¡AY! ZANDUNGA,MAMÁ POR DIOS.

REFORMA.
Froylán M. López Narváez.

72 horas.

Se entendió que a partir del lunes se daba un plazo de tres días, 72 horas, para que Ulises Ruiz, contumaz gobernador electo entre broncas, abandonase su cargo, por la vía que fuese. Entrevistado por Alberto Aguirre de Reforma, el priista madraciano confirmó lo que había declarado, así, una semana antes: "ni aunque me pongan una pistola en la sien, les voy a dar mi renuncia".

Ruiz Ortiz aduce estos argumentos para sostener su posición: es simplista creer que su dimisión resuelve el conflicto grave que padece Oaxaca y, como premonición y síntoma, todo el país; ni la APPO ni la sección 22 representan al pueblo de Oaxaca, son parte de él, pero no son una parte mayoritaria. Y dice una tontería mayúscula, propia de cualquier político tradicional y falaz: en esta lucha no debe haber vencedores ni vencidos, ganadores ni perdedores.

Por lo pronto ya hay más de una docena de muertos, cinco de ellos por accidente carretero, propiciado por la contienda. Se acoge a la falacia de la parte por el todo, al miedo que sus congéneres han expresado con este subterfugio: "Se trataría de un precedente gravísimo para las instituciones del País. No se trata de mí", afirma con solidaridad increída, "se trata de instituciones que el País se ha dado para resolver por la vía del voto todo lo que es el Gobierno en todos sus niveles".

Amnésico voluntarista, olvida que en su territorio y en muchas partes del país, la "caída" de munícipes, gobernadores, secretarios y otros empleados públicos fueron expulsados de sus oficinas por decisión presidencial. O de los agentes que aconsejaban y "cuchileaban", azuzaban.Ya admitió que un subsecretario federal se encargue de la vigilancia policiaca, del orden, en la capital oaxaqueña. Cree que la injerencia es un asunto municipal, no del gobierno del estado, y que no se vulnera la soberanía estatal. La inseguridad ha crecido, día con día, han llegado rateros, raterillos, pandillas, a asolar barrios y ciudadanos. Se han allanado casas y terrenos abandonados o semiabandonados, comercios, oficinas, talleres. Los rebeldes han atrapado a estos marginados y contra toda norma y moral, los han humillado, vejado y sancionado, por la explicable cólera por asaltos y otros latrocinios.

URO no quiere polemizar, enemistarse con Fox y sus subalternos. Con razón, afirma que las comisiones de delitos en áreas y responsabilidades de autoridades federales -aeropuerto, estaciones de radio- son omisiones culposas del Poder Ejecutivo federal. Se cobija con la solicitud del Congreso local que ha pedido que intervengan las fuerzas de los poderes policiacos y milicianos bajo el mando del gobierno central.

Es tesis generalizada que este atroz enfrentamiento ha sido causado por la impericia, los intereses, las fobias, los temores, las maldades del Presidente en presuntas funciones, el mismo Ruiz, de los secretarios del esquizoide federativo, las torpezas y los cálculos de los partidos todos, del culposo abstencionismo judicial. Casi todos han metido cuchara y patas en el belicoso pleito. También tienen que ver los intelectuales inorgánicos que explican parcialmente el conflicto.

Ruiz Ortiz quiere que se crea que los planteamientos de la APPO y la sección 22 han sido incluidos en los acuerdos que él cree posibles, sin el arremetimiento de la fuerza pública. Achaca el origen, la descomposición y la polarización a los dineros, al presupuesto. Tampoco a él le hicieron caso los federales, no le autorizaron incrementos. "Sin duda el origen es presupuestal".

Ante las heterogéneas y patentes incapacidades para gobernar, replica que sí tiene capacidades. Pero, ¡oh, infortunio!, no tiene capacidad presupuestal.Es el caso de que casi todo mundo se pregunta por qué no estorba, al menos, sobre todo ante la inminencia de más muertes y aun de masacres, y si tiene en contra la opinión y criterio de políticos y de casi todo mundo, por qué no pone su parte, no para resolver cabalmente el problema, sino para que sobrevengan los juegos, negociaciones y arreglos de los gerifaltes de su partido en extinción gradual.

El enviado de esta casa editorial, Benito Jiménez, la cabeza de su nota de ayer, definen la actualidad de la situación: el pueblo está dividido: maestros contra maestros, padres de familia contra maestros insurrectos, apposos contra maestros, quienes sólo admiten la transacción y la dimisión del tozudo gobernante y quienes urgen para que se retome la ciudad mayor oaxaqueña, con la violencia legal de la fuerza pública, urgidas por personas como el ubicuo Miguel Ángel Yunes.

A esta hora ya pasaron más de 24 del ultimátum de la APPO. Cada quien tiene el suyo. Y para el viernes próximo la APPO, heterogénea agrupación popular, populista, con infiltrados gubernamentales, guerrilleros de cepa y de última hora, con el concurso de secciones de la CNTE, con influjos mayores en 11 secciones nacionales, advierten, amagan y amenazan con toma de carreteras, mantenimiento de barricadas, marchas regionales, boicots a empresas trasnacionales, brigadas para la clausura de oficinas públicas.

Se acabó lo que se daba, se acabó. No hay marcha atrás, alguien, algunos, perderán mucho; las salidas serán tangenciales. Si no hubiera muerto, ni muertos. Mejor sacrificarse que sacrificar. ¡Ay! Zandunga, mamá por Dios.