Grupo Energético del Sureste (GES) es propiedad de Carlos Mouriño, padre de Juan Camilo Mouriño, y uno de los transas de la gasolina más notorios del país--con sendos contratos de adjudicación directa de Pemex, desde luego. Para más detalles vean esta nota sobre los Mouriño, fecal y el foxismo.
¿A qué viene esto? Pues a que acaban de encontrar el cadaver de uno de los empleados de de GES (es decir, uno de los empleados de Mouriño) en Campeche. NO lo mataron para robarle nada por que tenía con él su cartera y joyería. Lo mataron, según la teoría que maneja la policía, por ajuste de cuentas. Uno se pregunta ¿de verdad lo mataron por ajuste de cuentas? ¿O por que sabía demasiado? La nota de La Tribuna de Campeche:
Ejecutan a un empleado del GES
Era gerente de Tienda de Conveniencia en Escárcega
Con un disparo en la espalda encontraron ayer al gerente de la Tienda de Conveniencia del Grupo Energético del Sureste (GES) con sede en Escárcega, luego que lo ejecutaran a bordo de su automóvil entre los poblados de Vicente Guerrero y Ulumal, en Champotón, sin que le robaran sus joyas y demás pertenencias de valor.
Fuentes de la policía confirmaron que el hoy occiso respondía al nombre de Marcos Javier Queb Brito, cuyo cadáver apareció en el interior de un vehículo Contour gris, placas de circulación DFT-4107.
Alrededor de las 10:00 horas, una persona que circulaba por el kilómetro 73-840, entre Vicente Guerrero y Ulumal, Champotón, vio el cadáver y de inmediato avisó a la Policía Municipal de Champotón, y ésta a su vez reportó el crimen al Ministerio Público.
Para las autoridades, esto podría ser una venganza o un ajuste de cuentas, pues el móvil no fue el robo. No se encontraron casquillos percutido del arma, según las primeras indagaciones.
Al parecer el homicidio se cometió con una escopeta calibre 22 y el disparo lo hicieron por la espalda, pues la trayectoria de la bala indica haber entrado por el homóplato del lado izquierdo, con dirección al corazón.
Marcos Queb Brito presenta además una hematoma en la cara, probablemente producto de un cachazo. Con él estaban su cartera, una esclava de oro y un reloj, lo que confirma que no lo mataron para robarle.
Entre las evidencias del crimen están las machas de sangre que el personal ministerial halló en el interior del monte, dejando un rastro de más de 50 metros. Los policías siguieron la huella, pero no encontraron nada.
Si primero le dieron un cachazo y luego el disparo por la espalda, quiere decir que lo mandaron matar. La pregunta: ¿Por qué querría alguien matar al gerente de una tienda de conveniencia? Y más tratándose de un empleado de los caciques más conocidos de Campeche.
Insisto: ¿No será que este cuate le sabía algo a alguien y por eso mejor lo mataron antes de que empezaran los chantajes?
Una razón más para apoyar al peje en el 2007.
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