Por Manú Dornbierer Satiricosas Los “regalos” que esta Navidad Calderón le da a la ciudadanía mexicana asustan. Unos cuantos ejemplos: 1.- A las universidades públicas les reduce a tal grado el presupuesto que dejará fuera de la educación superior a la mayor parte de la población estudiantil. Se trata de que los que aspiran a estudiar vayan a llenar los bolsillos de las universidades privadas, la mayor parte caras y “patitos” además, y que los pobres se queden sólo en el menor nivel de estudios posible. La plutocracia, el gobierno de los ricos, en despampanante descaro.
2.- Esto naturalmente implica que la investigación, la ciencia, la tecnología mexicana se vayan al cuerno y que el país tenga que comprarlas al extranjero. Y que los cerebros emigren. El sometimiento total al coloniaje neoliberal. 3.- El Secretario de Hacienda Cartens, apodado “El Zapato”, porque con Fox decía que libro = zapato y por ende un libro tiene que pagar los mismos impuestos, le dio a los mexicanos el más simple de los regalitos: En 2007 no crecerá el empleo, dijo. Y cuando le dijeron que Calderón era “el candidato del empleo”, con el mismo descaro contestó que una cosa es la campaña y otra la realidad. Una manera de encauzar migrantes a la muerte en la frontera norte. 4.- Y al mismo tiempo al campo le reducen el presupuesto a grosso modo en dos mil millones de pesos. ¿Los campesinos mexicanos están destinados a desaparecer? Les están diciendo prácticamente: dejen sus tierras, busquen donde puedan, váyanse a la economía informal o a la delincuencia, brinquen el muro, como dijo en campaña Calderón en Chiapas. ¿Se trata como en Argentina, que los campesinos cedan sus tierras para que Monsanto cultive y venda todos los transgénicos que quiera o que la Kellogïs venda en cajitas de colores cereales que no serán tortillas? 5.- Y se aumentan los impuestos de los refrescos, pero para que los pague el consumidor, que puede ser por cierto un campesino muerto de hambre en un quinto infierno donde no hay ni agua potable. Las megaempresas que se chupan olímpicamente el oro azul de México no absorberán dicho impuesto. Mientras tanto a Calderón le hace ilusión ser el comandante de las Fuerzas Armadas a las que paga más y convierte en policías para combatir el narcotráfico y sobre todo para que lo protejan e impulsen. Parodiando a los pejistas que siguen coreando “ Es un honor estar con Obrador”. Calderón que entró a la Cámara de Diputados por la puerta trasera asegura constantemente en radio y TV que es un honor comandar una fuerza castrense emergida del pueblo. Habría que preguntar a los soldados —no a los generales— si para ellos ese jefe significa también un honor. *** Vayamos ahora a los regalos de La Ley Televisa, uno de los más graves atracos que en este año por finalizar perpetró la Derecha prianista, rica, neoliberal, en buena medida extranjera y los prianistas-perredistas, tales como los gobernadores de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel; de Guerrero, Zeferino Torreblanca; de Chiapas, Juan Sabines, de nombre glorioso por su tío poeta, no por su padre, gobernador priísta perseguidor de indios y enriquecido con selvas enteras de maderas preciosas; y, qué pena, mi amiga Amalia García, gobernadora de Zacatecas. Dos de ellos utilizaron al sol azteca para hacerse elegir, disfrazando el de Chiapas su priísmo caciquil y el guerrerense su voraz prianismo empresarial que quiere llevar al extremo para sacar de la alcaldía de Acapulco al auténtico perredista electo, Felix Salgado Macedonio. El gobernador nepotista le impuso a su hermano como jefe de finanzas municipal y esta semana como Torreblanca II no ha soltado el aguinaldo para los atacados policías municipales, a Felix se le rebelaron en paros caóticos en Acapulco. Por cierto estuve en su 1er Informe en el que los gatos panistas de Zeferino fueron silbados por el público en su afán de destrozar al alcalde. Por inadvertencia me vestí de azul y hubo quien me preguntó si mis simpatías políticas habían cambiado como la de los gobernadores “perredistas”. Permítaseme una autocita: No, dije. Ya nos robaron el país, pero no, no me van a robar el azul. La Ley Televisa, recuerden, fue