GRAVISIMA REVELACIÓN DE MUSACCHIO, YA SABÍAN POR DONDE IBA EL PAÍS, Y HUYEN ANTES QUE NADA.
Ricardo Clemente Vega
Invite, mi general
nota original
Humberto Musacchio
Para documentar nuestro optimismo, diría Monsiváis, el periódico El Centro (4/VI/2007) informa que el general Ricardo Clemente Vega, secretario de la Defensa Nacional en el sexenio pasado, ha decidido establecerse con su familia en Estados Unidos, porque “las cosas se ponen peligrosas en México”, tanto, que hace unos meses un grupo de delincuentes pretendió secuestrar a la hija del militar.
De acuerdo con Esperanza Barajas y Alfredo Joyner, reporteros del citado periódico, días antes de dejar el cargo, el general Vega declaró ante 15 diputados federales que ante lo riesgoso que se había puesto el territorio mexicano él había decidido irse al país del norte, para lo cual confesó a los perplejos legisladores que ya había hablado con Donald Rumsfeld.
Aunque es dudoso que un general haya salido pobre de tan alto cargo, don Ricardo Clemente se propone dictar conferencias en la Unión Americana, suponemos que para completar el chivo, pues allá la vida no es precisamente barata.
De esta manera, el general Vega sigue el mismo camino que han tomado otros diez millones de nacidos en México, quienes se han ido para establecerse en forma permanente en Estados Unidos. Es muy probable que entre los emigrantes se cuenten muchos que sufrieron aquí los embates de la delincuencia, pero salvo excepción, quienes se van lo hacen por una causa mucho menos heroica: huyen de la miseria y del desempleo, que matan a muchos más mexicanos que el crimen organizado.
Se van para sobrevivir, porque ya se hartaron de ver cómo la gente de su casa, mujer, hijos y otros parientes languidecen por el hambre y la desesperanza, ya se cansaron de ver morir a sus seres queridos por enfermedades curables, por mera desnutrición. La mitología panista dice que se van los que no estudiaron, los que carecen de calificación profesional, pero lo cierto es que ya en el año 2000 sumaban unos 660 mil los que habían cursado estudios superiores, mano de obra que a los mexicanos nos costó mucho trabajo, tiempo y dinero capacitar para que ahora la aproveche un país rico.
Tan hartos están nuestro emigrantes que cruzan la frontera arriesgando la vida, en vehículos donde pueden morir asfixiados, a través del desierto implacable, sometidos a los abusos de polleros, policías mexicanos y guaruras gringos. Se van porque su país ya no es suyo. Pertenece a policías y jueces corruptos y a políticos tan ladrones como los delincuentes. Ya se va incluso un general que dispone de guardia personal. Ya nos vamos todos y que el último apague la luz, si es que todavía hay luz.
hum_mus@hotmail.com
NOTA: Si el general mas importante del país huye de esta manera del país, ¿que pueden esperar los millones de ciudadanos indefensos que no tienen los millones, ni las relaciones de este cuate? Que por cierto jamas dijo esta boca es mía cuando los malosos del país crecían en poder y presencia.
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