Una vez más Rafael Tonatiuh tuvo un momento de lucidez para escribir una columna legible en Milenio:
En el tono del Tona
Con todo respeto
¡Arriba mi Chachalaca mayor!
“A palabras de chachalaca, oídos de chachalaco”
José Luis Borgia
La ventaja primordial de no ser candidato presidencial es que me vale sombrilla bajar dos o 30 mil 577 puntos en las encuestas, nomás por el puritito gusto de gritarle Chachalaca mayor a la Chachalaca mayor. Es mas, aprovecho la ocasión para gritar a los cuatro vientos, con todos mis pulmones y la licencia que la Diosa de los huracanes me otorga: “¡CHACHALACA, ÑA ÑA ÑA ÑÁ!”
Con mi burleta no perderé ni medio punto, a lo más algunos dientes, o la vida (que ni vale nada), pero la risa nadie me la quita ni a la chachalaca lo bailada.
Cuentan que en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, un humorista norteamericano le dijo a un humorista mexicano: “En Estados Unidos nosotros estar más avanzados que ustedes, pues nosotros poder criticar al Presidente de Estados Unidos y en cambio ustedes no poder criticar al Presidente de México”, a lo cual, nuestro compatriota replicó airado: “Nosotros también podemos hacer lo mismo y mañana mismo publicaré la prueba”. Al día siguiente, el humorista mexicano publicó: “¡Chingue a su madre el Presidente de los Estados Unidos!”.
No finjamos lo que no somos y aceptemos que El Peje no pudo haber bajado puntos por haberle dicho Chachalaca mayor a la Chachalaca mayor, sobre todo porque si otros presidentes que sí tuvieron un mínimo de respetabilidad fueron objeto de manchados apodos: Lázaro Cárdenas, El labión; Adolfo Ruiz Cortínez, El estudiante (porque todo lo ponía a estudio, sin solucionarlo); Adolfo López, Paseos; etc., la Chachalaca mayor, odioso y odiado hasta por quienes votaron por él (básicamente porque les prometió las perlas de la Virgen y les dio puro cuaresmeño), no puede tener un club de fans que abarque más allá de Martita, Calderón, Rubén Aguilar, los banqueros del FOBAPROA y uno que otro y viejo buey; y todos por interés, no porque de veras lo aprecien; no tiene lógica. Es como decir que Madonna bajó dos puntos porque se encueró.
Que me caiga un rayo y se me caiga una plurinominal si don Vicente Fox no será recordado para la posteridad básicamente por tres cosas:
1. Por bestia.
Y aquí no sólo me refiero a la incultura de la que tanto se vanagloria y hasta hace alarde (se quedó en el patín del ranchero que ni siquiera es, pues toda su vida se la pasó encerrado en una oficina de la Cocacola), sino por su gran capacidad para decir las cosas más descabelladas, discriminatorias y pésimo gusto (“las muertas de Juárez son puros refritos”, “los mexicanos hacen cosas que ni los negros quieren hacer”, “las mexicanas son lavadoras de dos patas”); sin contar su bipolarismo galopante que un día lo hace declarar algo y a los tres minutos asegura lo contrario. Una cosa es que él no lea los periódicos y otra que suponga que los demás tampoco lo hacemos. Y lo peor es que no hay forma de bajarlo de su nube.
2. Por populista.
¿Resolvió el problema de Chiapas en 15 minutos? ¿Recibió usted ya su micro-empresa? ¿Goza ya de los beneficios del Seguro Popular, Enciclomedia o alguna vivienda digna, como dicen sus lindos spots?
3. Por ser la Chachalaca mayor.
La neta es un apodo bien cajetas, y ni pex, ya se le quedó como un epitafio.
Esa mega-chachalaca mayor mejor debería inscribirse en los records de Guiness como el peor mandatario desde tiempos del Big-bang (la empresa Guiness paga por cada nuevo record y le aseguraría su futuro, en caso de que le nieguen su pensión, misma que ni debería cobrar pues jamás resolvió ni un crucigrama). Fidel Castro lo humilló públicamente. Su participación en el juicio de desafuero contra el señor López fue lamentable. Todo su crew ha quedado evidenciado como una banda criminal de cuello blanquiazul: Carlos Flores (El Embajador Dormimundo), Laura Valdés (fraude en Lotería Nacional), Carmen Segura (fraude en Protección Civil), Martha Sahagún (fraude en Vamos México, más las travesuras de sus pequeños hijastros). Su mutismo ante el escándalo Kamel-Marín lo hace sospechoso de ser cómplice del priísimo y de recibir dinero proveniente de la pornografía infantil. ¿Piensa que ya olvidamos sus reuniones secretas con Elba Ester Gordillo, Carlos Salinas de Gortari y Mariano Azuela? ¿Su indulto a los viejos asesinos de estudiantes? ¿Que ignoramos que voló con la ratota Deschamps? ¿Que cachamos que se escapa sin explicar qué pasó con los linchamientos de Tláhuac? ¿Acaso cree que lo vamos a recordar besando a su esposa frente a la Catedral, cual Pepe El Toro y su Chorreada? En realidad, eso de Chachalaca mayor es un apodo bastante indulgente.
¡Ah, que bella es la libertad de expresión! Por eso me despido cantando La chachalaca, a ritmo de “Guadalajara”: “¡Chacha-chalaca, chacha-chalaca! ¡Chacha-chalaca, chacha-chalaca!… ” (cantéllele y zapatéllele así hasta el final).
Rafael Tonatiuh
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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