De Redes Ciudadanas Jalisco, más fotos de la marcha, muchas gracias a Bernardo que nos manda la información:
De Marcela Gómez Zalce, sobre los pleitos de Espino y Calderón entre ellos y contra Latinoamérica:
¿¡“Normalizar”!?
El miedo a la adversidad, mi estimado, es peor que la adversidad misma. La chistosa semanita casi llega a su fin (aunque todavía hay tiempo para sorpresitas), y hay varios asuntos que están como finalistas en la carrera de las simpáticas nominaciones al Oscar por el Tío Lolo. Una de ellas es indiscutiblemente la actuación de la pequeña canciller Patricia Espinosa, quien muestra (de cuerpo entero el tamaño del régimen) la apasionante capacidad de ser (o parecer) bipolar, con todos sus entretenidos discursos acerca de querer “normalizar” las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela, mientras su ocurrente jefecito se encarga de darles de tubazos cada vez que se siente bravucón.
Espinosa declaró desde Viena, Austria, my friend, que México trabaja para sofocar, perdón, normalizar las relaciones con ambos países con los cuales ha tenido recientes roces diplomáticos... por no decir verdaderas madrizas y actitudes hostiles.
Mismas que han llevado la imagen de nuestro país al fondo, ya no digamos de una credibilidad regional, sino de un nulo respeto que como nación mostramos ante otros. Una vez más la indecisión es la peor decisión.
Si Felipe Calderón resuelve que no quiere a Cuba y Venezuela en su reventón de política exterior, que deje de jugar al Tío Lolo y ponga los puntos sobre las íes. Si por el contrario, define que es mejor establecer una relación de respeto y concordia, que deje de ingerir pildoritas que ocasionan incoherencias (con Fox bastó, sobró y nos quedó debiendo), y con hechos concretos extienda su mano firme (no se ría) y muestre carácter. Nada más fácil y difícil a la vez.
Sobre todo, mi estimado, cuando en el pasado proceso electoral se cansaron de utilizar mediáticamente y sin escrúpulos la figura de un presidente, Hugo Chávez —que como todo ser humano tiene claroscuros— para demostrar el ejemplo del “peligro para México”.
Sin olvidar que la mayoría de los mexicanos -tanto derechistas como no pocos izquierdistas- tiene la imagen deforme de Hugo Chávez que han estado difundiendo las televisoras venezolanas, el gobierno norteamericano y sus comparsas panistas. En la caricatura del Chávez real, "olvidan" mencionar los logros económicos del gobierno venezolano, cuando éste está haciendo lo mismo que Lázaro Cárdenas hizo en el México de los 30's.
Y como si no bastara, el inquilino de Los Pinos en su polémica gira por Europa se aventó el puntadón de seguirle buscando mangas al chaleco venezolano (cubano y boliviano) afirmando, entre otras linduras, que México es un seguro contra populismos... reeditando el manual foxista de “How to fuck up, all over again, sensitive relations in one easy step”.
Así que no estaría nada mal que la cándida canciller muestre sus dotes diplomáticas, estratégicas y de talento (no de género por las que llegó a ocupar la SRE... habiendo mejores cuadros), se faje los pantalones (o faldas) y defina con Calderón cuál es el papel que México jugará ante Chávez sin olvidar, of course, que el resultado pasará inevitablemente por la divertida isla caribeña... y que tendrá sus derivaciones para bien o para mal.
Postergar la decisión, en este singular tablero geopolítico, juega contra este régimen que ha demostrado mucho más simpatía (por decirlo en términos amables) por nuestros divertidos vecinos del norte al grado que, según fuentes diplomáticas confiables, la recién nombrada secretaria Técnica del Consejo de Seguridad Nacional, Sigrid Arzt, quien labora en Los Pinos teniendo acceso a atractiva información, estuvo más de una década en la nómina (payroll) del gobierno de Estados Unidos.
¿Acaso veremos pronto a Bush llamar a Calderón "gobernador de México"? ya de una vez que le pongan las 2 estrellas que faltan a la bandera norteamericana, una por la Gran Bretaña de Blair, y otra por México, que hasta Puerto Rico parece tener más independencia de USA que el gobierno usurpador actual.
Quizá es un dato ridículo e irrelevante, my friend, aunque como siempre piense mal... y acertará.
Por la Mirilla
Uno. El IFE enfrenta la peor crisis de credibilidad pero no sólo por su cuestionado rol en las elecciones pasadas y por las magisteriales manos que movían su cuna, sino ahora por los dispendios, excesos e insultantes gastos de sus consejeros donde hay hasta un rubro para dote matrimonial. No chinguen.
