"SI ULISES NO SE VA,FECAL NO PASARÁ".

ULISES Y CALDERON JUNTOS.

Conrado Farías Segundo-

27-10-06.

La APPO dice que “Si Ulises no se va, Calderón no pasará”. Esa frase saca al movimiento del ámbito estatal al federal. La cuestión es ver qué le pasará a la fuerza que ha mostrado a nivel local, una vez que se mida con adversarios más poderosos.Cómo van a reaccionar los otros movimientos de izquierda que se extienden por el país. ¿Por primera vez en la historia habrá comunión de tres vertientes de izquierda, aunque sea en un punto de acuerdo? Para Ripley.

Hasta el momento, el gobierno federal además del ridículo, no ha hecho mayor cosa sustancial para escuchar y hacerse oír, precisamente porque no lo asusta un movimiento regional y está acostumbrado a subestimarlo con base en sus armas predilectas que tienen que ver con el engaño, el alargamiento de los tiempos, la compra de los líderes y ya como un experto en el uso hipócrita y cobarde de "las fuerzas del orden", se confía al momento en que hace uso "legal" de ellas para arrasar con los que por definición son intransigentes.

Recordemos que Fox es experto en copias grotescas de dichos y hechos que han sobado presidentes anteriores como Zedillo, su santo patrono sin el cual según se acostumbra decir a la hora de besar la mano, "nada hubiera sido posible". Zedillo dijo: "El Gobierno Federal ha acreditado repetidamente, con hechos, que no cree que el uso de la fuerza sea la solución en Chiapas" y que marca las respectivas muescas en su revolver por cada asesinado en Acteal.

Fox dijo en discurso ante los empresarios de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda: "la fórmula del uso de la fuerza sólo divide más, sólo puede complicar las cosas". Y sin sonrojarse siquiera, acabo por decir que "sacó adelante el tema" de Atenco. Sí. Le llamó "tema". Como si fuera un trabajo escolar. Ya desde mayo pasado, la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos (CCIODH), había sostenido que "se probó que hubo exceso de fuerza pública, una grave vulneración masiva de derechos humanos, que incluyeron violaciones y agresiones sexuales contra mujeres detenidas, torturas, la muerte de un menor y la muerte cerebral de un estudiante".

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luís Soberanes Fernández, aseguró que "a los jóvenes Francisco Javier Cortés y Alexis Benhumea los mató la policía durante el operativo que realizó el 4 de mayo en San Salvador Atenco; Que se comprobaron las violaciones sexuales contra 26 mujeres, y constatamos que hubo tortura física y sicológica, además de detenciones arbitrarias, cateos ilegales a domicilios y el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes policíacos".

Fox conoce el informe en el que se ratifican los 26 casos de violaciones sexuales que se denunciaron ante la CNDH. Sabe que el Código Penal del Estado de México la tipifica como violación sexual equiparada "porque se trató de introducción de dedos y objetos en el sexo y otras partes de las mujeres. Se les toqueteó en los senos, en el sexo y en otras partes de sus cuerpos". Fox y Zedillo conocen perfectamente la planeación y la ejecución de esos crímenes. Los de Acteal y los de Atenco respectivamente.

Nadie puede decir que no tienen las manos empantanadas en sangre con base en el seudo razonamiento de que un presidente puede ser que no se entere de todo lo que acontece en el país, porque en sus cínicos discursos ellos mismos se delatan. Dedican gran parte de su tiempo a tratar de lavarse la cara, pero están tan nerviosos, que se olvidan de usar guantes y sólo consiguen embarrarse en la cara la sangre de las manos.

De ninguna manera se juzguen estas palabras como vociferaciones exageradas, amarillistas o insultantes, porque las páginas escritas por profesionales serios comprometidos con su trabajo para el cuidado de los derechos humanos, son tenebrosas y sin embargo lo único que logran es que un individuo como Fox diga una bola de disparates y el gobernador del Estado de México tape las recomendaciones que se le hacen con un cinismo que lo hace decir que la policía había acudido a un llamado de la ciudadanía para acabar con el desorden y que su gobierno había alcanzado ese objetivo.

Esos son los motivos por los que al señor Abascal lo dejaron hablando solo los líderes del movimiento oaxaqueño. El gobierno no sabe hacerse escuchar. No le interesa. Sabe que no tiene argumentos. Sabe que las exigencias de la APPO no son fácilmente rebatibles. Adicionalmente, el gobierno federal está desprestigiado. Puede incluso llegar a firmar acuerdos y después, pasárselos por el arco del triunfo, como pasó con los acuerdos de San Andrés Sakamchen de los Pobres.

Por cierto hay una semejanza entre lo que pasó en Chiapas y lo que pasó en la reunión en la que dejaron hablando solo a Abascal. En Chiapas los negociadores por parte de Zedillo se imaginaron que iban a tener enfrente a unos pobres indígenas de los que se iban a burlar fácilmente. Y cual fue su sorpresa al ver que estaban sentados al lado de los indígenas reconocidos luchadores sociales y buenos pensadores políticos como asesores. Abascal invitó a la reunión con los líderes oaxaqueños hasta a los choferes de los empresarios con la intención de apagar la voz de sus verdaderos interlocutores. Y se quedó con las narices bien chatas. Al grado que tuvo que preguntarles a la hora que se retiraban los APPOS de la sala: "¿No se van a quedar?" Qué risa. El burlador burlado.

Así fue como los burócratas de Zedillo firmaron los acuerdos de San Andrés. Iban a burlarse de los indígenas chiapanecos y no supieron ni como fue que firmaron los acuerdos. Dice Carlos Montemayor: "En algún momento de 1998, poco tiempo después de firmados los acuerdos de San Andrés Larráinzar, el gobierno mexicano fue modificando su estrategia respecto al conflicto de Chiapas y en algún otro momento de noviembre y diciembre de ese mismo año tomó decisiones firmes en cuatro sentidos: no reconocer los Acuerdos de San Andrés, no reanudar el diálogo de paz, continuar y extremar el cerco militar en las Cañadas y no frenar el surgimiento de grupos paramilitares en diversas zonas del norte y de los Altos de Chiapas". No, si negociar con los mafiosos del gobierno mexicano tiene su chiste. Por eso la APPO ya sentó a Calderón al lado de Ulises Ruiz.

Bueno no lo sentó la APPO.Calderón ya había agarrado por iniciativa propia ese lugar desde cuando. La APPO lo único que está haciendo es pasar lista para fijarse en qué tono va a contestar "presente" el presidente electo de Amalia García, Lázaro Cárdenas y Zeferino Torreblanca. La historia nos dice claramente cómo acostumbran contestar los mal nombrados políticos mexicanos. La sociedad mexicana, a la que pertenecen los intelectuales como Carlos Monsiváis que tan atentos están a ver la paja en el ojo izquierdo, deberá estar atenta para no permitir otra masacre. El diálogo es la fórmula. El real. No el de Abascal y sus invitados comparsas de carnaval, que sólo propicia violencia y sufrimiento.