Más sobre el corrupto panista Adame

Marco Antonio Adame ha presidido el grupo Testimonio y Esperanza, uno de los membretes del Yunque. Esta es la información, con referencias (está tomada de La sexualidad prohibida, de mi autoría; Plaza y Janés, México, 2002).

Testimonio y Esperanza
Fue fundado en 1986 como resultado de la fusión de los movimientos Juventud 85 y Testimonio y Libertad, dirigidos en aquel entonces por Juan Carlos Serrano Limón, hermano de Jorge Serrano Limón y Abel Aguilar Sánchez, respectivamente, y se inspira en otros movimientos eclesiales como Comunión y Liberación y Focolare.
Su fundador y primer presidente fue Marco Antonio Adame, posteriormene fue presidida por Jorge Barba Gutiérrez y Rodolfo Alvarez del Castillo.
Adame se convirtió luego en diputado por el PAN y como tal fungió como uno de los secretario de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados y perteneció a varias comisiones entre ellas la de Equidad y Género. Con las elecciones federales del 2000, Adame se convirtió en senador por Acción Nacional.
Según declaraciones de Adame, esta organización busca evitar el "divorcio entre fe y vida" y una de sus actividades principales de la organización de "vivencias", especie de retiros que se organizan los fines de semana entre jóvenes de diferentes estraos socioeconómicos y aquienes posteriormente se incorpora en "misiones de evangelización" en diferentes zonas marginadas de la Repúlica.
Testimonio y Esperanza se opone a la educación laica a la que califica como "atea", así como a la "sexualidad sin responsabilidad" y estos puntos de vista los difunde en sus misiones de "evangelización".
Ha participado en la organización de eventos de carácter político religioso, como la Peregrinación anual al Cerro del Cubilete, las manifestaciones en protesta por la muerte del cardenal Posadas y a favor de la canonización de los cristeros.
"Hoy le damos gracias al señor gobierno porque con sus rifles los puso en el cielo y si se repite tan sangriento evento, los jóvenes cristianos estamos dispuestos a morir por Cristo y su evangelio". "Soy soldado de Cristo y mi estandarte es la Cruz". "Venimos a celebrar a Crsto Rey y al que no le cuadre que chi...", fueron algunas de las consignas de Testimonio y Esperanza en 1992, cuando se reunieron en el Zócalo para celebrar la beatificación de algunos "mártires" de la guerra cristera.[1]
Ese mismo año, el entonces gobiernador interino de Guanajuato, Carlos Medina Plascencia, escandalizó a muchos sextores políticos y sociales al participar en la peregrinación al Cerro del Cubilete y hacer uso de la palabra desde el altar en medio de la celebración eucarística. En aquella ocaión, Adame, quien fue otro de los oradores, justificó a Medina Plascencia afirmando que "estaba en su papel, y como cristiano perfecto, gobernador perfecto, hombre perfecto".
En 1997, durante la contienda electoral por la gubernatura del DF, Testimonio y esperanza al igual que otros grupos de filiación católica apoyaron la campaña del panista Carlos Castillo Peraza. Testimonio y Esperanza llevó a cabo una campaña para promover el voto "razonado" de la ciudadanía lo cual, desde su punto de vista implicaba emitir un voto de castigo al PRI y de apoyo al PAN.
El 7 de junio de 1997, el entonces candidato del PAN a la gubernatura del DF se reunió en la Universidad Simón Bolívar con miembros de Testimonio y Esperanza. En el acto, que reunió sólo a unas 200 personas, el candidato les pidió ayudarlo a ganar las elecciones y dijo que muchos de los problemas que padece el DF se pueden rsolver a partir de la "reconstrucción moral de la sociedad". Anunció, además, que de ganar las elecciones aplicaría impuestos a la prostitución e implantaria controles sanitarios, se horarios, lugares, sitios y clientes.
Testimonio y Esperanza se ha extendido ya a Colombia, Argentina, el sur de Estados Unidos y España y cuenta con un consejo directivo integrado por 25 personas, entre vicepresidentes y coordinadores regionales, repitièndose el modelo en cada una de las ciudades en que opera y donde hay también Centros de Animación, formados por "promotores" que organizan y difunden las actividades de Testimonio y Esperanza que cuenta, además, con un patronato que evalúa sus proyectos. Hasta 1999, las actividades de los Centros de Animación abarcaban 29 diócesis del país y contaba con 5 mil militantes, 300 de ellos en la Ciudad de México.
[1] "La consigna: pintas, gritos y mantas" Reforma 6/IV/97.