/tr>
LOS PRODUCTOS DEL BOICOT ¡NO LOS CONSUMAS!: Bimbo , Sabritas , Jumex , Pepsi, Gamesa , Televisa (televisión y revistas), TV Azteca , Milenio (Diario y Semanal), Banamex , Maseca , COPARMEX , Coca-Cola , Wal-Mart , Bachoco , Megacable , Farmacias Similares , M&M's , Kimberly Klark , Burger King , grupo ALSEA , Autobuses Estrella Blanca . Más en este link.

martes, marzo 27, 2007

EL ASTILLERO Y LA REFORMA.

Astillero

Julio Hernández López

Sambenito

Breve desliz juarista

Gobierno Pro Curas

Campanas y Te Deum

Cinco días le duró al gobierno calderonista el extraño barniz de juarismo que se había dado para conmemorar el natalicio del héroe de Guelatao, reiteradamente descalificado por la derecha mexicana. Casi masónico, rozando el grado 33, el funcionario que como candidato privilegió la figura de José María Morelos y Pavón, y que en algún Grito panista había vitoreado a Agustín de Iturbide, ahora aseguraba en Palacio Nacional que "Juárez es el gran constructor de la Nación, es el defensor de la República, gracias a él y a una extraordinaria generación de liberales, se colocaron los cimientos del Estado mexicano y de sus instituciones". El Gran Maestro blanquiazul sentenciaba, triangular y arquitectónico, que "en su momento hubo mucha incomprensión a su proyecto de Nación, pero el tiempo ha demostrado que tenía la razón y que aquellas reformas que encabezó eran las necesarias"; reformas como las leyes que, "entre otras cosas, separaron los ámbitos del Estado y de la Iglesia".

San Felipe rápidamente se quitó el sambenito de ocasión: ayer, con una gran audacia, uno de los subsecretarios de Gobernación, Florencio Salazar, hizo saber que declaraciones como las emitidas este sábado reciente por el representante de un gobierno extranjero (el cardenal Alfonso López Trujillo, titular de una cartera del gabinete del presidente Ratzinger) y por ministros católicos, no estarían "violando la ley". Las credenciales jurídicas del subsecretario no son deslumbrantes, pues cursó de una manera veloz y poco común sus estudios de derecho, de 1999 a 2000, según su biografía oficial, en la Universidad Abierta de San Luis Potosí (una institución distante por entero de su ámbito natural de acción, localizado en Guerrero y la ciudad de México) en la que presentó su examen profesional el 29 de noviembre de 2000, apenas a tiempo para tomar posesión el primero de diciembre de ese año como secretario de la Reforma Agraria del gobierno de Vicente Fox, otro político titulado al vapor, éste en la muy amable Universidad Iberoamericana.

Según el vaporoso abogado Salazar (que está en Bucareli no por ser un jalisquillo amigo de O-Paco, sino como representante directo del felipismo, pues formó parte del equipo de campaña de Calderón, y su nombre fue considerado para ocupar una secretaría de Estado) las voces alteradas de la jerarquía eclesiástica (Norberto ha anunciado "violencia" entre médicos, enfermeras y ciudadanos en cuanto se practiquen los primeros abortos conforme a las modificaciones legales en vías de ser aprobadas) forman parte de "un sistema democrático" cuyo "eje fundamental es la tolerancia". Y, abogado por correspondencia, o a la distancia, o telepáticamente, don Florencio supone que la reforma salinista al artículo 130 constitucional, al reconocer personalidad jurídica a las asociaciones religiosas permite a sus miembros con sotana intervenir en asuntos políticos, sin recordar que ese artículo prohibe a los ministros "realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna" (y los jefes católicos enderezan sus baterías antiabortistas contra el PRD) ni podrán "en reunión pública, en actos de culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones". Pero tan necesarias son esas voces, dijo el funcionario de Gobernación, que sería "muy lamentable" que fueran excluidas "opiniones que no convergen con otras".

El vocero jurídico del gobierno que sólo retuvo cinco días la tintura juarista retuerce la ley y olvida o relega lo esencial: el rechazo a la participación de los jefes religiosos en asuntos de gobierno civil proviene de una amplia y contundente experiencia histórica y política en la que los directivos de la Iglesia católica mexicana han cargado su influencia espiritual en favor de apuestas por monarquías, invasiones, fueros e injusticias. Ese es el punto básico. Amén.

Astillas:

Desde el este de Los Angeles un euskomex cuyo sobrenombre es Gorritxo (rojillo) escribe: "Los campanazos de la Catedral de México me avivan la historia de México, cuando de la catedral de Puebla quisieron dar la bienvenida al ejército invasor gringo liderado por Winfield Scott y Robert E. Lee. ¡Cuando fueron a repicar las campanas, los monaguillos patriotas se habían robado las reatas!, así es que los traidores se conformaron con una misa especial". A propósito, José Antonio Crespo escribió en El Universal, en junio de 2003, que "en Puebla, el obispo Pablo Vázquez, que había negado fondos para organizar la defensa del país, negoció con el general Winfield Scott rendir la plaza a cambio de que no se afectasen los bienes eclesiásticos. Maniobró para remover al gobernador que quería ofrecer resistencia al invasor y recibió a los distinguidos 'visitantes' norteamericanos con un Te Deum en la catedral. Mucho después, concluida la batalla del 5 de mayo a favor del Ejército mexicano, el arzobispo de Puebla, monseñor Labastida, sumamente contrariado y decepcionado por la derrota de los franceses, ordenó al clero que se negaran los servicios religiosos a los liberales. El propio Maximiliano, devoto católico, envió en diciembre de 1865 una carta al Episcopado Mexicano en la que les reprochaba: 'Admitan, honorables prelados, que la Iglesia mexicana, por un triste juego del destino, se ha involucrado demasiado en la política y en los enredos mundanos, y que por ello descuida la instrucción católica de su rebaño'"... ¡Oh, no, ahora sí el despistado tecleador no entiende nada! (¿nada más "ahora"?, pregunta socarronamente un bien informado coro de lectores). ¿Para qué suspender las operaciones de Líneas Aéreas Azteca si no es necesario debilitar al dueño de una empresa para que acabe vendiendo un canal 28 de televisión abierta a algún amigo Vázquez Raña de la Presidencia, como sucedió un año atrás con Aerocalifornia? ¿Sólo para quitarle competencia en el aeropuerto capitalino a Mexicana de Aviación, la línea "prácticamente regalada por Vicente Fox" a Gastón Azcárraga, según asegura López Obrador? ¿O para ayudar a las líneas de bajo costo que funcionan en Toluca y en las que son accionistas personajes con los apellidos Alemán, Azcárraga y Slim, entre otros? ¡oh, que la verdad sea dicha, aunque sea de madrugada!...

La Reforma PDF Imprimir E-Mail
martes, 27 de marzo de 2007

Por Juan R. Menéndez Rodríguez
La estafeta de hoy

Y les dijo:
Dad, pues,
a César lo que es de César,
y a Dios lo que es de Dios.-
Mateo 22:21

El pasado miércoles 21 de marzo celebramos, además del Aniversario XVI de POR ESTO! como el insustituible y veraz Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía, el natalicio del más universal de los próceres mexicanos: Don Benito Pablo Juárez García, ni más ni menos, Benemérito de las Américas.
Mucho se puede decir de su vida y obra, pero para quien esto escribe, amable y estimado lector, la jurisprudencia siempre despertó en mí una enorme pasión e interés aun sin tener formación como abogado, razón por la cual el tema de las llamadas Leyes de Reforma ocupa, desde mi muy particular punto de vista, un lugar preponderante en la vida nacional.

Con el paso de los años, la participación del Prócer Estadista mexicano en el proceso de Reforma se ha simplificado de manera tal que, para muchos, sólo persiste la referencia de que fue él quien separó la Iglesia del Estado, despojándola de sus riquezas y prebendas. De hecho, en ocasiones se utiliza el nombre de Juárez como sinónimo de enemigo de la Iglesia.
Lo anterior resulta importante, no sólo para los estudiosos del Derecho, sino para que se tenga una perspectiva más clara y amplia de lo que fue el proceso de Reforma y la participación de este inmenso Estadista de origen oaxaqueño.
En primer término, es oportuno establecer que la etapa histórica a que nos referimos se sitúa después de un proceso de Independencia, cuando México deja de ser una Colonia española, pero donde aún no existía un régimen jurídico ni un sistema político consolidados.
Las Leyes de Reforma son todas aquellas leyes, decretos y ordenamientos supremos que se dictan entre los años de 1855 y 1863, que tuvieron como principal objeto modificar la estructura del Estado mexicano, eliminando el régimen que había prevalecido en la Epoca Colonial y hacer posible el establecimiento del modelo liberal para impulsar un desarrollo social y económico del México independiente.
En los años en que nos ubicamos, existían en el país dos grupos: los conservadores, también llamados del retroceso y, por otra parte, los liberales y progresistas. La lucha entre ambos bandos se define en gran parte después de la Revolución de Ayutla, cuando los liberales, con su triunfo militar, inician en forma el proceso de Reforma.
El movimiento de Reforma, en el que también intervienen personajes de la talla como Sebastián Lerdo de Tejada, Juan Alvarez e Ignacio Comonfort, entre otros muchos, todos auténticos patriotas de alma y espíritu, contemplaba muchas cosas más que la simple separación de la Iglesia y el Estado; en ese proceso reformista, se incluyó la implantación del sistema federal (en contraposición al centralista de la Constitución de 1836), como existe ahora; la independencia de los tres poderes constituidos (Legislativo, Ejecutivo y Judicial), el sufragio universal, la igualdad ante la ley, lo cual implicaba abolir fueros (militares y eclesiásticos), la instauración del matrimonio como institución civil, el control del Estado sobre el estado civil de las personas (nacimiento, matrimonio, divorcio, adopción y defunción), el derecho a heredar, el establecimiento del contrato de préstamo con interés, y una legislación para impulsar el comercio y la agricultura.
La situación en el país no era sencilla. Imaginemos el impacto de la llamada Ley Juárez, que eliminaba los tribunales especiales y suprimía los fueros militares y eclesiásticos. Pensemos en lo que sucedió cuando se quita a la Iglesia el monopolio para regular la vida de las personas en sus distintas etapas y Estados, como nacimiento, matrimonio, divorcio, adopción y defunción; hasta entonces, sólo era válido en estas materias lo que la Iglesia autorizaba.
Dicho en sentido contrario, una persona no podía casarse, no podía adoptar, no podía heredar si no contaba con la validación de la Iglesia. Por eso es fácil imaginar que la actividad de la Iglesia Católica en México era tan diversa, que el aspecto espiritual de sus fieles no era siempre, en el mejor de los casos, el más importante.
Al establecerse reformas legales, en las que la vida de los mexicanos se regula por leyes civiles y no religiosas, el cambio del país fue inevitable, la creación del Registro Civil como institución pública dependiente del Gobierno consolida todo un movimiento: ahora la vida de los mexicanos la regula el Estado y no la Iglesia.
La Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos del 12 de julio de 1859 fue determinante: mediante esa ley, entraron al dominio de la nación todos los bienes que el clero había estado administrando con diversos títulos.
Pero que quede bien claro: Don Benito Pablo Juárez García no fue un enemigo de la religión, por el contrario, en esos años se impulsan leyes que, reconociendo el derecho natural de la libertad de creencia, permitieron el establecimiento de cualquier Iglesia en el territorio nacional, que garantizaban a los fieles y creyentes libertad de culto. Claro, las reformas se referían a cualquier Iglesia y no sólo a la Católica, como sucedió durante la Colonia.
Como podemos ver, las Leyes de Reforma son mucho más que la separación de la Iglesia y el Estado. Finalmente, lo que ahora es válido reflexionar es si las reformas que en los tiempos de Juárez se impulsaron han logrado los fines que perseguían o, si acaso, algunas sólo son letra muerta.

No hay comentarios.: