ASPIRAMOS A UN SISTEMA DEMOCRATICO PLENO.

Gerardo Unzueta escribe en el Universal:


¡Qué más quiere...!.

Gerardo Unzueta.
20 de mayo de 2006.

E l retobo fue lanzado por mi nieta Iliria cuando leíamos las entrevistas de Hermann Belinghausen al subcomandante Marcos -o Delegado Zero - de los días 9 y 10. Y se refería a las caracterizaciones de los candidatos a la Presidencia, más concretamente a la de López Obrador.

"Ningún candidato -dice Marcos el día 9- ofrece una solución a esta crisis de Estado. Madrazo propone un imposible regreso al pasado criminal; Calderón, la instauración del fascismo, sacando al Ejército y a la policía a las calles, y López Obrador, un Estado que sea funcional al capitalismo (aunque se dice de izquierda), estableciendo una nueva estructura, que será autoritaria y no resolverá los problemas de los de abajo."

¿Y qué va a pasar si gana López Obrador?, pregunta Hermann el día 10.
"Si no hay otra opción, va a reconstruir el Estado nacional con una nueva administración de la crisis". Antes, el día 9, había señalado: "López Obrador está ofreciendo una ´nueva administración´, es la posición más avanzada que hay allá arriba y que no se nota porque éste está entre que las chachalacas y en el mismo juego... Tiene prestigio entre la gente de abajo, la autoridad moral de la honestidad, que ha destruido con el equipo que formó..."

Aquí el retobo de mi nieta, que reveló experiencia política: "¡Pues qué mas quiere...!

Pero el asunto tiene un fondo mucho mayor. Marcos aborda la situación del país usando el pernicioso método positivista de Gaetano Mosca, según el cual "en toda sociedad... existen dos clases de personas: la de los gobernantes y la de los gobernados"; la "clase política" es una clase especial que agrupa a todos los políticos, independientemente de dónde procedan o a quién representen. Mosca, empeñado en condenar al materialismo histórico de Marx, deturpa su teoría de las clases sociales, "teoría no científica que hay que extirpar", dice.

De allí la tendencia del Delegado Zero a establecer como premisa de su análisis que "la clase política ha dejado de representar a toda la sociedad", a lo cual sigue el intento de simplificar acciones diversas, uniformarlas y condenarlas globalmente; no obstante ese intento, las diferencias no pueden soslayarse, como aquellas de que "uno roba", Madrazo, "y el otro no roba", López Obrador; que la posición política de éste es la más avanzada de "allá arriba".

Mas lo principal que aprecia el dirigente zapatista se refiere a la superestructura política: "La propuesta de López Obrador es hacer un Estado nuevo, o sea, el otro ya se destruyó: él no piensa regresar al Estado priísta, al populista y todo eso; dice, la cosa está mal, que lo que se necesita es otro que no toque los fundamentos del sistema capitalista; un Estado moderno que administre esa crisis para mantener las cosas dentro de cauce...".

Es decir, la reforma del Estado, que elimine la morralla anacrónica del clientelismo, el corporativismo y demás autoritarismos presentes en México, cuya eliminación sí toca -a fondo- al sistema capitalista éste. Y algo más, contrario a la disquisición de Marcos: es revolucionario hoy llevar al triunfo una candidatura que significa un Estado nuevo, a cuyo régimen político exigiremos abrir puertas a la libertad de organización y lucha de quienes -como el mismo Delegado- aspiramos a un sistema democrático pleno, que yo identificaría con el socialismo.
Sobra decir que mi nieta y yo estamos de acuerdo. Seremos más.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.