Dos. En Baja California Jorge Hank es el finísimo candidato del PRI que hará coalición con el Partido Estatal de Baja California (PEBC) y las megalacras verdes del PVEM; se le denominará “Alianza para que vivas mejor”.
Convergencia y el PT se registraron en coalición con María Mercedes Maciel Ortiz, diputada federal por el segundo.
El PAN y el PANAL estarán juntos coaligados pero aún sin candidato oficial, ya que son dos contendientes: Francisco Vega de la Madrid y José Guadalupe Osuna Milán... (es obvio quién ganará) y el PRD y Alternativa irán solos (básicamente por tercos) y se irán al nabo.
¿Pues qué no se supone que existe un Frente Amplio Progresista? ¿Es amplio, pero no lo suficiente? ¿O acaso están promoviendo el abstencionismo, para que las estructuras corporativas del PRI y el PAN puedan hacer más fácil su sucio trabajo? ¿Qué no saben que la unión hace la fuerza?
Y tres. Se abre otro seductor capítulo en la relación de Calderón y Espino, donde el primero se ha encargado de mostrar su obsesión de hacer un hostile takeover del PAN. Los detalles, mi estimado, no tienen desperdicio, pero por ahora... ¡Adiós!
De Gabriel Torres Espinoza, a propósito de los consejeros del IFE que tanto quiere y defiende Carlos Marín:
Los consejeros
Cuando el árbitro concede pases y mete goles deja naturalmente de ser árbitro y se convierte en jugador. Todas las encuestas sobre la materia revelan que ha disminuido sensiblemente la credibilidad ciudadana del IFE. La actuación del Consejo General del IFE dejó mucho que desear en la pasada elección. Su trabajo no corresponde con el prestigio de la institución que recibieron y que paulatinamente han dilapidado.
En esta semana se han hecho públicas las observaciones de legisladores y líderes priistas y perredistas que, no con pocos elementos, señalan que el Consejo General del IFE no es confiable para el siguiente proceso electoral. El cuestionamiento es a quienes integran el Consejo General, no al IFE, institución que hemos construido con nuestra participación electoral todos los mexicanos. Si dos de los tres principales equipos no confían en los árbitros (PRD y PRI), ni duda cabe que deben ser relevados por otros que puedan ser garantía de la confianza y credibilidad que requiere esa responsabilidad. El IFE es mucho más que unos cuantos consejeros nacionales.
Es muy importante distinguir entre los consejeros generales del IFE y el Instituto Federal Electoral (la parte, del todo); que entre otras cosas tiene como activo más valioso al servicio profesional electoral integrado por funcionarios calificados que ganaron su cargo mediante concurso público de oposición y son evaluados (ellos sí) periódicamente mediante indicadores de desempeño. Del servicio profesional electoral nadie se ha quejado, del doctor Ugalde y sus consejeros, quienes ganan increíblemente apenas ¡200 pesos menos que el presidente de la república!, definitivamente sí.
Para muestra basta un botón. Los legisladores federales, muy a tono del sentir nacional sobre este tema, aprobaron un recorte presupuestal al IFE por 720 millones de pesos. Cabe mencionar que el IFE gastó el año pasado 2,788 millones de pesos en sueldos base, estímulos al personal, compensaciones y otras prestaciones. Recientemente el presidente nacional del PRD, Leonel Cota, ha lanzado serias acusaciones contra Ugalde por destinar 250 mil pesos para pagar la fiesta de una boda.
Sin mencionar que en el IFE, como ya es costumbre en las organizaciones financiadas por nuestros impuestos, las plazas y ascensos se reparten de acuerdo a recomendaciones de los "influyentes", no por capacidad, y que se violan constantemente los derechos de los trabajadores del instituto, sin pagarles tiempo extra, mientras los consejeros viven como reyes.
Bajo este clima, la imprudencia notoria del presidente del Consejo General del IFE, apoyado por al menos cinco consejeros, lo expone a otro diferendo, ahora con los legisladores federales de todos los partidos. Con una apretada mayoría pretenden interponer un controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra del recorte presupuestal, sin que el IFE tenga la personalidad jurídica para hacerlo. El artículo 105° constitucional deja claro que la controversia constitucional sólo puede ser interpuesta por los poderes constituidos del Estado: estados, municipios, Distrito Federal, Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los tres ámbitos de gobierno. A menos que estos consejeros asuman que son equiparables a un poder del Estado, su petición es notoriamente improcedente. En esta última decisión, ni el representante del PAN los respalda. El mundo al revés: ahora los árbitros están en contra de todos los jugadores.
