Jaime Martinez Veloz escribe en la Jornada:
AMLO: 34%; Calderón: 28%, (antes del cuñado).
La sonrisa se le congeló a Felipe Calderón. La mueca de guasón instruida por sus asesores de marketing chafa, del que como buen ignorante presume, se transformó en un gesto de intolerancia que le es consustancial.
El asunto del "cuñado incómodo" fue para Calderón un quitarrisas, la farsa se convirtió en comedia que amenaza transformarse en tragedia electoral para un partido que hoy parece irse al tercer lugar electoral. Más que debatir, fue a buscar camorra e inauguró el estilo Trucutú. Al debate fue por lana y salió trasquilado.
Pudo ser un "adversario leal", perder o ganar es consustancial a cualquier proceso democrático, pero lo que nadie puede perder es la dignidad y Felipe la perdió al decidirse por los medios más primarios, elementales e indignos para competir en la campaña presidencial.
Los años en la oposición y en la lucha democrática de México los tiró a la basura y se plegó a todas aquellas viejas y mañosas prácticas políticas que desde la oposición criticaba. Sucumbió ante el encanto del poder, donde para conseguirlo no importan códigos ni reglas. Además, incorporó como eje transversal de su esquema la estrategia nazi de la propaganda hitleriana. Ensució el proceso electoral y junto con ello abandonó las posibilidades de constituirse en interlocutor confiable. Se transformó en un parlanchín más de la derecha rupestre mexicana.
Embelesado por la posibilidad de ganar como fuera, pensó que la estupidez colectiva de quienes lo acompañan sería la misma del otro México, que no cree en su partido ni en las políticas que practican y defienden.
La presencia mediática del presidente Vicente Fox, gracias al gasto insultante de recursos públicos en campañas propagandísticas, convirtió a la figura presidencial en el coordinador de la campaña paralela del PAN. Calderón pensó que ese descaro pasaría inadvertido para la mayoría de la población, que hoy lo encara con firmeza. Lástima, porque Felipe ya no es ni la sombra de lo que fue.
La guerra de la encuestas va quedando claro que se ha ido. Como nunca proliferaron estudios y resultados a modo de quienes pagaban encuestas, modernos becerros de oro, cuya maniobra final y manipulación del resultado queda a cargo de quien paga y manda.
Para desdicha de quienes han convertido las encuestas en una mercancía y un instrumento de propaganda, también existen estudios, realizados por organizaciones con conocimiento y técnica metodológica, alejados de la miserable propaganda mediática, para que este tipo de trabajos se conviertan en lo que son: instrumento de apoyo, corrección y afirmación de estrategias y tácticas electorales.
En este contexto una organización denominada Mexicanos y Americanos, Todos Trabajando (www.matt.org) ha asumido la tarea de realizar la encuesta más sólida y segura de la contienda presidencial, entrevistando a mexicanos en más de 116 mil hogares con una metodología sólida que puede ser consultada en su página Web, donde al mes de mayo los resultados son: AMLO 34 por ciento, Calderón 28 por ciento y Madrazo 29 por ciento.
¿De dónde presume Calderón la supuesta delantera? Después del cuñadazo, chance Madrazo lo desplace, dados los nubarrones que tiene encima Acción Nacional. Mientras tanto, como dijo El Peje: sonrían, chamacos, que vamos a ganar.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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viernes, junio 09, 2006
Y LA SONRISA SE LE CONGELÓ AL GUASÓN CHAFA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 9:33 a.m.
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