La violencia es una práctica cada vez más frecuente de los seguidores de Fecal contra sus críticos y contra la prensa.
Acaba de ocurrir un incidente en Coyoacán, donde los fecales atacaron a varios opositores; el sábado pasado, en Guadalajara, una señora panista trataba de identificar e intimidar a posibles opositores de Fecal en un acto en apoyo de este, en la Expo Guadalajara.
La señora denunciaba ante el equipo de seguridad del evento a quienes le parecían no ser panistas convencidos, como si no estar de acuerdo con Fecal fuera un delito.
Subida en una silla, esa persona ondeaba una bandera proselitista y emulaba los movimientos de sus correligionarias cuatro décadas menores que ella. Al final del acto, llevó a varias de sus descendientes a presentar a Alberto Cárdenas Jiménez, exgobernador panista presente en ese acto.
Pero hay hechos más graves. En su número 8, del 21 de mayo de 2006, la revista Quehacer Político (Nueva Epoca), denunció que el sábado 13, el reportero Carlos Aguila, de esa publicación, fue balaceado en el rancho de los suegros de Fecal, situado en el municipio mexiquense de Ayapango, cuando investigaba el tráfico de influencias del candidato panista para favorecer a sus suegros.
El caporal del rancho dijo tener órdenes de "los señores", esto es, de los suegros de Fecal, "de balacear a los periodistas si se meten por algo que ya nos pasó...Va de por medio nuestro trabajo..."
Relata el reportero que cuando estaban trtando de tomar algunas gráficas de la propiedad, suntuosa, por cierto, "se escucharon al menos siete detonaciones de arma pequeña (calibre 22 o 25), por lo que reportero y fotógrafo corrimos al automóvil en que llegamos..."
Al tratar de huir, fueron detenidos por la camioneta de redilas placas KY-81-761, que en su parte trasera ostenta propaganda de la campaña profecal.
Del vehículo bajaron el caporal y una mujer, el primero de ellos armado con revólver, y quien exigió a los reporteros que les entregaran identificaciones y cámaras fotográficas, pero en un descuido los periodistas pudieron escapar.
Entrevistado por la misma publicación luego de los hechos, Diego Heriberto Zavala Pérez, suegro de Fecal, trató de burlarse de los hechos, luego de afirmar que la averiguación previa por tráfico de infuencias "estaba archivada y era asunto concluido", confirmando versiones de fuentes de la PGJ del estado de México, en el sentido de que la investigación estaba "congelada y que nadie se quería aventar el tiro" por tratarse de quien era.
Tocante a la balacera, simplemente largó una carcajada y tratando de ser gracioso dijo que de disparar "serán las chelas, serán las chelas".
Pero tramposamente quiso a la vez justificar la agresión señalando: "si alguien se introduce a su casa, pues usted tiene todo el derecho a defenderla".
Este es el estilo tramposo de las "manos limpias" de Fecal y de su parentela metida en la política panista.
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jueves, mayo 25, 2006
Balacean a reportero que investigaba sobre Fecal
Publicadas por Edgar González Ruiz a la/s 2:48 p.m.
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