Opinión México.
Ingobernabilidad no presumible.
Por: Patricio Cortés .
(Fecha publicación:08/10/2006)
“Hoy tenemos tres presidentes: uno legal, uno legitimo y otro que nada más ocupa espacio”: Valeriano Ramírez Medina - “El IFE y el Tribunal no abonaron mucho en el esclarecimiento. Hubo omisión y negligencia que son constitutivos de juicio político. Las irregularidades debieron ser turnadas a la fiscalía”: Víctor Alarcón Olguín.
Hoy tenemos un país cuyo presidente constitucional abrió la sucesión hace tres años; pero su sucesor reconocido “legalmente” parece no tener la legitimidad, ni la fuerza para tomar las riendas del país. Hay un tercero dispuesto a hacerlo, pero sin el aval de las instituciones; en pocas palabras la gobernabilidad no es algo de lo México pueda presumir.
La situación política y social que enfrenta (o debiera hacerlo) el presidente Vicente Fox es la de un país dividido, con diversas plazas bajo fuego a consecuencia del narcotráfico; en Oaxaca un conflicto social cuya única solución parece ser es la salida del gobernador, lo cual pondría despertar a otros movimientos sentando el precedente reciente de la salida de un gobernante por presiones de un grupo determinado.
Súmense los problemas con los sindicatos a raíz del conflicto minero, la crisis de las instituciones y los escándalos políticos. Tales situaciones nos hacen dudar que el titular del Ejecutivo federal realmente lleve las riendas de este país.
La situación nos recuerda a Norberto Bobbio en su ensayo El poder y el derecho, publicado en México por Grijalbo en 1984, en el libro Origen y fundamentos del poder político, pero con gran vigencia: “el poder sin derecho es ciego y el derecho sin poder queda vacío... Entre los negros de Africa (cita a Guillermo Ferrero) o los bárbaros, el hecho y el derecho pueden coincidir: quien detenta los instrumentos materiales del poder está considerado como investido del derecho de mandar. A medida que un pueblo se civiliza, el hecho de poseer los instrumentos del poder no basta; es necesario haberlos adquirido observando ciertas reglas y principios, que confieren el derecho, universalmente reconocido de gobernar”.
Tras las reflexiones de Bobbio hoy surgen interrogantes respecto a la legitimidad de quien legalmente ostenta el poder (Fox) y si tiene los medios para ejercerlo; y si quien lo recibirá (Felipe Calderón) también, sobre todo porque hasta el último día de septiembre seguía despachando como presidente electo a salto de mata.
Otro actor, los poderes fácticos (narcotráfico, grandes empresarios y televisoras) no cuentan con la legitimidad para ejercerlo.
Por último, Andrés Manuel López Obrador no está respaldado por la legalidad, entonces como que no queda muy claro quién gobernara práctica y legítimamente.
Víctor Alarcón Olguín, jefe del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Iztapalapa nos comenta que hay una capacidad muy mermada y limitada de gobernar. Apunta que se requieren puentes y el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar, así como el secretario de Gobernación, Carlos María Abascal, no están contribuyendo.
En el mismo sentido cita las contradicciones entre el presidente electo Felipe Calderón y el líder de su partido, Manuel Espino.Refiere que en el movimiento de López Obrador se pueden todavía radicalizar más las posturas. Expone que podrían fincar responsabilidades penales al tabasqueño y su equipo por usurpación de funciones, sobre todo si en un momento dado intenta tomar funciones exclusivas del gobierno, lo cual polarizaría más a la sociedad. “Tenemos elementos de incapacidad que nos están poniendo en un punto muerto”.
Un problema para la gobernabilidad de la administración que llega en diciembre está en la legitimidad del nuevo presidente, cierne sobre él la sombra de un presunto fraude, pues no hubo mucha transparencia en el proceso. En ese sentido, Víctor Alarcón Olguín, glosa: “El IFE (Instituto Federal Electoral) y el Tribunal (Electoral del Poder Judicial de la Federación) no abonaron mucho en el esclarecimiento. Hubo omisión y negligencia que son constitutivos de juicio político. Las irregularidades debieron ser turnadas a la fiscalía”.
Opina que los magistrados dejaron muchas dudas, pero el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no ayudó mucho a resolverlas, ante la falta de organización tanto en la presentación de los documentos legales para impugnar, como a la hora de nombrar y distribuir representantes de casilla: “Si ya se veía una elección de Estado, el PRD debió haberlo asumido como costo”.
A esto suma el conflicto de Oaxaca: “Hay una dinámica de varias pistas donde se deberían allanar esos caminos. Pues la petición irreducible de la desaparición de poderes, pondría en riesgo la alianza PRI-PAN” (Partido Revolucionario Institucional-Partido Acción Nacional).El investigador de UAM considera que si bien el sexenio de Vicente Fox fue muy estable en el sentido macroeconómico en otros rubros fue todo lo contrario.
Por su parte, el secretario técnico del Centro de Estudios Políticos y Sociales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Valeriano Ramírez Medina, nos dice: “Hoy tenemos tres presidentes: uno legal, uno legitimo y otro que nada más ocupa espacio”.
Considera que en 2003 hubo cambios importantes en el modelo y en esa transición el Ejecutivo ya no supo para dónde iba a jalar y ése es el gran problema que tiene ahora Fox: “En 2003 lo que operó fue una suerte de estructura gubernamental conjuntamente con los proyectos gubernamentales y de alguna manera los movimientos y acondicionamientos que hizo el propio PRI al interior.
Esto obligó a la polarización y nos lleva a que ahora tengamos un escenario de incertidumbre política muy agudizado, donde el que ganó se siente perdedor y el que perdió actúa como si hubiera ganado”.
