19-09-2007
Hay cambios estructurales que perdurarán por generaciones. La globalización financiera, de corte transnacional privado, está en proceso de desintegración, mientras crece la influencia de la globalización petrolera, de corte estatal y geopolítico.
Nuestro mundo evidencia desde hace algunos años una serie de cambios estructurales cuyo alcance habrá de sentirse por generaciones. Podríamos decir que asistimos al fin de una era.Leer más...
19-09-2007
En una reflexión hablé de barras de oro depositadas en los sótanos de las Torres Gemelas. Esta vez el tema es bastante más complejo y difícil de creer. Hace casi cuatro décadas científicos residentes en Estados Unidos descubrieron Internet, del mismo modo que Albert Einstein, nacido en Alemania, descubrió en su tiempo la fórmula para medir la energía atómica.
Einstein era un gran científico y humanista. Contradijo las leyes físicas, hasta entonces sagradas, de Newton. Sin embargo, las manzanas siguieron cayendo en virtud de la ley de la gravedad definida por este. Eran dos formas diferentes de observar e interpretar la naturaleza, de la cual se poseían muy pocos datos en los días de Newton. Recuerdo lo que leí hace más de 50 años sobre la famosa teoría de la relatividad elaborada por Einstein: la energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz, que se denomina C: E=MC². Existía el dinero de Estados Unidos y los recursos necesarios para realizar tan costosa investigación. El tiempo político debido al odio generalizado por las brutalidades del nazismo en la nación más rica y productiva de un mundo destruido por la contienda, convirtió aquella fabulosa energía en bombas que fueron arrojadas sobre las poblaciones indefensas de Hiroshima y Nagasaki, ocasionándoles cientos de miles de muertos y un número similar de personas irradiadas que fallecieron en el transcurso de los años posteriores.Leer más...
19-09-2007«Se debe actuar contra la conformación de ejércitos privados y sobre todo debe prohibirse rigurosamente que estos ejércitos obtengan contratos que les permitan sustituir a las fuerzas armadas y policiales de un Estado». A pesar de esas declaraciones de Enrique Bernales Ballesteros, relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU sobre el uso de mercenarios, pronunciadas el 25 de abril de 2004, desde hace años los mercenarios viven su época de oro.
Si los cientos de miles de mercenarios a sueldo de las poderosas Private Military Contractors (PMC) [de ahí su engañoso calificativo de contractors] como Blackwater, quisieran agradecer a alguien el auge de su profesión, ese alguien no podría ser otro que el mismísimo vicepresidente de EEUU, Dick Cheney. En 1992, siendo secretario de Defensa de Bush senior, Cheney recibió el encargo de éste para que estudiara cómo privatizar buena parte del Ejército, y solucionar la creciente falta de voluntarios. El estudio lo realizó la Kellogg, Brown & Root (KBR), una rama del holding Halliburton, que poco después nombraría casualmente a Cheney como director de la misma. La KBR conseguiría ese mismo año el primer LOGCAP [Logistics Civil Augmentation Program], contrato millonario para apoyar en múltiples tareas al Ejército, relación que no ha hecho más que ampliarse con los años. La KBR ha construido, por ejemplo, la prisión de Guantánamo.Leer más...
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