FECAL Y SU BONO DE CONVENCIÓN.

Manuel Camacho Solís en el Universal:


¿Debate o propaganda?.

Manuel Camacho.
01 de mayo de 2006.

Lo que no logró el debate lo está logrando la propaganda. El debate lo vio 7.5% de la población contra 33.8% que vio las telenovelas. Las opiniones estuvieron divididas: unos dieron como triunfador a Calderón, otros a Patricia Mercado. Sin embargo, la propaganda del posdebate para convencer que ganó Calderón ha sido como un golpe arrasador del adversario por medio de la propaganda pagada en una escala sin precedente.

El propósito es claro: convertir en noticia lo que no dio el debate, con una campaña de propaganda pagada que -tramposa e ilegalmente- se ofrece como información neutral.

Se creó el ambiente desde antes y se lanzó el mensaje disfrazado de objetividad: ¡Ganó Calderón! El mensaje se refuerza con muchísimo dinero. El anuncio está en todos lados, disfrazado de información neutral. Primero se creó la percepción del triunfo y después se reforzó, más que con los resultados del debate, con la ofensiva propagandística. Están muy felices. Ahora brindan por su triunfo.

Por lo pronto, tendrán que recordar que estaremos viviendo lo que en Estados Unidos se llama el "bono de convención". Es decir, la exposición de quienes participaron en el debate está sobredimensionada por la concentración de los medios; sobre todo por la propaganda pagada.

Si la estrategia del gobierno y del PAN queda clara para la población, el efecto pasará y vendrá el enojo contra el abuso y el engaño. Ya ocurrió recientemente, con el spot contra Elena Poniatowska. Cuando los votantes independientes se dieron cuenta de que no se trataba de una noticia, sino de publicidad partidista, cambiaron.

Cuando los votantes independientes se den cuenta de que el "ganó Calderón" fueron carísimos spots y "opiniones" pagadas por el PAN y sus aliados, empezará el "efecto convención" y crecerá la indignación: nos están engañando y lo hacen con un costo altísimo de recursos públicos y privados.

Se verá si la publicidad lo puede todo. Pensamos que no. Confiamos en que la sociedad ya cambió. Que hay fuentes alternativas de información. Que la gente, cuando se sabe engañada, termina por reaccionar en contra.

No es AMLO quien está logrando que se quiera un cambio de rumbo, es la gente que sabe que su situación económica es difícil, quien le dice no a un proyecto que después de 25 años no ha dado resultado.

El debate que hoy importa más es con la realidad. No se puede ser gobierno y pretender ser al mismo tiempo oposición. Durante la hegemonía del PRI, así se hacía, hoy es diferente: hay un liderazgo opositor con el que se identifican millones de mexicanos inconformes con la falta de crecimiento, las desigualdades extremas y la corrupción.

¿Felipe Calderón, el candidato del empleo, cuando durante el gobierno del PAN no se ha creado un solo empleo industrial adicional (se han perdido más de medio millón de empleos en las manufacturas)?

¿Calderón, el candidato del empleo, cuando más de 400 mil mexicanos -como nunca antes- tienen que abandonar el país cada año y otro tanto engrosar las filas del comercio ambulante y el subempleo?

¿Calderón, el candidato del crecimiento y la estabilidad, cuando se crece a 3%, con los más altos precios del petróleo, las menores tasas de interés, las mayores remesas e ingresos por turismo de los últimos 25 años? Con el peor desempeño entre las economías emergentes. En los últimos seis años, el tamaño de la economía mexicana ha pasado del lugar 11 al 14, según lo decía Vicente Fox, o del lugar 9 al 14, según las cifras del FMI.

El crecimiento del PAN, aparte de las estrategias de campaña de Calderón para desacreditar con mentiras a su adversario y para generar temor entre la población, es el resultado de una propaganda del gobierno -masiva y sin precedentes inmediatos- que quiere imponer un resultado, así se acabe con los avances en la democracia logrados hace seis años.

¿A qué le temen para pagar un costo tan alto? ¿De verdad creen que los ciudadanos no se dan cuenta de su realidad y no pueden pensar por sí mismos?

Esto que dice Camacho en este artículo, ya se está dando, no hay mas que salir a la calle y platicar con la gente, 8 de cada 10 ciudadanos están contrariados por tanta mentira de Fox y de Fecal, y de plano dicen que van a votar por el PEJE.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.