LA GOBERNANZA Y EL POCAMADRISMO INTELECTUAL DE FECAL.

Sergio Gomez Montero y sus Gorliadescas:


El Estado y las elecciones.
“Es imposible encerrar y matar a todo el pueblo,
él siempre está ahí. Como Dios.Recuérdelo”.
Roncagliolo: “Abril rojo”

Me voy hacia atrás en mis recuerdos, cuando a principios de los setenta en la Universidad Autónoma de Sinaloa (en donde me tocó conocer y tratar al Maquío Clouthier) impartía la materia de Teoría del Estado y entonces se me aparecían una y otra vez los escritos de Lenin sobre la materia, a la vez que discutía acremente en torno, aquel entonces, las novedosas teorías de Althusser y Poulantzas sobre la materia.

Hoy, sin olvidar a los autores que refiero, al hablar del Estado se me aparece el panóptico de Foucault, el estado de excepción de Agamben y la teoría del imperio de Hardt y Negri. Todos, unidos, sirven hoy para indagar sobre las elecciones que aún no terminan en México y que van conformando lo que don Pablo González Casanova llama la nueva realidad política del mundo, en donde lo electoral sirve sólo para encubrir la podredumbre en la que está operando el Estado en la época contemporánea: Inmerso el mundo en una polarización creciente en términos de distribución de la riqueza (cada vez menos ricos que acumulan cada vez más riqueza y cada vez más pobres que disponen cada vez de menos recursos), el juego electoral se mueve siempre de acuerdo a los intereses de los menos (los ricos) atropellando al aparato electoral de una manera inocua.

Tal es, dice González Casanova, la tarea de las gobernanzas: Regular el funcionamiento de esa realidad oprobiosa. Así, la certeza, la objetividad, la transparencia, la honradez de los comicios se someten al aparato del Estado, que es a la vez el instrumento que utiliza el poder económico para imponer sus designios y generar las gobernanzas: Los gobiernos que operan sólo para los sectores privilegiados de la sociedad, sometiendo al resto de la sociedad a ese designio.

Es decir, una vez más, ¿qué era lo que estaba realmente en juego este 2 de julio en México? ¿Sólo la Presidencia del País?Desde luego que no. Mal que bien, con todas las limitantes que se quiera pensar, luego de, mínimo, dos décadas de neoliberalismo, se abría la posibilidad de comenzar a recorrer bajo un paradigma diferente los caminos de la Historia en México: El proyecto alternativo de Nación propugnado por AMLO abre la posibilidad (porque existe aún un pequeño resquicio para que ello se concrete) de hacer un alto en el camino, revisar cuál es el estado real de las relaciones sociales en el País y a partir de allí, si así se considera, caminar al margen del neoliberalismo.

Nada más, pero tampoco nada menos.Hoy, por estos días, lo que está en el tapete de la discusión es saber si los magistrados del Tribunal Federal Electoral tendrán la autonomía suficiente para calificar el proceso que hoy está sometido a su juicio, de acuerdo a como lo establece la Constitución, o si, como parte del Estado, pasarán por alto el cúmulo de irregularidades de que se cubrió el proceso electoral desde su inicio y que lo ubican cada vez con mayor claridad y certeza en los terrenos del fraude.

Como sea, pero mientras tanto la gobernanza espuria (Felipe Calderón y sus gentes) se siguen llenando de escoria y podredumbre, reuniéndose con personajes que darían pena a cualquier persona mínimamente honrada: Dejar que ya desde ahora Elba Esther Gordillo dicte lo que se debe hacer en educación los años por venir, da una idea de la pobreza, el desamparo y el pocamad... intelectual del candidato presidencial del PAN.Un País enfrentado ya al Estado y su gobernanza comienza a perfilarse entre nosotros.