ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
POR AHORA SÓLO SE ACEPTAN ELOGIOS DESMEDIDOS
LEO EN UN diario regiomontano que se publica en la capital nacional: "Calderón cuenta con 700 mil horas para difusión". Entiendo que son mezcla de los tiempos oficiales y los que el Ejecutivo Federal pagará a estaciones de televisión y radio para autopromoverse.
Tal cantidad, al menos para mí, es inconmensurable. Con calculadora en mano, la entiendo como tener que soportar propaganda gubernamental desde la madrugada hasta la medianoche. Lo mismo con el cereal mañanero, que con el bocadillo nocturno sacado a hurtadillas del refrigerador.
Ah, ¡si el nuestro fuera un país más o menos democrático!… ¡si los mexicanos tuviésemos la suerte de contar con gobernantes más o menos congruentes y decentes!… ¡si dejásemos de ser un tanto cuanto pusilánimes, medrosos y conformistas, entonces la publicidad institucional, esa con la que cotidianamente nos bombardean desde las páginas de los diarios y revistas, desde las pantallas de televisión, por las bocinas de los radios y ahora hasta en las pantallas cinematográficas, sólo tendría algún sentido si fuera simple y llana información!
Pero no. El nuestro es un país que no atina a salir del atraso político que linda con el autoritarismo, roza con el mesianismo y raspa con la monarquía sexenal, de tal suerte que hasta hoy todos los gobiernos, sin importar el partido del que provengan, han utilizado a la publicidad institucional cual propaganda por la vía del autoelogio.
Vicente Fox, en su momento Andrés Manuel López Obrador, los gobernadores casi sin excepción, diputados, senadores y presidentes municipales gastan --¿dilapidan, tiran, malgastan?-- dinero público para explicar al ciudadano que han hecho lo que tenían obligación de hacer: cumplir algún aspecto de su programa.
Lo peor es que, en muchos casos lo que se publicita es una verdad a medias o una mentira completa.
Durante semanas, hasta que casi los memoricemos, veremos y escucharemos spots alabando al señor Calderón y lo que haga o deje de hacer.
Porque, con la complicidad de los señores legisladores de todos los partidos políticos, al aprobar el presupuesto de egresos para este que se antoja fatídico 2007, incrementaron los recursos públicos destinados al autoelogio del ocupante –porque así lo falló un tribunal— de Los Pinos.
Y es que, sigo leyendo aquél diario, Vicente Fox contó en 2006 con 660 mil horas de autoelogio. El señor Calderón tendrá poco más de 40 mil más.
Pura propaganda política. Fascistoide. Goebbeliana. Porque la propaganda política es negativa cuando lo que presume es falso.
La publicidad institucional es necesaria para dar informaciones de utilidad práctica para el ciudadano.
La propaganda sufragada por fondos públicos, en cambio, constituye un fraude que la ley debe combatir.
Hay que exigir que se legisle para regular la catarata de anuncios propagandísticos que terminan por convertirnos en refractarios a los mensajes gubernamentales.
Por ahora, mientras tanto, sólo se aceptan elogios desmedidos al señor Calderón.
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com
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lunes, enero 08, 2007
INDICE POLITICO
Publicadas por Martín Triana Dontriana a la/s 11:54 p.m.
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