Un peligro para México... |
martes, 06 de febrero de 2007 | |
Por Lic. Hugo Carbajal Aguilar Durante el período de mi ejercicio como diputado local (1997-2000) conviví más de una vez con personajes de la política de mi Estado (Morelos) en diferentes ocasiones. Una de ellas, invitados por un presidente municipal acudimos a la casa de un amigo de ese pueblo en cuyo patio, junto al río, departimos y compartimos cervecitas, ron y un estupendo caldo de iguana.
Desconcertados nos volteábamos a ver los otros 3 comensales en tanto él se permitía incrementar su personal excitación, como si fuese a revelarnos un secreto oculto durante años. Se acercó aún más y no dejaba de percibirse en él aire cierto aroma furtivo... como una trampa en el juego... como una cita con una recién casada... -Es... -dijo arrastrando las sílabas- un trozo del hábito de Santa Clara de Asís (¡!). ¡Es una reliquia! Exclamó...y yo la tengo, la guardo aquí mira...aquí la conservo y siempre la llevo conmigo... Ya. Ahí estaba la gran revelación. La revelación sí de su muy peculiar forma de ver al mundo, la espontánea revelación de su fanatismo, de su criterio medieval, de su fe de carbonero, de esa subjetiva e ideologizada actitud que cifra en un pedacito de tela esperanzas y deseos, tarjetas personales de salvación de su alma, amparos cotidianos ante los dramas de la vida...¡Qué barbaridad! Pues bien, este personaje que ahora es senador por Morelos se ocupaba entonces de dirigir a nivel estatal al Partido Acción Nacional y ha expresado en reciente entrevista que ellos los panistas, reiteran, una y otra vez, que López Obrador es un peligro para México. ¡Vaya! Habría que recordarle al flamante senador que los efectos del fanatismo han sido históricamente desastrosos, que han provocado tragedias, que han obnubilado las mentes, enceguecido el ánimo, cerrado la comunicación. ¿O pretenderá el honorabilísimo, que para conseguir nuestros objetivos y satisfacer nuestros más recónditos e inconfesados deseos nos encomendemos a los beatos jaliscienses canonizados por chismosos? ¿O a nuestro novísimo santo Monseñor Guízar y Valencia? (Por cierto si visita Ud. Jalapa no se olvide de pedirle al Cura del lugar que lo cubra con la capa del mencionado Monseñor, chance así queda protegido contra todo mal. Imagínese, ¿qué va de un trocito de tela a toda una capa?) ¿O nos encomendaremos, por lo menos, a San Juan Diego? La verdad debemos sentirnos tranquilos y confiados al saber que personajes como este honorable, respetado y distinguido senador -Adrián Rivera- nos represente ante la Cámara y defienda concientemente nuestros intereses como morelenses y como mexicanos. Esperemos que al menos se abstenga en estos seis años de beber como lo hacía. O bien, que consuma rompope en honor a Santa Clara. De este modo seguirá siendo fiel en su veneración fanática a ese trozo de tela y no tendrá necesidad de sacrificarse dejando de beber. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario