Astillero
Julio Hernández López.
Malestar castrense.
Verde discurso vial a olvidadizos ''Plantones sin razón'' y ''cierta prudencia''.
Francotiradores en San Lázaro.
Un día antes de que el cercado tribunal electoral federal emita su resolución sobre una elección vivamente impugnada, el secretario de la Defensa Nacional pronunció un discurso lleno de presagios, en el que colocó un desfile y su ruta como asuntos de altísimo interés nacional. Como si al citar esos detalles logísticos no estuviera advirtiendo que sobre una protesta electoral histórica está el desarrollo de una ceremonia cívica (y que para que se cumpla ésta con fluidez deberían ser desalojados o constreñidos quienes participan en aquélla: tradición de itinerario por encima de derechos constitucionales), el general Gerardo Clemente Vega García confirmó en esa pieza oratoria el "malestar" que en la cúpula castrense han provocado ciertos aspectos de la lucha poselectoral de Andrés Manuel López Obrador, y en particular los relacionados con la parada del 16.
Las 157 palabras referidas a los aspectos de ese desfile (de un total de mil 243 palabras) tuvieron una colocación sugerente, pues fueron pronunciadas enseguida de que el mismo general secretario había llamado a que los mexicanos no permitamos que "nos dividan" y "nos separen".
El desfile, explicó luego el general Vega García, es un acto que rinde "honores a los héroes que han forjado esta gran nación" y, enfatizó, sin precisar posibles destinatarios desmemoriados, "esto no debe olvidarlo todo mexicano". Al final de esos párrafos dedicados a la marcha del 16, insistió: "Esto no debe olvidarse, por tanto: el desfile es una página histórica".
Las advertencias del secretario de la Defensa Nacional a los olvidadizos encajan en la lógica discursiva que llevó a "representantes de la Sedena" a declarar a José Gerardo Mejía, reportero de Diario Monitor, que "hay malestar en la cúpula militar por la insistencia del candidato de la coalición Por el Bien de Todos de exigir que los militares no sean utilizados para reprimir". Por ello, los declarantes (que pidieron anonimato a Mejía) anunciaron que el alto mando militar iniciaría "acercamientos" con los coordinadores legislativos de esa coalición para puntualizar que el tabasqueño está "confundido" y que los plantones del Zócalo a Reforma "ya no tendrán razón de ser luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emita su resolución final". Sin que esos voceros anónimos hubiesen sido desmentidos, al menos hasta la hora de cerrar esta columna, el mensaje oficial consignaba: "En estos momentos hay cierta tranquilidad y prudencia en el círculo del secretario de la Defensa, pero van a comenzar los contactos correspondientes con las representaciones en el Congreso del PRD para el tema del desfile y esa persistencia de mostrar un Ejército represivo".
El reloj civil pareciera marcar la hora también para el militar. López Obrador ha insistido en pedir al Ejército que no obedezca posibles órdenes presidenciales de desalojar el plantón de protesta, justamente porque se han multiplicado las versiones de que, en cuanto el TEPJF convalide la imposición de Felipe Calderón, los órganos de autoridad podrían decidir acciones contra una protesta que "ya no tendría razón de ser".
Las presunciones de que hay un ánimo represivo no provienen de ejercicios de imaginación. El tratamiento violento a legisladores que pretendían instalar un campamento de protesta electoral a las afueras de San Lázaro, el cerco militar (violatorio de las garantías constitucionales, virtual estado de sitio) establecido en derredor de esta sede legislativa y los preparativos de disuasión o confrontación que se habían montado exhibieron sin lugar a dudas una disposición al uso de la fuerza que sólo pudo ser evitada a último minuto por la decisión del lopezobradorismo de privilegiar la prudencia.
Hubo en esas horas, que pudieron ser trágicas, un elemento que ha sido denunciado tanto en la tribuna legislativa como en medios de comunicación, sin que pareciera apreciarse el grado de extrema provocación que significó la presencia de francotiradores tanto en azoteas de San Lázaro como en el propio salón de sesiones. ¿Hasta dónde habría estado dispuesto Vicente Fox a llegar en caso de que la jugada de los legisladores coaligados no le hubiera cebado incruentamente la pretensión de llegar al interior de la Cámara de Diputados para leer su informe en medio de una trifulca anunciada? Esa presencia de francotiradores, denunciada por miembros de cuando menos dos partidos, ¿no debería ser investigada por alguna instancia legislativa en razón de que demuestra que el ánimo presidencial estuvo dispuesto a llegar a niveles dignos de Nerón?
Así, entre reivindicaciones castrenses de las vialidades históricas, malestar en las cúpulas y rumores varios (fortalecidos por la aseveración del contradictorio Fox de que el Ejército no actuará contra el pueblo), hoy llega a su final jurídico un proceso electoral sin equidad, certeza, transparencia ni justicia. De un papelito con sellos se desprenderá la legalidad de un nombramiento, pero no la legitimidad. Una nueva etapa comienza hoy.
Astillas:
El 1º de septiembre amaneció como deben amanecer los grandes días: a la una de la madrugada fueron despertados los presos de Atenco en la prisión de Santiaguito para que, luego de cuatro meses sin libertad y en medio de múltiples irregularidades jurídicas, les fuera notificado el auto de formal prisión. El estado de derecho, pues... Leticia Picazo envía al tecleador el texto de Eduardo Galeano En tiempos oscuros, del que el mismo Niño Astillero ha seleccionado las partes que así dicen: "En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente sanos como para vomitar las mentiras que nos obligan a tragar cada día (...) En tiempos oscuros seamos lo suficientemente valientes como para tener el coraje de estar solos y lo suficientemente valientes como para arriesgarnos a estar juntos"... Varios lectores -acaso también por algún suceso televisivo en que hubiera participado la mañana de ayer el arriba firmante- enviaron La poesía es un arma cargada de futuro, de Gabriel Celaya, con aquel pasaje que dice: "Maldigo la poesía concebida como un lujo/ cultural por los neutrales/ que, lavándose las manos, se desentienden y evaden./ Maldigo la poesía de quien no toma partido/ hasta mancharse"... Y, mientras López Obrador añade a su posible denominación futura la de "comisario del pueblo" -¡oh, sí, camarada Andrés Manuel!-, ¡hasta mañana, en esta sección que sí sabe marchar!
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martes, septiembre 05, 2006
EL ASTILLERO DE HOY.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:07 a.m.
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