CARTA DE FEDERICO ARREOLA A FERNANDO RIVERA

Me pide Federico Arreola que publique el siguiente e-mail:

Querido Víctor: te pido, por favor, que publiques en El Sendero del Peje la siguiente carta que envié a uno de los periodistas fundadores de Milenio. Por cierto, debido al número de llamadas y de cartas que he recibido por mis comentarios en tu blog, debo decirte que tienes más lectores que Milenio, bastante más.

FA


Respuesta a Fernando Rivera Calderón, de la revista Emeequis:

Estimado Fernando:

A pesar de que no fui amable contigo días antes de tu salida de Milenio (me lastimó que nos dejaras, lo admito: eres muy bueno en tu trabajo), me has dado ahora un trato cordial que agradezco. Otras personas, como Román Revueltas y Ciro Gómez Leyva, con las que tuve mucho más relación que contigo y a las que se suponía me unía una fuerte amistad, han sido no sólo desleales a partir de mi expulsión de Milenio, sino hasta cobardes: me han criticado en las páginas de ese periódico a pesar de que no tendré la oportunidad de refutarles ahí mismo.

Tienes razón: "Hace muchos años, casi diez, en un hermoso país donde todavía gobernaba un solo partido, un empresario norteño y un grupo de periodistas se juntaron para formar un nuevo proyecto editorial. El enlace entre ambos polos fue Federico Arreola, un periodista provocador, desconfiado y algo caprichoso, pero con una gran capacidad de organización, misma que le permitió convertir ese proyecto en un exitoso periódico y luego en una cadena de diarios en todo el país".

Acepto que soy provocador, desconfiado y caprichoso, pero no creo ser un gran organizador.

Tu memoria es buena: "En el grupo convocado se encontraban Ciro Gómez Leyva, Ignacio Rodríguez Reyna, Galo Gómez (qepd), Román Revueltas, Francisco Vidal, Ana Lorena Ochoa, Fernando Villa del Ángel, Adrian Mealand, Francisco Martín Moreno, Beatriz Rivas y su servilleta, quienes nos reuníamos en largas juntas en las que debatíamos con Arreola la clase de revista que queríamos hacer. Debo reconocer que eran sesiones increíbles, donde nuestra única utopía era hacer buen periodismo al son de 'Comienza la semana con huevos'. Milenio Semanal se hizo una realidad y luego Milenio Diario, donde se sumaron, entre otros, Raymundo Riva Palacio y Carlos Marín, a quienes Federico invitó y con quienes en su momento tuvo serias diferencias".

A pesar de tu buena memoria, olvidas algunos nombres. Hubo otras personas valiosas en el origen de Milenio, aunque no eran periodistas, como René García (también injustamente despedido de Milenio), Gil el diseñador y Enriqueta Medina y el señor Zamora, quienes como podían ordenaban las cosas. Olvidaste también mencionar a dos tipos fundamentales en el desarrollo de Milenio: los moneros Hernández y Helguera. Éstos también se marcharon.

En efecto, tal como afirmas, Raymundo se fue y Marín se quedó y este último "poco a poco fue consolidando a un nuevo equipo de periodistas que le celebran su talento y sus chistes que a mí, particularmente, nunca me han hecho gracia".

A mí los chistes de Marín sí me hacen gracia. Todo él me hace gracia. En mi opinión, lo que Marín ha hecho ha sido consolidar a un grupo de lambiscones a su alrededor, como Néstor Ojeda y otros que, tú lo sabes, han impedido que se expresen con plena libertad algunos amigos tuyos que todavía siguen en Milenio.

Es verdad lo que dices: "Federico renunció a la dirección del grupo editorial cuando vio en López Obrador al líder que llenaba sus expectativas políticas y se inmoló como periodista para volver a sacar a la luz su faceta política, en estado latente desde la muerte de su amigo Luis Donaldo Colosio, poniendo ahora todos sus huevos en la canasta del Peje; sin embargo, seguía en Milenio como columnista".

Supongo que era mi derecho participar en política. Seguí en Milenio como columnista hasta que me despidieron injustificadamente y con mala educación y, por esta causa, les voy a exigir una fuerte compensación económica. Los llevaré a juicios laborales y civiles. Si gano, me pagarán. Si pierdo, ni modo.

Estás en lo cierto: "El martes de la semana pasada publicó en su columna 'De ribete' que el periodismo de Milenio, entre otros diarios, era miserable por publicar que el resultado de las elecciones de Tabasco era una derrota de López Obrador".

Te aclaro que el periodismo de Milenio lo veo como miserable no sólo por eso. A ti te pareció un exceso de mi parte, a mí no. Pero igual que tú, no imaginé que por ello se iba a tomar la decisión de correrme. No fue Marín el que la tomó, él no tiene autoridad (recuerda que conozco muy bien la empresa), sino Pancho González, quien a fuerza quiere ser aceptado como socio de Televisa y cree que reprimiendo a simpatizantes de López Obrador es la forma de volverse simpático ante los ojos de Azcárraga Jean.

Dices que te caigo bien, lo mismo digo de ti: me caes muy bien. Cuando te fuiste de Milenio el diario perdió parte de su encanto. Dices que soy parecido a Cerebro, "el personaje de Pinky y Cerebro". Ojalá ese mono no sea tan feo. Siempre me viste más "como político que como periodista" y advertiste en mí "desplantes de rockstar". Siempre te vi más como rockstar que como periodista, aunque con desplantes de buen padre de familia. Nunca te vi más feliz que cuando me presentaste a tu niño

Me calificas como "un tipo inteligente y comprometido, aunque también soberbio y poco dado a escuchar; por eso, sinceramente se me hizo lógico que se sumara a la campaña de López Obrador. Dios los hace y ellos se juntan". Botellita de jerez, todo lo que digas será al revés. Recuerda que trabajé más años contigo de los que he trabajado con López Obrador. Y siempre nos llevamos muy bien tú y yo.

Concluyes tu texto así: "Lo cierto es que con la salida de Federico Arreola, Milenio cierra un capítulo de su historia y aunque diga mi amigo Ciro Gómez Leyva que Milenio ha sido más grande que sus mejores colaboradores, yo creo que Milenio es grande gracias a sus mejores colaboradores, muchos de los cuales ya no están ahí. Finalmente, del equipo fundador Ciro es el último que queda".

Te informo que Milenio ha perdido encanto por la salida de sus colaboradores originales y ha perdido también lectores. Te felicito por seguir llamando amigo a Ciro. Debido a una majadera columna que publicó en mi contra (Ciro pudo haberse quedado al margen del pleito), ya no lo puedo llamar así.

Una razón más para apoyar al peje en el 2006.