MMMJJJUUU, SÍ, CÓMO NO...¡NO SEÑORES!, ESTO APENAS EMPIEZA.

Felipe Calderón: entre la debilidad y el temor.

Aunque especialistas afirman que le gusta negociar, no ha podido dar un mensaje claro de reconciliación y tampoco se ha esforzado por construir puentes de diálogo con el PRD.

JORGE TEHERÁN.
El Universal.
Domingo 17 de septiembre de 2006.

Atrapado por protestas, cercado por su propia seguridad, enfrentado con la dirigencia nacional de su partido, Felipe Calderón Hinojosa comenzó a desahogar la agenda de presidente electo.

Los primeros días han sido difíciles pero, según el politólogo Jeffrey Weldon, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), "las cosas van a cambiar", debido principalmente a que su mayor adversario, el ex candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, deberá modificar sus protestas.

Calderón ha caminado casi en las sombras, ocultando sus actividades, informando de última hora, todo para evitar encontrarse con militantes del PRD.

Esto, asegura el secretario general del PAN, José Espina, es prudencia y no temor. "Nosotros estamos viendo esto como actuar con prudencia para evitar pretextos a aquellos que están buscando generar provocaciones y enfrentamientos.

"Ni de parte de Acción Nacional, ni de parte del gobierno federal, ni de parte del presidente electo vamos a buscar generar ningún tipo de provocaciones y en la medida en que las podamos evitar, lo vamos hacer, por el bien del país, ese es la conducta sobre la que nos estamos guiando", dijo.

Sin embargo, estos primeros días de Calderón "nos muestran a un presidente débil, encerrado en sus oficinas por temor a encontrarse al PRD en las calles, sin capacidad discursiva y de diálogo. Es preocupante", afirma el politólogo Ulises Corona Ramírez, catedrático de la UNAM y del Instituto Tecnológico de Monterrey.

-¿Qué puede pasar en el próximo sexenio con una presidencia débil?
-Maquiavelo decía que si un gobierno débil sustituye a un gobierno fuerte, las instituciones del Estado pueden sobrevivir, pero si un gobierno débil suple a otro gobierno débil, las instituciones están en riesgo. Por eso es necesario que las fuerzas políticas del país construyan de manera urgente los acuerdos necesarios para modificarlas.

El 5 de septiembre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró a Felipe Calderón presidente electo. Ese día, en la noche, festejó en la sede nacional del PAN con un discurso calificado por muchos como "poco creativo", en el que no dijo nada distinto a lo expresado en la campaña política.

Ese día, Calderón convocó una vez más a quienes fueron sus adversarios a colaborar en la unidad y la reconciliación del país porque la lucha electoral ha quedado atrás: "Los mexicanos podremos pensar diferente, pero no somos enemigos, cerrarle la puerta al diálogo es cerrarle la puerta a México. México no merece la división por causas que pueden ser superadas por la vía de la razón, del entendimiento, de las instituciones, de la ley y de la democracia".

Un día después comenzó su calvario. Al Tribunal Electoral -que lo invitó a recibir su constancia como presidente electo- llegó una hora 40 minutos antes de que empezara la ceremonia. Lo trasladaron en un helicóptero Puma del Estado Mayor Presidencial a las cercanías del inmueble. De ahí, en camioneta al Tribunal.
Entró por la puerta trasera, por la calle vigilada por personal de la Policía Federal Preventiva. Lejos de la vista de los perredistas que protestaban.

Ese frente, el del PRD al que ha tenido que enfrentarse una vez más en Morelia, Michoacán, en donde el 9 de septiembre tuvo que depositar una ofrenda a José María Morelos a escondidas para evitar a una manifestación de perredistas que se enfrentó con sus elementos de seguridad.
En esta su primera gira a algún estado del país como presidente electo, Calderón estuvo fuertemente custodiado por francotiradores, por el Estado Mayor Presidencial, por Seguridad Pública local y por el grupo de Operaciones Especiales del estado.

La seguridad del presidente electo es amplia y notoria. Su casa de transición está rodeada de elementos del Estado Mayor Presidencial y de la Agencia Federal de Investigaciones.

Cuando viaja en camioneta es resguardado por más de 15 elementos y, a pesar de ello, ha tenido que sortear a los perredistas que lo acechan, como el 11 de septiembre, cuando se reunió con la Conferencia Nacional de Gobernadores, en Nayarit, en donde un grupo de 70 miembros del PRD, encabezados por los diputados locales Armando Olvera, Araceli Ramos y Arturo Marmolejo, intentaron acercarse al hotel sede del encuentro para protestar, pero fueron detenidos por la policía local.

Además, ocho manifestantes fueron aprehendidos en uno de los accesos a la zona, a un kilómetro de distancia del sitio del encuentro, en el cual se reforzó la seguridad con elementos de la Policía Federal, del Estado Mayor Presidencial (EMP) y de la Policía Judicial del estado (PJE).

