguneo de, precisamente, ese estado de derecho. Desde abajo, desde las bases de la sociedad, las instituciones que rigen la vida organizada, no son vistas de similar manera y hasta pueden ser diametralmente apreciadas respecto de aquellos que las imaginan, usan y recrean.


Desde arriba, ciertas instituciones son las encargadas del control, de instrumentar el mando, de hacer vigentes las normas, las que empujan y soportan, las vigilantes del cumplimiento cabal de las reglas del juego. Pero desde abajo son las que oprimen, las que facilitan el abuso, las que lastiman al débil, las diseñadas para perpetuar el sometimiento propio. Las que se tiene que evitar en vez de acudir a ellas.


Las actitudes hacia las leyes e instituciones, según el escalón social, económico o cultural que se ocupe, difieren de manera tajante, esencial. Para los que están acostumbrados al mando, para los que usufructúan las mieles de la riqueza (a veces en ofensiva abundancia), los educados, para los que están en la ruta de llegar al éxito, los responsables, para los que se sienten parecidos a los de arriba, (aunque no lo sean y nunca lleguen a serlo), para los que imaginan su creación o perfeccionamiento, las instituciones y las leyes son indispensables para la unidad de la nación, para el funcionamiento correcto del gobierno, para la eficaz producción de riqueza, para ocupar un lugar decoroso y digno entre las naciones, para el orden y la proliferación de valores colectivos. En una palabra, para crecer y desarrollarse.

Para los de abajo, en cambio, son, con frecuencia, organismos dañinos, perversos, corrompidos, malos, a los que hay que trampear, darles la vuelta, engañarlos y, a veces, destruir.


A eso se ha llegado cuando las diferencias se ahondan entre los hombres y las mujeres de un mismo pueblo. A ese terrible estado de incomprensión mutua, de cinismo, de división, de maneras opuestas de ver y entender lo que sucede, de narrar la historia, de enfrentar la vida, se arriba cuando las diferencias de clase se ahondan. Y mucho de ello se agrava cuando, en la cúspide de la sociedad, se encarama un grupo de mandones incapaces de auscultar el estado de salud de la nación, de tomarle el pulso al sentir popular.

Ellos se ocupan de acrecentar sus riquezas, su poder, de preservar y ensanchar su influencia y privilegios, de pulir sus oropeles e imagen. Son estos sujetos los que han decidido, además, impedir que la izquierda los sustituya, que los acompañe en la dirección nacional. Han rechazado, de manera tajante, que una propuesta de cambio, fundada en la justicia colectiva, los obligue a moderar sus ambiciones. Son los que han impedido, por todos los medios a su alcance, eso que se considera como el necesario, el humano cambio de las instituciones que se tienen y que debieron ser empleadas para el bienestar del pueblo y no para su propio usufructo.

Los costos de tan cruento esfuerzo y satrapía todavía ni se vislumbran, se temen, pero que ya se les ve como un horizonte ineludible.

FOX COMO CHIVO EN CRISTALERÍA.

El Ejecutivo, ''desvergonzado'', señala en el Zócalo.
Desorbitado e insensato, lo dicho por Fox: Muñoz Ledo.
Se ha alejado de toda función constitucional, advierte.


ROBERTO GARDUÑO
La amenaza de tormenta en la Plaza de la Constitución no amedrentó a miles de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, que a coro reprobaron el desliz de Vicente Fox Quesada, quien consideró ya ganador de la elección presidencial a su correligionario Felipe Calderón. ''¡Ladrón, ladrón, ladrón!'', coreaban mujeres y hombres, mientras Porfirio Muñoz Ledo acusaba al titular del Ejecutivo federal de ''desvergonzado'' por alentar la violencia entre mexicanos.

Al comentar la declaración foxista hecha ante corresponsales alemanes acreditados en México, Muñoz Ledo elevó el tono de voz y reclamó al Presidente, a quien dijo no tenerle respeto por haberse convertido en un desleal a la democracia.

El mensaje del ex embajador de México ante la Unión Europea se refirió a la existencia irrebatible de argumentos para cambiar el sentido de los resultados preliminares del 2 de julio, porque persiste una diferencia estrecha en el conteo de votos y las irregularidades son crecientes.


Estableció que en México existen dos instancias institucionales, con un valor determinante para la vida política y social: la Suprema Corte (que recibió una rechifla y mentadas de madre de los asistentes) y el Ejército Mexicano, ''que no es el guardián de la autoridad, es el guardián de las instituciones democráticas del país''.

