Miguel Ángel Granados Chapa.
Errores evidentes.
En buena parte de las 12 mil casillas cuyos paquetes empezarán a ser abiertos mañana por la autoridad judicial se produjeron equivocaciones tan semejantes que parecen practicadas en cadena, como semejante fue el modo en que las soslayaron los consejos del IFE.
Resulta que la jornada electoral perfecta, resuelta por inmaculados funcionarios de casilla a los que no hay que ofender ni con el pensamiento, adoleció de "errores evidentes" que pueden apreciarse en las actas de la mayor parte de las casi 12 mil casillas sujetas a nuevo escrutinio y cómputo, errores que no fueron subsanados en el efectuado en 149 consejos distritales, casi la mitad de los 300 que actuaron el 5 y el 6 de julio.
No obstante que debieron proceder de oficio en muchos casos, es decir sin necesidad de que un partido lo solicitara, o negando la petición correspondiente, rehusaron abrir paquetes como lo indica la ley electoral, ante las notorias discordancias de datos que debían coincidir. Esa omisión es la causa principal del recuento acordado por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Mañana a las nueve de la mañana comienzan a realizarse las diligencias judiciales que suplan aquellas deficiencias de la autoridad administrativa.Téngase el ejemplo ofrecido por la sentencia de ese órgano judicial relativa al distrito 15 del Distrito Federal, con cabecera en la delegación Benito Juárez, un distrito ganado por el PAN en por lo menos los tres turnos electorales más recientes (dos de ellos, el de 2000 y el de este 2 de julio, por la misma persona, Manuel Minjares, en la elección de diputado).
Allí serán contados de nuevo los votos en 30 casillas, porque no coincidieron en sus actas el número de a) ciudadanos que votaron conforme a la lista nominal, b) el de las boletas depositadas en la urna, y c) la votación total emitida, tres conceptos que deberían siempre corresponderse.
Algunas discrepancias son especialmente llamativas, por las diferencias numéricas no percibidas o desdeñadas por los funcionarios de casilla al elaborar las actas o por los consejeros distritales a la hora de validarlas.
En la casilla 4302 básica, en la columna a) aparecen 432 ciudadanos, pero sólo 394 en cada una de las columnas b) y c). En la casilla 4302 contigua se aprecia lo contrario: una cifra menor, 411 en la columna a) y 449 en cada una de las dos siguientes.
En la casilla 4306 no coinciden ninguno de los tres guarismos: 439 en a), 390 en b) y 436 en c).
Semejante es el caso de la casilla 4309, donde en la primera columna aparecen 342, en la segunda 331 y 333 en la tercera.
En la casilla 4321, análogamente: en la columna a) 405, en la b) 391, y 397 en la c).
En la casilla 4323, en la columna a), de ciudadanos que votaron conforme a la lista nominal aparecen 507, pero 538 en cada una de las b) y c): boletas depositadas en la urna, y votación total emitida.
En la casilla 4332, en la columna a) aparecen 282, en la b) 265, y en la c) 264.
En la casilla 4460 se aprecian las mayores diferencias entre las tres cifras: 506 en la columna a), 275 en la b) y 481 en la c). Y así hasta sumar 30 casillas, 22 más que las enlistadas aquí.Los ejemplos se multiplican.
Pongamos algunos ocurridos en Jalisco. En esa entidad Felipe Calderón fue destapado como precandidato, a fines de mayo de 2004, por el gobernador Francisco Ramírez Acuña (que al mismo tiempo, en otro orden de cosas, autorizó a sus tropas policiacas a embatir contra altermundistas que protestaban contra una cumbre de jefes de Estado y de gobierno).
A ese estado corresponde el mayor número de casillas que se abrirán judicialmente a partir de mañana: 2 mil 705 del total de 11 mil 839 enlistadas en las sentencias del Tribunal.En 55 de las 170 casillas que se abrirán en el distrito 15 jalisciense, con cabecera en La Barca, el número de boletas es superior al de los ciudadanos que votaron.
En algunos casos la diferencia es menor, pero en el de la casilla 236 contigua 1a, de la presencia de 130 votantes se desprendieron 223 sufragios.
En otros de los 149 distritos donde se practicará el recuento hay situaciones semejantes, como en el primer distrito de Querétaro, con cabecera en Cadereyta de Montes: en 12 de las 24 actas cuyos paquetes se abrirán hay más votos que votantes. En el quinto distrito veracruzano, con cabecera en Poza Rica, nueve de 23 casillas serán reabiertas por una discrepancia de ese género. Y, en fin, para no abundar en más ejemplos, concluimos con el de nueve de las 23 casillas sujetas a nuevo escrutinio y cómputo en Fresnillo.
No se trata ya de información provista unilateralmente por la coalición Por el Bien de Todos, sino de la avalada por el Tribunal. Es posible minimizar la resolución del órgano judicial, desde cualquiera de los miradores partidistas, considerando que se trata de errores cuya corrección no necesariamente modificará el balance hasta ahora conocido.
La ufanía panista, con que se quiere disfrazar la preocupación suscitada en ese lado por el fallo sabatino, llega al extremo de anunciar que del recuento surgirá una diferencia aun mayor de la establecida ahora. Eso lo sabremos a más tardar el lunes próximo, cuando concluyan las diligencias judiciales.
Pero lo cierto hoy es que estamos ante una muestra de errores que podrían no serlo, pues sorprende que haya tantas equivocaciones en lugares tan distantes que se expresan en discrepancias que pudieron ser fácilmente percibidas y fueron, al contrario, soslayadas por los consejos distritales.Por eso, por no haber reaccionado ante los errores evidentes ("palpables a simple vista", "verificables de manera inmediata"), los consejos distritales concernidos no harán el recuento, sino miembros de la Judicatura.
Cajón de Sastre .
El recrudecimiento del activismo de los adversarios del gobernador Ulises Ruiz en Oaxaca, que implica secuestrar vehículos de propiedad gubernamental y de servicio público, eleva la crispación social y política en esa entidad.
Los dirigentes de la pleonástica Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca están arrinconando al Ejecutivo, pues dificultan la acción de la policía estatal, que amenaza con actuar fuera de control, y propician en consecuencia la llegada de la fuerza pública federal.
Ése es el peor servicio que el gobierno de la República puede hacer al oaxaqueño, pues la represión policiaca, como se vio el 14 de junio pasado, no hace más que alimentar las querellas interiores. Si hubiera voluntad en la administración foxista para contribuir a preservar la maltrecha gobernabilidad oaxaqueña, la Secretaría de Gobernación debería ampliar y ahondar su hasta ahora insuficiente mediación entre el magisterio y el gobierno local, pues lo que debe llegar a Oaxaca desde la capital es capacidad de avenimiento y no golpeadores.
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martes, agosto 08, 2006
¿CONQUE ELECCIÓN LIMPIA?¿NO?.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 4:35 p.m.
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