producto de un acuerdo infame entre los diferentes sectores derechistas para cerrar el paso al gobierno de Izquierda que deseábamos la mayoría de los votantes mexicanos, cuando el entonces poco exitoso candidato del PRIAN, Felipe Calderón, suplicaba sin pudor en un reventón de Televisa en Valle de Bravo: “Regálenme spots”. Los dos gigantes Televisa y Televisión Azteca se alinearon rápidamente a su súplica. Por eso “ganó”. Por eso los consorcios son parte del gobierno. Por eso México hoy en día se encuentra frente a una información oficial homologada ¡como cualquier dictadura! Radio Fórmula tampoco niega la cruz de su derechista parroquia. Y le cierra las puertas al gran público que tiene Ricardo Rocha. ¡Qué pena!, Rogerio Azcárraga. No olvides a Paco Huerta, el creador del Periodismo Civil, al que el despido provocó un mortal infarto. En el operativo “cerrazón” se han visto más brutos los televisos: Le cerraron el Sky a Carmen Aristegui, por fortuna muy apreciada por los extranjeros, a diferencia de los involutivos locales. Los aztecos en cambio sostienen a Rocha y por lo menos le dejan una válvula de escape al público pensante a través de su ¿recuperado o robado? Canal 40. Conserva algunas ideas del popular canal original, aunque enmarcadas por salinistas (y no forzosamente Pliego o Price) como Jorge Menéndez Fernández, un tipo inteligente pero aferrado al “Pelón”, con La Madrid y Zedillo, los auténticos triunfadores del 2006. Pero los “homologados”, en su triunfo llevan la penitencia: Se les han desplomado los ratings a Televisa y Azteca en sus noticieros y programas políticos. La gente pensante (pobre o no) sabe mejor que nunca quiénes son. Y por eso los socios del gobierno tratan de impedir la llegada de una tercera gran cadena, Telemundo, en donde el millonario Isaac Saba tiene grandes intereses. Lo ataca el muy patriota duopolio por el renglón “carestía de los medicamentos que distribuye”. En realidad es porque no quiere competencia. Pero hablando de medicinas, otro al que se le desplomaron las ventas (ganancias de 600 millones de dólares anuales) es al “sinvergüenza” —en opinión de los abogados expertos en patentes que este señor se roba— González Torres, el Dr. Simi que anda de barata en barata sin buen éxito. Vivía de venderle medicinas a mitad de precio a los pobres y atacó como cerdo a su candidato AMLO, pues ahí está el resultado. La gente íntegra en verdad que cree en sus ideales y entiende lo que le ha pasado a este país utiliza su único poder, el del consumidor, para frenar a los inmensos buitres de Derecha. Bravo. ¿Y qué decir del regalote de Calderón a la hiedra Elba Ester, para devolverle la cortesía del fraude de última hora en las casillas? Algunos la llaman la vicepresidenta Panal-Gordillo (léase bien para no confundir con Pañal-Mouriño, como dicen las malas lenguas). La también inmoral Vázquez Mota, en cambio, no debe estar tan contenta. Soñaba, dicen, con Gobernación, pero resultó otro regalote para al ex gobernador de Jalisco, por el que lanzó Calderón su candidatura contra la de Santiago Creel. Como dice un feo dicho popular a la Mota: “Le echaron criada encima”. Bueno, pero nosotras las pobres suegras, siempre agredidas por la tradición, le debemos agradecer a la hipersuegra Gordillo, el haber terminado de golpe y magisterial porrazo con nuestra leyenda negra, al conseguirle el puesto de subsecretario de Educación a su yerno, Fernando González de Montelongo. El que sea un experto en forrarse el cuerpo de relojes Rolex para pasarlos de contrabando y halagar a los maestros del megasindicato familiar, no es cosa grave para alguien que deberá ocuparse de la escuela preescolar, primaria y secundaria de los mexicanos. ¿Verdad que no, doña Pepa Vázquez Mota? ¡Con cuánta vehemencia defendió a su nuevo jefe, perdón, a su flamante subalterno! Se va este año, lectores, pero no se borra la verdad y no es muy halagüeña para este pobre México engañado, hoy a la cola de los países latinoamericanos libertarios. No es cuestión de dormirse en el 2007, a menos que queramos facilitarle más el camino al fascismo. manoudornbierer@gmail.com |
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