LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA

POR HECTOR PARRA
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Una vez que se calificó la elección, se declaró valida la elección y se declaró Presidente de los Estados Unidos Mexicanos a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, muchos medios de comunicación han tirado un cerco informativo que impide saber la verdad de lo que esta sucediendo con el llamado a la Convención Nacional Democrática, promovida principalmente por Andrés Manuel López Obrador.

Estos medios de comunicación, como siempre, pretenden evitar que el pueblo de México se entere de la verdad de muchos acontecimientos que suceden a lo largo y ancho de país. Mientras ellos estén bien, que importa que haya 60 millones de mexicanos en pobreza y pobreza extrema, que Oaxaca se haya vuelto ingobernable gracias al gobierno de Vicente Fix o que el narcotráfico se haya adueñado de todo México, cometiendo asesinatos por doquier sin que nadie los controle.

Eso qué importa si no satisface las vanidades de los dueños del capital, de los manipuladores de la verdad. A los mexicanos hay que tenerlos sumidos en la ignorancia con novelas, programas de entretenimiento, publicidad que idiotiza o programas gringos por medio de los cuales se hace creer que son los salvadores del mundo.

Mientras todo esto sucede y se tira un velo para ocultar la verdad, hay un México que clama por justicia, por romper los grandes cinturones de pobreza, por trabajo, por que exista equidad, por que se acorte la distancia entre los ricos, que son muy poco, y millones de mexicanos pobres que apenas si les alcanza para comer; aquellos mexicanos que afanosamente buscan recobrar la soberanía del poder que reside esencial y originalmente en el pueblo y que ha sido secuestrada por unos cuantos que se adueñaron de las instituciones que son de todos los mexicanos.

Dentro de este grupo de mexicanos, están aquellos que, por medio de la denominad Convención Nacional Democrática, buscan cerrarle el paso al que llaman presidente espurio de los mexicanos, a Felipe Calderón Hinojosa, por considerar que obtuvo el triunfo en las urnas por medio de un mega fraude consentido por las instituciones que a toda costa se opusieron, desde un principio, a la llegada de la izquierda al poder a través de Andrés Manuel López Obrador, quien llaman el presidente legítimo de los mexicanos.

Gracias al cúmulo de torpezas de Vicente Fox Quesada, hoy vivimos en un México confundido, en un país lleno de problemas sociales, en un país al borde del caos, del desorden y de la violencia. Él es el principal culpable de la desestabilizad social que vivimos lo mexicanos. Claro que si se le pregunta quién es el responsable de los problemas, el señor respondería con su célebre frase ¿y yo por qué?, si quien gobernó fue Martita.

A todo esto, también estamos viviendo un rompimiento del estado de derecho. Si bien el movimiento de la Convención Democrática es pacífico, el fin es el derrocamiento de Felipe Calderón; crear una nueva Constitución General de la República; crear nuevas instituciones y al diablo (según lo expresado por AMLO), con las instituciones actuales.

La historia, políticamente, ha descrito a las convenciones como un paso previo para instaurar nuevos gobiernos con el propósito de derrocar a los usurpadores o a los gobiernos que abusan y atropellan el derecho de los más, con el afán de proteger a los menos. Ahí esta la convención francesa, del siglo 18, que derrocó al gobierno despótico de la monarquía para crear una república; en México, la convención de 1914 que dio vida a una nueva república, a la constitución de 1917 y a nuevas instituciones. Ayer, 16 de septiembre, los convencionistas nombraron como presidente legítimo de México a AMLO y que tomará posesión del cargo el 20 de noviembre.

Exactamente esto es lo que busca la convención democrática de Andrés Manuel, pero, por la vía pacífica. Los artículos 39, 40 y 41 de nuestra Constitución Federal, sostiene que la soberanía radica originaria y esencialmente en el pueblo y que solo este puede cambiar su régimen de gobierno, el cual esta constituido por una república, democrática y popular. Por lo tanto, hoy más que nunca, es necesario que los principales actores políticos resuelvan el problema de fondo y evitar que México explote como un polvorín, simplemente por torpeza de quienes no supieron gobernar de manera clara, honesta, eficaz, eficiente y para todos, a pesar de los millones y millones de pesos que invirtieron en publicidad para hacer creer que vivíamos un México lleno de oportunidades, de justicia e igualdad para todos.


A SUS ORDENES SEÑOR PRESIDENTE