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martes, marzo 21, 2006

ALBERTO AZIZ NASSIF EN EL UNIVERSAL.

Alberto Aziz Nassif
21 de marzo de 2006
Inercia ganadora

SIN hacer un juicio de valor, emitir una opinión a favor o en contra o intentar un cálculo preciso, se puede hacer un ejercicio basado en un supuesto: con los datos que existen hasta el momento, la elección presidencial ha entrado en una fase de definición temprana y las tendencias del voto están definidas. La candidatura de Andrés Manuel López Obrador se ha montado en una inercia ganadora.

1. El estado de México y la elección federal tienen demasiadas diferencias, pero también expresan de alguna forma cierto clima político, por lo que se pueden extraer algunas reflexiones sobre qué pasó el 12 de marzo pasado.
La abstención fue alta, 40%, y puede deberse a varios factores, como el efecto Montiel, que al parecer no derrumbó el voto del Partido Revolucionario Institucional, pero sí le ocasionó daños importantes porque le bajó el voto respecto de las elecciones de 2003 y de 2005. Otro factor de desánimo puede ser la saturación, ya que en menos de un año los ciudadanos de ese estado estuvieron sometidos a dos procesos electorales, locuras de un calendario sin sentido.
Algo no está funcionando con los procesos en donde la alta abstención forma ya una tendencia preocupante. Cada vez son más caras las elecciones y menos participativas. La abstención también puede ser resultado de una campaña presidencial que no ha terminado de despegar y no entusiasma, a pesar del alto costo y la enorme cobertura que tienen los candidatos todos los días en los medios masivos.

2. Por otra parte, si consideramos el repunte del PRD en las pasadas elecciones del estado de México, y la subida en las últimas encuestas sobre la elección presidencial publicadas en EL UNIVERSAL (13/III/2006) y en Reforma (16/III/2006), hay una confluencia estratégica que puede dar sustento a nuestro supuesto: cuando 42% de la población considera que AMLO será el ganador del 2 de julio, no se está ante una adivinanza, sino ante una expectativa triunfadora. No se trata de una ola que está sujeta a ciclos que suben y bajan, sino lo más probable es que estemos ante una tendencia que se ha consolidado.
La campaña de AMLO en territorio mexiquense no es un evento nuevo, el año pasado durante la elección para gobernador tuvo una presencia, no fue tan pronunciada como la de ahora, pero fue una apuesta por el contagio y la vecindad. Los efectos en 2005 fueron muy diferentes porque sólo se logró que el PRD mantuviera sus votos; ahora en 2006 el incremento fue importante, sobre todo en un contexto de fuerte abstencionismo. El PRD pasó del tercero al segundo sitio, de 10 a 17 distritos de mayoría, rozando los talones del PRI, y será el partido que gobierne más población.
Según los datos de las dos encuestas citadas, AMLO tiene ya una ventaja de 10 puntos respecto de Calderón, y una ventaja de 16 a 18 puntos respecto de Madrazo, que se hunde en un tercer lugar lejano, según el criterio de votantes probables.

3. Una semejanza entre el estado de México y la elección presidencial se puede ubicar en el comportamiento de la maquinaria del PRI. Malas noticias para el tricolor, prácticamente todas las encuestas nacionales ubican a Madrazo en tercer sitio. El 12 de marzo en territorio mexiquense bajó al tercer sitio en población gobernada, porque sólo ganó algunos municipios medianos y varios pequeños, el voto rural.
El PRI no ganó casi ninguno de los municipios más poblados, los cuales quedaron en manos de PAN y del PRD, pero conservó su voto rural y se ubicó como el segundo en la competencia (con excepción de Tlalnepantla), ya sea con el PAN en el corredor azul (Naucalpan, Atizapán, Cuatitlán Izcalli, Tlalnepantla y Toluca) o con el PRD en el oriente del estado (Neza, Chalco, Valle de Chalco Solidaridad, Texcoco).
El PRD se llevó ahora la joya de la corona, el municipio más poblado del país, Ecatepec, que tiene un listado nominal de 932 mil votantes. De nueva cuenta el estado de México tuvo un perfil tripartito, en donde las diferencias entre el primero y el tercer lugar, PRI y PAN, fueron de sólo siete puntos porcentuales, 267 mil votos; las diferencias entre el primero y el segundo lugar, PRI y PRD, fueron de tres puntos porcentuales, unos 130 mil votos.

4. El PAN no logró la famosa "revancha" que anunció Felipe Calderón, y una vez más quedó enmarcado en sus zonas de voto duro, su corredor azul. El hecho de pasar al tercer sitio fue un factor negativo que sumado, al momento de la campaña presidencial, con un candidato estancado, dieron como resultado que la ecuación panista sigue sin encontrar la manera de crecer.
El contraste de AMLO frente a Calderón y Madrazo es un dato más de la inercia ganadora: mientras que el candidato del PRD logró mover a su partido al alza, los otros dos no lo consiguieron y se quedaron prácticamente en sus números, con algunas bajas, es decir, los candidatos de PRI y PAN resultaron entre malos e indiferentes para sus partidos en esa elección local. El voto azul llegó sólo a obtener nueve distritos, casi la mitad del PRD y un poco menos de la mitad del PRI. Haber salido en tercer sitio es una mala noticia para el PAN, que puede agudizar el estancamiento en su campaña presidencial.

5. Otros datos importantes de la inercia de AMLO es la percepción de que se trata del candidato que menos ha gastado en la campaña, pero, al mismo tiempo, es el puntero y del que se habla más entre amigos y conocidos. Algo se fracturó entre dinero y mercadotecnia de un lado, frente a popularidad y confianza del otro.
Las tendencias que miden las encuestas coinciden. Mientras el segundo y tercer lugar hacen hasta lo imposible para bajar a López Obrador, parece que la inercia ganadora se ha fortalecido. Sin embargo, esta tendencia tendrá que pasar todavía varias pruebas, la primera será el tiempo que falta para la elección, 103 días, y muchas batallas quedan todavía pendientes. Además se abre la interrogación de la duda necesaria que suele especular con escenarios catastrofistas: ¿qué podría pasar para que las cosas cambien? Por otra parte, se encuentran los cálculos de los pasos peligrosos que habrá más adelante, por ejemplo los famosos debates, que se pueden volver una arma de doble filo para Roberto Madrazo y Felipe Calderón.
Mientras el calor de la confrontación discursiva entre los actores se calienta cada día y los adjetivos se multiplican, a 103 días para la elección presidencial hoy no se ve cómo o por dónde se pueda desinflar la inercia ganadora de AMLO.

Investigador del CIESAS.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista en el Congreso.

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