El primer riesgo que corremos es si Calderón no asume la Presidencia con seriedad, con la responsabilidad y con la fuerza que se requiere; podríamos entrar en un proceso de ingobernabilidad, de un aumento de las presiones del movimiento social, de las movilizaciones sociales; incluso de su propia radicalización que pudiera plantearse al igual que en Oaxaca la salida de Calderón”.“Con inestabilidad social, narcotráfico, ilegitimidad política, incertidumbre financiera, tenemos un escenario donde alguien va a tener que tomar la Presidencia con seriedad. Ahora el problema que va a tener Calderón es integrar su equipo de trabajo, no el gabinete, su conjunto de asesores”, expone.
Valeriano Ramírez refiere que en otros sexenios el presidente electo empezaba a tomar sus funciones colocando directores de área desde el día del ultimo informe presidencial, lo cual no ha pasado con Calderón que parece carente de equipo.
En gran medida asume que el problema tiene que ver con la génesis del blanquiazul: “El PAN nunca estuvo formado para gobernar, nunca se planteó gobernar. Es un partido que estaba orientado a representar intereses y a negociar, pero cuando les dan la estafeta dicen: ‘y para qué la queremos’. Ahora tienen la Presidencia y no saben qué hacer con ella, porque no están formados para gobernar, no tiene cuadros, no los han formado, sus gobernadores no son panistas, son empresarios, son expriístas, son gente de otra orientación, de extracción no militante del PAN”.
Respecto al posible gabinete afirma que Josefina Vázquez Mota polarizaría más la situación como secretaria de Gobernación, por lo consecuente le conviene más a López Obrador que a Calderón.
Añade: “El Fondo Monetario Internacional está dando señales directas de qué gabinete quiere. Quiere un gabinete político, un gabinete militante, un gabinete activo y ese gabinete sólo lo puede dar el PRI”.Ante la falta de cuadros en su propio partido, de acuerdo con Valeriano Ramírez, Felipe Calderón “Va a tener que gobernar con el PRI, trasladar el poder al PRI, convertirse en un presidente priísta”.
Explica: “¿Realmente quién operó para que el país se dividiera en dos? Me parece sintomático que el PRI no haya ganado en ningún estado. Me parece sintomático que el PRI se quedara como el fiel de la balanza. Tiene estrictamente el número de diputados necesarios para orientar el comportamiento del Congreso, digamos los legisladores que tienen no son cualquier cosa.
Además tiene obuses en el PAN y en el PRD. Diódoro Carrasco, por ejemplo, no es panista y no va a operar para el PAN”, opina el politólogo de la UNAM.“Con esto tenemos la bronca que le trasladó la fuerza al PRI, le traslada la legitimidad a Andrés Manuel ¿El con qué se queda? Ahora el modelo requiere un presidente fuerte, un Estado ampliado y capaz de generar legitimidad”, advierte.
En contraparte expone que el movimiento de López Obrador resultó no estar desinflado como muchos decían, pues convocó a un millón 200 mil personas el 16 de septiembre y a diferencia de su contrincante colocó en sus comisiones a personajes de primer nivel: “A ver quién le mata el gallo”.Apunta: Andrés Manuel va hacer todo lo posible por declarar ilegitimo a Calderón y obligarlo a la sustitución y a la renuncia. Para eso no sé cuanto le alcance el gas”.
Entrando al sexenio que aún no concluye, aunque pareciera que estamos en el limbo, le pregunto a Valeriano Ramírez si Fox gobernó realmente el país y responde categórico: “Por supuesto que sí”. Luego, pícaro agrega: “Los primeros 15 minutos. ¿Después quién gobernó? Los banqueros, los narcos, los grupos de interés, Televisa. Básicamente los poderes fácticos que demostraron que nunca se pudieron poner de acuerdo entre ellos”.
El incremento exponencial de la violencia relacionada con el narcotráfico es otro problema que pone en duda la gobernabilidad y el investigador indica: “Hay una incapacidad de negociar, incluso con los grupos de narcotraficantes. Hasta con ellos hay que negociar. El gran problema es que ahora negociar es muy difícil porque estamos en medio de una guerra civil entre el grupo del Golfo y el grupo del Pacifico, peleándose por plazas nodales”.
Ejemplifica: “El problema de gobernabilidad se torna más complicado todavía. Ya lo decía García Márquez en El otoño del patriarca: necesitamos del patriarca, porque es el único que sabe gobernar. De otra manera perdemos Macondo”, concluye.
Con una Corte que ha tomado decisiones oscuras, un Congreso de cuyos dirigentes están saliendo a la luz cadenas de corrupción y un presidente electo cuyo miedo salta a la vista, cuya legitimidad es puesta en duda por muchos, la capacidad y deseo de los gobernados para obedecer es endeble.
De hecho el problema no es privativo de nuestro país y en septiembre de 2005 el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, declaró que los países de América Latina enfrentan problemas de gobernabilidad.
Como prueba de ello expuso que de 1990 a la fecha de la declaración, 15 presidentes se han visto en la necesidad de abandonar el cargo, entre otras razones por ineficiencia, corrupción y falta de transparencia.
Según la Real Academia Española, gobernabilidad es “Cualidad de gobernable” y a su vez gobernable significa “Que puede ser gobernado”. Para quienes aseguran que no hay en México problemas de gobernabilidad, con lo que estamos viendo ¿México puede ser gobernado? Y si es así ¿por quiénes?
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lunes, octubre 09, 2006
A SEGÚN Y CÓMO.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 11:04 p.m.
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