Reseña sobre Fraude: México 2006

Cuando apenas han pasado escasos 10 minutos de haber salido del cine y con la emoción aun a flor de piel, escribo este post para compartir con los lectores la experiencia recién vivida.

Por razones ajenas a mi voluntad pero que sin duda son agradecibles, me tocó estar en el Distrito Federal hoy, día del estreno de la película de Mandoki. Compré un boleto para la función de las 3pm en un Cinépolis (fans: atínenle en cuál) y me dispuse a ver el filme.

Debo aclarar que para la hora que era, las aproximadamente 50 personas que estábamos en la sala éramos un grupo nutrido. ¡Esa es la respuesta renegada!, pero también entre el público había sin duda gente apartidista y uno que otro panista.

Dos cosas que considero importantes antes de comentar la película.

Uno: en esa sala durante los primeros 25 minutos de proyección la película se veía fuera de foco. Esto se presta a suspicacias sobre todo tomando en cuenta la experiencia de esta cadena exhibidora. Mucho ojo porque esto puede ser parte de una estrategia para desalentar a que la gente vea la película, a que no presten atención a lo que ahí se presenta. Afortunadamente la presión del público con silbidos y amenas mentadas al cácaro dio resultado (aunque tarde) y después de ese lapso la película se vio bien. Si alguien detectó algo similar en otras salas, háganselo saber a Víctor para que él pase el reporte.

Dos: los panistas están metiendo provocadores a las salas de cine. Nada de qué alarmarse: son tan cobardes que no enfrentan a nadie cara a cara, pero por ejemplo en la sala donde estuve había 3 señores de aproximadamente 50-55 años que durante buena parte de la película estuvieron hablando en voz alta, en ocasiones burlándose de lo que aparecía en pantalla. Se levantaron de sus asientos al menos 4 veces durante la proyección (los 3 a la vez) haciendo el mayor escándalo posible. Su intención era obviamente provocar, pero una vez los renegados dimos muestra de dignidad (panistas: favor de referirse al diccionario más a la mano para comprender este término) y los 3 señores se quedaron con las ganas: fueron olímpicamente IGNORADOS por el público de la sala y como además el audio estaba en un volumen bastante aceptable pues fue poco lo que lograron molestar. También mucho ojo con esto: ignoren cualquier provocación. NO confronten a nadie. Es más divertido ver cómo se retuercen de bilis cuando ven que sus "estrategias" no surten efecto.

Ahora sí: no voy a comentar la película en sí, pues lo ideal es que cada quien la vea y saque sus propias conclusiones. Pero mencionaría los siguientes "highlights" o puntos a resaltar:

• La película echa por tierra la FALACIA de un AMLO autoritario y reacio a la autocrítica. Esa es una mentira muy difundida por el PAN. En realidad el filme muestra que si a alguien se le debe que en este país no hubiera un estallido social el año pasado, es precisamente al Presidente López Obrador.
• Simplemente llega un punto en que se vuelve abrumador ver tanta porquería electoral junta. Toma tras toma se ve plenamente documentado el fraude. Pero lo que más duele, lo que más lacera, es el cinismo patente de quienes orquestaron el atraco electoral más grande en la historia de México. Ese también quedó plenamente documentado. Nadie que vea este documental quedará indiferente ante las tomas que muestran, sonrientes y satisfechos de sí mismos, a los autores del crimen. De alguna extraña manera, esto es positivo. Es necesario conocer a la derecha en toda su hipocresía, en toda su deshonestidad. Que los ciudadanos vean por sí mismos cómo unos cuantos torcieron la voluntad popular y encima se congratularon de ello. Que se conozca para evitar que vuelva a suceder.
• Después de ver el documental, no extraña que Ciro Gómez Leyva haya destilado tanto veneno en su columna de Milenio Diario contra la cinta. Los locutores, merolicos, opinólogos y levantacejas de Televisa y TV Azteca son desnudados para mostrar sus miserias: la intelectual, la moral, la humana. Al despotricar en contra de la película y de su director, habría que preguntarse si Gómez Leyva no lo hará movido por un desprecio inconsciente hacia la imagen que de él mismo queda en la pantalla: la caricatura de lo que una vez fue un periodista respetable y hoy es exhibido como un obsequioso jilguero del poder.
• Electrizante: el momento en que a AMLO se le quiebra la voz. Sin palabras.
• Esta es la única película que me ha tocado ver en donde al final de la cinta, cuando empiezan a pasar los créditos, la gente no se mueve de su lugar. Todavía siento la piel chinita al escribirlo. Lo repito porque tal vez no se dimensiona a primera vista: al terminar la cinta y encender las luces (aunque los créditos seguían saliendo en la pantalla) la gente estaba inmóvil en sus butacas. Con excepción de los 3 ruquitos panistas que se salieron casi de inmediato el resto de los espectadores nos mantuvimos en nuestros asientos hasta que terminó el último crédito. Yo aproveché para observar a los asistentes: una pareja de novios, jóvenes de unos 20-22 años, miraba fijamente al frente. Ella, con lágrimas corriendo por sus mejillas. El, con gesto serio. Ambos, tomados firmemente de la mano. Más allá, un matrimonio de edad avanzada. Ella con la cabeza apoyada en el hombro de él. El, platicando con su vecino de asiento: "usted cree que eso fue limpio? chingaderas, hombre". Filas atrás, un grupo de chavos, a quienes interrogué brevemente y resultaron ser de una preparatoria pública cercana al cine, reían y bromeaban entre sí. Le hacían burla a uno de ellos en cuya familia al parecer habían votado por Fecal. El pobre chavillo se veía medio sacadón de onda, mosqueado. No atinó a decir palabra y sus amigos le siguieron "echando carrilla".

Lectores: podría extenderme haciendo una reseña larguísima de la película, porque hay mucho que comentar, incluyendo el cameo especial que hace ni más ni menos que el Víctor en una de las escenas. Sólo puedo pedirles algo. Véanla. Vayan al cine. Lleven a un amigo, a un familiar. Inviten a un semejante a ver la cinta. Ah, y también inviten a algún panista. Esta película abre los ojos. Mueve conciencias. Si no fuera así, no estarían tratando de censurarla desde hace meses.

Nos vemos en el cine!