De Marcela Gómez Zalce, sobre los pleitos de Espino y Calderón entre ellos y contra Latinoamérica:
¿¡“Normalizar”!?
El miedo a la adversidad, mi estimado, es peor que la adversidad misma. La chistosa semanita casi llega a su fin (aunque todavía hay tiempo para sorpresitas), y hay varios asuntos que están como finalistas en la carrera de las simpáticas nominaciones al Oscar por el Tío Lolo. Una de ellas es indiscutiblemente la actuación de la pequeña canciller Patricia Espinosa, quien muestra (de cuerpo entero el tamaño del régimen) la apasionante capacidad de ser (o parecer) bipolar, con todos sus entretenidos discursos acerca de querer “normalizar” las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela, mientras su ocurrente jefecito se encarga de darles de tubazos cada vez que se siente bravucón.
Espinosa declaró desde Viena, Austria, my friend, que México trabaja para sofocar, perdón, normalizar las relaciones con ambos países con los cuales ha tenido recientes roces diplomáticos... por no decir verdaderas madrizas y actitudes hostiles.
Mismas que han llevado la imagen de nuestro país al fondo, ya no digamos de una credibilidad regional, sino de un nulo respeto que como nación mostramos ante otros. Una vez más la indecisión es la peor decisión.
Si Felipe Calderón resuelve que no quiere a Cuba y Venezuela en su reventón de política exterior, que deje de jugar al Tío Lolo y ponga los puntos sobre las íes. Si por el contrario, define que es mejor establecer una relación de respeto y concordia, que deje de ingerir pildoritas que ocasionan incoherencias (con Fox bastó, sobró y nos quedó debiendo), y con hechos concretos extienda su mano firme (no se ría) y muestre carácter. Nada más fácil y difícil a la vez.
Sobre todo, mi estimado, cuando en el pasado proceso electoral se cansaron de utilizar mediáticamente y sin escrúpulos la figura de un presidente, Hugo Chávez —que como todo ser humano tiene claroscuros— para demostrar el ejemplo del “peligro para México”.
Sin olvidar que la mayoría de los mexicanos -tanto derechistas como no pocos izquierdistas- tiene la imagen deforme de Hugo Chávez que han estado difundiendo las televisoras venezolanas, el gobierno norteamericano y sus comparsas panistas. En la caricatura del Chávez real, "olvidan" mencionar los logros económicos del gobierno venezolano, cuando éste está haciendo lo mismo que Lázaro Cárdenas hizo en el México de los 30's.
Y como si no bastara, el inquilino de Los Pinos en su polémica gira por Europa se aventó el puntadón de seguirle buscando mangas al chaleco venezolano (cubano y boliviano) afirmando, entre otras linduras, que México es un seguro contra populismos... reeditando el manual foxista de “How to fuck up, all over again, sensitive relations in one easy step”.
Así que no estaría nada mal que la cándida canciller muestre sus dotes diplomáticas, estratégicas y de talento (no de género por las que llegó a ocupar la SRE... habiendo mejores cuadros), se faje los pantalones (o faldas) y defina con Calderón cuál es el papel que México jugará ante Chávez sin olvidar, of course, que el resultado pasará inevitablemente por la divertida isla caribeña... y que tendrá sus derivaciones para bien o para mal.
Postergar la decisión, en este singular tablero geopolítico, juega contra este régimen que ha demostrado mucho más simpatía (por decirlo en términos amables) por nuestros divertidos vecinos del norte al grado que, según fuentes diplomáticas confiables, la recién nombrada secretaria Técnica del Consejo de Seguridad Nacional, Sigrid Arzt, quien labora en Los Pinos teniendo acceso a atractiva información, estuvo más de una década en la nómina (payroll) del gobierno de Estados Unidos.
¿Acaso veremos pronto a Bush llamar a Calderón "gobernador de México"? ya de una vez que le pongan las 2 estrellas que faltan a la bandera norteamericana, una por la Gran Bretaña de Blair, y otra por México, que hasta Puerto Rico parece tener más independencia de USA que el gobierno usurpador actual.
Quizá es un dato ridículo e irrelevante, my friend, aunque como siempre piense mal... y acertará.
Por la Mirilla
Uno. El IFE enfrenta la peor crisis de credibilidad pero no sólo por su cuestionado rol en las elecciones pasadas y por las magisteriales manos que movían su cuna, sino ahora por los dispendios, excesos e insultantes gastos de sus consejeros donde hay hasta un rubro para dote matrimonial. No chinguen.
