Ana Rosa Payán:
Otra panista reaccionaria en el poder
Edgar González Ruiz
Como relevo de Ana Teresa Aranda en Sedesol, el gobierno de Fox nombró a la
también panista Ana Rosa Payán, conocida desde los años 90 como alcaldesa de Mérida
por su afán persecutorio que la llevó a censurar expresiones supuestamente obscenas, y
se ha dado a conocer también por su homofobia y por ser enemiga del condón.
Ana Rosa Payán, política panista de Yucatán, militó en las Jornadas de Vida Cristiana
y en los Cursillos de Cristiandad. En 1975 se alistó en la Congregación Guadalupana.
En 1993 declaraba ala prensa: "tengo la paciencia y el tesón de los primeros
evangelizadores: estoy preparada para aplastar a los demonios".[1]
En marzo de 1991, la alcaldesa panista de Mérida, Ana Rosa Payán, una de las figuras que más se destacó en impulsar la censura moralizante, puso en marcha una feroz campaña que incluyó redadas homofóbicas y censura de espectáculos.
Para instrumentarlo, se reunió con varios "grupos sociales" a fin de coordinar sus acciones. En la reunión, realizada en el local de Paternidad Responsable, participaron: José Pinto Escamilla y su esposa María Elena, de Paternidad Responsable; Manuel Ibarra Camino y esposa Pilar Patrón, de Educación Sexual Integral; María Cristina Reyes de Loza, de la Asociación por el Derecho a la Vida; Rubén Darío Rito González, delegado estatal de provida; Juan José Díaz Olvera, asesor médico de provida; Augusto Escalante Escalante, de Difusión de Provida, Rubén Avila Ruiz, de la Escuela Hogar de Mérida y Avelino Ruiz, de la Unión Estatal de Sociedades de Padres de Familia.
El secretario del ayuntamiento, Tomás Vargas Sabido, declaró que la danza contemporánea es “degenerada” y que para evitar la “degeneración del arte” la comuna de Mérida no permitiría eventos artísticos con desnudos o escenas eróticas. En particular, los bailarines Rosa Romero y Jorge Domínguez tuvieron problemas con las autoridades panistas porque en la coreografía Siete serpiente ambos aparecían con los torsos desnudos para escenificar un sacrificio humano.
Asimismo, en abril de 1991, en uno de los salones de la Alianza Francesa estaba por abrirse la exposición fotográfica Salón Abril. Víctor Rendón, organizador de la muestra y director de Imagen Alterna, descubrió con asombro que tres desnudos realizados por Alberto Tovalín han sido retirados de una de las salas. Estela Ponce, directora del comité de administración de la Alianza y amiga cercana a Payán, quitó las imágenes diciendo que esta muestra "la visitaban también niños y ellos no podían ver esos desnudos". Rendón reunió a los demás participantes y todos, en solidaridad con Tovalín, descolgaron también sus fotografías y denunciaron los hechos a la prensa local y nacional.
Una y otra vez, Ana Rosa Payán reemprendería sus cruzadas moralistas, con el apoyo de grupos conservadores y del Diario de Yucatán, que la llegó a comparar con la madre Teresa de Calcuta.
En 1993, al participar en un evento de la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem, en la ciudad de México, Payán declaraba: “Si algo requiere hoy México entero es que los que tenemos un poco de conciencia cívica y también cristiana, pues que pongamos nuestro granito de arena para ir limpiando este país. Hace rato, en que veníamos por ahí (por Viaducto), veíamos un letrero grandote que me llamó mucho la atención, y el letrero era anunciando condones y decía Diga No al Sida. En un gobierno que se precia de respetar a los ciudadanos no se deberían permitir anuncios como éste…”.
La contadora pública Ana Rosa Payán Cervera ingresó al Pan en 1983 y se le considera “ahijada” de Manuel J. Clouthier. En 1990 llegó a la alcaldía de Mérida, y de 1993 a 97 fue dirigente estatal del PAN. Encabezó la diputación local de ese partido de 95 a 97. Fue diputada federal de 1988 a 90 y senadora de la República de 1997 a 2000, y presidenta municipal por segunda vez, de 2001 a 2004.
El 13 de julio de 2001, La Jornada recordaba que en 1990, luego de llegar a la alcaldía meridiana, una de sus primeras acciones fue “encomendarle al secretario de la comuna, Tomás Vargas Sabido (ya fallecido), regular la proliferación de los llamados giros negros, desnudos y la apertura y el cierre de este tipo de negocios”.Para ello Vargas Sabido configuró una ley no escrita, denominada popularmente para la preservación de la moral y las buenas costumbres, que provocó confusión y molestia entre propietarios de los negocios considerados ilícitos por las nuevas autoridades municipales panistas.
Para el carnaval de 1991 en Mérida, la comuna prohibió a las empresas patrocinadoras montar los tradicionales carros alegóricos con bailarinas cubanas y modelos que portaran "escasa ropa". Otro de los casos que ocasionaron controversia resultó ser el de los reyes electos de esa festividad popular: un matrimonio joven, ejemplo de valores morales, en lugar de las parejas provenientes de distintas organizaciones sociales.
[1] Contenido, septiembre de 1993, p. 69.
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miércoles, mayo 03, 2006
Ana Rosa Payán (DIF), otra panista reaccionaria
Publicadas por Edgar González Ruiz a la/s 2:27 a.m.
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