RABIA Y MIEDO TIENE FECAL.

Humberto Musacchio escribe:

Desesperación.
Felipe tiene miedo.

Por: Humberto Musacchio.

Después del debate, periodistas e intelectuales de derecha y ultraderecha ven en Felipe Calderón a una especie de Santa Anna que viene a salvar a la patria, a la que por cierto tiene en harapos, enferma y cansada Vicente Fox, miembro del mismo partido que Calderón. Para ellos, es intolerable que un intruso llegue a arruinar la situación idílica en que transcurre la existencia de las élites y la propia, pues han mostrado una notoria falta de escrúpulos para lucrar desde los cargos.

Con todo y su mochería manipuladora y el empleo faccioso de los recursos del Estado, saben que están por perder la Presidencia de la República y que eso representa un tremendo peligro, pues su gestión ha sido una larga y vergonzosa cadena de latrocinios, corruptelas y abusos que pueden llevar a muchos de sus representantes a la cárcel.

Detrás de la rabia de Calderón está un miedo que lo hace vivir la campaña electoral como una cruzada en que los caballeros de la cruz (gamada) defenderán el santo grial de sus raterías y privilegios. La cólera irreprimida del candidato del Yunque se explica por las numerosas culpas de un gobierno enfangado en el mal uso de los dineros públicos y el exceso en las funciones del poder.

El sucio manejo de los fondos gubernamentales tiene numerosas expresiones, desde las extrañas transferencias de la Lotería Nacional que le costaron el cargo a la anterior directora, hasta el conflicto de intereses de Vamos México y su inescrupuloso manejo de recursos que se suponía tendrían un destino filatrópico; desde la venta a precios de ganga de los activos del Fobaproa-IPAB en beneficio de la familia presidencial, hasta el desfonde del Fonden, el Fondo Nacional de Desastres Naturales que, entre otros actos de corrupción, compraba medicamentos a un inexistente taller mecánico. Así de honestos resultaron.

A lo anterior hay que sumar los fideicomisos constituidos por la Secretaría de Hacienda en el ramo aduanero y probablemente en otros rubros, el contrabando desbocado y protegido desde arriba, el otorgamiento discrecional de permisos para operar casinos y otras gracias solapadas desde la prepotencia sexenal.

Ahí, en ese grueso expediente de abusos está la explicación para la guerra excrementicia de Acción Nacional, su contratación de asesores venidos del fascismo español, su absoluta falta de escrúpulos para mentir, difamar e insultar. Esa actitud la dicta la desesperación, pues si pierden, muchos de los próceres albiazules acabarán en una celda. Y los mexicanos honrados lo aplaudirán.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.