En el intento de los perredistas se suscitaron algunos jaloneos y los inconformes fueron sometidos por los elementos policiacos y detenidos durante una hora, para luego ser liberados.

El partido.
Las diferencias entre el dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos y Felipe Calderón se han acrecentado en los últimos días.
La muestra más clara fue el domingo 10 de septiembre cuando se festejó, en la plaza de toros México, la victoria de Calderón.
Ese día Manuel Espino le recordó a Calderón que su triunfo se debe al PAN y a sus militantes, y Calderón le dijo que ganó a pesar de que muchos no creían en el.
Al concluir el discurso de Espino -que Calderón escuchó con los brazos cruzados- no hubo felicitación del presidente electo.

Después, el 11 de septiembre, Calderón designó a César Nava como su secretario particular. Nava se desempeñaba como vocero de la dirigencia nacional y secretario general adjunto.

Al día siguiente, el secretario general del PAN, José Espina, formalizó la salida de Nava, pero se adelantó a Calderón.
"Se ha formalizado la salida de César Nava Vázquez y de Florencio Salazar Adame como secretarios generales adjuntos del Comité Ejecutivo Nacional, en vista de que ha iniciado, de manera oficial, el proceso de transición del gobierno saliente que encabeza el presidente Fox con el gobierno entrante, que encabeza el presidente electo, Felipe Calderón", dijo.

El problema es que Calderón aún no nombra a Salazar en su equipo de transición.

Las diferencias son grandes. Calderón no tuvo mano para designar a los coordinadores parlamentarios, los integrantes de la dirigencia nacional no son cercanos a él, y su equipo de transición sólo es un club de amigos.

Los riesgos.
Jeffrey Weldon asegura que, a pesar del clima que enfrenta Calderón, las cosas cambiarán "creo que los perredistas van a querer perseguirlo, pero no creo que eso tenga posibilidades de sobrevivir por mucho tiempo porque al final de cuentas el PRD sabe que tiene que actuar con mucho más responsabilidad institucional para lograr objetivos y otras cosas, el Partido de la Revolución Democrática no termina con la elección del 2006".

La actitud de Calderón, dice, es prudente, "un enfrentamiento ahorita sólo podría llevar a la violencia y eso no ayuda a nadie, pero también demuestra algo de insistencia que quiere hacer lo que vino a hacer y no rendirse ante protestas".

Weldon considera que Calderón será un presidente negociador, "a él le gusta mucho negociar, le gusta hacer todas las negociaciones y lo veo como algo positivo, y no como para ocultarse de las negociaciones, incluso no lo veo como una mala palabra, como muchos lo ven como algo que no se debe hacer".

A su vez, Ulises Corona refiere que Calderón no puede seguir mostrando signos de debilidad.
"La prudencia puede llegar a confundirse con debilidad y eso le puede pesar a Calderón quien, además, no ha podido dar un mensaje claro de reconciliación y no se ha esforzado por construir los puentes de diálogo con el PRD y Andrés Manuel López Obrador. Algunos de sus mensajes han sido esquizofrénicos, ya que por un lado golpea al PRD y por el otro le pide sentarse a dialogar", afirma.

Lo urgente, plantea, es "que Calderón asuma la posición de presidente electo, ya que hasta ahora parece candidato en campaña".
Corona asegura que estos primeros días "podemos olvidarlos para comenzar de cero nuevamente y reiniciar el proceso de reconciliación nacional que se sustente en negociaciones y no en declaraciones".

Por mas que estos "politólogos de café" digan y digan sus mamarrachadas, no es lo mismo ver la situación del país detrás de una taza de cafe y el humo de un cigarrillo, a tener que fajarse 45 días en plantón, pasando hambres y fríos. Yo nomás les digo, a la situación que ha llegado la realidad política de México, que el pueblo ya no comulga con ruedas de molino, Fecal, ya no le sirve, ni a los que inviertieron ríos de dinero en él, ni a los que ingenua o estúpidamente votaron por él. Mas vale que lo miren de esa manera y pongan sus barbas a remojar.

Y les cito una frase del personaje de Coppola en la película "El padrino II", cuando invitan a Michael Corleone a invertir una millonada en los negocios turbios de la mafia yanqui en la isla de Cuba, cuando fenecía el régimen de Batista:
"Acabo de ver a unos nativos hacer estallar una bomba pegada al cuerpo de uno de ellos a las puertas de un cuartel militar". Y le contesta uno de los mafiosos: "Ese asunto ya lo está controlando el gobierno con el ejército,¿Que es lo que te preocupa?.
A lo que Corleone respondió: "Lo que me preocupa es que al ejército les paga el gobierno y a los rebeldes no les paga nadie". Y Corleone se regresó a Miami y no invirtió ni un cinco en la isla.

Este cambio que estamos viviendo en México es de a de veras y ya no lo para nadie.