EL VOTO DE LOS JOVENES.

No deja de ser interesante esta reflexión:

Jóvenes, fiel de la balanza el 2 de julio.
Ignacio Calderón Tena
“Una sociedad que aísla a sus jóvenes, corta sus amarras: Está condenada a desangrarse”Kofi Annan, secretario General de las Naciones Unidas.

No cabe duda que aquel partido que logre cautivar y conquistar el voto de la juventud mexicana, logrará la presidencia de la República este 2 de julio. Por eso no es de extrañar como todos los partidos y especialmente los “partidos bonsái”, andan a la caza de tan importantes sufragios.

Se tiene la expectativa de que en los próximos comicios, casi 13 millones de jóvenes podrán votar por algún candidato a la Presidencia de la República, con lo cual su presencia puede decidir el rumbo de dichas elecciones.

A mayor abundamiento diremos que el propio Consejero Presidente del IFE ha mencionado que los jóvenes entre los 18 y 34 años representan el 45.2% del padrón electoral, cifra muy superior a lo que se ha logrado contabilizar en muchas elecciones recientes y da muestra del enorme potencial de la juventud.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, pues es precisamente en ese importante sector de la sociedad mexicana donde la apatía y el desgano por los temas trascendentes del país, ha hecho mayores estragos y esto lo demuestra el hecho de que, según cifras del propio IFE, en el 2003 el 70% de los jóvenes no emitieron su sufragio.

Las razones son variadas, pero la más recurrente es el hecho de que nuestra juventud ya no cree en los políticos.Según los propios jóvenes, se requiere hacer conciencia en ellos mismos de la enorme responsabilidad que pesa sobre sus hombros, del grave pecado de omisión que cometerían al dejar pasar la oportunidad de influir en el futuro de su patria y esto desde luego no debe ser tarea de los partidos políticos ni mucho menos de los candidatos, sino de los medios de comunicación y sobre todo de nuestras autoridades electorales que deben dejar de gastar en aburridos spots de la “familia casillas” y pensar en la urgente necesidad de acercarse a los jóvenes a través de las universidades y en general en las comunidades a efecto de transmitirles este importante mensaje de participación.

El IFE tiene que dejar su cómoda posición de suponer que su único papel en la promoción del voto es esperar que todos los mexicanos se motiven a votar por obra de una campaña de mercadotecnia intensiva, tienen que salir, motivar y contagiar a todos los ciudadanos de ejercer el sufragio.

Todos deseamos elecciones limpias, equitativas, concurridas y sin grandes impugnaciones. Algo deseable es la participación ciudadana, sabemos del desencanto hacia la política, pero no es con una actitud pasiva como podremos mejorar las cosas, ya lo han dicho otros: el peor castigo para aquellos que se desinteresen de la política, es que al final terminarán siendo gobernados por los que si están interesados.

La alusión tiene como sector privilegiado a los jóvenes, si todos los que potencialmente podrían votar en las presidenciales del 2006 lo hicieran sumarían varios millones, que podrían definir el rumbo del país.

La parte de riesgo puede ser lo ocurrido en Baja California en el 2004, donde el promedio de participación en las urnas fue de tan solo el 35% del padrón, llegando al extremo en Mexicali, donde solo acudió el 30% y su Alcalde resultó electo con algo más del 13% del listado, lo cual puede generar conflictos de legitimidad que en nada abonan a la gobernabilidad de un país.

Recordemos también que en el terreno electoral todos los partidos tendrán una dura prueba en el 2006, pues además del ámbito federal estará involucrado el espacio local, pues se renovarán los gobiernos estatales de 6 entidades, tres donde gobierna el PAN, uno con dominio del PRI, uno con gobierno de alianza y uno perredista.

El mapa electoral que tendrá en su panorama el nuevo gobierno será similar al que tenía Vicente Fox en su inicio pero diferente al que encontró Ernesto Zedillo, tiempos en los cuales la hegemonía del PRI estaba en sus mejores momentos.

El reto es grande y en los jóvenes puede recaer el destino de nuestro país, por ello es nuestro deseo que ejerzan de manera libre, pero sobre todo razonada, su voto este 2 de julio.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.