MI VOTO ES POR AMLO Y POR LA COALICIÓN.

Manuel Camacho Solís, escribe en el Universal:

Mi voto.

Este domingo votaré por AMLO, Marcelo Ebrard y los candidatos de la coalición Por el Bien de Todos. ¿Por qué? Apoyo a AMLO por tres razones básicas:

La primera es que no estoy de acuerdo con los resultados del gobierno de Vicente Fox. El gobierno actual desaprovechó su oportunidad histórica de relanzar el crecimiento económico y recuperar la autonomía del Estado de los intereses, como condición necesaria para avanzar en la democracia y en el estado de derecho.

El gobierno del PAN tuvo condiciones inmejorables para crecer y no las aprovechó. Ha tenido los precios más altos de petróleo (tres veces superiores que el promedio de los últimos tres sexenios). Tuvo las más bajas tasas de interés. Las más elevadas remesas e ingresos por turismo. Así, la economía mexicana perdió mucho terreno comparada con el resto del mundo (del lugar nueve al 14) y bajó la competitividad 20 lugares. El gobierno dilapidó los ingresos adicionales en gasto burocrático, no supo elevar el crédito a las empresas, no mejoró la calidad de la educación ni hizo nada serio para vincular a nuestro país con la economía del conocimiento.
Lo peor fue que todo el entusiasmo del cambio democrático de 2000 fue desperdiciado. Ni se avanzó en el cambio de las instituciones ni, lo que es peor, en la autonomía del gobierno de los intereses especiales y la reducción de los privilegios.

La segunda. México necesita un gobierno capaz de recuperar el crecimiento y disminuir las desigualdades sociales. Sin crecimiento económico sólido y sin la mayor legitimidad que significará que sean tomados en cuenta en las decisiones los intereses de los pobres (que son la mayoría), nuestro país decaería más en lo económico, no tendría oportunidad de mejorar la seguridad de las familias y sería cada vez más ingobernable.

AMLO ha hecho compromisos a favor de la mayor igualdad, suficientemente acotados como para que se puedan cumplir y como para que no afecten los equilibrios de la economía. Requerirá, desde luego, de ejercer un liderazgo capaz de recuperar la esencia republicana del gobierno, para, con la autoridad moral ganada, recuperar la autonomía del Estado y su capacidad promotora del desarrollo y del bienestar.

Estoy convencido de que una estrategia de crecimiento con justicia como la que podrá encabezar AMLO es mejor -y más viable- que una de radicalización del modelo neoliberal, como la que encabezaría Felipe Calderón.
El gobierno de AMLO no dependerá de los intereses especiales ni de las complicidades con la corrupción y la represión del antiguo régimen (incluido este sexenio), pero no será vengativo. Este hecho es determinante. Es el que hace la diferencia principal. Es la única manera a nuestro alcance para rescatar a México. Para vivir en paz. Para seguir siendo una nación. Para tener el respeto del mundo. Para poder actuar con dignidad en la política.

La tercera es que AMLO es un político capaz, honesto y resuelto. Conozco a AMLO desde que protestaba en la plaza de la Constitución. Supe que era un líder que defendía con honestidad y valentía las causas sociales que representaba. Lo fui observando en cada una de las coyunturas importantes de la política. Como líder del PRD. En su oposición informada y razonada al Fobaproa. En su apoyo a la posibilidad de una coalición opositora entre el PRD y el PAN para las elecciones de 2000.

Seguí conociendo su desempeño como gobernante del DF. Su interés por sacar adelante los proyectos que se propuso. Lo medí en el momento de mayor tensión, cuando a días de ser encarcelado por el desafuero, con la mayor movilización que haya ocurrido en la historia, actuó como un político responsable. No como un líder milenarista. He observado su disciplina y su determinación como candidato. Su fe inquebrantable en la necesidad de rescatar a México.

Votaré por AMLO porque tiene las cualidades que se necesitan para gobernar a México y porque confío que tiene los escrúpulos morales indispensables para no quedar atrapado por los intereses ni por sus propias ambiciones políticas.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.