Dos. En Baja California Jorge Hank es el finísimo candidato del PRI que hará coalición con el Partido Estatal de Baja California (PEBC) y las megalacras verdes del PVEM; se le denominará “Alianza para que vivas mejor”.
Convergencia y el PT se registraron en coalición con María Mercedes Maciel Ortiz, diputada federal por el segundo.
El PAN y el PANAL estarán juntos coaligados pero aún sin candidato oficial, ya que son dos contendientes: Francisco Vega de la Madrid y José Guadalupe Osuna Milán... (es obvio quién ganará) y el PRD y Alternativa irán solos (básicamente por tercos) y se irán al nabo.
¿Pues qué no se supone que existe un Frente Amplio Progresista? ¿Es amplio, pero no lo suficiente? ¿O acaso están promoviendo el abstencionismo, para que las estructuras corporativas del PRI y el PAN puedan hacer más fácil su sucio trabajo? ¿Qué no saben que la unión hace la fuerza?
Y tres. Se abre otro seductor capítulo en la relación de Calderón y Espino, donde el primero se ha encargado de mostrar su obsesión de hacer un hostile takeover del PAN. Los detalles, mi estimado, no tienen desperdicio, pero por ahora... ¡Adiós!
De Gabriel Torres Espinoza, a propósito de los consejeros del IFE que tanto quiere y defiende Carlos Marín:
Los consejeros
Cuando el árbitro concede pases y mete goles deja naturalmente de ser árbitro y se convierte en jugador. Todas las encuestas sobre la materia revelan que ha disminuido sensiblemente la credibilidad ciudadana del IFE. La actuación del Consejo General del IFE dejó mucho que desear en la pasada elección. Su trabajo no corresponde con el prestigio de la institución que recibieron y que paulatinamente han dilapidado.
En esta semana se han hecho públicas las observaciones de legisladores y líderes priistas y perredistas que, no con pocos elementos, señalan que el Consejo General del IFE no es confiable para el siguiente proceso electoral. El cuestionamiento es a quienes integran el Consejo General, no al IFE, institución que hemos construido con nuestra participación electoral todos los mexicanos. Si dos de los tres principales equipos no confían en los árbitros (PRD y PRI), ni duda cabe que deben ser relevados por otros que puedan ser garantía de la confianza y credibilidad que requiere esa responsabilidad. El IFE es mucho más que unos cuantos consejeros nacionales.
Es muy importante distinguir entre los consejeros generales del IFE y el Instituto Federal Electoral (la parte, del todo); que entre otras cosas tiene como activo más valioso al servicio profesional electoral integrado por funcionarios calificados que ganaron su cargo mediante concurso público de oposición y son evaluados (ellos sí) periódicamente mediante indicadores de desempeño. Del servicio profesional electoral nadie se ha quejado, del doctor Ugalde y sus consejeros, quienes ganan increíblemente apenas ¡200 pesos menos que el presidente de la república!, definitivamente sí.
Para muestra basta un botón. Los legisladores federales, muy a tono del sentir nacional sobre este tema, aprobaron un recorte presupuestal al IFE por 720 millones de pesos. Cabe mencionar que el IFE gastó el año pasado 2,788 millones de pesos en sueldos base, estímulos al personal, compensaciones y otras prestaciones. Recientemente el presidente nacional del PRD, Leonel Cota, ha lanzado serias acusaciones contra Ugalde por destinar 250 mil pesos para pagar la fiesta de una boda.
Sin mencionar que en el IFE, como ya es costumbre en las organizaciones financiadas por nuestros impuestos, las plazas y ascensos se reparten de acuerdo a recomendaciones de los "influyentes", no por capacidad, y que se violan constantemente los derechos de los trabajadores del instituto, sin pagarles tiempo extra, mientras los consejeros viven como reyes.
Bajo este clima, la imprudencia notoria del presidente del Consejo General del IFE, apoyado por al menos cinco consejeros, lo expone a otro diferendo, ahora con los legisladores federales de todos los partidos. Con una apretada mayoría pretenden interponer un controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra del recorte presupuestal, sin que el IFE tenga la personalidad jurídica para hacerlo. El artículo 105° constitucional deja claro que la controversia constitucional sólo puede ser interpuesta por los poderes constituidos del Estado: estados, municipios, Distrito Federal, Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los tres ámbitos de gobierno. A menos que estos consejeros asuman que son equiparables a un poder del Estado, su petición es notoriamente improcedente. En esta última decisión, ni el representante del PAN los respalda. El mundo al revés: ahora los árbitros están en contra de todos los jugadores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario