18 informe de gobierno del salinato
El sendero del zorro
VÓMITO DE POPULISMO DERECHISTA
Abraham García Ibarra
Taquifemia: Fluencia incontrolada de palabras, incomprensible y precipitada. Llamada también Tumultus sermonis.
"El coronel Jiménez, con uniforme prusiano, pelo de cepillo y pinta de indio patibulario, está agarrado al teléfono...: ‘con la novedad, señor Presidente de la República, que acaban de traerme el cadáver del Candidato Opositor’.
"Belaunzarán recoge las fotografías tomadas durante la campaña electoral de Saldaña, y los textos de los discursos que pronunció, que llenan el escritorio; los echa al cesto de los papeles, y dice: ‘Esto es basura. Se acabaron las preocupaciones -se vuelve a Cardona, y le dice con severidad paternal: Ahora sí, Agustín, si no ganas estas elecciones, sin contrincante, es que no sirves para político ni para nada’".
Así se las gastaba el mariscal Manuel Belaunzarán. Como el que a hierro mata a hierro muere, cuando el dictador se reelige por quinta vez para proclamarse "Presidente Vitalicio", en el banquete de festejo es asesinado por un mustio pero conjurado violinista con un disparo en la cabeza, en lo que evidentemente es una reproducción novelística del crimen urdido por los cristeros, en 1928, contra el reelecto sonorense Álvaro Obregón.
En Maten al león, uno de los más ilustres hijos de Guanajuato, Guanajuato, Jorge Ibarguengotia sitúa la hazañosa biografía de su personaje en la "República de Arepa" -en cuyo escenario recrea la política bananera que desde su óptica literaria observa en México-, donde sus notables conspiran para retener o asaltar el poder político, y en unos de los episodios recuerda que el pavorreal, entre más se esfuerza por presumir la lindura de su plumaje, más deja al descubierto su ano.
Guanajuato, por cierto, fue el santuario de Las Poquianchis. Sobre la tragedia de estas mujeres y sus crímenes, el propio Ibarguengotia nos dejó una estrujante memoria.
Hace poco más seis años, otro afamado guanajuatense, el pintor José Chávez Morado, escribió: "Gentes admiradas y admirables se preguntan ante un fenómeno poco comprensible: ¿Qué es Fox? ¿Quién es Fox? ¿Cuál es Fox? La respuesta, queridos amigos, es lamentablemente muy sencilla: Nada. Una nada llena de palabras. Por eso es capaz de decir algo un día para decir lo contrario al otro día. Así va creando una telaraña de palabras que, sumadas a otras, están asfixiando a México... están asfixiando la posibilidad del encuentro con nosotros mismos". De eso hace seis años: una voz que nadie escuchó, mucho menos Ernesto Zedillo Ponce de León, ni sus secuaces en el Instituto Federal Electoral
Una "nada llena de palabras", alertó con toda lucidez y oportunidad Chávez Morado, haciendo un perfil psicológico de su paisano. 21 de febrero de 2006: "Mi gobierno vomita la demagogia, el populismo, el engaño y la mentira": Vicente Fox Quesada, Presidente de la República, haciendo su autorretrato.
Más de lo mismo, pero "a lo bestia".
Esta semana escucharemos el crepuscular canto del cisne. Fox rinde su último informe de gobierno que, en realidad, es la edición 18 del catálogo de demagogia, populismo de derecha, engaño y mentira del salinato.
El episodio se escenifica como entreacto del espantoso espectáculo de una república convulsionada y bajo un virtual golpe de Estado, no por incruento, hasta ahora, menos evidente:
La voz más conspicua del Poder Judicial de la Federación, la del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela Guitrón, quien solemnemente protestó guardar y hacer guardar la Constitución, la encuentra ahora anacrónica y obsoleta, y hasta escrita con los pies: "No sirve para nada". Si tal calificación vale para un artículo referido nada menos que a la formación de los poderes públicos, vale para el cuerpo general. No hay mujer "medio embarazada", si se admite el símil.
El presidente de la directiva de la saliente cámara baja del Congreso de la Unión, el diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Álvaro Elías Loredo, solicita al Poder Ejecutivo, emanado de su propio partido, disponga de la fuerza pública para que tome las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, invariablemente sede de las sesiones de Congreso General, y su pedido es diligentemente obsequiado con activos del Estado Mayor Presidencial y agentes militares de la Policía Federal Preventiva.
El jefe del Poder Ejecutivo federal, militante del PAN, usurpando facultades constitucionales del órgano de competencia, declara hacia el extranjero Presidente de la República electo al candidato de su partido y se dice comprometido a asumir su responsabilidad, lógicamente por las consecuencias de sus dichos y de sus irreflexivos actos.
A mediados de agosto, bajo una cabeza principal en su portada: Revelan que Yunque entrena soldados, Diario Monitor informó que, como parte del proyecto Ave Azul, presuntamente coordinado por el secretario general del gobierno panista de Querétaro, Alfredo Botello, en el municipio Jalpa de Serra, en la Sierra Gorda, entre nueve y once grupos distintos (centenas de jóvenes) "se entrenan unas semanas como si fueran a la guerra". Algunos entrevistados describen a los reclutas procedentes de Jalisco, Guanajuato y Querétaro -tres estados con gobiernos del PAN- como "muchachos bien comidos, fuertes, algunos gueros". Estarían inscritos, según organizaciones prozapatistas consultadas por dicho diario, en la estrategia del gobierno panista "para permanecer en el poder".
En ese cuadro fáctico, el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, César Nava expectora: El beligerante candidato presidencial opositor es un Victoriano Huerta. Del único VH de que tenemos memoria, aclaramos nosotros, es de aquél que, con etílica y animal sevicia, en 1913 regó la ciudad de México con la sangre del espiritista Francisco I. Madero, José María Pino Suárez -Presidente y vicepresidente legales y legítimos- y de varios legisladores, con la cómplice obsecuencia del Partido Católico Nacional, del que es heredero en línea directa, en su estructura orgánica y doctrinaria, el PAN.
Antes de entrar a algunos temas que constituyen los apartados del informe de Gobierno, echemos luces sobre los sucedidos en torno al gabinetazo con el que se inauguró "el primer gobierno democrático de la historia de México".
Del directorio original y modificado, al correr del sexenio han desaparecido los nombres de un secretario de Gobernación, uno de Relaciones Exteriores, dos de Seguridad Pública, una de Desarrollo Social, dos de Medio Ambiente y Recursos Naturales, tres de Energía, dos de Economía, uno de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; uno de la Función Pública, uno del Trabajo y Previsión Social, dos de la Reforma Agraria, uno de Turismo, uno de la Procuraduría General de la República, dos de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República, uno de la secretaría particular, uno de la Coordinación de Políticas Públicas, dos de la asesoría jurídica, uno de la consejería de Seguridad Nacional y varios de otras coordinaciones paralelas en la oficina presidencial.
Para decirlo pronto, 19 desplazados del gabinete legal de un patrón que alardeaba de "contratar para seis años". Además, son legiones los funcionarios subordinados que, con los cambios de titular, fueron dejados a la vera. Si bien algunos de los removidos exhiben ahora, en sus reacomodos, dotes de todólogos, conviene al menos recordar que el PAN era el más pugnaz denunciante de la "todología" priista. Por si fuera necesario recordarlo, la burocracia foxiana está catalogada por organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Transparencia Internacional y las cúpulas del empresariado mexicano, como una de las más caras y corruptas del mundo, con cargo a un desmesurado gasto corriente y a la proverbial subcultura de "la mordida".
Independientemente del sofisma del servicio profesional de carrera, de cuya paternidad se ha apropiado Fox, los signos más alarmantes de esa desaforada eliminación de responsables de la Administración Pública Federal son, por un lado, la inestabilidad en el cargo -lo que hace inevitable la corrupción para asegurar reservas de subsistencia en el desempleo- y, peor aún, la evidencia de falta de unidad de mando, piedra de toque del buen gobierno.
El que prometió cambios y más.
"Ya llegarán los mesías...". Fue esa una de las prevenciones que, al iniciar otra de sus ofensivas electorales, hizo Fox a los mexicanos en enero de 2005, con vistas a la sucesión presidencial, tratando de persuadirlos de que no hay más ruta que la que él ha continuado, de acuerdo con la carta de navegación del salinismo.
En 2000, el Mesías era Fox, con su estuche de imaginarias herramientas para construir Foxilandia: Cambiar el combate a la pobreza por la generación de riqueza, tener empleos de calidad y salarios justos, vivir en la justicia social. Poner fin el narcotráfico, contar con una estrategia de paz y vivir un Estado de derecho. Milagro mexicano: Contar con "un gobierno eficaz". Nueva plataforma de desarrollo. Que el petróleo sea para los mexicanos, que la economía crezca siete por ciento al año, que el sistema financiero contribuya al desarrollo del país, que se desarrolle la banca social; política industrial para la innovación y la competitividad, dar a la ciencia y la tecnología el lugar que merecen, diversificar oportunidades para el campo, etcétera, etcétera, etcétera, etc.
Vamos por partes: Al arrancar su mandato, Fox reconocía que a la economía mexicana le faltaban unos cuantos dólares para ser la novena en el mapa mundial. Desde fines del año pasado, la evaluación de organismos financieros internacionales indicó que México se derrumbaba hasta la posición 14. Para 2006, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe pronosticó que, entre los países del área, México estaría también en el lugar 14 en materia de crecimiento, con apenas cuatro por ciento de incremento.
Un indicador, más que elocuente, de esa situación, es que las grandes calificadoras que otorgan el grado de "riesgo soberano" a los países, según su capacidad para garantizar solvencia en cuanto a cumplimiento de compromisos con los inversionistas y acreedores externos, no han sacado a México de la que los expertos en esos menesteres llaman deportivamente "segunda división".
De su lado, el Banco Interamericano de Desarrollo, discreto él, se limita a decir que México está por debajo de su potencial de competitividad por su sensible déficit en materia de tecnología, educación y financiamiento. Insinúa, tímidamente, que no estaría mal que un Estado ligero, pero no intervensionista, salga al quite ahí donde la pazguata iniciativa privada es una rémora.
Hace unos días, un reporte del Banco Mundial informó que en el actual sexenio el producto per capita de los mexicanos se elevó de seis a ocho mil dólares anuales (más de 30 por ciento), pero un especialista mexicano en el tema se apresuró a aclarar que esos datos son juegos estadísticos para el mercado, pues no aplican a la realidad mexicana si se considera que la media sexenal de crecimiento del PIB está atorada en un dos por ciento, lo que no cuadra con tan optimista rueda de molino.
Seguramente es así porque, de ser cierta la cifra, hubiera sido un invaluable recurso de campaña electoral del candidato oficial. En cambio, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática ocultó los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que ordinariamente se dan en mayo de cada año y esta vez lo aplazó para después del informe presidencial.
El mejor obrero: El obrero muerto.
Más contundente es el hecho, leído al través de los informes de la Bolsa Mexicana de Valores, de que sólo el 0.15 por ciento de jugadores en el mercado bursátil (162 mil 252 privilegiados contra más de 103 millones de la población total) concentra el 30 por ciento de la riqueza nacional. Se habla, en números absolutos, de dos billones 723 mil 750 millones de pesos. Sólo en el primer semestre de 2006 y únicamente 20 corporativos inscritos en la BMV se alzaron con una ganancia de 108 mil millones de pesos. En cambio, durante el gobierno del que prometió salarios justos, el salario mínimo diario apenas aumentó de 35.12 a 48.67 pesos. Poco más de un dólar en todo el sexenio.
A mayor abundamiento, aquél que ofreció justicia social a los mexicanos, descargó sobre ellos el filo del machete confiscatorio: Durante lo que va del sexenio, del magro ingreso de los trabajadores se ha apropiado del 51 por ciento sólo por aplicación del Impuesto Sobre la Renta (casi 223 mil millones de pesos) contra el 23 por ciento a los causantes empresariales. Seguramente de esa manera compensó la exención fiscal otorgada a los oligarcas que vendieron los bancos nacionales a los inversionistas extranjeros.
No sólo eso: puso al alcance de la rapacidad de los especuladores nacionales y foráneos más de 600 mil millones de pesos acumulados hasta mayo pasado en los sistemas de fondos de retiro de los trabajadores. Y más: De una Población Económicamente Activa, que oscila en los 46 millones de individuos, apenas 13 millones están protegidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
La desgarradora contraparte del reporte sobre el ingreso per capita del Banco Mundial, aparece en otro estudio de la propia institución: "Las políticas sociales para satisfacer las necesidades básicas de los mexicanos pobres extremos están bien desarrolladas, pero las políticas para elevar su ingreso aún no: La mayor parte de los pobres extremos y moderados queda fuera del sistema de protección social y enfrenta riesgos significativos, como crisis de salud, desempleo o falta de ingreso en la vejez".
Le sobra razón, entonces, al cristiano secretario Capablanca del Trabajo y Previsión Social, Francisco Xavier Salazar Sáenz, cuando, al referirse a las viudas y los huérfanos de los mineros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila, asegura que "no les está yendo nada mal" con las migajas que tiene a bien ofrecerles el Grupo México. Parafraseando a los científicos del porfiriato cuando hablaban de los indios, puede decirse que, en Foxilandia, "el mejor obrero, es el obrero muerto".
Oportunidades... de morirse pronto.
El buque insignia con el que se pavonea Fox, es Oportunidades. Y dice que son cinco millones de familias las beneficiadas por su gobierno. Según los expertos en política social, Julio Boltvinik y Araceli Damián, que bucearon en la recóndita Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, lo cierto es que ese programa alcanza sólo a tres millones 528 mil familias (millón y medio menos de las que presume Fox), y esa excluyente insuficiencia es más lacerante entre la población rural.
Fox se llenó la boca anunciando la "diversificación de oportunidades para el campo". Recientemente, estuvimos en un foro de evaluación sobre 10 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte organizado por la Cámara de Diputados. Faltan palabras para describir el ánimo crispado de los productores rurales participantes en el evento. El gobierno le ha escamoteado al sector agropecuario hasta las partidas asignadas por la Cámara baja en los Presupuestos de Egresos de 2005 y 2006. En cambio, durante el actual sexenio se han gastado más de 60 mil millones de dólares en la importación de alimentos subsidiados por los gobiernos de los países exportadores. Por esa vía, la dependencia alimentaria se ha ampliado en más del 50 por ciento en los requerimiento de suministros de México.
¿Es casual que las centrales campesinas adviertan que, sólo por la disputa por el agua, en 130 zonas del país existan focos rojos "que ponen en riesgo la seguridad nacional"?
Y no es para menos. El abandono del campo parece una política deliberada del actual gobierno. Después de todo, en lo que va del gobierno de Fox México ha recibido más de 80 mil millones de dólares por concepto de remesas de los compatriotas trasterrados. Para 2006 el cálculo es de unos 24 mil millones de dólares. ¿Para qué entonces evitar la desintegradora y dolorosa emigración, que en el periodo foxiano alcanzó la cota de más de cuatro millones de personas sólo hacia los Estados Unidos, sin contar con las más de 500 mil intercepciones anuales por los aparatos de seguridad estadunidenses?
No es gratuito, por ello, que el Consejo Nacional de Población, dependencia de la Secretaría de Gobernación, anuncie que esa devastadora tendencia mantendrá su ritmo por lo menos hasta 2012. Datos-estigma: mientras que entre 1990 y 2005, de la zona sur-sureste (donde habitan los más pobres entre los pobres) la expulsión aumentó de 368 mil a un millón 100 mil personas, la expulsión de la zona centro, gobernada desde hace más de una década por administraciones panistas (y donde se codificaron como "de la prosperidad" los votos al candidato presidencial oficial), se incrementó de 806 mil a dos millones de personas.
¿Quién no ha visto en estos días en los medios televisivos, la tragedia de una joven e "ilegal" madre mexicana atrincherada en una parroquia de Chicago tratando de evitar su deportación, que implica separarla de su único hijo, nacido en los Estados Unidos, accidente por el cual éste sí tendría derecho a permanecer en aquel país?
El dinero no tiene olor.
Durante su mandato, la constante de Fox han sido los arteros ataques a los ex presidentes priistas, particularmente a Luis Echeverría, por su excesivo endeudamiento externo. Al concluir su gobierno, Echeverría dejó una deuda pública externa de unos 19 mil millones de dólares. Al primer semestre de 2006, el gobierno de Fox mantenía un saldo bruto de deuda externa por un monto de 73 mil millones de dólares. Pero al cerrarse el primer trimestre de este año, el gobierno federal había acumulado en deuda pública interna la descomunal suma de dos billones 173 mil millones de pesos, en la que se incluyen los sucios papeles del Instituto Bancario de Protección al Ahorro (IPAB).
Blasona Fox, de que las ni próximas generaciones ni los futuros presidentes de México tendrán que preocuparse por ese problema: Se han cumplido, dice, hasta los compromisos de 2007. Acaso hasta los de 2008. Falacias: Despilfarrados los ingresos por remesas y excedentes por sopreprecios petroleros, se está echando mano a las reservas de divisas del Banco de México. Se trata de una serie de trácalas por las que sus hacendistas han convertido cada peso de deuda externa en cinco pesos de deuda interna. Nada más. La carga sigue siendo a misma para los contribuyentes mexicanos.
El truco se maquinó -"no habrá crisis de fin de sexenio"- "para mandar señales de confianza" a los inversionistas extranjeros, que son los que importan al gobierno. Escépticos e ingratos los favoritos del gobierno. Con ese guión, la Secretaría de Economía se congratula de que este año de han captado más de ocho mil millones de inversión extranjera directa. No es cierto: La nueva IED -no la "notificada", sino la ejercida- apenas rebasa el monto de dos mil millones de dólares. El resto es fantasía en libros. Ya se sabe que los tecnócratas son duchos en simulaciones. Por el contrario, reportes especializados informan que de la última semana de junio a la primera de agosto emprendieron las de Villadiego por lo menos 23 mil millones de pesos invertidos en papeles de deuda interna.
Pero ¿qué tal la banca extranjerizada? Se ha embuchacado en atraco-utilidades más de 250 mil millones de pesos durante la gestión de Fox. Los ganones predilectos: Citigroup y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (Banamex y Bancomer, antes del gobierno para los hombres de negocios.) El segundo, en el primer semestre de 2006 ya se agandalló en ganancias 10 mil 575 millones de pesos. Una opinión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe: La desnacionalización de la banca no ha traído beneficios a los usuarios. Ha auspiciado colusión implícita para prácticas monopólicas.
Carlos Salinas de Gortari mandó construir un antro debajo del monumento a la Revolución mexicana para sepultar ahí la memoria del movimiento armado. Hace unas semanas, Fox inauguró en pleno Centro Histórico de la ciudad de México un museo virtual de la economía para inhumar el recuerdo de lo que fue esa ciencia en México. No se ven ahí las canicas con las que el Presidente enseña doctrina económica a los mexicanos: la de ¡Matanga dijo la changa! Economía poquianchis y tamalera, se podría decir.
El petróleo para los mexicanos, ofreció el susodicho. Nadie pregunte quién se lleva la parte del león en el sector, tan megavaluado en estos días de locura bélica: el gobierno de Fox -el que dijo que dejaría de "ordeñar a Pemex"-, en primer lugar. Luego, obviamente, sus socios en la "alianza para la prosperidad", con los texanos a la cabeza. Por eso, Fox afirmó hace dos semanas que la autonomía de gestión financiera de la paraestatal "es necesaria, pero no ahorita. La dependencia (del gobierno respecto de Pemex) es total". El petróleo para los mexicanos, pero Fox deja que una decena de oligarcas favoritos de Los Pinos, violentando la Constitución, negocie por la libre con magnates de Estados Unidos y Canadá para concretar la "Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, mientras que el señor presidente se lleva las inversiones gubernamentales y el crudo al Istmo centroamericano, el enclave escogido para que el vesánico patrón imperial disponga de suministro oportuno y barato, peladito y en la boca. A la carta, pues.
¡Honorable Congreso de la Unión! Eso es Foxilandia. Ay de aquél que quiera mancillarla con el pétalo de un voto, de un "pestilente campamento" o de un proyecto alternativo.
Bien dijo la difunta doña Mercedes: No creo que sea Presidente. No visualizo que llegue. No creo... Ni modo, hasta -¿todas?- las madres más piadosas y venerables se equivocan. Qué le vamos a hacer.
Operadores del foxiato
Seguramente, uno de los signos más odiosos del continuismo salinista que le dan soporte al PAN "hecho gobierno", es la conservación del corporativismo sindical de factura priista-cetemista, encarnado por una manga de mangoneadores -que no líderes- charros a los que el foxiato ha recurrido no sólo para golpear al movimiento obrero disidente y mantener la protección a los patrones, sino para ejecutar trampas y acarreos electorales en apoyo a candidaturas panistas.
Prototipos de esa caterva de traidores a la clase trabajadora, son la cacique del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales y sus chalanes, y el usurpador de la presidencia del Congreso del Trabajo, Víctor Flores Morales, quien ha sido arropado amorosamente por el secretario Capablanca del Trabajo y Previsión Social, Francisco Xavier Salazar Sáenz.
Ambos personajes se encumbraron a las posiciones de servicio al patrón gubernamental, después de que en el entorno de sus sindicatos ocurrieron sospechosos homicidios de dirigentes que estorbaban a sus ambiciones. En el caso de "la maestra" (ocho mil millones de pesos en cuotas sindicales durante el sexenio más una milmillonada de la SEP en 2006) esos crímenes ocurrieron en el Valle de México. El primer procurador foxista, Rafael Macedo de la Concha avaló su exoneración. En el Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, tuvo que ocurrir asesinato para desbrozar el camino de Flores Morales hacia el control de la organización que avaló la privatización de los ferrocarriles. Hoy es agente indispensable de las autoridades del Trabajo.
Peor aún: uno de los traficantes de contratos de protección empresarial aupado por la STPS, es Ramón Salvador Gámez Martínez, por añadidura indiciado y prófugo por corrupción de menores en las personas de jóvenes urgidas de empleo.(AGI)
Panistas suertudos.
En la época de los pillos del PRI, era típico que algunos de ellos se reunieran a jugar dominó en el desaparecido hotel Regis. Desde ahí, no pocos enviaban a sus escoltas o secretarios a las vecinas puertas del edificio de la Lotería Nacional a cazar afortunados que se presentaban a cobrar sus premios. Se trataba de que les compraran los billetes al valor ganado. Luego remitían "la noticia" a algún periodista amigo en sus estados, para que dieran cuenta de "su suerte". Era la forma de "blanquear" el dinero malhabido.
Luego se vino la temporada en que "los gordos" de la LN empezaron a caer "casualmente" -así es el azar- en los centros norteños de lavado de dinero donde operan los cárteles de la droga. Monterrey es uno de los lugares predilectos de la diosa fortuna, no obstante que la población del valle de México es de por lo menos cuatro veces que la de la regia capital, de lo que debiera colegirse que la venta de billetes en esta zona es varias veces superior. Pero los habitantes del altiplano parecen "chamoy".
En noviembre comenzaron las campañas presidenciales y ¿qué ha hecho la veleidosa fortuna? En los diez últimos meses ha remitido al menos 26 premios mayores "casualmente" a ocho ciudades controladas por gobiernos panistas. Entre éstas está León, Guanajuato (siete premios, más uno a Celaya y otro a Salamanca) donde residen la familia que usted sabe y sus amigos. Obviamente, no podía faltar Monterrey, con 14. Pero como en la lotería tradicional, en que el anfitrión y dueño de las cartas cobra la cica -el derecho de tanto-, en la moderna LN la tierra del actual director general, el gordillisa Tomás Ruiz, el estado de Veracruz no podía ser menos favorecido: 14 premios. Total: 56 premios. No está nada mal. Todo un caso para La araña de la Función Pública.
De Pronósticos Deportivos mejor no hablamos. Ya ve usted como le fue al colega Paco Rodríguez.
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martes, septiembre 05, 2006
Taquifemia: Fluencia incontrolada de palabras, incomprensible y precipitada. Llamada también Tumultus sermonis.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:30 p.m.
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