ESTE ARROZ YA SE COCIÓ...

Aunque no le cuadre al columnista -en el fondo y la forma- lo único que está haciendo es ratificar lo evidente, el que va ganar la elección es AMLO, apunta Raul Cremoux en el Universal:


El arroz ya se coció.

16 de junio de 2006.

Si en los 17 días que faltan para la elección presidencial no ocurre algo semejante a un bombazo, las cartas ya están cargadas para López Obrador.

Las encuestas anuncian una preferencia cerrada entre los dos punteros, pero omiten, porque no lo pueden reflejar, el ánimo reivindicatorio cada vez más extendido de las clases populares.

Esa tarea la inició desde diciembre de 2000 el recién llegado a la jefatura de Gobierno de la ciudad capital.

Nada más gratuito que ponerse en ruta de colisión con Fox por un asunto de inmensa trascendencia y profundidad que terminó perdiendo en los tribunales y ganando en la galería de las percepciones públicas: el horario de verano.

No hubo nunca fecha, guerra en Irak, botas de charol, huelga en Sonora que no fuera aprovechada para realizar un mitin tempranero a favor de la construcción de una imagen de retador. Sólo ante la pacífica marcha blanca organizada para exigir se detuvieran los excesos de inseguridad en el DF, hizo a un lado la obligada respuesta que hubiera significado la renuncia de, al menos, los encargados de las tareas de seguridad pública. De ahí en fuera, aprovechó todo. Incluso denostar a las televisoras que le daban tanto espacio a las exequias del papa Karol Wojtyla.

Los videoescándalos de Ímaz, Ponce, Sosamontes y Bejarano fueron nublados con el "complot", encarcelamiento y trato espartano que se le dio y continúa ofreciéndose a Carlos Ahumada.

La opacidad en una importante franja de obras públicas, permisos y multas ha sido una constante que anticipaba y diseñaba vectores electorales evidentes.

El desafuero despertó como inmenso detonante la polaridad: víctima humilde versus poderosos malosos. Ante un contexto de absoluta inequidad en la ya permeada conciencia colectiva, ¿qué podían hacer cualquiera quienes fueran los candidatos adversarios?

Si el arranque de la contienda electoral ya prefiguraba un posible ganador, el desarrollo de la misma -con sus altas y bajas- no ha hecho otra cosa que no sea la confirmación de una noticia anticipada. El caldo de cultivo ha sido de lo más propicio: la mitad de la población en pobreza, una educación básica deplorable, abusos desde el poder en órdenes variopintos, carencia de oficio en la dirigencia, enorme fuga de connacionales en busca de trabajo en Estados Unidos, incumplimiento de numerosas promesas de campaña panista y, por el lado priísta, la más absurda obsesión por negarse a la transformación en un partido democrático, moderno, incluyente y atractivo.

En consecuencia, la estrategia brotó sola. Obra pública directamente beneficiaria para clases medias provistas de auto, abandono temporal de infraestructura, consolidación de lo que era territorio priísta utilizando las mismas estratagemas con taxistas, ambulantes, menesterosos, corruptelas crecidas. Añádase auxilio asistencial a los mayores y utilícese sin faltar todos los días a los medios difusores.

Estos últimos, como se ve y se escucha, acudieron sin falla ante el espectáculo cotidiano de la llamada "nota", tal y como ahora amplificaron una puesta teatral, para dar la puntilla a cualquier adversario que se tenga enfrente. De esta fecha en adelante, no importa lo que se haga, salvo un quiebre del destino, habrá que recordar la sentencia de Julio César en las Galias: "La suerte está echada".

Este damnificado del 40 solo ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio. Es reiterativo hasta el cansancio de los mails antipeje, pero jamás hace mención a los errores, injusticias y corruptelas prianistas. Y lo que mas gordo cae es que esta clase de "intelectuales orgánicos" son los que presumen de liderazgo de opinión.
Y...¿De qué mueren los quemados?...pues de puritito ardor.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.