En el mismo tono, Muñoz Ledo lamentó las declaraciones ''desorbitadas e insensatas'' de Fox. Sostuvo que el Presidente, alejado de toda función constitucional, ha tomado partido y ha lanzado consignas declarando como hecho consumado la elección presidencial.

''¿Qué es lo que dice el señor Fox? Que todos nosotros estamos en rebeldía, que estamos en el extremo. ¡El es el que se encuentra en el extremo de la deslealtad a la democracia! Se ha convertido en un agente panfletario, mientras que del lado de la movilización social y política hay inteligencia, racionalidad y moderación.

''Nos acusa de ser mesiánicos; él es el que está inventando una visión sectaria de la historia de México. Está preconizando la derechización, porque representa a los grupos más extremistas y él es el mesiánico de la derecha".

Desde hace 20 años, recordó Muñoz Ledo, se ha desarrollado una lucha democrática, que a los perredistas dejó 560 muertos, con objeto de lograr una República libre e independiente. También se refirió a la acusación foxista de apocalípticos, dirigida al movimiento de resistencia civil. ''¿Qué entiende Fox por Apocalipsis? ¡El es el que encarna a los cuatro jinetes! Se ha montado con sus botas vaqueras''.

Muñoz Ledo alertó sobre el riesgo de la violencia institucional. ''Jamás hemos agredido a nadie, jamás hemos matado a nadie. El (Fox) está instigando a la violencia. ¡Es un incendiario disfrazado de bombero! ¿Quiere la guerra? Que lo diga. Nosotros queremos la paz''.

También dijo que ocupar el Zócalo con una manifestación popular no representa una afrenta al Ejército. Y le señaló a Vicente Fox que no existe en la Constitución una sola línea donde se dé por obligatoria la ceremonia del Grito, el 15 de septiembre, y el desfile militar, el día siguiente.

LA SUBVERSIÓN ES DE LA DERECHA.LA IZQUIERDA ESTA IMPACIENTE.

REFORMA.

Froylán M. López Narváez.

Subversión.

Ayer, al mediodía, unas decenas de ciudadanos enmascarados y vestidos, más de uno, a la usanza de algunas regiones oaxaqueñas, allanaron la sede de la representación del subsistente gobierno de Ulises Ruiz, en las calles de Anzures, Polanco. El lunes, huestes del magisterio rebelde del SNTE, según se cree, tomaron 15 estaciones de radio -al día siguiente "liberaron" a cinco- e impidieron el tránsito habitual en carreteras orientadas hacia Puebla, el Istmo, Tuxtepec y Puerto Ángel.

Luego de balaceras en el Cerro del Fortín, sucedieron ocupaciones de las estaciones radiofónicas, junto con tiroteos que dañaron las instalaciones y las emisiones de la Corporación de Radio y Televisión, en donde un maestro fue herido de bala en una pierna. También se baleó la Secretaría de Finanzas y el Congreso local, igualmente allanados por inconformes. Se agregaron otras quemas de vehículos, esta vez se incendiaron 14 camiones de transporte urbano.

Los demandantes a ultranza, en el caso la salida del gobernador Ruiz, alegan que sus tomas de radiodifusoras tienen el sentido de que "no podemos permitir que se violente el derecho que tiene el pueblo de Oaxaca a recibir información veraz y oportuna sobre los acontecimientos que vivimos en nuestro estado".Según esto tratan de impedir que acontezca lo que ocurre en la Ciudad de México, en donde las cadenas televisoras y radiofónicas ocupan más tiempos, comentaristas y locutores para denostar, enjuiciar y requerir a los activistas defensores de la coalición Por el Bien de Todos, a su líder Andrés Manuel López Obrador y, recientemente, al jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, a quienes acusan de lenidad y desacatos a las leyes de la ciudad.

Han sido las señoras conductoras de programas como Carmen Aristegui y Denise Maerker, en los mismos medios de Televisa, quienes más han usado su derecho a la información y su libertad y competencia para informar, comentar e indagar estos sucedidos de importancia suma. Para no dejar de decir la novedad radiofónica y televisiva espléndida del programa fresco, creativo, ingenioso y enterado, excepcional, el Weso, de afortunada y atendida audición en tres horarios. También lo ha admitido y consiente Televisa; bultos de magnífica cal por toneladas de arena.

