SIEMPRE SEREMOS VECINOS.

Oscar Genel escribe:


Vecinos distantes.
Óscar Genel.

La decisión del gobierno de Estados Unidos de construir una barda triple, de llenar de soldados la frontera con México, de mejorar en lo posible el funcionamiento de la Patrulla Fronteriza, de utilizar a las policías para detectar residentes ilegales, de recurrir a organizaciones paramilitares como los “Minuteman” y de alentar el sentimiento racista en contra de las personas que están enfermas de angustia por la necesidad y la pobreza, no es más que un acto de soberanía.

El fenómeno de la migración tiene sustento en la falta de equidad en el reparto de las oportunidades de vida digna, de ocupación bien pagada, de formación adecuada y de educación formativa. Este fenómeno no es privativo de nuestro país, está en todo el mundo y tiene los mismos ribetes de importancia política que en México provocan algarabía opositora y desorden callejero.

Para algunos analistas del comportamiento oficial somos vecinos distantes, pero para los observadores de la realidad regional, los sucesos migratorios son problemas locales que deben resolverse mediante la creación de espacios de ocupación, que permitan al jefe de la familia responder con oportunidad a las demandas de bienestar de la esposa y de los hijos.

Los gobernantes no deben posponer su responsabilidad.

Los mexicanos de la frontera, acaso sintamos con menos intensidad la fuerza de este fenómeno humano, que preocupa en Los Pinos y en la Casa Blanca, pero que obliga al reconocimiento de una realidad que no se puede manipular: es necesario que México vuelva a ser un “Cuerno de la Abundancia” como era hasta la mitad del siglo pasado, tiempo en el que comenzó la exportación de mano de obra barata.

Estamos rodeados de mar y millones de mexicanos no comen pescado “ni durante la cuaresma”, el campo no produce por la falta de estímulos desde el gobierno, en tanto la población crece incontrolable confrontándose con la falta de empleo, de salud, de educación y de vestido, faltantes que actúan empujando a los desamparados a correr los riesgos que impone al llamado “sueño americano”.

No nos equivoquemos al juzgar a otros por los errores nuestros. Debemos construir el presente que nos garantice un futuro más cierto. Nuestro país todavía puede alcanzar el desarrollo que necesita para figurar en el listado del éxito; si todos hacemos la parte de la responsabilidad nacional que nos corresponde, los hijos de nuestros hijos y los de ellos también vivirán en un mejor país.

Trabajemos y confiemos en nuestro esfuerzo, para que las bardas, los soldados, los policías, los perros y los racistas no signifiquen nada para nosotros. Lejanos o cercanos, siempre seremos vecinos, de eso no hay duda.

Bellas reflexiones, sin duda, y según mi leal saber y entender, en la actual coyuntura política, el único candidato que nos ofrece la posibilidad de concretar estos deseos en realidad es el PEJE.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.