PARA NO VARIAR:MAS PENDEJADAS DE FOX.

REFORMA.
Felipe Díaz Garza.

Vocería a la ligera.

Hace mal el presidente de la República en descalificar a la ligera, atribuyéndole a su autor una ligereza en la que no incurre, las acusaciones concretas en su contra que le enderezó el comisionado nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes. Y si le escribo que fue el Presidente el ligero y el acusado es porque quien habló fue su vocero, que por definición expresa el pensamiento presidencial, no el propio, que no debe tenerlo y no lo tiene; por lo tanto es Fox quien habló y no Aguilar.

Por su parte Soberanes acusó, nada ligeramente sino todo lo contrario, al propio Presidente al acusar a la Procuraduría General de la República, que es el brazo policiaco del titular del Poder Ejecutivo. El comisionado acusó a la PGR de Fox de ser la tapadera, el alcahuete de las violaciones a los derechos humanos.

Lo que hace la Procuraduría es responsabilidad del Presidente, especialmente si el vocero de éste avala en su nombre lo que hace la Procuraduría y, con la voz presidencial, descalifica acusaciones en contra de la Procuraduría, como descalificó, por ser hechas "a la ligera", las pesadas acusaciones de Soberanes.

"Hay una descomposición institucional de la PGR, que se refleja, por ejemplo, en lo que sucedió hace poco con la aprehensión de 'El Tigrillo' (Francisco Javier Arellano), que ni siquiera se tuvo la confianza en las autoridades mexicanas de la PGR. Esta descomposición se refleja (también) en la tortura, en las ejecuciones extrajudiciales, en las diferentes formas de violación de derechos humanos", expresó en abierta acusación el comisionado.

Las aristas de la polémica entre la PGR y la CNDH son los casos de un ciudadano muerto durante un operativo de la AFI en Hidalgo, el 12 de junio de 2004, y el caso del presunto distribuidor de drogas en Tamaulipas José de Jesús Zúñiga, quien al ser detenido por la AFI, el 1o. de marzo de 2005, denunció actos de tortura ante la CNDH, pero luego se desistió de su queja.

Este jueves Soberanes exhibió un video, con el que presuntamente se demostraría que agentes del Ministerio Público federal coaccionaron al reo para desistirse de esa queja, que ameritó una recomendación de la CNDH contra la PGR, que ésta no aceptó porque el preso se había desistido de su denuncia de tortura.

Soberanes señaló que, por su insistencia en este caso, dos agentes ministeriales lo denunciaron a él y al primer visitador de la CNDH, Raúl Plascencia, por presuntos actos contra el honor, como si no estuvieran los agentes policiacos obligados a aclarar las dudas, sospechas o certezas acerca de su actuación.

A esta denuncia por el "honor policiaco lastimado" se han agregado además el robo de una computadora en la sede de la Comisión, misma que contenía información sobre el caso de la periodista Lydia Cacho y el de Zúñiga.

También se han producido llamadas telefónicas anónimas, mediante las cuales han sido amenazados los funcionarios de la Comisión, dijo su titular.Soberanes también apuntó que será muy difícil que prosperen sus demandas contra personal de la PGR implicado en actos de tortura y asesinatos, porque la administración del presidente Vicente Fox y del procurador Daniel Cabeza de Vaca ha dado un paso atrás en materia de derechos humanos.

Le escribí al principio que el presidente Fox hace mal, primero, en responder la acusación del ombudsman por interpósita persona, aunque ésta sea su vocero o álter ego. Rubén Aguilar no es el presidente que los mexicanos elegimos, sino la voz que éste eligió a falta de una propia.
Segundo: suponiendo que lo dicho por el vocero realmente está avalado por el presidente Fox, ambos han caído en otra auténtica trampa .

Si el ombudsman acusa con ligereza, como propone el Presidente, entonces los derechos humanos son representados y defendidos con ligereza por los encargados de hacerlo, por lo que la acusación contra la PGR y su subprocuraduría de Derechos Humanos, dependencias presidenciales, adquiriría una nada ligera consistencia, al no haber una CNDH con autoridad moral para frenarlos.

Mas la verdad es que ninguna denuncia de tortura o de intimidaciones policiacas a los mexicanos, menos aún una formulada por la CNDH, que para eso está, puede ser desechada por ligera. Su origen y su destino la hacen necesariamente pesada e indesechable, excepto por la vía de la investigación y la conclusión irrefutable.

Si el comisionado de Derechos Humanos ha acusado a la PGR de descomposición, expresada ésta en su desprestigio como instrumento de la ley y el orden, si la ha acusado, con nombres y apellidos, de torturar personas y de intimidar a ciudadanos denunciantes, como los miembros de la CNDH, el gobierno, el presidente Fox directamente, pues es el responsable electo, debe abrir una investigación.

La pesquisa del Presidente en su brazo policiaco ha de ser seria, concienzuda e implacable. Además debe ordenarla, arrancarla y concluirla cuanto antes y no heredar a su sucesor (QRR) el problema de la investigación o el cadáver del muerto en descomposición.

Tomar a la ligera una acusación tan seria es una irresponsabilidad que Fox no debe permitirse, a no ser que la descalificación que su vocero hizo del ombudsman en realidad califique al Presidente. Si ese fuera el caso es otra razón más, verdaderamente de peso y nada ligera, para investigar a fondo la grave denuncia del comisionado Soberanes.