Ya hay concurrencia de poderes económicos y políticos para reclamar la participación directa y eficaz del gobierno foxiano. Con tartufismo inacabable hacen saber que sí participan, mediante su vocero, que más bien ha suplantado a su patrón Vicente Fox, y quien se encarga de tratar de corregir los mil y un dislates, sus impertinencias políticas y sus desatinos en contra de la ley, la equidad, la prudencia, el respeto a las proclamas y demandas de la oposición, sobre todo la perredista.

Será memorable la enmienda de la prisa y miedos históricos que padece el Presidente guanajuatense quien no ceja en decir e implicar que Felipe Calderón es, ya, el Presidente electo, así sea diciendo que lo es porque es el candidato electo según el envenenado IFE.

Las impericias, y maldades políticas, del feneciente gobierno federal no tienen límite y fin. A pesar de echar sus jaurías políticas y jurídicas en contra del denostable y pernicioso Napoleón Gómez Urrutia, usufructuario del sindicato minero mayor, y aunque quedan pendientes acusaciones, averiguaciones y sanciones penales en su contra, los sindicalistas recuperaron posición ante la empresa Villacero, la reposición del 100 por ciento de los salarios caídos, aumento salarial del 6 por ciento, premio de "asistencia", pago de deudas al IMSS, Fonacot, Afore e Infonavit, indemnización a mineros y pago de 10 mil y 7 mil 500 pesos por ayuda social a cada trabajador. No se incluyó su nieve de limón.

Con esto se evidencia que, al final, se chamuscaron los bigotes foxiosos pero no comen lumbre. También se patentiza que los logros políticos, sindicales y semejantes se logran con posiciones de fuerza, intransigentes, pacientes y decididas.

Y la obsecuencia del grupo minero, la concesión de prestaciones y reclamaciones, entraña que, a pesar de las pérdidas en producción y ganancias, han de ser tan cuantiosas y promisorias, que acceden a egresos y a peticiones que no vulneran las ambiciones y expectativas de los dueños o concesionarios.

La tozudez cobarde e irresponsable del gobierno federal que no asume sus responsabilidades en materia educativa y en los asuntos concernientes a las violaciones a las leyes de comunicación terrestre y audiovisual, materia de responsabilidad de la Federación, podrá, indebida y cruelmente, culminar, al menos por ahora, en enfrentamientos homicidas, encarcelamientos, persecuciones policíacas y judiciales.

Con la conclusión de la administración del mermado gabinete y mando del foxiato, acrecen las broncas, las divisiones, las confrontaciones entre mexicanos, enemistados por la injusticia social. La Procuraduría de Justicia de Oaxaca habla ya de subversión.

Y ciertamente que hay guerrillas larvadas y operando en México. Hay ánimos subversivos, de fingidos, ingenuos, confusos, enardecidos, revolucionarios y contrarrevolucionarios. Desde hace tres gobiernos federales es implacable la subversión derechista, acompasada con brotes de izquierdas ya impacientes.

¿ARISTOCRACIA O DEMOCRACIA?.

REFORMA.

Modesto Suárez.

Historia aristocrática o democrática.

¿Por qué una cosa tan sencilla como el recuento voto por voto, tras una elección tan cerrada, en México resulta imposible? ¿Qué voluntad lo determina?.

México, que está tan felizmente situado como la Unión angloamericana, se ha apropiado de esas mismas leyes y no puede acostumbrarse al gobierno de la democracia.
Alexis de Tocqueville, La democracia en América .

En México, difícilmente hemos tenido una vida política democrática. Por lo general, las elecciones han sido un ritual mediante el cual se ha impuesto al candidato favorecido desde el poder. Votos comprados o inducidos, urnas rellenadas o vaciadas, actas alteradas, campañas sucias, todo eso ha ocurrido en nuestra historia con el respaldo o la complacencia de las autoridades.

La elección presidencial y legislativa es el acto soberano por excelencia. A través de ella el pueblo decide quién será el jefe del Poder Ejecutivo y quiénes lo representarán en las dos Cámaras del Congreso de la Unión.

Cualquier atentado en contra de la voluntad popular constituye un atentado en contra de la soberanía y por ende en contra de la seguridad nacional.

A pesar de su gravedad, nos hemos acostumbrado a la violación del voto como un acto de poder realizado por un "Gran Elector", quien decide qué es lo mejor para los mexicanos.

Difícilmente nos inconformamos y a quien se inconforma lo descalificamos.

Posiblemente, Alexis de Tocqueville vería el México actual como el resultado de una continuidad histórica. En su obra El Antiguo Régimen y la Revolución Francesa, Tocqueville mostró la continuidad existente entre esos dos fenómenos políticos. La revolución destronó al Antiguo Régimen y terminó por continuarlo.

Algo así sucede en nuestro país. El gobierno instaurado en el año 2000 ofreció transformar el estado de cosas; sin embargo, prefirió establecer la continuidad del régimen anterior, una especie de nuevo antiguo régimen priista.

En el segundo volumen de su obra La democracia en América, Tocqueville distingue entre la historia aristocrática y la historia democrática. En la primera los historiadores se inclinan por referir los hechos a la voluntad y a la personalidad de ciertos individuos e ignoran las vidas de las multitudes. En cambio, los historiadores de los tiempos democráticos no se refieren tanto a individuos; para ellos la sociedad parece avanzar por sí misma a través de la cooperación libre y voluntaria de la gente que la compone. Tocqueville veía a la historia moderna como la historia de una democracia en evolución.

En México, la historia ha sido no sólo de continuidad política sino también aristocrática o de élites. Los grandes momentos de nuestro pasado se atribuyen a la voluntad y personalidad de ciertos individuos, no a la acción de las multitudes.

En el momento actual, después de la última elección presidencial, ha surgido un movimiento encabezado por un dirigente carismático sumamente popular y se le ha tratado de desacreditar calificándolo de fenómeno caudillista, contrario a las instituciones democráticas, como si la acción de la multitud fuera necesariamente parte de una historia aristocrática y contraria a una historia democrática.

Esta paradójica descalificación parece reflejar más bien la lucha entre una élite y un segmento creciente del pueblo.

El Tribunal Federal Electoral fue fiel a nuestra tradición de continuidad y de historia aristocrática al negarse a realizar el cómputo de todos los votos. Recontar todos los votos hubiera estado más acorde con los principios de una historia democrática y hubiera puesto fin a la crisis poselectoral.

Algo tan sencillo de hacer parece en nuestro país imposible de realizar.¿Cuál será el futuro de estas dos historias? Es difícil saberlo. Es posible que, como ha sucedido muchas veces en nuestro pasado, se imponga la historia aristocrática o elitista; pero también es posible que estemos ante el inicio de una historia democrática. El tiempo nos lo dirá.

¿Y AHORA?...

Estrictamente personal.
Raymundo Riva Palacio.
23 de agosto de 2006.

El jardinero Fox.

Por más apologistas en su entorno, difícilmente será recordado como un estadista, y sí como un hombre que consumó el desgobierno.

V icente Fox será seguramente recordado como un Presidente mediocre, incompetente, ignorante, dopado muchas veces con antidepresivos y manejado por una mujer tan ambiciosa y dominante que cuando se volvió un riesgo para el Estado por su intromisión en la vida pública desde su cargo de jefa de prensa de Los Pinos, no se le ocurrió algo mejor que casarse con ella. Fue una desgracia histórica que en el momento más delicado de la construcción democrática de México, quien estuviera a la mano para recibir el respaldo por el desprecio a la hegemonía priísta de 70 años fuera Fox. No estuvo a la altura, salvo como un gran jardinero de la política: todos los conflictos le crecieron.

Su miopía, impregnada por las buenas intenciones de las cuales también está pavimentado el camino al infierno, hizo resucitar al EZLN y, contraviniendo la Constitución, le otorgó un salvoconducto para que se fuera a pasear por el territorio nacional, haciendo caso omiso al cejo fruncido de los militares, que a diferencia de él, sí recordaban que le había declarado la guerra al Estado mexicano. Fox volteó hacia ellos para perseguirlos, por el negro episodio de la llamada guerra sucia, lo que lo llevaría a una situación particular con las Fuerzas Armadas, que lo siguen respetando como institución, pero que no parecen otorgarle el mismo trato como político.

Fox violó la Constitución permitiendo el libre paso a un grupo armado, sin resolver jamás el conflicto en Chiapas que ofreció componer. En cambio, en su jardín proliferaron municipios autónomos zapatistas, donde la gobernabilidad -seguridad y cobro de impuestos, por ejemplo- estaba en manos de un grupo armado.

Un puñado de macheteros en San Salvador Atenco, cuyos problemas de expropiación de tierras para construir un nuevo aeropuerto jamás encontraron la salida, crecieron a miles de puños que le echaron para abajo su principal obra sexenal y dieron nacimiento a otro foco de ingobernabilidad a 32 kilómetros del corazón político nacional, donde convergieron los zapatistas con varios de los grupos extremistas más beligerantes hoy en día.

Es exactamente lo mismo que ha sucedido en Oaxaca. Un conflicto magisterial -donde la solución era federal, no estatal-, combinado con la prepotencia del gobernador Ulises Ruiz y la inacción del gobierno de Fox, ha convertido su capital en zona de subversión abierta. Grupos guerrilleros y radicales, junto con maestros y organizaciones sociales y políticas, tomaron la capital y hacen lo que desean ante las miradas de las autoridades que se siguen echando en cara sus responsabilidades.

Tomada la capital desde hace semanas, Fox sigue en su fase autista. Mientras Oaxaca capital se incendiaba el lunes, con estaciones de radio tomadas, con disparos y fuego, amenazas y secuestros, Fox lucía muy presidencial homenajeando a Chespirito, su cómico de cabecera, reconociendo que él siempre se va a la cama temprano. Nada le altera el sueño a un Presidente de ornato cuando de gobernar se trata. A los rebeldes en Oaxaca se les podía aplicar la ley y fincarles responsabilidades por sedición y motín, cuando menos. ¿Pero quién es el guapo que aplicará la ley?

Nadie, por supuesto, en esta combinación perniciosa de la dialéctica. A principios de sexenio encuestas de la Presidencia mostraban que el 80% de los mexicanos se oponían al uso de la fuerza por parte del gobierno bajo cualquier circunstancia, demostrando que la cultura mexicana sobre el uso legítimo del gobierno para emplear la fuerza, estaba muy lejos del horizonte.

En la actualidad, 60% sigue pensando lo mismo, lo que sigue mostrando que una acción de fuerza por parte de la autoridad siga demasiado lejos de la legitimidad y muy cerca de la acusación de represión. Se necesita quizás una nueva generación de mexicanos para que esa correlación se modifique, pero, sobre todo, falta un gobierno que contribuya a ello. El de Fox ha sido lo contrario.

Fox siempre se ha mantenido en la confusión del ignorante. Presidencia no es igual a autoritarismo, como ha dicho, como tampoco la exigencia de que gobierne con orden es una añoranza de tiempos pasados.

Autoritarismo es el manejo discrecional de la ley, como en el caso del EZLN, o la no aplicación, como en el caso de la insurrección en Atenco. Autoritarismo es dedicar los recursos del Estado para castigar a un opositor incómodo, como fue Andrés Manuel López Obrador cuando quería destituirlo como jefe de Gobierno del Distrito Federal y llevarlo a la cárcel por desacato a la ley.

O también, en episodios no vistos en los regímenes burocráticos-autoritarios del PRI, aprobar gabinetes metalegales para que su esposa Marta Sahagún pudiera diseñar su propia política social, teniendo como siervos a los secretarios de Estado del ramo. Fox fue muchas veces desplazado -por voluntad propia- por ella, quien se encargaba de gobernar, sabiendo políticos y empresarios que era la señora, no el Presidente, quien decidía y concretaba las cosas. Pero ella no es nadie, en términos legales, con lo cual su acción directa en los asuntos de la nación es absolutamente ilegal e ilegítima.

Fox nunca fue material presidenciable. Se han cansado sus cercanos de asegurar que es diferente, coloquial y hasta rudimentario, pero un buen tipo, lleno de buenas intenciones. Que no es tan retrógrada, como algunos piensan, sino profundamente tolerante y demócrata, que no es tonto sino listo, que no es miope sino con visión de largo alcance. Que habla mucho, sí, pero que eso es refrescante en la Presidencia del cambio. Ésta, definitivamente, sí ha sido distinta.

Un Presidente sin ambición de poder -cómo le hizo falta leer a Michel Rocard-, depresivo durante la mayor parte del sexenio, con un mundo diferente al real, se volvió dependiente de la señora Sahagún, y la defendió a ella y a su familia hasta la ignominia, jurando sobre su Biblia que sus hijos políticos no son lo corruptos que muchos perciben, y que ni ellos ni su madre chantajearon a nadie, sino que son producto de una cultura del esfuerzo.

Paradojas del México actual, sigue manteniendo altos índices de popularidad, deslindándolo por completo la gente de que, además de buen tipo, tendría que haber sido un gobernante eficiente.

Oaxaca es la última expresión de su incompetencia, de la incapacidad de su gobierno en el difícil arte de la política y de la construcción de acuerdos. Las semillas que sembró el jardinero Fox dejaron rencor y encono. El país no se ha caído en pedazos porque en realidad no lo gobierna. El Presidente que debería haber sido de todos los mexicanos, no lo fue. Destinado para construir, demolió. Él, quien debía haber creado las condiciones para que el fin de su sexenio fuera un refrendo de la democracia, cimentó las necesarias para derruirlas. Afortunadamente ya se va. Y pese a él, es difícil que en los 99 días restantes termine con la nación.

BONITA AMENAZA DESDE MATAMOROS

Desde Matamoros, Tamaulipas, con la dirección de IP 201.153.116.39 nos llegó la siguiente amenaza:

From: jajajaja jejejeje [blackdeadlyviper@yahoo.com]
To: senderodelpeje@toliro.cjb.net
Date: Aug 23, 2006 6:44 AM
Subject: da la cara Hijo de perra

En vez de estar con tus pinches ideas socialistas y coumnistas que son un PINCHE ASCO, vete mucho a chingar a tu perra madre pinche lamehuevos de CUBA Y VENEZUELA Y DE TU MESIAS PEJE, YA PERDIERON ya no desestabilicen el pais PINCHE BORREGO DE MIERDA, o que quieres hacer de mexico un COREA DEL NORTE????, O UN CUBA???, VAYANSE MUCHO A LA VERGA y pongansen pilas por que nos estan haciendo encabronar a los mexicanos que si creemos y que estuvimos en la casillas checando el voto por voto y les vamos a ir a partirle su madre a todos ustedes a mi ya me esta dando mucho coraje y creemelo que voy a juntarme con los demas para desaparecer borregos como ustedes, ESO ES LO QUE QUIEREN????, si el pinche gobierno no hace nada, NOSOTROS SI LO VAMOS A HACER, ya estuvo de tanta pendejada.


asi que a medirle el agua a los camotes como dices guey, A DESAPARECER INDIOS MEDIOCRES SE HA DICHO.


Algo me dice que tan ardillas...

En fin, gracias por la dirección de IP. Es exactamente lo que necesito para levantar una denuncia por amenazas. Digo, si sabes que es delito federal, ¿verdad?

Chale, y luego las mamadas con las que sale. Que si Venezuela y que si Cuba. No mameyes en tiempos de aguacates.

En fin.

Una razón más para apoyar al peje en el 2006.

UNO MÁS QUE SE LE VA A BANAMEX (POR CULEROS)

Nos escribe un lector y nos comenta:

Hoy por fin pude cancelar mi tarjeta de crédito.

De manera extraña fue mucho más rápido que la ocasión anterior, pero el motivo de mi alegría es el siguiente: es cierto, como dices en el blog, que Banamex ya resiente el boicot, pues después de hacerme esperar dos o tres veces, mientras el empleado (Gabriel Guerrero) consultaba "algo", me informó (como si no supiera) que recién en abril había pagado mi anualidad, y que la tarjeta es de las mejores del mercado, y no sé qué rollos para intentar disuadirme... para no hacer el cuento largo: terminó por decirme que BANAMEX me regresaría el monto de la anualidad, $460.00, para utilizarlo en lo que yo quisiera, claro, siempre y cuando continuara yo con su porquería de producto. Sobra decir que no me convenció; le respondí que no quería yo ninguna relación más con ese banco sobre todo por lo antes expuesto (el motivo de mi solicitud de cancelación: la participación de Roberto Hernández en la guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador).

Aquí lo importante es que no claudiquemos, que no nos dejemos convencer por las artimañas de los señores trabajadores de ese banco, que cancelemos cueste lo que cueste; de todos modos, más perdemos por los intereses que nos cobran.


Como podrán ver, a Banamex también le está doliendo el boicot. Así que no nos rajemos. Les estamos partiendo la madre pero para que no se note no dicen nada en los medios.

Una razón más para apoyar al peje en el 2006.